lunes, 17 de agosto de 2009

LOS SILENCIOS


Se dice que muchas veces, los silencios son elocuentes, y no se si este es el caso pero en todo el guirigay que la derecha ha montado este verano, según parece para tapar o distraer la atención del estallido de una cadena de casos de corrupción, donde se encuentran implicados algunos de sus altos cargos, echo en falta la opinión y las declaraciones de otras formaciones políticas fuera del PSOE y el interesado Partido Popular.


En ningún periódico, en ninguna radio ni en ninguna cadena de televisión, he podido escuchar a Gaspar Llamazares o a su compañero catalán Joan Herrera, hablar sobre el tema, así como tampoco al PNV, CiU, CC, y todas las demás siglas que completan el hemiciclo de las Cortes Españolas.

Comprendo que estemos en plena canícula, no solo meteorológica si no también vacacional, y que a nadie, y menos a nuestros ilustres padres de la patria, le gusta interrumpir su período anual de descanso, para meterse en discusiones entre los dos grandes, pensando y quizás con razón, que poca rentabilidad electoral les reportará y que a lo mejor, según como se desarrollen los acontecimientos les puede caer un marrón que les perjudique gravemente en su cartera de votantes. Sin embargo, lo que se ha dicho estos días por parte del primer partido de la oposición, se trata de gravísimas acusaciones, que ponen en entredicho, no solo al gobierno actual, si no al propio sistema democrático emanado de la Constitución de 1978; pues ya me dirán Vds. que si se pueden efectuar escuchas telefónicas ilegales, porque los organismos encargados, policía y servicios secretos, no lo hacen por una orden judicial si no que atienden al primer espabilado con un mínimo de influencia que lo pide, no es más que una demostración palpable que el sistema tiene graves agujeros, por donde el cáncer de la corrupción se infiltra y lo corroe por dentro.

¿No merece una acusación tan grave, que los señores Mas, Duran, Urkullu, etc, se desperecen un poco y nos digan que piensan de este asunto?


En otras ocasiones y recuerdo el verano pasado, por ejemplo que el Sr. Duran y el Sr. Artur Mas, no cejaban un día tras otro desde sus lugares de veraneo o desde la propia ciudad de Barcelona, de atosigar-nos con el asunto de la financiación, cuando paso la fecha del 9 de agosto, prevista en el Estatut de Autonomía y no se vislumbraba una solución al tema inmediata. También Urkullu del PNV y el que por entonces ejercía de lehendakari, Juan José Ibarretxe, salían un día si y otro también en todos los periódicos del país, con discursos y declaraciones sobre cuestiones territoriales.


¿Qué pasa ahora? ¿Por qué no hablan los otrora tan locuaces?

Por lo que respecta a la izquierda o sea a Llamazares y compañía, supongo se debe al bajón electoral que de un tiempo vienen sufriendo y quizás piensan es mejor no destacar demasiado por aquello de “madrecita, madrecita, que me quede como estoy”.

En lo que se refiere a la derecha, fundamentalmente nacionalistas periféricos, como PNV y CiU ambos en el banco de la oposición en los respectivos parlamentos autonómicos, tratando de hincar el diente al gobierno que presiden socialistas, tampoco se han atrevido a opinar de este asunto; en el caso de los catalanes, casi podría afirmar que han recibido una tremenda decepción, cuando se las prometían muy felices, con las predicciones de una victoria electoral del Partido Popular, en España y su mantenimiento o ligero aumento en las elecciones autonómicas del próximo año, que les permita conformar una mayoría suficiente para desplazar a las fuerzas que componen el actual gobierno de izquierdas en Cataluña. Los casos de corrupción que implican a miembros del Partido Popular por un lado y la estrategia equivocada que utiliza de lanzar ataques contra el PSOE, sin fundamento ninguno, les han dejado sin palabras, pues si por un lado dan soporte al PP, entrarían en contradicción con su práctica habitual, basta recordar que cuando gobernaban en Cataluña, Jordi Pujol, no permitía, la permanencia en el cargo, a partir del momento que se levantaba la más mínima sospecha, como fue el Caso de Josep María Culell, dimitido de su cargo en el govern, por sospechas de un tinglado inmobiliario, del que fue declarado inocente un tiempo más tarde. Por otro si se alineasen al lado del PSOE, imposibilitarían la reedición de un nuevo Pacto del Majestic que les permitiera recuperar el poder en Cataluña a cambio de apoyar ellos un año más tarde, la entronización de Rajoy en la Moncloa; única solución que les queda, fuera de alcanzar la mayoría absoluta, cuando sus previsiones de rompimiento del actual gobierno catalán y convocatoria de elecciones anticipadas, por el tema de la financiación autonómica se han ido al traste, después que se haya conseguido un muy buen acuerdo de aplicación en todas las comunidades autónomas incluida Cataluña.

Que hay silencios harto elocuentes, es una verdad como un templo, y que en este caso, al menos por lo que afecta a Cataluña el silencio de CiU, sobre este asunto, es harto significativo, ¿no creen?

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