domingo, 26 de enero de 2020

EL PRINCIPAL OBJETIVO, REDUCIR LA DESIGUALDAD


Nadie con dos dedos de frente duda hoy en día, que la desigualdad creciente consecuencia de la crisis económica, de la que las élites han cargado el coste sobre las clases medias y bajas, representa el principal problema en el mundo y que empieza a mostrar su peor cara, con levantamientos violentos en Francia, en Chile, en Colombia, en Ecuador, es el principal problema que los líderes planetarios tienen planteado y que de no resolverlo, nos puede conducir a un cataclismo en forma de guerra mundial de consecuencias impredecibles pero que seguro va acabar con la forma de vida actual retrocediéndonos varios siglos en la civilización.

Ya va siendo hora que la humanidad empecemos a tomar nota de los errores que históricamente hemos cometido, con el fin de no volverlos a repetir y que empecemos a ver a los demás especímenes de la raza humana, sean del color que sean y crean en la religión que crean, como nuestros hermanos y no como nuestros enemigos.
Ya va siendo hora que los grandes valores humanistas, Libertad, Igualdad y Solidaridad, vuelvan a adquirir relevancia y los sepamos situar en frontispicio de nuestro pensamiento y nuestro discurso.

Ya va siendo hora que las grandes élites demuestren haber adquirido un alto grado de civilización y entiendan que no pueden seguir tomando la mayor parte del pastel de la riqueza generada en el mundo y dejar las migajas para las clases medias y bajas. Deberían entenderá ya, que todos somos imprescindibles en la generación de riqueza y que no puede ser, se valorice el capital económico por encima del capital humano.
Ya va siendo hora que las clases medias y trabajadoras adquiramos conciencia de clase y no nos dejemos engañar como hace cien años con los cantos nacionalistas y patrióticos, que desviaron la atención de donde se encontraba el principal obstáculo para el progreso de las clases medias y trabajadoras, que en lugar de intentar derribarlo se pusieron a luchar entre ellos en dos feroces guerras mundiales que les condujeron a la miseria por generaciones.

Reconozcamos de una vez todo el mundo que la llamada Revolución neocon, que en los años 90 del pasado siglo XX, emprendieron Ronald Reegan y Margaret Tatcher, se ha saldado con un gran fracaso socialmente hablando, que lo único que ha hecho ha sido aumentar la desigualdad empobreciendo a las clases más desfavorecidas, y que ha tenido su punto culminante en la gravísima crisis económica que desde el 2007 hasta hoy, ha depauperado buena parte los habitantes del planeta Tierra

En España, iniciamos con buen pié, el camino de la recuperación y las mayorías en buena parte, nos hemos dado cuenta de donde está el problema en realidad  y con la conformación de un gobierno de carácter progresista, hemos iniciado la senda que nos ha de conducir a un futuro de esperanza y progreso, con toda seguridad. El primer objetivo del nuevo gobierno debe ser sin duda alguna, de reducir la desigualdad, tomando de urgencia las medidas necesarias, para repartir el pastel de la riqueza generada, a través de prestaciones sociales  que faciliten muy mucho la reducción de la distancia entre pobres y poderosos.

Estoy seguro que el nuevo gobierno que preside Pedro Sánchez, del mismo modo que el de Antón Costas lo ha hecho en Portugal va a conseguir unos magníficos resultados, reduciendo el nivel de deuda exterior y garantizando un nivel de vida digno a la mayoría de la población.

También debemos considerar que el inicio de una nueva era de progreso, dentro del marco del reparto justo de la riqueza, en España,  va a contribuir sin duda alguna a la solución de temas que aunque parezcan ajenos a la cuestión económica, la solución de esta lo va a aplacar considerablemente, como es el caso del desafío independentista en Cataluña, que curiosamente siempre aparece cuando la economía española está en sus horas más bajas.
Estoy seguro también que el ejemplo de España y Portugal va a calar en la UE, y que la SPD, alemana va a reaccionar en el mismo sentido y que sus nuevos líderes, van a obtener de nuevo la confianza de su electorado, provocando que ello se contagie al resto de países de la UE. Consecuencia de ello va a ser el arrinconamiento de las veleidades nacionalistas que aún hoy campan por Europa y el avance hacia los Estados Unidos de Europa, que con una estructura de carácter federal, van a demostrar al mundo entero que es posible ser una potencia económica de primer orden, aumentando y potenciando el nivel de democracia y no al revés como parecen predicar los Donald Trump, Johnson, o Putin.

Para acabar recordarles que tal y como ya he explicado en otros artículos en este mismo blog, la nueva era económica que se nos avecina para que sea verdaderamente democrática y con la justicia social por bandera no es solo tarea del gobierno, que también, si no un trabajo colectivo en que debemos intervenir todos nosotros, asumiendo responsabilidades que quizás hasta ahora hemos rehuido, al considerar que la democracia solo ha consistido en votar. Pero esto es tema para otro artículo que próximamente voy a publicar en este mismo blog.

domingo, 19 de enero de 2020

NUEVO GOBIERNO, LA PUERTA ABIERTA A LA ESPERANZA



Desde el año 2011, cuando Rodriguez Zapatero, no supo afrontar desde la izquierda, la crisis económica, decepcionando a buena parte del electorado español que había depositado en él sus esperanzas, los ciudadanos de este gran país qué es España, nos sumimos en una gran depresión y desesperanza que a algunos nos hizo tambalear nuestras más firmes convicciones socialistas. El no saber o quizás, desde la perspectiva que nos da el tiempo transcurrido deberíamos decir “no poder”, afrontar la grave situación que España se encontraba en aquellos días, al borde de un rescate, con una tasa de desempleo como nunca habíamos visto y una prima de riesgo altísima, desde las políticas propias de la socialdemocracia, impulsó al mandatario español a seguir las directrices emanadas de la dirección de una UE, totalmente dominada por la derecha neoliberal, precipitándonos a lo que luego se vino a llamar “austericidio” y que no vino a ser otra cosa que cargar sobre las clases medias y bajas los costes de una crisis económica que ni uno ni otro habían provocado, si no que fue fruto de la especulación descontrolada con  que las grandes élites, se habían enriquecido las dos décadas anteriores.   

Digo que a algunos nos hizo tambalear nuestras convicciones, por el hecho que en aquellos momentos el aparato del PSOE que debería haber sido el guardián de las esencias,  parecía más preocupado en defender sus intereses personales que no los colectivos de las mayorías que sus principios proclamaban defender. Las puertas giratorias, alas que se habían acogido los gurús como Felipe González y Alfonso Guerra, el ultranacionalismo español de los Rodriguez Ibarra, Leguina, Corcuera etc. hizo que muchos de los que hasta hoy habían votado siempre socialista se decantaran por otras opciones neoliberales algunos, que votaron a Ciudadanos y comunistas otros que votando a PODEMOS, intentaban mantenerse en el espacio de izquierda que el PSOE parecía querer abandonar. Y en esto surgió Pedro Sánchez un personaje que el aparato pretendía fuera transitorio, solo para preparar a Susana Díaz y les resultó con ideas propias y muy claras por cierto, que puso al descubierto en pocos días las miserias de un Partido que caminaba a pasos agigantados hacia la irrelevancia.

El intento de defenestrarlo no consiguió nada más que enardecer a unas bases que no se habían dejado engatusar y supieron reconocer al líder que les había de guiar por la senda de la revolución interna hacia nuevas metas en defensa de los grandes valores del socialismo democrático, Libertad, Igualdad y Solidaridad.

Hoy, cuando el PSOE ha recuperado, buena parte de su espació electoral, cuando después de cinco procesos electorales en el año 2019 ha quedado consolidado claramente como la primera fuerza política en España, cuando a conseguido llegar a acuerdos con otras fuerzas situadas a la izquierda del espectro político y formar un gobierno que incluso los politólogos y tertulianos de los medios de comunicación acaban por reconocer su valía y calidad técnica para dirigir la nave por los procelosos mares de estos tiempos tan convulsos como los que vivimos.

Escribo estas líneas el mismo día del primer consejo de ministros y viendo los resultados lo primero que se me ocurre, es que empezamos muy, pero que muy bien, todo lo aprobado han sido las promesas hechas estando en funciones y que se han podido hacer de manera inmediata, como el aumento de las pensiones según el IPC previsto (0,9%), y el nombramiento de la nueva Fiscal general del Estado, Dolores Delgado, que ha hecho salir a la derecha de sus casillas, cuestión que indudablemente debe ser un gran acierto, por lo furibundos que se han puesto los cavernícolas del país.

Es importantísimo, no solo para los españoles, si no para la socialdemocracia europea, que este gobierno se consolide, no defraudando a su electorado, con una gestión transparente y de una pulcritud extrema, demostrando al mundo que existe otra manera de hacer las cosas económicamente hablando, totalmente distinta al neoliberalismo suicida que hasta hace poco se consideraba como la única forma de crear riqueza. Portugal, nos abrió los ojos y en España, aunque nos ha costado, hemos acabado por ver que nuestros vecinos tenían razón, pronto nos va a seguir Italia y no a mucho tardar Alemania, que sin duda alguna arrastrará Francia para conseguir a medio plazo, una mayor integración en la UE, sentando la base para la construcción de una estructura supra estatal de corte federal, que supere por completo las veleidades anacrónicas del nacionalismo y nos ponga en condiciones de afrontar con éxito y en base a una distribución justa de la riqueza, los nuevos retos que la economía del siglo XXI, nos va a plantear.

domingo, 12 de enero de 2020

A VUELTAS CON EL CONCEPTO NACIÓN


Los días 13, 14 i 15 de diciembre del pasado año 2019, en el 14 Congreso del Partido de los Socialistas de Cataluña, se aprobó con muy pocos votos en contra, el considerar Cataluña como nación, una cuestión polémica en sí misma y más en un país donde el ultranacionalismo estuvo gobernando autocráticamente durante 40 años y que  después de otros 40 años en que la democracia lo aletargó, ha visto resurgir de nuevo con fuerza por la provocación del nacionalismo catalán.

Es pues en esta situación que a uno le sorprendió en un inicio, la decisión del socialismo catalán de poner sobre la mesa el tema de Catalunya como Nación en el 14 Congreso de la formación. Pasado el primer momento de sorpresa y después de una serena reflexión llego a entender que las connotaciones del concepto nación que entiende el PSC son radicalmente diferentes a las de los nacionalista catalanes y españoles, por encima de todo, por la identificación que estos hacen de nación con identidad.

El diccionario de la RAE, define el concepto nación bajo las siguientes acepciones:

1.    “Conjunto de los habitantes de un país regidos por un mismo gobierno”
2.    “Territorio de una nación”
3.    “Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”

Si atendemos a la primera de las acepciones, podríamos aceptar que España, Cataluña, País Vasco, Galicia, Castilla Leon, Castilla la Mancha, Cantabria, Navarra, la Rioja, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Asturias, Madrid y Andalucía, son naciones, pues en todas ellas se puede aplicar que son un conjunto de habitantes de un país, que están regidos por un mismo gobierno.

Pero si atendemos a la tercera acepción, vemos que ni España, ni el resto de comunidades citadas, entrarían en el concepto nación sencillamente porque los habitantes actuales en las mismas no tienen un mismo origen, no hablan un mismo idioma, y tampoco tienen una tradición común, a no ser que hagamos una interpretación reduccionista, propia de la extrema derecha y no consideremos españoles a todos aquellos cuyo idioma materno no sea el castellano, no hayan nacido en territorio español, su religión no sea la católica, etc. etc. Pero este no es el caso, y convendrán Vds conmigo que estas visiones de un nacionalismo reduccionista, no nos han traído más que grandes desastres sociales en forma de guerras con millones de muertos, hambre y miserias absolutas.

Resulta muy curioso que la ideología nacionalista, que con diferentes variantes acaba considerando que la nación a la que uno pertenece por nacimiento, forma parte indispensable de su identidad y es aquí amigos donde reside la clave del porqué un socialista de verdad nunca puede ser nacionalista pues su concepción del mundo y en concreto por los grandes valores en los que se inspira, como son la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad, son totalmente incompatibles con el considerar ciudadanos de segunda clase a todo aquel que no tenga el idioma , o que no haya nacido allí, o que no sea de la misma raza, o ….. ; todo ello me lleva a pensar en qué consiste el concepto identidad. Volviendo a la RAE me encuentro con las siguientes acepciones en lo que se refiere al concepto identidad

1.    Cualidad de idéntico
2.    Conjunto de unos rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás
3.    Conciencia que una persona o colectividad, tiene de sí misma frente a las demás.
     Hecho de ser algo o alguien el mismo que se supone o se busca.

Convendrán Vds. conmigo que para el tema que nos ocupa solo nos valen la dos y la tres en ambas sin embargo queda muy claro que nos es aplicable, como intentan los nacionalistas, que el hecho de haber nacido en un sitio, conforme nuestra identidad, y esta afirmación es válida, a mi entender, tanto para la individualidad como para la colectividad.

Quizás sí que el hecho de hablar una lengua determinada, nos distingue de otros que no la hablan, pero en el mundo actual ello no es obstáculo insalvable para que nos podamos comunicar con todo el mundo y nada nos impide conformar colectividades multilingües, sin problema alguno. Los conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra existencia, conforman también nuestra identidad y el contacto con culturas distintas a la nuestra de nacimiento, nos enriquecen y conforman nuestra manera de ser a veces distinta de las de otros congéneres nuestros nacidos en el mismo territorio. Por todo lo dicho, el hecho de intentar confundir nación con identidad es algo perverso, pensado por las grandes élites, solo para mantener a unas masas engañadas y poderlas dominar fácilmente.

Si hoy día en la era de las comunicaciones, el mundo se ha vuelto pequeño y la intercomunicación entre un hemisferio y el otro del planeta es facilísima y que como consecuencia de ello estamos conformando colectividades plurilingües, y multiculturales significa que en un plazo más o menos corto de tiempo el concepto de Nación pierde todo el sentido que le hemos venido dando hasta hoy y hay que buscarle otro diferente, más acorde con la nueva realidad, en lugar de intentar encerrar las colectividades dentro de unas fronteras con la excusa de preservar una cultura, una lengua y una manera de ser, dejando de lado el enriquecimiento que representa el convivir entre diferentes, aprendiendo los unos de los otros y conformando una nueva cultura universal, mucho más rica y grande que cualquiera de las pequeñas culturas que tenemos hoy en el mundo.

Se que el PSC Partido de los Socialistas de Cataluña, no tiene un concepto de nación reduccionista y conservador si no moderno y muy abierto, un concepto en que nación no signifique poner fronteras, sino convivir con los demás pueblos de España en primer lugar y con los del resto del planeta en última instancia, Un concepto de nación lo suficiente amplio para permitir la conformación de entidades supra nacionales como puede y debe ser la Unión Europea. Un concepto de nación totalmente abierto que permita la convivencia dentro de un mismo territorio de gente con lenguas distintas y culturas diferentes, puedan convivir y relacionarse enriqueciendo sus propias culturas y conformando la evolución de la colectiva con las aportaciones de unos y otros.

Sé que por parte de los nacionalistas catalanes y españoles, las manifestaciones del primer secretario del PSC Miquel Iceta, van a ser tergiversadas, y denostadas desde la visión reduccionista que el nacionalismo sea del signo que sea impone, pero estoy también convencido, que la mayoría de españoles sabrán entender, el recto sentido de las mismas y acabarán por aceptarlas como una propuesta que nos va a conducir no a la separación y enfrentamiento si no a la convivencia y la concordia.

domingo, 5 de enero de 2020

RECONOCER EL FRACASO


Empezamos un nuevo año y con él la mayoría de los humanos, hacemos firmes propósitos para mejorar nuestra calidad de vida, casi siempre la lista empieza o acaba con la expresión: “Esta vez sí”, a título de reconocimiento que en otras ocasiones similares hemos fracasado, no cumpliendo este mismo propósito; y esto es lo que quiero destacar, el reconocimiento del fracaso anterior, como base y garantía, que sabremos enmendar y corregir todo aquello que nos ha inducido al fracaso, con el fin que usando nuevas estrategias, nos permita terminar el año, habiendo conseguido los objetivos.

Creo recordar que fue por allá el 2010, cuando el entonces líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, formulo el deseo que en 2014, (300 aniversario de la caída de Barcelona en la guerra de sucesión), en Cataluña hubiera un Referéndum de Autodeterminación. Siempre he pensado que aquella formulación fue de hecho el tiro de salida a este denominado “Procés”.

Desde entonces hasta ahora, ha llovido mucho, la sociedad catalana que tantos esfuerzos hizo en la Transición para evitar el Lerrouxismo y su partición en dos comunidades por el tema de la lengua, se ha visto hoy fragmentada en dos mitades por una guerra de banderas entre dos nacionalismos, el español y el catalán, que han encontrado ambos en la confrontación, su lluvia de maná necesaria para seguir creciendo en adeptos. Fractura que ha trascendido ya la cuestión ideológica, para materializarse en familiares y amigos de hace mucho tiempo que han dejado de hablarse e incluso saludarse. Se de lo que hablo y que nadie me diga que exagero, cuando he vivido en mis propias carnes este hecho.

Dicen los expertos que en tiempos de crisis económica, de una forma atávica tendemos a buscar protección, en nuestra tribu o clan, junto a aquellos con los que compartimos una visión del mundo reduccionista, dentro de las fronteras que nos son más próximas, rechazando todo aquello que nos viene de fuera, sean personas, usos o costumbres y quizás sea una verdad como un templo, pues cuando los nacionalismos en España y Europa parecían aletargados después de las guerras civil y II mundial, con los horrores que trajeron consigo, una feroz crisis económica ha creado las condiciones para que salgan de su letargo, y aprovechen el miedo al cambio de algunos ciudadanos quizás pusilánimes para expandirse por el viejo continente.

En el caso concreto de España, el nacionalismo catalán llevado a un extremo que parecía imposible en formaciones como la antigua CDC, hoy denominada Junts per Catalunya, desde una unilateralidad totalmente inconcebible en un país democrático como es España, han conseguido despertar el fantasma del nacionalismo español hasta el punto que un partido que tiene más similitudes con la Falange Española que con cualquier derecha civilizada europea ha conseguido la nada despreciable cifra de 52 diputados en el Parlamento, con un discurso de claros tinte xenófobos, culpabilizando la inmigración de los grandes males de este país, cuando la realidad es que muchos de ellos son consecuencia del capitalismo salvaje que ha profundizado enormemente la brecha entre clases sociales, situándola en un punto casi insalvable.

Hoy parece que ERC, el partido independentista tradicional en Catalunya, empieza a darse cuenta del gran error cometido,  de dejarse deslumbrar por un converso al independentismo, catalán como ha sido CDC hoy llamada PDECAT o JxCAT , que con este paso tan solo pretendían tapar su corrupción y aunque no hayan acabado de reconocer el fracaso de su estrategia si parecen estar en el camino de ello, como lo demuestra la disposición a mantener un  dialogo y llegar acuerdo con el actual gobierno del PSOE; único camino para evitar el total hundimiento económico de Catalunya al que parecíamos abocados de persistir en la intransigencia mantenida por Torra y Puigdemont.

Solo reconociendo el fracaso de un procés que nos ha conducido a tener dirigentes políticos encarcelados, a una sociedad completamente fracturada y que tardara años en recuperar su unidad, una fuga de más de 5.000 empresas que han cambiado su sede social, un serio peligro que Nissan y Seat, cierren sus centros de producción en Cataluña; y que ahora algunos pretenden dar un paso más hacia la violencia en las calles y abominando de cualquier iniciativa unilateral, se podrá abordar la solución dialogada

¿Estarán los de ERC, dispuestos a ello? De momento parece que sí, cuando han aceptado abstenerse para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, a cambio de la creación de una mesa de diálogo entre los gobiernos catalán y español, para ver de solucionar políticamente el conflicto creado por los nacionalismos en Cataluña. El líder de Esquerra, Oriol Junqueras hoy encarcelado, ha manifestado claramente a sus pupilos que pase lo que pase con su situación no debe hacer naufragar el dialogo, cuya condición imprescindible es  inicialmente que el gobierno de coalición PSOE / UP empiece a caminar; y aunque por parte de Quim Torra y Puigdemont renieguen del pacto alcanzando y el partido Junts per Cat, se vea marginado del protagonismo en el proceso de solución del conflicto e intenten desesperadamente que ERC gire 180º, parece que no lo van a conseguir y a pocas horas para que empieza el debate de investidura, Puigdemont, empieza a suavizar su lenguaje hacia Esquerra cuestión que a uno le hace sospechar, el intento del fugado de intentar aprovechar en su beneficio los pasos dados por ERC, como hizo hace cuatro días, con la sentencia del tribunal Europeo reconociendo la inmunidad de Junqueras por ser diputado europeo, en su propio beneficio.

Veremos como acaba el asunto.