domingo, 12 de octubre de 2014

LA DEMOCRÁCIA EN PELIGRO




De un tiempo a esta parte, una preocupante idea me viene a la cabeza, cuando pienso que la parte que llamamos civilizada del planeta, parece no darse cuenta que sus élites le han abocado a una especie de fin del mundo, al menos tal y como hasta ahora lo habíamos conocido, por cuanto después de conseguir un considerable poder económico, gracias a la concentración de capitales en unas pocas manos, y a la excelente coordinación entre ellas que la llamada globalización económica les ha procurado, llegan a subordinar el poder político democráticamente elegido, a sus deseos y conveniencias.

¿Quiénes son si no los llamados “Mercados” los que a través de sus agencias de calificación, nos señalan los intereses que debemos pagar cada país, por nuestra deuda pública? ¿Cómo es posible si no al margen del poder político democráticamente elegido, que ellos se permiten acordar unos intereses, que cualquier entidad aplica a rajatabla, contraviniendo la principal ley de la economía democrática como es el de la libre competencia?

Estamos hartos de ver como desde Estados Unidos a la Unión Europea los tribunales de la competencia, condenan con graves multas los acuerdos entre compañías aéreas, tabaqueras, u otros grandes sectores industriales, desde la mínima sospecha de acuerdos en la fijación de precios, e incluso otros, que pretendan mediante la compraventa de acciones alcanzar situaciones de monopolio. Sin embargo, en cuanto se habla del sector financiero, parece que todo esté permitido, y el establecimiento de intereses, (léase “Prima de Riesgo”) incluso goza de status oficial. ¿No es esto, dotar a los grandes financieros mundiales de un poder absoluto sobre todo lo demás?

Si amigos, con ello quiero decir que la democracia, mejor dicho lo que desde la revolución francesa entendemos como democracia, o sea  la capacidad del pueblo de autogobernarse a través de unas instituciones cuyos miembros, representantes de esta soberanía popular, son elegidos por sufragio universal directo y secreto, está hoy en serio peligro de desaparición, al haber sido superada, en cuanto a poder efectivo se refiere, por unos pocos elementos de este planeta que han sido capaces, de mirar un poco más allá de su nariz y darse cuenta de las ventajas que el progreso tecnológico les puede proporcionar, debidamente canalizado hacia sus intereses. Tanto es así que desde los años 90 del pasado siglo, las grandes élites mundiales, empiezan a invertir en la compra de medios de comunicación, con el fin de mediatizar a su favor la llamada opinión pública, además invierten ingentes cantidades de dinero en la compra de la deuda pública y privada de los distintos estados y naciones, con el fin de tener subyugado al poder político, manteniendo así una división territorial, que como corporación les permite superar ampliamente, la capacidad financiera de cada país por si solo, estableciendo de esta manera una especie de poder supranacional, totalmente alejado de lo que hasta hoy hemos llamado democracia; pues resulta que sin haber sido elegidos estos señores disponen de nuestra vidas y haciendas, expulsándonos de nuestras casas, cuando tenemos problemas a la hora de devolverles el crédito que en su día nos dieron bajo intereses de auténtica usura, o negándonos la posibilidad de encontrar un trabajo digno, cuando a ellos les conviene hacer acopio de beneficios.

Solo una institución, creada con el fin de preservar la paz y superar el nacionalismo puro y duro, el gran aliado de las “súper-elites” como hemos aclarado en el párrafo anterior, les representó en los 90 un serio hándicap en sus propósitos, la UE, que de la mano de la socialdemocracia, avanzaba decididamente hacia una unión de tipo federal, que podía devenir un competidor de facto, capaz de tratarles de tu a tu, e incluso superarles en capacidad financiera. No es pues de extrañar que a partir de cierto momento, en particular desde la creación de una moneda única, el Euro, hayan impulsado a los movimientos más nacionalistas en todos y cada uno de los países, en un afán de provocar una regresión en el proceso de construcción de la UE, que con ayuda de la crisis económica y el afán proteccionista que ella genera, ha terminado procurandoles el objetivo perseguido, por cuanto hoy ya no se habla de avanzar en el proceso de integración y federalización en la UE, si no en el sentido contrario, de realizar pasos hacía su desmembración, (Gran Bretaña, tiene previsto un referéndum para la salida de la UE, los partidos nacionalistas euroescépticos por naturaleza, consiguen más poder en Holanda, y algunos países nórdicos , en Francia la extrema derecha nacionalista parece dominar el panorama político,…), ¿Quién puede negar, ante este panorama, que la democracia como tal, está en serio peligro de extinción?

Los que ya en su día luchamos por la democracia en nuestro país, algunos incluso, sufriendo torturas y pagando con su propia vida, debemos aprestarnos de nuevo a defender este bien tan preciado, aunque desde una nueva óptica y con estrategias adecuadas a la nueva época en que nos ha tocado vivir; debemos empezar por convencer  a nuestros correligionarios del resto de Europa, que no es en base a ceder posiciones ni prestarse a componendas, como vamos a conseguir nuestros objetivos, (me refiero al voto a favor de Junker y de Cañete, que los socialista europeos, sin los votos del PSOE, han dado, cambiando cromos con el PPE, para que Shultz renovara como presidente del parlamento y un socialista formara parte de la comisión.

Solo alcanzando el mismo nivel que nuestro enemigo conseguiremos vencerle, lo de David y Goliat no vale en el mundo actual, pues a la que nos descuidemos un poco, los poderosos del planeta, van a dejar la democracia como un mero testimonio del pasado, desposeyéndola de todo poder real.

Yo y muchos otros, estamos convencidos que la solución se encuentra en el federalismo, con gobiernos a distintos niveles, coordinados entre sí que nos permitan administrar un gran patrimonio colectivo, con respeto a las diversidades de cada uno, y superando el concepto nacionalista divisor y confrontador, substituyéndolo por la negociación y el pacto, como sistema de convivencia en la diversidad, bajo criterios de igualdad y equidad en el reparto de la riqueza generada. Los ciudadanos a través de sus representantes electos deben recuperar el poder y una UE federal, es una buena manera de conseguirlo.

domingo, 5 de octubre de 2014

ALEA IACTA EST


Me preocupa y me molesta el cariz que están tomando los acontecimientos en Cataluña y España con referencia al tema del llamado “proceso de transición nacional”, en el que una parte de la sociedad catalana anda metido, y del que el actual Gobierno de la Generalitat es parte activa.

Escribo esto cuando ayer por más de 7 horas, se reunieron, en el Palau de la Plaza de Sant Jaume de Barcelona, las formaciones políticas con representación parlamentaria que directamente apoyan la consulta del 9N, suspendida por el Tribunal Constitucional. Me molestó en sobre manera, las palabras del Presidente de la Generalitat, cuando se atribuyó la representación de todos los catalanes en esta cuestión, cuando es bien sabido, que una buena parte de ellos, entre los que me incluyo, estamos en absoluto desacuerdo en llevar el tema desde decisiones unilaterales pasando por encima de leyes y acuerdos con el estado español.

Me indignó incluso, que cual si estuviéramos en estado de guerra, los participantes se negaran a comentar nada de lo que se dijo en la reunión e incluso concretar los acuerdos que se tomaron, indicando tan solo que persisten en la convocatoria del 9N, encerrándose en una especie de pacto de silencio, sobre las estrategias que se adoptaran a partir de ahora mismo, para burlar los posibles contraataques de las instituciones del Estado. ¿Es que piensan adentrarse en la ilegalidad más absoluta con el fin de obtener sus objetivos? ¿Es que están convencidos de la poca solidez de sus argumentos? o bien ¿es un reconocimiento de que están engañando a los ciudadanos, y no quieren que se les descubra el pastel antes que no haya remedio?

Lo que si deduje después de escuchar a unos y otros, es que Más y los suyos, han cruzado el Rubicón, y ya han prendido la mecha que va a quemar sus naves y a pesar de la opinión de un experimentado tertuliano en el sentido que por presiones de los poderes económicos planetarios, Rajoy puede llamar a Más a sentarse a dialogar, yo estoy cada vez más convencido que en su fuero interno Más y Rajoy, ya han pronunciado la cesárea frase “Alea iacta est” y están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.

Los dirigentes soberanistas catalanes y todos los órganos de propaganda a su servicio Radio Televisión, Prensa etc. son conscientes que engañan a los ciudadanos día a día, ocultándoles la verdad de los problemas que deberían de soportar los ciudadanos de a pié, durante la primera generación de catalanes independientes, en una Cataluña excluida de la Unión Europea, y sin sus principales entidades financieras, Banc de Sabadell i la Caixa, que ya han indicado claramente que en cuanto el llamado proceso se consume ellos trasladan sus sedes centrales a Madrid, por cuanto el 80% de su negocio está en el resto de España y de esta forma evitar boicots. La acentuación del frenazo a la inversión extranjera, que ya hoy empieza a notarse en Catalunya y el consiguiente aumento del desempleo, sería otra de las causas que los economistas, generalmente neoliberales que hoy se prodigan defendiendo los postulados del soberanismo, no explican  a los ciudadanos y en base a subterfugios más o menos inteligentemente presentados, muestran la Cataluña independiente como el paraíso terrenal, donde el dinero entraría a espuertas, todos seríamos felices y comeríamos perdices.

Del otro lado, el de ultranacionalismo español de Mariano Rajoy, comete el gravísimo error de considerar que la solución a un problema, a todas luces político, la pueden encontrar exclusivamente en el ámbito judicial, quizás sea por la manifiesta incapacidad de estos derechistas dogmáticos para ejercer de políticos, lo que les obliga a cometer el tremendo error de judicializar la sociedad. ¿Cómo es posible, de no ser capaces de proponer una salida a un manifiesto problema? ¿Cómo pueden tratar un manifiesto malestar en una parte de España, negando las propuestas que desde allí se le hacen, sin proponer solución alguna? Desde luego los 8 años del aznarato, fueron nefastos en la historia de España, pero los cuatro de Rajoy, van a ser con diferencia los peores. ¿Por qué no aprenden del conservador Cámeron, que a pesar de haber derrotado con creces al nacionalismo escocés, inmediatamente se pone a ofrecer una solución de tipo federal a los perdedores? Quizás sea porque Cameron y el partido Conservador Británico, si son políticos de casta y por el contrario Rajoy y la derecha española, siguen anclados en postulados franquistas.

Dada la incapacidad manifiesta del nacionalismo para solucionar este problema, estoy convencido que solo va a tener salida, a partir del acceso al poder del socialismo, en España (PSOE) y en Cataluña (PSC) las únicas fuerzas que han sabido agarrar el toro por los cuernos y pactar una reforma en un sentido federal, de la Constitución de 1978, que clarificará de una vez por todas, el confusionismo del llamado estado autonómico, donde el tema competencial y la financiación se encuentran en una especie de totum revolutum donde nadie tiene claro nada; lo malo es que al no ser del interés de los nacionalismos, esta solución, tanto Rajoy como el equipo Mas, aceleran la marcha todo lo posible para que el choque de trenes se produzca antes que unas elecciones cambien el panorama político. “Alea iacta est” La suerte está echada; que Diós nos pille confesados.