miércoles, 23 de diciembre de 2009

COPENHAGEN ¿SE QUITÓ LA CARETA OBAMA?


El discurso de Barack Obama en Copenhagen, y el consecuente pobre acuerdo alcanzado por casi todos los países del orbe, para paliar los efectos del inexorable cambio climático que se nos viene encima, ha empezado a poner en evidencia la incapacidad del flamante y prematuro premio Nobel de la Paz, para lidera la verdadera revolución que nuestro globalizado mundo necesita.

El “Yes We Can” de su campaña electoral que además de encumbrarlo al punto más alto del poder en Estados Unidos, abrió grandes expectativas de cambio en el resto de habitantes del orbe, en algo menos de un año ha perdido casi todo su significado, después que el que muchos pensaban como gran líder mundial, está mostrando su total incapacidad para promover en Afganistán un gobierno honesto y con tintes democráticos, dar un giro de 180 grados al conflicto iraquí, poner en vereda a los grandes financieros responsables del mayor crack económico de los últimos tiempos, y finalmente enseñar sin pudor ninguno, su falta de valor para enfrentarse a las grandes petroleras, permitiendo que la cumbre de Copenhagen se cierre con un fracaso rotundo. Por otra parte, y en lo referente a la política interna de Norteamérica, estos días, los medios informativos nos quieren vender como un éxito, la aprobación que en nochebuena va hacer el Senado de la llamada reforma sanitaria en Estados Unidos, una reforma completamente desvirtuada por la gran presión mediática que han puesto sobre el tapete las aseguradoras privadas de Estados Unidos, que veían peligrar los substanciosos beneficios en un futuro más o menos cercano.

¿Que ha quedado pues de las grandes promesas de Obama?, a mi entender, nada de nada, como refleja la caída estrepitosa de su índice de popularidad, y aunque desde los medios se nos quiera hacer creer como motivo principal, la impopularidad de la reforma sanitaria, yo estoy convencido que se debe a su manifiesta impotencia ante los poderes fácticos, que desde las áreas económicas siguen dominando el planeta.

Copenhagen era la gran esperanza para el cambio mundial; el riesgo más que cierto que un pequeño aumento en la media de temperaturas planetarias, ocasione grandes catástrofes en muchos puntos del planeta; era la clave para un cambio en las bases de la economía mundial en el sentido de abandonar una política de consumo energético no renovable del todo desmesurado, para confluir en un modelo sostenible, renovable y de ahorro.

Un éxito en la cumbre de Copenhagen hubiera abierto la puerta a una nueva forma de economía, donde la especulación depredadora sobre los productos energéticos, fuera substituida por la colaboración tecnológica para un mejor aprovechamiento y una mayor eficiencia de las energías renovables; donde la investigación y la ampliación del conocimiento, fueran las bases principales en lugar de la obtención del beneficio económico puro y duro.

Los intereses mezquinos de las grandes compañías petroleras, que no han dudado en aliarse con los nacionalismos más acérrimos, aprovechan el fracaso de Copenhagen para llevar al traste lo que hubiera podido ser la gran y pacífica revolución del siglo XXI. Los grandes políticos de la derecha europea, Sarkozy y Merkel, aunque hayan mostrado públicamente un cierto disgusto, no han sabido dar la talla imponiendo sus razones y finalmente al presidente Obama, hemos acabado viéndole el plumero de su sumisión a los más oscuros intereses del capitalismo más perverso.

Con todo amigos, estamos en plenas fechas navideñas y desde mi profundo realismo, os deseo todo tipo de venturas en estos días y que el próximo año, desde la responsabilidad individual y colectiva, seamos capaces entre todos de cambiar esta penosa realidad.

Feliz Navidad y Prospero año Nuevo
Bon Nadal i Feliç Any Nou

martes, 15 de diciembre de 2009

LA LUCHA DE AMINETU HAIDAR


La huelga de hambre que está llevando a cabo Aminetu Haidar, en el aeropuerto de Lanzarote, intenta poner sobre la mesa un tema irresoluto desde hace 35 años, y que nos guste o no los españoles debemos asumir un buen grado de corresponsabilidad, por el hecho del pésimo proceso de descolonización que en los años 1974 i 1975 se llevó a cabo.

Si es verdad que en aquellos años, nuestro país, estaba sometido a un régimen autárquico. Si es verdad que los máximos responsable políticos de entonces, se encontraban en un momento de extrema debilidad, por la decrepitud del dictador y con el de todo su régimen y si es verdad que el rey dictador de Marruecos Hassan II, aprovechó la circunstancia para provecho propio; aunque todo ello no puede servir de excusa para que 35 años más tarde, se siga negando al pueblo Saharaui sus más mínimos derechos y se les condene a vivir divididos, con una buena parte de ellos exiliados en los campamentos del Tinduf, una de las regiones más hostiles, climatológicamente hablando, de nuestro planeta, y dependientes de la caridad del resto del mundo.

Los españoles, por lo general solemos mirar hacia otro lado, echando pelotas fuera, cuando nos toca asumir realidades que nos molestan y digo esto porque escuchando las tertulias radiofónicas y leyendo muchas de las opiniones que se reflejan en los periódicos españoles estos días, sobre la acción que lleva a cabo Aminetu Haidar, además de cargar todas las culpas al gobierno marroquí, se critica al gobierno español, por haber admitido en una aeronave de nuestras líneas aéreas, la deportación de facto que la administración marroquí hizo con la ciudadana saharaui.

No voy a entrar a plantear si nuestro gobierno hizo bien o mal, admitiendo a Aminetu, ni tan siquiera si debe o no respetar su voluntad de llevar a cabo su acción hasta las últimas consecuencias; porque de lo que estoy convencido es que lo que deberíamos hacer todos, es coger al toro por los cuernos y empezar a liderar un movimiento internacional que obligue a Marruecos, a reconocer el derecho a la autonomía del pueblo saharaui, corrigiendo un error histórico de treinta y cinco años atrás.

Desde el mismo momento de la descolonización, los saharauis han reclamado el derecho a ser consultados sobre su destino, reclamación que han conseguido fuera atendida por la ONU, organismo que nunca ha reconocido la soberanía marroquí sobre su territorio. Una de las medidas que el organismo internacional ya dispuso desde hace años, fue la celebración de un referéndum, con todas las garantías de libertad, con el fin que el pueblo saharaui, pudiera decidir su futuro, consulta que si bien al jefe del estado marroquí, no le quedó más remedio que aceptar, con la más que segura probabilidad que su resultado fuera contrario a sus intereses, desde buen principio no ha hecho otra cosa que impedir su celebración, en base a los más variopintos y absurdos argumentos.

La comunidad internacional por otra parte no ha sido capaz de imponer su autoridad, por el simple hecho que Marruecos, es el principal productor de fosfatos del mundo, elemento al parecer imprescindible en la producción de muchos de los países industrializados, como Francia que en todos los conflictos, la encontramos siempre defendiendo directa o veladamente, las tesis del gobierno marroquí.

La huelga de hambre de Aminetu, ha tenido la gran virtud de poner en el primer plano de la actualidad internacional, la situación de miles de personas que malviven en un régimen de opresión y faltos de la más mínima dignidad, por parte de un opresor, el reino de Marruecos, que sin atender a las mínimas normas del derecho internacional, retira el pasaporte y expulsa a una persona por el solo hecho de haber escrito la nacionalidad de su sentimiento, la saharaui, en lugar de la oficial marroquí.

¿Seguirá la comunidad internacional permitiendo la opresión de todo un pueblo, en pleno siglo XXI?

martes, 8 de diciembre de 2009

LA POLITICA, EL PODER DE LOS NO PODEROSOS




En estos tiempos que corren, en la piel de toro y algunos otros lares allende del charco, parece estar de moda denostar el concepto política, como si fuera sinónimo de corrupción y de latrocinio, cuando en verdad y en un estado de derecho, es haciendo política como únicamente los menos favorecidos de la escala social tienen la posibilidad de acceder a los puestos de decisión, para determinar el destino colectivo de acuerdo con sus intereses, así como defenderse de las agresiones que desde los poderes fácticos históricamente se les ha procurado.

Los partidos políticos, hoy puestos en la picota como causantes de todos los males al sistema de libertades, son y han sido al fin y al cabo, los aglutinantes de los esfuerzos conjuntos de muchas personas que de manera individual no hubieran tenido ni la más mínima posibilidad de poner en cintura, sin violencia, al poder económico que como se ha venido demostrando a lo largo de toda la historia, no es muy amante de compartir. Son de hecho la base fundamental de la democràcia, sin ellos el sistema de libertades pierde todo sentido, la autarquía y el dominio de una minoría sobre la mayoría se acabaria imponiendo, con todo la carga añadida de explotación del hombre por el hombre. Recuerden Vds. los 40 años de franquismo en España, las dictaduras en Latinoamérica, y si me apuran el sistema de partido único en la URSS, en el pasado siglo XX.

Como decía, hoy en España se nos pretende convencer, por parte de la derecha más reaccionaria, que el sistema de partidos es injusto, que las ejecutivas de los mismos se han convertido en unas élites que ejercen un dominio despótico sobre los militantes y demás ciudadanos, a través de unas elecciones con listas electorales cerradas, que a su entender coartan la libertad individual, tanto de los candidatos como de los electores. Lo que no nos dicen, aunque por poco que pensemos lo intuiremos enseguida, es que debilitando a los partidos, en su capacidad de gestionar las listas electorales, se abre el paso al dominio del terreno político de las grandes corporaciones económicas, sin ideología ninguna.

De hecho, es el sistema que se practica ya desde hace años en Estados Unidos, donde el individualismo, ha conseguido neutralizar totalmente los idearios, y donde la alternancia en el poder entre los dos partidos principales, no tienen ninguna significación ideológica, acabando por practicar la misma política, aunque con pequeñas diferencias de matiz.

¿Quien le marca la política a seguir al actual presidente Obama? ¿El partido demócrata por el que se presentó, o unos determinados lobbys, que han visto la necesidad de cambiar las políticas neoconservadoras de George W Bush, después que les han conducido al desastre?

En España, la democracia es demasiado joven, y aunque podamos presumir del período más largo en el tiempo, de estado de derecho, de toda nuestra historia; el sistema de partidos políticos por mucho que se empeñen algunos de nuestros ideólogos más puristas, no está ni mucho menos plenamente consolidado y adolece aún de muchas vulnerabilidades. Aunque si hay que decirlo, son plenamente representativos de un amplio abanico de credos que finalmente se traduce, en políticas claramente diferenciadas, gobierne uno u otro o en coalición.

El capitalismo mundial ha avanzado enormemente hacia su fase imperialista, a partir de la globalización económica, la supresión de fronteras para todo lo que se refiere a movimiento de capitales y mercancías, ha procurado por la fusión de unas ya de por si grandes compañías, creando unas corporaciones cuya capacidad de poder se ha visto multiplicada, a la vez que la cantidad de capital acumulado crecía hasta cifras exorbitantes, que superan en mucho la capacidad financiera de los estados, que al quedar en inferioridad de condiciones, se han visto superados en el intento de establecer reglas susceptibles de controlar unos mercados y ajustarlos no solo a la obtención de beneficios, si no al bien común de toda la sociedad.

Un ejemplo muy claro de lo dicho, lo tenemos estos días en España y particularmente en Cataluña, donde los gobiernos tanto central como autonómico, se desviven en pactos con las grandes compañías del sector del automóvil, Nissan, Wolkswaguen, Opel, etc. o de su industria auxiliar, para evitar que las des-localizaciones, acaben situando las cifras de paro en niveles del todo inasumibles.

Los resultados de unos mercados absolutamente liberalizados y fuera de todo control democrático no han podido ser más catastróficos, en esto estamos todos de acuerdo, pero, ¿qué medidas hay que adoptar, para que no se repita esta situación? Según los ultraliberales y neoconservadores, hay que insistir en la liberalización de los mercados y deben ser los poderes económicos, a partir de la experiencia acumulada, los que establezcan unas propias normas de autocontrol. A mi modo de ver esto nos conduce directamente a una autarquía, no encarnada en la figura de un dictador, como sucedió en el siglo XX, si no en una entelequia que venimos en llamar mercado, cuyas reglas de funcionamiento las establecen una élites a las que la mayoría de ciudadanos no tenemos ningún acceso, ni tan solo conocemos sus nombres.

Por el contrario desde la izquierda, se sigue creyendo en el principio fundamental de la democracia, que el poder no solo debe residir en el conjunto de toda la sociedad, sin excepciones, si no que debe ser administrado y ejercido por la propia sociedad, también sin excepcionalidad ninguna. Para ello se hace absolutamente imprescindible y necesario devolverle la supremacía al estamento político y que este esté en condiciones de dominar, controlar y administrar el poder económico, en beneficio de toda la sociedad. ¿Cómo conseguirlo? A mi entender un solo camino es posible, y no es otro que la formación de grandes estamentos políticos supranacionales, de clara ideología, elegibles por sufragio universal y que estén en condiciones de someter y regular a las grandes corporaciones económicas, obligándolas a compartir parte de sus beneficios, con toda la sociedad.

¿No creen Vds. que seria muy distinto, que a los despachos de Nissan, Wolkswaguen, o Opel, en lugar de Jose Luis Rodriguez Zapatero o José Montilla, representando a un máximo de 40 millones de persones, acudiera un representante electo de Europa con el respaldo de 400 o 500 millones de almas?

lunes, 30 de noviembre de 2009

NO AL DESÁNIMO EMPECEMOS A CONSTRUIR


Los que somos ideológicamente de izquierdas, los que a pesar de todo seguimos creyendo, en la posibilidad de un mundo mejor para las generaciones futuras, llevamos una temporada, donde todo nos vuelve la espalda y las noticias que nos llegan de todas partes del mundo son de lo más desalentadoras.
Después de una etapa, en que el planeta estuvo dominado por una corriente neoconservadora, cuya política nos ha conducido, en el breve período de 28 años, desde noviembre de 1980 cuando Ronald Reegan accede a la presidencia de los Estados Unidos, hasta noviembre de 2008, cuando George W. Bush, acaba su segundo mandato como presidente de la nación más desarrollada, a uno de los desastres económicos más grandes que ha conocido la humanidad. Todos aquellos que nos negamos a creer que la lucha a favor de los derechos humanos, del progreso de la humanidad en su conjunto, de la eliminación de las barreras de clase social, es estéril a favor de una utopia inalcanzable, como se nos ha pretendido imbuir desde el poder imperante de las grandes corporaciones económicas, hemos mantenido viva la llama de la esperanza, en un mundo donde cada vez los menos favorecidos son más.

Para muchos de nosotros, las promesas electorales de Obama, en su campaña electoral, venían a ser como el bálsamo en la herida o el salvavidas donde agarrarse después del naufragio y ahora nos vemos grandemente decepcionados, cuando comprobamos su incapacidad y la de su propio partido para tirarlas adelante; cuando se opta por seguir favoreciendo a unos cuantos poderosos en frente de una gran mayoría de ciudadanos.

Por lo que se refiere a Europa, todos los europeistas convencidos, que esperábamos, con ansia la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en vistas a un avance hacia la federalización de la Unión i el camino hacia una unión política más intensa, que domine sobre la todo poderosa economía. Hemos podido contemplar estos días como nuestros representes en Estrasburgo, con el apoyo de los máximos mandatarios de cada uno de los veintisiete países miembros; que siguen en la tesitura nacionalista, de no ceder un ápice de soberanía por lo que se refiere a temas políticos, al conjunto de la Unión en detrimento de cada uno, como se ha hecho con el tema económico; lo han desactivado sin mucho esfuerzo, con tan solo nombrar a un presidente y una ministra de exteriores, sin capacidad de liderazgo ninguna, dando la apariencia de haber cambiado algo, para que todo siga igual.
A pesar de todo estoy convencido, que no debemos dejarnos abatir por el desaliento y mucho menos en nuestro país, España, donde el agravante de tener que desmontar una estructura económica basada en la especulación, nos complica y retrasa la salida de la crisis económica planetaria en la que estamos inmersos. El desánimo no nos ayudará en nada, antes al contrario, nos va a hundir más y más en el pozo, promoviendo con la llamada desafección política, un retraimiento en la colaboración y participación en el sistema democrático, poniendo incluso en peligro la continuidad del mismo, como algunos de nuestros compatriotas, nostálgicos de un pasado autárquico, pretenden.

Las formaciones políticas de ideología izquierdista, son las únicas que pueden liderar los cambios imprescindibles para salir de la crisis, unos cambios que indudablemente deben pasar por un sector público potente y un control del poder económico por parte del poder político. Todo ello adaptado a unas nuevas circunstancias mundiales, no ya circunscritas a unos estados nación determinados, si no a una globalidad planetaria, donde además no exista el dominio de ningún país, nación o estado, como se le quiera llamar, que ostente dominio sobre todos los demás, como la derecha nacionalista pretende seguir manteniendo.

La Unión Europea podía ser un buen ejemplo, y de hecho cuando en Francia y Alemania, los socialistas y socialdemócratas, ocupaban posiciones de gobierno, se impulsaron diferentes iniciativas, entre ellas el Tratado de la Constitución Europea, este que acabó en el desvirtuado Tratado de Lisboa, que tendían a demostrar la viabilidad de una potente estructura plurinacional, capaz de competir en igualdad de condiciones en un mercado globalizado, con otras potencias económicas, como los USA, China, Rusia, etc. El reto consiguió asustar a los poderosos del planeta, que no dudaron ni por un momento en poner en marcha toda una serie de mecanismos mediáticos, para desarbolar y desestabilizar una demostración clara de la posibilidad de alcanzar una supremacía mundial, con un sistema basado en la justicia social y un reparto equitativo de la riqueza generada.

Las referencias de George W. Bush, a la nueva y la vieja Europa, no eran otra cosa que una simple manifestación de lo que intentaba hacer, romper una unidad labrada con esfuerzo y dialogo, desde el final de la segunda guerra mundial. La siembra de cizaña en el interior del partido socialista francés, favorecida por el tradicional chovinismo del pueblo franco; y finalmente el boicot a las políticas económicas del alemán Schroeder; han sido las herramientas de las que los grandes poderes fácticos se han valido para retrasar un proceso de cambio en el orden mundial, hacia una mejor justicia social, que a la larga no tiene vuelta atrás.

De todos nosotros, los convencidos demócratas izquierdistas y a la postre europeistas, depende que logremos desactivar todos los mecanismos de los que se vale la reacción para impedir el progreso. Nuestra fuerza, que además es la de la razón, nos permitirá un triunfo rotundo y consolidado, que abrirá el camino del progreso y la justicia social a la humanidad entera y sin excepciones. Hoy más que nunca siguen siendo válidas las palabras que el ilustre federalista español. Francisco Pi Margall, pronunciaba en el siglo XIX. “La Reacción es la guerra, la Revolución la Paz”


lunes, 23 de noviembre de 2009

¿ESTAMOS INCUBANDO UNA NUEVA CRISIS?


Con gran acierto, a mi parecer, el socialista español Felipe Gonzalez, ha calificado de falsa la aparente recuperación económica de los países motores de la Unión Europea, pues opina que al no haber aplicado medidas tendentes a un cambio radical en el sistema financiero, no estamos haciendo otra cosa que tropezar en la misma piedra y por consiguiente volver a incidir en el mismo fracaso.

Si nos entretenemos en analizar un poco las medidas adoptadas por los gobiernos derechistas de Francia, i Alemania, nos daremos cuenta que al igual que en los Estados Unidos, han consistido fundamentalmente en el empleo de dinero público, para salvar de la quiebra a las grandes instituciones financieras, pensando que de esta manera el crédito volvería a fluir, y las corporaciones industriales volverían al nivel de beneficios anterior al crack del año pasado. También y con cargo al déficit público, los gobiernos de la Europa de los veintisiete, han intentado paliar las consecuencias de la crisis sobre la población más desfavorecida, mediante coberturas al desempleo, con más o menos intensidad, según fuera la ideología imperante, más o menos socialdemócrata.

Estos días leemos en grandes letra de molde de las primeras páginas de los periódicos de nuestro país, que Francia y Alemania, los dos grandes motores económicos europeos, muestran índices de crecimiento positivos por primera vez después de cinco trimestres sucesivos de caída, señalando a su vez que España a pesar de ser una de las grandes economías y a pesar de haber aminorado en mucho la velocidad de descenso, sigue presentando resultados negativos.

Ante este panorama, un profano económicamente hablando como yo, después de constatar que los índices de desempleo tanto en uno como otro país, siguen siendo los mismos, si no un poco mas altos, se pregunta ¿cuál es la causa de la variación en positivo de los índices de crecimiento? Y la respuesta primera que se me ocurre, es que la base económica de ambos, ha estado mayoritariamente en la industria exportadora y que esta se ha visto beneficiada, por la puesta en circulación de parte de las enormes reservas de divisas en una autarquía política como es China, cuestión que les ha repercutido positivamente en sus cuentas.

Pero, ¿es esto suficiente para garantizar un crecimiento sostenido de la economía europea? Y ¿será suficiente la potencia, para arrastrar al resto de las economías de la Unión? Son preguntas que dejo en el aire, pues, como economista neófito no soy capaz de contestarlas con un mínimo rigor.

Otra de las cuestiones que se me plantean, como a la mayoría de ciudadanos, es el hecho que durante los años del neoliberalismo salvaje, donde la falta total de control indujo a las grandes corporaciones, tanto financieras como industriales, a la obtención de substanciosos y rápidos beneficios, no en base a su actividad normal, si no a una feroz y salvaje especulación, que algunos entendidos han venido en llamar economía de Casino; circunstancia que todo el mundo con dos dedos de frente, considera la principal responsable de la grave contracción económica en la que estamos inmersos; es: ¿qué ha cambiado?, ¿que mecanismos de control se han establecido, sobre las entidades financieras, para que no se pueda volver a repetir una situación como la que hemos vivido? Francamente yo no se ver ninguna. Las atribuciones del Banco Central Europeo, por lo que se refiere a la regulación de las entidades privadas, siguen siendo prácticamente inexistentes, y la máxima de reducir el papel del estado a la mínima expresión, en nombre de una mal entendida libertad, sigue teniendo pleno vigor.

Si Felipe Gonzalez, tiene razón y lo que estamos haciendo es incubar una nueva crisis, lo que si estoy en condiciones de garantizar, es que será mucho peor que la actual, pues al partir los estados, de unas condiciones mucho más desfavorables que ahora, con déficits públicos elevados y deuda por las nubes, consecuencia de los intentos de paliar la actual y las ayudas a las entidades financieras; todo el peso recaerá sobre los ciudadanos, relegando a la miseria más absoluta a las clases populares y más desfavorecidas.

No pretendo ser catastrofista, ni inducir al desánimo, o lo que hoy se viene en llamar desafección, más bien al contrario, creo que hoy más que nunca, debemos confiar en el sistema democrático y exigir a nuestros representantes el máximo rigor en su gestión y la máxima claridad en la exposición de sus propuestas y que sean valientes para afrontar los profundos cambios en nuestro sistema económico, con el fin de garantizar el bien común y no de unos pocos como hasta ahora se ha venido haciendo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA BERLUSCONIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA


El sistema político menos malo de todos, la democracia, según decía Sir Winston Churchill; sigue siendo a mí entender, el único sistema inventado por el hombre, capaz de contener los abusos del poder. Todos los demás, que se han venido intentando poner en práctica, durante el pasado i convulso siglo XX, han fracasado rotundamente en su intento, pues al final han degenerado en la tiranía, que como todo el mundo sabe, es la forma más arbitraria de ejercicio del poder.

A pesar de ello, la democracia sigue siendo un sistema de por si frágil, que necesita ser defendido, por parte de fervientes convencidos, de todos los ataques que de manera más o menos sutil, viene recibiendo desde el comienzo de la historia.

Como es bien sabido, el principio fundamental de la democracia, y la característica fundamental que la distingue de cualquier otro sistema, es la independencia de los tres poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, independencia que garantiza un efectivo control de uno sobre la función de los otros dos, previniendo de este modo los abusos y garantizando la libertad de los ciudadanos.

En los tiempos que corren, las democracias occidentales al fin y al cabo, las únicas que de verdad pueden ser consideradas como tales, como consecuencia del fenómeno llamado globalización, vienen experimentando un cierto aunque muy sutil ataque en el propio corazón del sistema, consistente en el aumento del potencial de poder del sector económico, en detrimento del poder político, incapaz aun de superar el localismo del estado nación. Las mercancías y los capitales, circulan libremente y sin fronteras por todo el mundo y por el contrario, en el mundo actual, levantamos muros y fortificamos fronteras, para impedir la libre circulación de personas. Superamos las barreras nacionales para los capitales, (el dinero no tiene patria) y por otro lado reforzamos las identidades nacionales, en base a poner todo tipo de trabas a los fenómenos migratorios.

Una de las consecuencias inmediatas del desfase de potencial, entre los poderes político, (incluyo en el concepto político, los poderes legislativo, ejecutivo i judicial) y un poder económico globalizado, ha sido la aparición del conformismo en las sociedades occidentales, parece que la sociedad se ha acomodado en un cierto bienestar y admite sin queja ninguna, que unos pocos dominen la situación mundial, explotando salvajemente a un tercio de la humanidad a la que se priva de los mínimos indispensables, y arruinando el futuro de la próximas generaciones. Tan solo pequeños brotes surgen de vez en cuando, como por ejemplo las protestas por la guerra de Irak, pequeños brotes que quedan en solo esto, por el hecho que ninguna organización recoge la antorcha del liderazgo.

Uno de los ejemplos más claros de este conformismo i abulia de progreso, lo tenemos en Italia, donde democráticamente se elige un corrupto, aliado de neofascistas, representante del poder económico, como jefe de gobierno, un personaje que con su dominio absoluto sobre el poder legislativo, está cargándose al poder judicial en su país, i con ello el sistema democrático, dictando y reformando leyes para que le cubran sus desmanes; i todo ello sin perder un ápice de su apoyo electoral y sin que la oposición de izquierdas aparezca por ninguna parte.

Algo parecido empieza a ocurrir en nuestro país, cuando en Valencia, las sospechas de connivencia, entre el Tribunal Supremo de Justicia de la región i las altas instancias del gobierno autonómico, se hacen del todo evidentes; i las encuestas siguen dando la mayoría absoluta, no solo al PP, si no al propio Francisco Camps.

Algo hay que hacer amigos, la izquierda europea debe reaccionar i buscar el discurso del siglo XXI y volver a liderar el progreso de la democracia, para que las generaciones venideras no deban lamentar la pérdida del menos malo de todos los sistemas de gobierno que ha inventado el hombre.

martes, 10 de noviembre de 2009

EL PRESIDENTE DE LA UE


El tratado de Lisboa, va a entrar en vigor próximamente, después de un largo parto, cuyos últimos estertores, han sido, el referéndum Irlandés y las condiciones in extremis, impuestas por el euro escéptico presidente checo Vaclav Havel.


Una de las principales novedades de esta nueva carta base, que no magna, como bien se encargan de señalar los grandes líderes nacionalistas de la derecha que componen la Unión Europea, es sin lugar a dudas la creación de la figura de un presidente que encarne ante todo el orbe, la voluntad común y consensuada de todos los países que la conforman.


Rápidamente se han empezado a postular una serie de nombres, entre ilustres políticos del viejo continente, personajes que fueron y que ahora se encuentran en un retiro más o menos dorado, entre los que destacan el británico Toni Blair y el español Felipe Gonzalez. Si nos centramos en el anglosajón, resulta especialmente curioso, en primer lugar, que un personaje que se define como laborista, o sea en teoría de izquierdas, obtenga el apoyo de un parlamento donde la derecha domina ampliamente después de las últimas elecciones, el pasado mes de julio. Debemos sin embargo admitir que el izquierdismo de Toni Blair, durante su mandato en Gran Bretaña, fue muy “sui generis”, con aquello de la Tercera Vía, que si bien de palabra denostaba la política ultraliberal de sus antecesores en el cargo, Margaret Tatcher y John Major, no dudo en respetar e incluso potenciar, las medidas por ellos practicadas en cuanto asumió el poder.

Otro detalle que resulta curioso de Toni Blair, quizás por su intrínseca calidad de británico, es el hecho de un cierto euro escepticismo, consecuencia del tradicional egocentrismo tan propio de los moradores del Reino Unido. Observen amigos que durante sus mandatos, a Toni Blair ni se le ocurrió de plantear el debate de la integración de Gran Bretaña en el Euro, ni defender la causa de la Unión con el mínimo entusiasmo, como quedó ampliamente demostrado en el momento que enfrentándose a la posición mayoritaria del viejo continente, de no promover un conflicto armado en Irak, él fue uno de los protagonistas de la tristemente célebre foto de las Azores. Consecuentemente con lo dicho, deberíamos preguntarnos si puede ser muy positivo que un personaje como Toni Blair presida la UE, en unos momentos en los que se demanda profundizar en la unión política además de la económica.


Parece ser que a última hora, los propios socialistas británicos, más algún que otro padre de la Europa Unida, han empezado a ver claro, y la candidatura de Blair se está desmoronando por momentos.


No parece claro tampoco que Felipe Gonzalez acabe accediendo a este puesto, después de haber manifestado sus pocas ganas de ejercerlo, y aunque si en este caso estamos delante de un europeísta convencido, quizás debemos admitir que su época de gran líder ya ha pasado, y que su papel actual, es más el de transmitir la experiencia a las nuevas generaciones que otra cosa.

Todo parece indicar que un conservador, es quien se hará con el título, pues es esta la ideología que domina en la cámara de Estrasburgo, y ello a mi entender comporta un grave problema, pues no sé encontrar a ningún conservador en todo el viejo continente, que no sea a la vez un nacionalista, a lo mucho moderado, idea totalmente incompatible con una concepción federalista de Europa, donde la soberanía de cada estado nación debe supeditarse al interés colectivo que representa la federación.

jueves, 5 de noviembre de 2009

LA BURGUESIA CATALANA


Sin lugar a dudas, uno de los puntales de la identidad nacional catalana, ha sido, históricamente hablando, la clase social media alta que denominamos burguesía.

Es esta clase social, de la que se dice que el día después de la caída de Barcelona, en poder de las tropas franco-españolas de Felipe V, el 11 de setiembre de 1714, abren sus tiendas y comercios, como si nada hubiera pasado, adaptandose a la nueva situación. Es también el mismo estamento social, quien a finales del siglo XIX, se rebela contra la mala administración de los gobiernos monárquicos españoles de la época, que comportó la perdida de todo el imperio colonial, y sienta las bases del que más tarde se conocería como el nacionalismo catalán, a través del movimiento “La Renaixença”. Es la que recibe los palos de anarquistas y comunistas, en el período de la guerra civil, y sin ser una gran adicta al régimen de la dictadura, se las compone para sobrevivir una cruel dictadura de signo ultra nacional católico españolista.

Una de sus grandes bazas ha sido el carácter emprendedor de sus componentes y el amparo mutuo através de asociaciones y entidades de carácter fundamentalmente cultural, que han sobrevivido hasta nuestro días. El Liceo, y el Orfeò Català, con su Palau de la Música, son una buena muestra de ello.

Con la llegada de la democracia, ésta clase social encuentra en Convergencia Democràtica i Unió Democràtica, sus órganos de expresión política, una derecha liberal, moderada, que consigue su credibilidad en el hecho de no haber sido contaminada del período autárquico, pues algunos de sus máximos dirigentes, habían sido perseguidos y encarcelados, por razón de su nacionalismo intrínseco.

Los tiempos convulsos que vivimos estos días, se han encargado de mostrarnos las miserias de esta clase burguesa, cuando a algunos de sus máximos representantes, se les han puesto en evidencia actos muy relacionados con la corrupción y la malversación de caudales públicos.

El llamado caso de Felix Millet, un personaje descendiente directo de Lluis Millet, uno de los prohombres de la cultura Catalana, fundador i director a finales del XIX del Orfeó Català, confiesa sin el mínimo pudor haber desviado a sus cuentas privadas, más de veinte millones de euros, de los fondos mayormente provenientes de subvenciones de organismos públicos de la fundación que preside. La investigación subsiguiente, pone al descubierto, unos traspasos de fondos, nada claros a la Fundación Trias Fargas, una entidad de carácter político, muy ligada, al partido de la derecha nacionalista, y como hemos dicho antes representante político de los intereses de la clase media burguesa de Cataluña.

Unos días más tarde, con la llamada operación Pretoria, se detienen a dos de los puntales históricos de Convergencia y Unió, y los gobiernos de Jordi Pujol, Lluis Prenafeta y Macià Alavedra. El primero un íntimo de Jordi Pujol, i el segundo, hijo del Poeta Joan Alavedra un fiel colaborador en los veintitrés años que CiU detentó el poder en Cataluña. Atendiendo a la biografía de ambos, descubrimos a dos miembros de la burguesia. Otro miembro de la clase media alta catalana, también detenido en la operación Pretoria, es Bartomeu Muñoz, hijo de Blas Muñoz, el último alcalde franquista de Santa Coloma de Gramanet. A este por razón, aparte del apellido, de sus nulas convicciones nacionalistas, no se le puede considerar como un miembro de solera de la burguesía catalana, aunque su posición económica y el hecho de vivir en una de las zonas exclusivas de la ciudad condal, le confiere el título de neoburgués.

¿Significa esto, como algunos interesados medios de comunicación de la derecha más reaccionaria de España intentan presentar, que la burguesía catalana es un panda de delincuentes corruptos, que se envuelven en la bandera de las cuatro barras? De ninguna de las maneras, mas bien al contrario, pues creo estar en condiciones de afirmar, que la clase social media de Cataluña, formada en su inmensa mayoría por pequeños empresarios, aunque grandes y honrados emprendedores, sigue siendo un ejemplo de modernidad y europeismo para la derecha de toda España, en donde por su discurso y forma de actuar, a veces uno tiene la impresión que se quedó anclada en el siglo XVIII, añorando el “ancien régime”

lunes, 26 de octubre de 2009

LA NUEVA LEY DE SALUD SEXUAL


Después de la magna manifestación del pasado día 17 de octubre, convocada desde los púlpitos y la sedes del Partido Popular, aunque sin la asistencia de clérigos por designio expreso de la autoridad Vaticana y con la ausencia del líder popular Mariano Rajoy, muy ocupado con las manos en el queso, pero con la presencia del inefable Josemari, que estos días parece muy interesado en reincorporarse a la actividad pública en nuestro país, (tiembla Mariano). Superado también el debate sobre las cifras de participantes desde los dos millones que contaron los organizadores hasta los sesenta mil de la empresa con el nuevo sistema informático; creo llegada la hora de reflexionar sobre el que i el como de esta controvertida ley.

Mariano miente cuando dice que el gobierno se ha sacado de la manga esta ley sin responder a ninguna demanda social y que lo hace para tapar sus desatinos en la gestión de la crisis económica y digo que miente, porqué ya desde el mismo momento en que en el año 1985 se aprobó una restrictiva ley abortista, el clamor de los grupos feministas y de mujeres en general de todo el país, en pro de una ampliación de los supuestos, que la adecuara a la realidad social, i despenalizara por completo a las mujeres que se veían en la tesitura de realizarlo.

Miente Mariano, cuando promete anular la disposición si el PP vuelve a gobernar este país, al igual que mintieron los líderes de la derecha reaccionaria española del año 1985, cuando utilizando los mismos argumentos que ahora, indicaban que cuando llegaran al poder, derogarían la normativa y resultó que en 1996 no se atrevieron a fin de no hacer un espantoso ridículo entre la sociedad europea.

Mienten los obispos y clérigos en general, cuando predican que la ley es un instrumento favorecedor de la práctica abortiva, cuando la ley pretende que se mejore la educación sexual y el uso de los métodos contraconceptivos.

Que los religiosos sean contrarios no solo al aborto, si no a cualquier práctica anticonceptiva, no debería extrañarnos cuando son los primeros en negar la liberación de la mujer y su igualdad de derechos a los hombres; cuando siguen con la concepción más machista y retrograda de la sexualidad humana, que les obliga a oponerse incluso a los avances científicos en pro de curar y prevenir las más crueles enfermedades.

Ahora bien, dice muy poco a favor del principal partido de la oposición que secunde tamañas barbaridades, y más si tenemos en cuenta que a la hora de la verdad, deben disimular y desdecirse para no aparecer delante de todo el mundo que siguen anclados en el medioevo.

Señores, esta ley no obliga a nadie a abortar, si no que lo que hace es regular una situación de hecho y despenalizar a todas aquellas mujeres que por causas diversas, como un grave riesgo para su vida, como la malformación del feto, etc. etc. puedan abortar con las debidas condiciones de higiene y sanitarias y sin el riesgo de ser criminalizadas.
Los dirigentes populares, con el indescriptible Josemari a la cabeza, deberían reflexionar sobre los viajes a Londres o Amsterdam, que hacían y hacen buena parte de las mujeres e hijas de sus votantes, antes y después del año 1985, mientras que mujeres de las clases sociales modestas, debían recurrir a clínicas clandestinas y fuera de la más mínima garantía sanitaria.

¿Es a esta situación a la que nos quieren devolver Josemari, Cospedal, Mayor Oreja, Rouco Varela, Cañizares y compañía?

lunes, 19 de octubre de 2009

EL SISTEMA FINANCIERO


La actual crisis económica, si bien tiene un origen y unas causas comunes en todo el orbe planetario, y que no son otras que una pésima gestión de las entidades financieras; sin embargo, en función del país que estemos hablando, unos determinados matices y unas bases económicas claramente diferenciadas, obligan a pensar en soluciones no exactamente iguales para todos.


Si bien las medidas más urgentes, como el poner dinero público a disposición de las entidades financieras para evitar su quiebra y con ello un más que probable desmoronamiento del sistema, con la recesión consecuente, muy prolongada en el tiempo, como fatalmente fue la del crack de 1929, han tenido carácter universal, y contado con el soporte de la mayoría de expertos y políticos de todo el abanico ideológico, circunstancias que las han hecho extremadamente útiles para parar la hemorragia.
Cuando los enfermos han superado su fase más crítica, pero siguen postrados en una camilla de la UVI, la atención de cada paciente debe ser personalizada y de acuerdo con sus más íntimas circunstancias, pues en su recuperación deberá tenerse muy en cuenta, todos los detalles que le han conducido a esta penosa situación.


En el caso concreto de España, la crisis no sobreviene, como en Estados Unidos, por unas hipotecas subprime, aunque algunos españoles hayan visto perjudicados sus ahorros por arriesgadas inversiones de entidades financieras nacionales, si no por el hecho de una burbuja inmobiliaria de desproporcionadas dimensiones, que con su estallido ha descapitalizado a promotores y financieros.


Leopoldo Abadia, el jubilado que nos habló por primera vez de la crisis Ninja, veía, y con razón, como un factor negativo del problema generado en Estados Unidos, la dificultad de medirlo en su totalidad, pues los activos “subprime” estaban mezclados con otros activos sanos de tal manera que casi era imposible determinar cuales eran tóxicos y cuales no. A mi entender una buena parte de este problema es el que nos está sucediendo hoy día en nuestro país, no por el hecho de una morosidad en el pago de hipotecas, que si bien hay que decir que ha aumentado, sigue estando en unos índices bajísimos; porque el problema, no son los ciudadanos que hayan comprado un piso y ahora no pueda pagar la hipoteca, pues la mayoría acaban haciendo un esfuerzo y solicitando la ayuda familiar, para conservar su techo si no que los bancos y las cajas, han debido quedar-se con una serie de viviendas, terminadas o a medio construir, por los créditos impagados de promotores y constructoras.

Por todos es sabido que la base principal de una entidad financiera es la confianza de sus clientes y que esta confianza sufre una merma directamente proporcional al índice de morosidad; pues es de toda lógica no confiar nuestros ahorros en alguien a quien se puede engañar fácilmente o que asume riesgos imprudentes, por llamarlos de alguna manera. Es así que bancos y en particular las cajas de ahorros, han disfrazado sus índices de morosidad, incorporando como activos, edificios completos o a medio hacer, como liquidación de créditos que de otra manera hubieran resultado impagados, consiguiendo con ello que sea muy difícil evaluar la cuantía exacta del problema.


Pero que sucede con estos activos, las entidades financieras, de momento los contabilizan al precio que tenían antes del estallido de la burbuja, si acaso un pequeño porcentaje por debajo, pero, ¿valen en realidad este precio o habrán de liquidarlos a precio de saldo dentro de un tiempo? Para ganar tiempo y evitar grandes catástrofes como la de Caja Castilla la Mancha, el Banco de España, promueve las fusiones entre entidades a fin de conseguir dimensiones lo suficientemente adecuadas de patrimonios, que les permitan aguantar a la espera que una mejora general de la economía, les permita no tener que liquidar estos activos a precio de saldo.

Hasta hoy se ha dicho que la solidez financiera de las entidades españolas ha permitido que la intervención con dinero público no fuera muy grandes, aunque yo creo que lo único que ha sucedido es que por las especiales características de nuestra economía, basada en la pura y dura especulación del ladrillo, las entidades financieras, han podido esconder por un tiempo sus debilidades, pero que ahora se verán abocadas a mostrarnos sus vergüenzas.


Sentada esta premisa, creo que se hace muy urgente en nuestro país, un mayor control del sistema financiero, un mayor control que evite estas prácticas heterodoxas, que acaban poniendo en peligro los puestos de trabajo de muchos de nuestros compatriotas. Quizás una buena manera sería, la instauración de una nueva Banca Pública, en competencia directa con la Banca Privada, una nueva banca pública que sirviera de soporte e impulso financiero a esta nueva economía sostenible que debemos crear en nuestro país, para salir del marasmo. ¿No se podría empezar por aprovechar la estructura de la Caja Castilla la Mancha, recientemente intervenida por el Banco de España, en lugar de reprivatizarla, como aconseja el neoliberal gobernador Fernández Ordoñez?

lunes, 12 de octubre de 2009


Esta pasada semana, el periódico La Vanguardia y algún que otro, han publicado los resultados de una encuesta donde se indica que en caso de celebrarse hoy las elecciones el PP avanzaría en cuatro puntos al PSOE, quedando en situación de gobernar a falta tan solo un pacto con una casi podríamos decir entregada Convergencia i Unió, que a cambio de ser sostenida en Cataluña si las circunstancias se dieran, no dudaría en entregarse en cuerpo y alma a las huestes de Rajoy, olvidando por completo, el recurso, de inconstitucionalidad del Estatut, de la derecha cavernícola española y las graves ofensas al pueblo de Cataluña emitidas durante el proceso estatutario.

Salvando todas las distancias que una prudencia política aconseja, y dando el justo valor, cuando aún faltan dos años para la celebración de elecciones y que en este tiempo se pueda dar un vuelco total a la situación, si que los dirigentes y militantes socialistas, deberían empezar una cierta reflexión de porqué una buena parte del pueblo español, sigue otorgando la confianza en un Partido inmerso en graves casos de corrupción, y no reconoce el esfuerzo que realiza el actual gobierno Zapatero, en pro de capear una crisis con el mínimo coste social posible, sin reducir un solo ápice ninguna de las medidas de carácter social.

Para empezar, hay que reconocer que el gobierno no ha dado hasta ahora la sensación de actuar con seguridad al hablar de sus medidas contra la crisis económica; la imagen de una continua improvisación e inseguridad, por no seguir un plan previamente meditado y trazado, ha sido la principal responsable de las dudas que se plantean los españoles sobre la capacidad de su gobierno.

También hay que añadir y sin que sirva de justificante, la particular situación de debilidad parlamentaria, y el nulo sentido de estado del principal partido de la oposición, al que solo parece interesar la caída del gobierno, incluso por encima de los intereses nacionales. Esto obliga a intentar sacar adelante los presupuestos del próximo año 2010, pactando con unos pequeños partidos, cuyo único triunfo delante de su electorado, consiste en presumir de haber logrado la claudicación del gobierno a su chantaje.

Particularmente tengo la sensación, que si bien por un lado el gobierno teóricamente está convencido que solo desde medidas de izquierdas podremos salir de la crisis, como lo demuestra el hecho de su intransigencia en reducir el gasto social, desoyendo el clamor de la derecha y del propio Banco de España, por otro no acaba de creérselo y sigue pensando en la recuperación del sector del ladrillo, como motor de la economía nacional. Si no es así, ¿Por qué no habla claro y nos dice con todo lujo de detalles, que medidas se aplican para cambiar el modelo productivo? ¿Por qué, sigue confiando en una clase empresarial que se demostrado del todo incompetente? y finalmente ¿Por qué no empieza a rehacer un sector público potente, en particular en la rama financiera capaz de competir en todos los ámbitos con el sector privado y que garantice el control del mismo?

Estoy convencido que si Zapatero, hablara con claridad a los españoles de una autentico programa de izquierdas y les solicitara los esfuerzos que precisara su puesta en marcha, no dudo ni por un momento que la gran mayoría se pondría de su lado, obligando además a todos los partidos políticos, con la única excepción de las minorías radicales de uno y otro extremo a secundar la idea.

¿No les parece amigos?

lunes, 5 de octubre de 2009

LA IZQUIERDA EN LA UE


En los gobiernos de los países miembros de la Europa de los veinticinco, domina el color azul, representativo del neoconservadurismo y neoliberalismo, frente al rojo de socialistas y socialdemócratas que imperaba hace unos pocos años. Una cuestión que debería hacer reflexionar a todos aquellos que estamos convencidos, que solamente desde unas políticas de corte socialdemócrata, nos será posible, salir con éxito de la crisis económica en la que nos encontramos inmersos.


A mi entender, hay dos maneras de salir de este marasmo, la primera, la predican neoliberales i neoconservadores, basada en los principios de la libertad ilimitada de los mercados, la propiedad privada y la no intervención de los estados, a excepción de los períodos agudos de la crisis, como el que nos encontramos, donde esta institución debe ser la encargada de recoger el esfuerzo colectivo de todos los ciudadanos, para evitar la quiebra de las grandes instituciones financieras y de producción, con el fin que pasada la gran marea, se pueda volver a la situación anterior de total libertad de mercado y un estado reducido a la mínima expresión.


La segunda manera, pienso y creo que una buena parte de los que compartimos el pensamiento de izquierdas, que para no repetir nunca más una experiencia como la que hemos vivido, hay que potenciar el estado como institución garante de la buena marcha económica, evitando de los excesos de unos y otros, manteniendo el principio de un reparto justo y equitativo de la riqueza que entre todos generamos.


Sentadas estas premisas, debemos preguntarnos, ¿Porque la izquierda Europea, no ha sido capaz de transmitir este mensaje y por el contario donde gobernaba se dejó arrastrar por la corriente neocon, impulsada por los Estados Unidos de George W. Bush?


Debemos admitir, que el sistema neoliberal, consiguió en un principio una cierta apariencia, aunque falsa, de prosperidad, los índices de ocupación subieron vertiginosamente, a costa de bajas salariales, y precarias condiciones laborales; las posibilidades de enriquecimiento rápido se vieron multiplicadas, cuando los mercados financieros se convierten en especulación pura y dura, y una buena parte de las clases populares, ven en ellos la posibilidad de dar una rentabilidad a los ahorros. Todo ello además dentro de un clima de paz social, en los principales países, después que las organizaciones sindicales quedaran extremadamente maltrechas de su enfrentamiento con los promotores de la gran revolución neoconservadora.


La caída de los conservadores en Gran Bretaña en 1997, abre paso a un partido laborista capitaneado por Toni Blair, que bajo los principios de la Tercera Via, no hace otra cosa que intentar lavar la cara al neoconservadurismo que acababa de caer. No olvidemos que empezó su mandato, recortando las ayudas a las madres solteras y promoviendo una serie de medidas tendentes a rebajar los derechos de discapacitados a percibir subsidios.


En las elecciones del 2005 en Alemania, el SPD Socialdemócrata, al perder 4 escaños en el parlamento, y la victoria electoral, por escaso margen de la conservadora CPU Democracia Cristiana que preside Angela Merkel, provoca la curiosa situación de una alianza para gobernar entre los dos grandes partidos, totalmente opuestos ideológicamente, cediendo la SPD en sus planteamientos en pro de la Democracia Cristiana que es quien ostenta la cancillería. En este caso se cumplió no se rompió una regla, vigente desde que la Revolución Francesa enterró a “l’Ancien Regime” i es que los pactos derecha izquierda no tienen nunca una larga duración. Tras las elecciones celebradas recientemente, las franjas rojas con que se marcaba Alemania en el mapa de la UE los últimos cuatro años, han desaparecido por completo, quedando solo un azul más intenso que nunca.

¿Significa esto que los Europeos han dejado de fundamentarse en los valores de la socialdemocracia, y se entregan en cuerpo y alma al ultraliberalismo individualista? No lo creo, pues se demuestra que los gobiernos derechistas, tiene grandes dificultades en aplicar sus recetas neoliberales, siendo contestadas puntualmente en la calle, bajo el liderazgo de las organizaciones sindicales y secundadas por una mayoría del electorado que después les otorga el voto en la urnas; cuestión que me lleva a la conclusión de atribuir el fenómeno, a una dejación de principios en las formaciones políticas de la izquierda, el comportamiento electoral de los europeos, que acaban considerando que unos i otros aplican las mismas políticas una vez llegan al gobierno y que si esto ha de ser así, siempre será mejor que sea la derecha la que aplique las políticas de derecha que no la izquierda.


En España, la circunstancia es algo diferente por el hecho que la derecha, sigue en el monte donde se situó, en tiempos de D. Antonio Canovas del Castillo, como se encargó de demostrar, “el héroe de Perejil”, en particular en los últimos cuatro años de gobierno, por lo que el PSOE de Zapatero, no se ve tan amenazado como sus homólogos de Inglaterra y Alemania; ahora bien tiene en su contra, una cierta indefinición en la transmisión del mensaje, que a mi entender en estos momentos debería claro y rotundo. Indefinición justificada quizás por la falta de apoyos parlamentarios estables, que le llevan a una negociación permanente con unos partidos minoritarios, tanto a la derecha como a la izquierda del arco parlamentario, que solo buscan aprovecharse de la debilidad, en su propio provecho, como muy bien se ha encargado de decirnos últimamente el Sr. Joan Ridao de Esquerra Republicana de Cataluña, condicionando el apoyo a los presupuestos de su formación al traspaso de la gestión del aeropuerto del Prat al gobierno de Cataluña; metiéndose de lleno en el puro mercantilismo que hasta ahora parecía en exclusiva de Convergencia i Unió.Con todo, creo que la Izquierda moderada europea, englobada en el Partido Socialista Europeo, debe iniciar rápidamente una gran reflexión sobre su actuación y determinar un regreso a los valores tradicionales, traduciéndolos en unas políticas concretas aplicables a la realidad del siglo XXI, perfectamente diferenciadas de la derecha neocon y que le sirvan para asumir el liderazgo en una Europa, que sin ninguna duda saldrá reforzada del período negro que está padeciendo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

LA JUSTICIA EN ESPAÑA


Lo leo y no lo creo, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia rechaza investigar unas pruebas de financiación ilegal del Partido Popular que han sido presentadas por los investigadores del caso Gürtel bajo un informe secreto realizado por la llamada Brigada de Blanqueo.

El tribunal dispone de este informe des del pasado 31 de julio y se niega a investigarlo con el argumento que los nuevos indicios se refieren a un “objeto diferente” del cohecho que representa que analizaban y del que determinaron que Don Francisco Camps, saliera de rositas.

Por otro lado, en la ceremonia de apertura del año judicial, todos los altos estamentos de la judicatura, en presencia de su Majestad el Rey de España, se deshacen en propósitos de la lucha contra la corrupción en nuestro país.

¿No se considera, “caso de corrupción” la financiación ilegal de un partido político?

¿No resulta al menos sospechoso, que alguien mienta descaradamente al afirmar que se pagó sus trajes, cuando después quede demostrado de forma fehaciente que es una falsedad?

Preguntas que en un país democrático nadie debería hacerse, pues el poder judicial, debería haberse hecho acreedor de un gran respeto en todas sus decisiones, adoptadas siempre i con total transparencia bajo la más estricta neutralidad.

Pero, en Valencia, parece que el concepto de neutralidad y transparencia, es un mucho “sui generis”, cuando resulta que el presidente del Tribunal Superior, el Ilustrísimo Sr. De la Rua, no solo no se inhibe, en el caso que imputa a su íntimo amigo Francisco Camps, si no que archiva el caso, como si fuera cuestión de poca importancia.

Quizás la actitud que adopta ahora, negándose a la investigación antes citada, es la más consecuente con la anterior, en el afán de proteger a su íntimo amigo, caiga quien caiga y pese a quien pese.

A todo esto hay que añadir, que la justicia española, no ha dudado ni un solo momento, en encausar al juez Baltasar Garzón, por la denuncia de un pseudo sindicato, que ha dado muestras palpables de admiración al régimen dictatorial de Franco, como es el caso de Manos Limpias, porque dicho juez ha tratado de indagar en los pozos de nuestra historia más reciente, a fin de resarcir, aunque solo fuera moralmente, a las víctimas de unos asesinos, muchos de ellos ya fallecidos, a los que se rindieron inmerecidos honores.

Las palabras que se han pronunciado en la apertura del año judicial, me suenan a lo que lisa i llanamente denominariamos “cachondeo” y francamente amigos, no creo que este país, esté para muchos cachondeos y mucho menos del que debería ser el tercer puntal del estado de derecho.

lunes, 21 de septiembre de 2009

HABLEMOS DEL GASTO PÚBLICO



Cuando el gobierno Zapatero plantea la necesidad de aumentar los ingresos del estado, para afrontar un gasto público mucho más elevado de lo que seria normal, por la fatal circunstancia de la crisis económica, salta la derecha parlamentaria, PP i CiU, con toda su artillería, proponiendo una drástica reducción del gasto público para cuadrar las cuentas estatales.

Es bien sabido y esto vale para una familia, para una entidad o para el propio estado, que cuando el presupuesto se desnivela, por la disminución de ingresos y el aumento de los gastos, solo quedan tres soluciones: endeudarse, aumentar las aportaciones o reducir las salidas de liquido; o bien una combinación de las tres.

En los ocho años neoliberales de nuestro país, bajo la dirección del héroe de Perejil, periodo que se conoce también como el “aznarato”; las cuentas del estado se cuadraron bajando los ingresos por un lado y el gasto público por otro para conseguir el déficit cero. Fueron los tiempos en que se recortaron presupuestos en Renfe, en los Ayuntamientos y en las grandes inversiones estatales entre otros. Del recorte en el mantenimiento de las líneas ferroviarias de Renfe, los catalanes, tenemos una buena muestra con las continuas averías en los años 2007 y 2008 producidas por la no renovación ni mantenimiento adecuado, durante ocho años, de unas infraestructuras devenidas obsoletas.

La gran obra estrella, en lo que se refiere a grandes inversiones estatales, del período, el tren AVE Madrid Barcelona, tuvo también sus problemas, por haber intentado bajar los presupuestos, en base al recorte de los estudios geológicos previos y en el sistema de señalización, con el resultado final de habilitar nuevas grandes partidas para reforzar la infraestructura por el problema de la dolinas en la provincia de Zaragoza, y socavones en la entrada a Barcelona y dejar la velocidad máxima en 300 Km./h cuando debía haber sido de 350. La práctica totalidad de los ayuntamientos españoles, vieron drásticamente recortados sus ingresos por la supresión del IAE, obligándolos a buscar nuevas fuentes en el mercado inmobiliario, lo que se tradujo en un mayor hinchamiento de la burbuja. Como contrapartida, mi amigo Enrique, jubilado ya en aquellos tiempos, con una pensión media baja, al llegar del mes de junio, veía con gran preocupación como a pesar de los grandes anuncios gubernamentales de las bajadas de impuestos, a él le tocaba pagar más que el año pasado. Por el contrario mi amigo Francisco, un gran empresario floreciente en aquellos tiempos, celebraba con un gran viaje, el ahorro que le representaba no pagar el IAE y que por primera vez en toda su vida, hacienda le devolvía dinero en su declaración de IRPF.

Son estos señores, que hincharon la burbuja hasta reventar, que en épocas de prosperidad, bajaron los impuestos a quien más ganaba y los aumentaron a los que menos, los que rebajaron el gasto público dejando obsoleta una red ferroviaria, o arruinando a los ayuntamientos, ¿los que nos sacaran de la crisis?

Observen amigos, que Rajoy y Duran i Lleida, solo generalizan a la hora de hablar del recorte del gasto público y nunca dicen que servicios e inversiones van a recortar, seguramente y tal como hicieron durante el “aznarato”, el recorte seria en partidas de mantenimiento y en los presupuestos de las grandes infraestructuras estatales, que es donde menos se nota, al menos de manera inmediata por parte del gran público, aunque al cabo de un tiempo, esto represente unas graves consecuencias para una mayoría de ciudadanos. No nos dejemos engañar.

Espero y deseo que el gobierno socialista, termine de una vez de concretar, las medidas económicas y la nueva ley de la economía sostenible y que lo haga con el soporte de las fuerzas de izquierda y los sindicatos, que en estas medidas se prevea no solo el control del sistema financiero por parte del estado si no además la creación de un sector público potente, un sector público, que debe englobar no tan solo los servicios esenciales, si no empresas de las nueva tecnologías, un sector público que venga a suplir las deficiencias de un sector privado que no ha sabido adaptarse a los tiempos actuales y sigue anclado en el siglo XIX, añorando los tiempos de la especulación desbordada, que les ha proporcionado pingues beneficios, empobreciendo a las clases media y baja de nuestra sociedad.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿VA A LA DERIVA EL GOBIERNO, EN MATERIA ECONÓMICA?


En su edición del pasado día 6 de setiembre, el diario El País publica un artículo, donde el autor expone que el gobierno, en lo que se refiere a la resolución de la crisis económica, improvisa y no sigue un plan previamente trazado; y fundamenta sus argumentos en las noticias que se acababan de conocer en aquellos momentos, con referencia a los brotes verdes detectados en todos los países de nuestro entorno, con tasas de crecimiento del PIB, ligeramente por encima o por debajo del cero, mientras que en España, se detectan mucho más bajas.

También desde los informativos de la Cadena Televisiva 4, y en la cadena SER, los mismos días se notaba una especial inquina en contra de la estrategia gubernamental, que nos ha de permitir superar el bache donde nos encontramos.

¿Tendrá algo que ver, en la posición de los medios del Grupo Prisa, la decisión sobre la TDT de pago que recientemente ha decretado el gobierno Zapatero y que según dicen favorece a Mediapro? No lo se, pero si así fuera, no dejaría en muy buen papel al primer grupo empresarial de la comunicación en nuestro país si utiliza sus armas periodísticas, como pataleta, al no conseguir lo que se propone.

Dejando aparte la cuestión de las estrategias empresariales, debemos reconocer, sin ningún género de duda, que el gobierno presidido por José Luis Rodriguez Zapatero, hasta ahora, ha dado la impresión de estar lanzando globos sonda para pulsar la reacción del personal, y así tomar las medidas que menos rechazo generen. Seguramente no debe ser así, y las cabezas pensantes del Partido Socialista, han tener muy claro el programa a seguir, pero como observador a pié de calle, es la impresión que me llevo.

No sé si en el momento que estas líneas vean la luz conozcamos con todo lujo de detalles, la propuesta de la nueva ley de la economía sostenible que el gobierno viene anunciando desde hace tiempo, y las bases sobre que se fundamentaran los presupuestos para el 2010, en todo caso espero y deseo que de ser así, una buena parte de mi reflexión haya quedado obsoleta, y lo espero por el bien del país, pues será la demostración palpable que nuestros mandatarios han puesto al país a trabajar, cuestión a todas luces imprescindible para alcanzar el nivel de crecimiento, en base, no a la especulación como hasta ahora, si no sobre la solidez de la industria moderna, de la nueva tecnología y adaptada al siglo XXI.

Que España tardará más que otros países en salir del marasmo, es cosa sabida desde el inicio de la crisis económica, pues la dependencia de nuestro crecimiento del ladrillo, por obra y gracia de las disposiciones ultra liberalizadoras promovidas durante el “aznarato”, en el sector inmobiliario, ha convertido en especuladores a la mayoría de los inversores de nuestro país y como todo el mundo ha aprendido estos últimos meses, especulación y creación real de riqueza son totalmente incompatibles.

El gobierno Zapatero, a mi entender, con muy buen criterio, intenta sentar en una mesa al llamado sector social, (empresarios y sindicatos) a fin de pactar una serie de medidas encaminadas a dar un giro de 180º a nuestra base económica, pero esto termina en un fracaso monumental, cuando el sector patronal, demuestra su poca condición de verdadero empresario, enseñando sin pudor alguno la faz del especulador sin escrúpulos.

En estos días se habla de competitividad de las empresas y se sitúa a España en un lugar muy bajo en el ranking. La CEOE, el PP, y las demás formaciones de derecha nacionalista, saltan inmediatamente en contra del gobierno, por no haber puesto en solfa las medidas de abaratamiento del despido, bajada de salarios, e impuestos a los más favorecidos que ellos predican. No se porque, pero me ha venido a la cabeza la idea, que en un régimen esclavista, donde el coste de la mano de obra se resume prácticamente a su manutención, el índice de competitividad debe ser altísimo. Por otro lado, he pensado también en Suecia, Dinamarca, Finlandia y Alemania situadas en los puestos 4,5,6 y 7 del ranking en el que España ocupa el puesto 62, he visto con asombro, que los salarios, el coste del despido y la presión fiscal son mucho más altas que en nuestro país y es cuando me he dado cuenta que por mucho que nos digan no son los costes salariales, ni la recaudación por impuestos del estado, quienes nos sitúan en un nivel tan distante, si no que hemos de buscar las causas en otra parte. Después se me ha venido a la cabeza, diversos casos, que me han sido muy cercanos en diversos momentos de mi ya larga vida, de algunos empresarios, que varias veces han recurrido a situaciones concúrsales, y en cada una de ellas han cambiado el modelo de su Mercedes por otro mas actual, o aquellos que después de cerrar su negocio, vendiendo o permutando los terrenos de su fábrica o taller, ganaban más dinero que no trabajando durante veinte años.

Es verdad que en España, los trámites para crear una empresa son largos y farragosos, es cierto que la contratación de trabajadores es burocráticamente infernal, y estoy completamente de acuerdo en que el gobierno debe tomar medidas a este respecto; pero también estoy seguro que si nuestra patronal no cambia en chip por completo, y empieza a europeizarse de verdad, al gobierno no le quedará más remedio que socializar del todo nuestra economía, a fin de garantizar el progreso en base a un sector publico muy potente.

Por todo ello no creo que nuestro gobierno vaya a la deriva en cuestiones económicas para la salida de la crisis, si no que el problema que tiene delante es muy y muy gordo y los especuladores que no empresarios, intentando defender sus intereses nada coincidentes con los de la mayoría de españoles, no dudan en poner palos en las ruedas, utilizando todos los recursos a su alcance, en particular los medios de comunicación y las formaciones políticas de la derecha, hoy afortunadamente en la oposición, tanto en el gobierno central como en los autonómicos.

lunes, 7 de septiembre de 2009

LA REFORMA FISCAL


El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado día 29 de agosto ha venido a confirmar lo que desde algunos miembros de su gobierno se venia insinuando unos días antes; la necesidad, en los tiempos que corren, de incrementar la recaudación fiscal aumentando algunos impuestos y eliminando algunas deducciones como la de los famosos 400 euros.

El primer partido de la oposición y “curiosamente” la derecha nacionalista periférica, han saltado inmediatamente al ruedo diciendo que la premisa más impuestos, es directamente proporcional a más paro y más recesión. Cuestión a todas luces falsa, o quizás mejor decir equívoca, después que el gobierno aclare, que la reforma fiscal se plantea en base a un aumento de los impuestos sobre rentas del capital, que se incrementará la carga fiscal a los perceptores de rentas altas y que se retocaran a la baja, los impuestos de sociedades y algunos otros destinados a fomentar la inversión industrial, la creación de empresas y puestos de trabajo. Todo ello, con el fin de aumentar la recaudación del estado, para financiar las prestaciones sociales de una gran mayoría de españoles, y por otra parte, seguir creando las condiciones para la promoción de la inversión real no especulativa y como consecuencia reemprender el camino del crecimiento, con una nueva base económica alejada de la especulación pura y dura que hasta hoy ha mantenido en terreno movedizo, la falsa prosperidad de los españoles.

¿No estamos todos de acuerdo, en que hay que cambiar las bases económicas del sistema español? Aunque ahora que lo pienso, no he oído a ninguna voz autorizada del partido Popular o de Convergencia i Unió, ni tampoco del PNV, decir algo sobre la necesidad de establecer una nueva base diferente al sector inmobiliario, por lo que puedo deducir, que su planteamiento viene a ser más de lo mismo, más especulación, más dependencia del ladrillo, más burbuja, en definitiva más engaño al personal.

Volviendo al tema de los impuestos, la realidad en nuestro país después de los ocho años del gobierno neoconservador de Aznar, y de continuas rebajas fiscales a los más poderosos, compensadas con la eliminación de partidas susceptibles de desgravación en las rentas de la clase media y baja, en consecuencia con la gran falsedad neocon, que disminuir los impuestos a los más pudientes, facilita la inversión y como consecuencia el empleo; es pura y simplemente, un sistema fiscal que penaliza las rentas por trabajo, y por el contrario favorece a los réditos de maniobras especulativas y patrimoniales, que a penas tributan un 18% fijo para las plusvalías inmobiliarias o de compraventa de acciones, o un 1% en los casos de los grandes fortunas si se ha tenido la prudencia de constituir una sociedad patrimonial.

¿Consideran Vds. que entra dentro de la lógica tamaña barbaridad? Pues es lo que defienden a capa y espada los grandes líderes del Partido Popular, i las derechas periféricas, en lugar de reconocer que ha sido la especulación, por ellos favorecida, la que nos ha conducido al desastre donde estamos inmersos.

Solamente una crítica a la estrategia que está empleando el gobierno, de soltar una especie de globos sonda sobre este tema, para analizar las reacciones, no creo que en estos momentos sea la más adecuada si tenemos en cuenta que el personal está nervioso y altamente preocupado por su seguridad laboral, no pudiendo prestar atención al análisis de conjeturas y interpretaciones diversas que el gobierno en sus mensajes deja abiertas, por tener la cabeza en otros problemas mucho más cercanos. Por otro lado el gobierno debería ya saber que de ninguna manera podrá contar con el respaldo de ningún partido de la derecha de este país, que sigue anclada en los planteamientos de la fiebre del oro del siglo XIX.

A mi entender el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, debería hacer un planteamiento claro y atrevido de reforma fiscal, en los términos que se apuntan, y explicarlo con toda claridad y sin ambages de ningún tipo a la ciudadanía, que a buen seguro lo entenderá y le ofrecerá todo el apoyo que necesite, dejando además en evidencia a todos estos partidos, que solo parecen interesados en defender a los grandes especuladores y esconder un pasado reciente repleto de corrupción.

lunes, 31 de agosto de 2009

OLÉ POR CELESTINO


El ministro de Trabajo Celestino Corbacho la semana pasada, manifestaba su extrañeza que a los grandes ejecutivos del sector financiero de nuestro país, la mayoría con contratos blindados que suponen a casi todos ellos, una garantía de por vida en caso de perder el trabajo, y que no cejan en su demanda del abaratamiento de la indemnizaciones por despidos de todos aquellos trabajadores que no se encuentran en su situación, en reconocer que su gestión ha sido, además de otros factores, también causa de la actual crisis económica en la que estamos inmersos.
Desde mi ignorancia tanto en cuestiones económicas como laborales, (mis conocimientos se limitan a la información que obtengo de los periódicos y de una cierta capacidad para razonar y sacar conclusiones), quiero manifestar mi total apoyo a las consideraciones efectuadas por el ministro, pues a mi modo de ver, y como casi siempre en esta crisis, se intenta que los errores de unos pocos los paguemos a escote entre todos y esto a mi modo de ver es una gran injusticia que no debemos permitir de ninguna manera y mucho menos un gobierno ideológicamente de izquierdas.
Después que el llamado dialogo social haya pasado a mejor vida, por obra y gracia de unos dirigentes patronales del todo reaccionarios, y que los mandamases del sector financiero de nuestro país, no solo no hayan sabido agradecer los esfuerzos que entre todos hemos hecho para salvarles la cara, evitándoles el golpe, seguramente mortal, que se hubieran pegado muchos de ellos, si el gobierno Zapatero les hubiera dejado en la caída libre en que ellos mismos se habían situado; creo llegado el momento de hacer un paso decisivo para la reconstrucción de un sector público potente en nuestro país, un sector publico no solo de servicios, si no de producción de bienes, un sector público gestionado con alta profesionalidad y capaz de arriesgar en inversiones de tecnología punta y altamente competitivo con el sector privado. Un sector público que acabe con los mercados especulativos, responsables en gran parte del crack en que nos han metido todos estos personajes a los que Corbacho se refiere en sus declaraciones, cuyo egoísmo les sigue teniendo vendados los ojos y solo esperan que todo vuelva a ser como antes en unos mercados dominados por la corrupción.
Porque no lo duden amigos, el sector financiero español, desde antes del comienzo de la debacle económica, ya venia ocultando sus miserias con un stock de activos inmobiliarios, acumulado cuando sus clientes del sector ladrillo dejaron de pagar las cuotas de sus créditos, acortando con esta estratagema su listado de morosos.
Convertir en dinero estos activos, no es cuestión sencilla, en unos momentos donde vender un piso es casi una hazaña y por otro lado, para las entidades financieras es cuestión casi imprescindible para obtener la liquidez necesaria que les permita entrar otra vez en la dinámica de la concesión de créditos a las empresas y al consumo.
No nos debería extrañar que las entidades financieras al igual que una parte de la patronal, opten por una salida en falso de esta crisis, una salida que les permita pasar el muerto del stock antes mencionado a otros, con el fin que en la siguiente gran caída, no les pille a contrapié como ha sucedido esta vez.
El trabajo del gobierno socialista, debe ser fundamentalmente impedir que estos personajes se salgan con la suya, pues una salida en falso, sin afrontar ahora de cara el problema real y el cambio de bases que la economía española necesita, la subsiguiente caída podría resultar del todo desastrosa para las clases populares españolas.
Los bancos y cajas de ahorros de nuestro país, a parte de fusiones y otras estrategias, deberán convertir en dinero sus activos inmobiliarios, con substanciales pérdidas de beneficios, como contrapartida a los ejercicios en que las ganancias han sido en extremo exageradas, motivo, en gran parte, según advierte el ministro Celestino Corbacho, de la situación en que nos encontramos.
Vuelvo a felicitar al Sr. Ministro por la valentía y claridad de ideas que demuestra con sus declaraciones, aunque le invitaría a ir un poco más allá y pedirle use su influencia en el actual ejecutivo, para que de acuerdo con los sindicatos mayoritarios se trace un nuevo plan de creación de una banca pública, base de un nuevo sector público industrial que como he dicho antes, compita y controle al sector privado, que al menos en nuestro país ha demostrado ser totalmente incapaz de llevar las riendas económicas de una manera profesional y democrática.

lunes, 24 de agosto de 2009

QUIZÁS HA LLEGADO LA HORA AMIGOS




Los períodos de crisis deben ser aprovechados, según los expertos, para introducir todos aquellos cambios, destinados a garantizar la supervivencia del propio sistema, corrigiendo los errores del pasado que casi siempre son los únicos responsables del desaguisado.
Al actual periodo de crisis, la humanidad ha llegado partiendo del momento en que a unos pocos muy ricos, les pareció que empezaban a ser demasiados, los que ansiaban y procuraban alcanzar su privilegiada posición.

Cuentan que en 1929, el patriarca de los Kennedy, el padre de John, Robert, Ted, etc. tomó un taxi en la ciudad de Nueva York y el taxista al reconocerlo, como uno de los magnates que operaban en la bolsa, le pidió consejo para la inversión en bolsa de unos ahorros de los que disponía. El prócer sin ocultar un rictus de preocupación le contestó: Si un taxista como Vd., puede tener acceso al mercado de valores, es que el sistema necesita un cambio profundo. Al día siguiente Kennedy vendió todas las acciones de que disponía y unos meses más tarde sucedió el crack de Wall Street, de 1929, que algunos entendidos comparan con el que sucedió el pasado año.

La depresión consiguiente a la caída de la bolsa, degeneró diez años más tarde en la II Guerra Mundial y la ruina total de las naciones europeas. Solo el trabajo solidario de todos los ciudadanos, acompañado de unas políticas económicas de un claro corte socialdemócrata, fueron capaces de reemprender una nueva era de progreso y justicia social en el viejo continente, sin olvidar las inversiones, del todo interesadas, de Estados Unidos, a través del Plan Marshall, que a parte de sentar las bases para la recuperación de los aliados europeos incluida la parte occidental de Alemania, contribuyeron también decisivamente, en levantar la economía del gigante americano.

Pero cuarenta años después de acabado el conflicto, cuando todas las economías del llamado mundo occidental, están en pleno apogeo, a alguien se le ocurre que empieza a ser peligrosa, la riqueza equitativamente repartida, de los países europeos y las grandes fortunas del mundo, comienzan a intuir un peligro para su estatus de privilegio. Es así que a través de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Tatcher, en el Reino Unido, se empieza la llamada revolución conservadora, con el único fin de desmantelar el sistema de reparto de la riqueza que se practicaba en los principales países europeos, lo que hemos conocido con el nombre de “estado del bienestar”. Desde los grandes medios de comunicación se denuestan todas las filosofías socialdemócratas y después de relegar al olvido las teorías de John Maynard Keynes; la ultraliberal Escuela Económica de Chicago, impone sus doctrinas, acabando con el papel principal que el estado y la recaudación de impuestos en la marcha económica del mundo civilizado. De hecho volvimos a la situación anterior a 1929 y claro está, el repetir los errores de entonces fatalmente nos debía conducir de nuevo a un estrepitoso fracaso.

A la vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, intuyo que todo ha formado parte de una estrategia muy bien planificada, encaminada a proteger los intereses de los poderosos del planeta, a los que con toda seguridad no ha afectado lo mas mínimo, los vaivenes del mercado de valores, y que en estos precisos momentos, están en situación de stand by, dispuestos a reemprender su acaparamiento de beneficios, en cuanto la situación lo permita.
En 1929, el Sr. Kennedy retiró sus fondos a tiempo y no perdió nada, cosa que no sucedió con el taxista que si perdió sus modestos ahorros y tuvo que trabajar hasta la muerte para sobrevivir.
¿No creen que quizás ha llegado la hora de promover el cambio real y en profundidad en toda la estructura del sistema para que no vuelva a suceder que unos cuantos poderosos, sigan apropiándose de los recursos de todos?
¿No les parece que en el siglo XXI ya es hora que se superen las diferencias sociales y que es del todo intolerable que un tercio de la humanidad se muera de hambre, mientras que unos pocos siguen acaparando?
Es seguro que conseguir un cambio como el que propongo, requerirá de un período largo de continuos sacrificios a la sociedad, un largo periodo donde además habrá que soportar los engañosos cantos de sirena de los poderosos que no cejaran en hacernos atractivo aquello de cambiar algunos accesorios para que lo fundamental siga igual.Pensemos, sin embargo en ello, a lo mejor llegamos a la conclusión que un cambio en profundidad nos conviene, no solo a nosotros sino a nuestros descendientes.

lunes, 17 de agosto de 2009

LOS SILENCIOS


Se dice que muchas veces, los silencios son elocuentes, y no se si este es el caso pero en todo el guirigay que la derecha ha montado este verano, según parece para tapar o distraer la atención del estallido de una cadena de casos de corrupción, donde se encuentran implicados algunos de sus altos cargos, echo en falta la opinión y las declaraciones de otras formaciones políticas fuera del PSOE y el interesado Partido Popular.


En ningún periódico, en ninguna radio ni en ninguna cadena de televisión, he podido escuchar a Gaspar Llamazares o a su compañero catalán Joan Herrera, hablar sobre el tema, así como tampoco al PNV, CiU, CC, y todas las demás siglas que completan el hemiciclo de las Cortes Españolas.

Comprendo que estemos en plena canícula, no solo meteorológica si no también vacacional, y que a nadie, y menos a nuestros ilustres padres de la patria, le gusta interrumpir su período anual de descanso, para meterse en discusiones entre los dos grandes, pensando y quizás con razón, que poca rentabilidad electoral les reportará y que a lo mejor, según como se desarrollen los acontecimientos les puede caer un marrón que les perjudique gravemente en su cartera de votantes. Sin embargo, lo que se ha dicho estos días por parte del primer partido de la oposición, se trata de gravísimas acusaciones, que ponen en entredicho, no solo al gobierno actual, si no al propio sistema democrático emanado de la Constitución de 1978; pues ya me dirán Vds. que si se pueden efectuar escuchas telefónicas ilegales, porque los organismos encargados, policía y servicios secretos, no lo hacen por una orden judicial si no que atienden al primer espabilado con un mínimo de influencia que lo pide, no es más que una demostración palpable que el sistema tiene graves agujeros, por donde el cáncer de la corrupción se infiltra y lo corroe por dentro.

¿No merece una acusación tan grave, que los señores Mas, Duran, Urkullu, etc, se desperecen un poco y nos digan que piensan de este asunto?


En otras ocasiones y recuerdo el verano pasado, por ejemplo que el Sr. Duran y el Sr. Artur Mas, no cejaban un día tras otro desde sus lugares de veraneo o desde la propia ciudad de Barcelona, de atosigar-nos con el asunto de la financiación, cuando paso la fecha del 9 de agosto, prevista en el Estatut de Autonomía y no se vislumbraba una solución al tema inmediata. También Urkullu del PNV y el que por entonces ejercía de lehendakari, Juan José Ibarretxe, salían un día si y otro también en todos los periódicos del país, con discursos y declaraciones sobre cuestiones territoriales.


¿Qué pasa ahora? ¿Por qué no hablan los otrora tan locuaces?

Por lo que respecta a la izquierda o sea a Llamazares y compañía, supongo se debe al bajón electoral que de un tiempo vienen sufriendo y quizás piensan es mejor no destacar demasiado por aquello de “madrecita, madrecita, que me quede como estoy”.

En lo que se refiere a la derecha, fundamentalmente nacionalistas periféricos, como PNV y CiU ambos en el banco de la oposición en los respectivos parlamentos autonómicos, tratando de hincar el diente al gobierno que presiden socialistas, tampoco se han atrevido a opinar de este asunto; en el caso de los catalanes, casi podría afirmar que han recibido una tremenda decepción, cuando se las prometían muy felices, con las predicciones de una victoria electoral del Partido Popular, en España y su mantenimiento o ligero aumento en las elecciones autonómicas del próximo año, que les permita conformar una mayoría suficiente para desplazar a las fuerzas que componen el actual gobierno de izquierdas en Cataluña. Los casos de corrupción que implican a miembros del Partido Popular por un lado y la estrategia equivocada que utiliza de lanzar ataques contra el PSOE, sin fundamento ninguno, les han dejado sin palabras, pues si por un lado dan soporte al PP, entrarían en contradicción con su práctica habitual, basta recordar que cuando gobernaban en Cataluña, Jordi Pujol, no permitía, la permanencia en el cargo, a partir del momento que se levantaba la más mínima sospecha, como fue el Caso de Josep María Culell, dimitido de su cargo en el govern, por sospechas de un tinglado inmobiliario, del que fue declarado inocente un tiempo más tarde. Por otro si se alineasen al lado del PSOE, imposibilitarían la reedición de un nuevo Pacto del Majestic que les permitiera recuperar el poder en Cataluña a cambio de apoyar ellos un año más tarde, la entronización de Rajoy en la Moncloa; única solución que les queda, fuera de alcanzar la mayoría absoluta, cuando sus previsiones de rompimiento del actual gobierno catalán y convocatoria de elecciones anticipadas, por el tema de la financiación autonómica se han ido al traste, después que se haya conseguido un muy buen acuerdo de aplicación en todas las comunidades autónomas incluida Cataluña.

Que hay silencios harto elocuentes, es una verdad como un templo, y que en este caso, al menos por lo que afecta a Cataluña el silencio de CiU, sobre este asunto, es harto significativo, ¿no creen?