lunes, 20 de febrero de 2012

LA REFORMA LABORAL ¿SERA LA GOTA QUE COLME EL VASO?

El domingo 19, en muchas ciudades de España, y siguiendo la convocatoria de los principales sindicatos, una multitud salió a la calle, para protestar por una reforma laboral, que atenta claramente sobre los derechos sociales conquistados por los trabajadores después de muchas décadas de lucha.

Nada, ni el propio congreso del PP con los discursos de clausura del Mariano, consiguieron frenar la oleada de ciudadanos, que no están dispuestos a perder ni un ápice más de sus derechos más elementales y de un estado del bienestar que costó largos años y mucho sacrificio conseguir.

Los propios sindicatos convocantes, parece ser se sorprendieron del éxito de participación; aunque intentado desvalorizar por los estamentos afines al gobierno, como las policías municipales, que situaban las cifras de participación en un 10% de lo que proclamaban los organizadores, las imágenes que todo el día circularon por las redes sociales eran suficientemente explícitas, para intuir que la convocatoria había sido un éxito y que son multitud los ciudadanos de las clases medias de este país, no dispuestos a retroceder ni un milímetro más en sus derechos que hasta hoy se consideraban inalienables.

Mientras Rajoy, arropado por los suyos, seguía proclamando, quizás por ser domingo, con la utilización de la expresión inicial del Prefacio de la misa católica, “Buena, Justa i Necesaria”, refiriéndose al atentado perpetrado contra los derechos laborales las clases medias y populares del país; en aquellos mismos momentos le contestaban en las calles de media España, que la Reforma laboral, no es Buena se mire por donde se mire, que muchísimo menos se puede calificar de Justa y que de ninguna de las maneras es Necesaria para sacarnos del marasmo de la crisis económica.

La reforma laboral no es Buena, porque en lugar de combatir el desempleo lo promueve, como ya han tenido ocasión de comprobar, trabajadores de distintas empresas multinacionales con beneficios, que desde la promulgación del decreto se han apresurado en presentar un ERE, cuestión que les hubiera resultado del todo imposible con la normativa anterior.

Tampoco se puede calificar de Justa, pues en lugar de procurar por la igualdad, profundiza en las diferencias entre trabajadores, según en el tipo de empresa donde presten sus servicios, o según los beneficios que esta obtengan, condenando así a una buena parte de trabajadores, de pequeñas i medianas industrias a unas condiciones de infravaloración económica de sus servicios. Por otra parte si a esto añadimos la política de recortes en los servicios sociales, con el ahogamiento por reducción de recursos a la Sanidad y Educación Públicas, la injusticia de la reforma es del todo evidente.

Don Mariano, insiste por activa y por pasiva, que la Reforma, es Necesaria a fin de resolver el problema del paro juvenil, que hoy afecta al 46% de los jóvenes de nuestro país, pero lo que el dirigente derechista no dice, es que con la reforma, el 100% del empleo que se cree en este sector, podrá estar a nivel del salario mínimo interprofesional, que por primera desde la recuperación de la democracia ha sido congelado; haciendo que la cuestión quede en un simple maquillaje de cifras, pues ya me dirán Vds, si con un salario de 600€ mensuales, sin cotizaciones a la SS. ni derecho al paro se puede decir que un joven está trabajando.

Creo que todo lo expuesto anteriormente, aunque superficial, es lo que empiezan a intuir los miles de personas que el domingo 19 llenaron las calles de nuestras ciudades, y espero sea el germen del gran cambio que el sistema necesita y que a mi entender de ninguna de las maneras puede venir de la mano en España, del Partido Popular.

lunes, 13 de febrero de 2012

EMIGRANTES ESPAÑOLES


Llevo días pensando y meditando, en el intento de encontrar la pista de la transformación económica española que nos encarrile definitivamente hacia la salida de la crisis que poco a poco no solo nos ahoga si no que parece pretende aniquilarnos, cerrando todas las puertas que nos podrían permitir un cierto crecimiento esperanzador, en nombre de una mal entendida austeridad que el principal motor de la economía europea nos impone a rajatabla.

De todos es sabido que la gran y definitiva solución, debe pasar forzosamente por un giro radical del sistema capitalista, que se ha demostrado totalmente agotado e incapaz de satisfacer las necesidades de la sociedad del siglo XXI y sin eludir de ninguna manera que este giro va a comportar grandes sacrificios a los ciudadanos, en particular los del llamado primer mundo, lo que todos intuimos a ciencia cierta, es que si nos lo proponemos seriamente, abriremos la puerta a un nuevo período de prosperidad y justicia social como nunca en la historia se ha conseguido.

En España, donde la crisis ha puesto de manifiesto una serie de problemas que venimos arrastrando desde el franquismo, como el no haber sabido encontrar un camino de crecimiento económico no falseado por la especulación pura y dura. Donde no hemos creado una clase empresarial seria, moderna y profundamente socialdemócrata, como si se ha creado en los países punteros de Europa; un país en el que, si bien tras ímprobos esfuerzos, los gobiernos del PSOE, que hemos podido disfrutar en el reciente período democrático, han reducido enormemente la distancia entre los resultados de la educación y formación de nuestros jóvenes, con la media europea, y han equiparado los servicios de sanidad pública, universal y gratuita al nivel de los más adelantados y eficientes del mundo, no hemos inculcado suficientemente en la mentalidad ciudadana, la vocación de emprendedores, encontrándonos ahora con la dificultad añadida que estos jóvenes muy preparados, están labrando su futuro y dando lo mejor de si mismos, lejos de nuestras fronteras.

¿Cómo podremos superar la crisis, con el crédito cerrado a cal y canto hasta que las entidades financieras no consigan sanear sus balances altamente intoxicados por la especulación inmobiliaria? ¿Cómo podemos construir un nuevo sistema económico, no dependiente de la especulación, si nuestros principales valores humanos de futuro los echamos del país?

Otra dificultad añadida, seria el actual gobierno derechista, aunque en esto vale decir que es nuestra responsabilidad por haberlos votado tan mayoritariamente y que precisamente por sus declaraciones y medidas inmediatas que ha adoptado, no nos permite confiar en su espíritu innovador en el objeto del presente articulo, si no más bien todo lo contrario, pues parecen decididos aunque los expertos opinen lo contrario, de volver a impulsar el negocio inmobiliario para situarlo de nuevo en la base del crecimiento económico de nuestro país, cuestión que a cualquier persona mínimamente consciente le debería llevar las manos a la cabeza y empezar a conspirar para el derribo de unos gobernantes tan ciegos.

Con todo no debemos perder la esperanza y sobreponernos a las dificultades hasta conseguir situar España, en la senda estable y segura del desarrollo sostenible. Para ello en primer lugar, todos y cada uno de nosotros, debemos tomar consciencia de nuestras posibilidades, de nuestras capacidades y nuestra vocación de emprendedores. Debemos ser capaces de asumir el control de las empresas que los actuales gestores, propietarios o administradores no están en línea con la modernidad y solo saben buscar la competitividad y rentabilidad en la disminución de los costes salariales, en lugar de la innovación tecnológica y el estímulo procurando un mayor bienestar a la clase obrera.