domingo, 28 de junio de 2015

NO VA A SER FÀCIL




Que nadie se lleve a engaño, salir de la crisis con dignidad para las clases medias y populares, no va a ser nada, pero que nada fácil en España. Si bien el hecho de sacar del poder al Partido Popular, es condición sine qua non para poder acabar con las políticas de austericidio en nuestro país, e iniciar el camino para la recuperación de los derechos sociales perdidos, restaurando un estado del bienestar que atienda las necesidades básicas de los ciudadanos; no es tarea suficiente para conseguir el gran objetivo, pues requiere de implicación de todos y cada uno de nosotros, ciudadanos de a pie.

En las elecciones generales que se avecinan, y cuya pre campaña electoral ha comenzado ya, vamos a oír promesas de todo tipo, Unos y otros se venderán como poseedores del bálsamo de “fierabrás” capaz de curar todas las heridas y procurarnos, sin que nos movamos del asiento, toda suerte de venturas en el próximo futuro; sin embargo, lo más seguro es que nos suceda lo mismo que a Don Quijote, que al tomarlo nos produzca una diarrea de campeonato.

Por todo ello debemos meditar muy mucho nuestra decisión a la hora de emitir el voto, sin dejarnos deslumbrar por charlatanes de feria y confiar solo en aquellos que con los dos pies en suelo, les veamos capaces de aunar nuestros propios esfuerzos para dirigirlos al buen camino, que en un futuro, quizás no muy lejano, nos permita gozar de nuevo de un estado del bienestar, donde la riqueza que generemos se reparta equitativamente en forma de servicios universalmente accesibles y de altísima calidad.

También vale de señalar la imprescindible necesidad que todos y cada uno de nosotros debemos cambiar el chip de nuestra manera de actuar, tomando responsabilidades que hasta hoy creíamos no nos correspondían y dejando la comodidad del que otros piensen por nosotros y nos resuelvan los problemas, para ser capaces de tomar las riendas del carro y conducirlo al camino que más convenga a la colectividad. ¿Vamos a seguir dejando que una pequeña élite de financieros, que sin haber sido elegidos democráticamente, siga determinando el destino del mundo? ¿No les parece que habría de cambiar la actual idea de la propiedad de los medios de producción de bienes y servicios, del capital a los que lo trabajan? ¿No estaría bien adecuar a la realidad actual aquello de “la tierra para quien la trabaja”?

La primera lección de la crisis económica que deberíamos sacar es que las grandes élites del capitalismo mundial, han acabado por ejercer el control absoluto, sobre todo el orbe mediante la deuda, al haber conseguido gracias a la llamada revolución neocon, que materializaron Ronald Reegan y Margaret Tatcher en los años 90, hacerse con los títulos de los particulares a través de los bancos, además de los de la deuda pública de gran parte de los países; imponiéndose de esta forma por encima de los gobiernos democráticamente elegidos.

Por lo expuesto hasta aquí, les digo amigos que deberíamos hacer caso de estos pensadores que hoy en día ven peligrar el sistema democrático, en pro de una dictadura de los llamados mercados, estos entes, que ni tan siquiera podemos ponerles rostro, pero que sin que nadie los haya elegido, son capaces de hundir un país entero en la miseria, o cargarse un ente supranacional que ha costado más de 60 años de construir como es la Unión Europea, que no son agoreros catastrofistas como los califican los voceros de la derecha de nuestro país, si no todo lo contrario, gente que ha reflexionado profundamente y llegado a conclusiones, no precisamente muy agradables para la mayoría de ciudadanos, del mundo civilizado.

El camino hacia una nueva sociedad, donde la democracia recupere el poder real, no va ser precisamente un camino de rosas, si no lleno de tropiezos y trampas muy peligrosas que deberemos sortear con habilidad, sin perder nunca de vista el objetivo; un camino que en un país como España, va a contar con numerosas deserciones de muchos de los que hoy son considerados patriotas acérrimos, pero disponen de suculentas cuentas en Suiza u otros paraísos fiscales, u estos otros para los que su única patria es su bolsillo y no dudan en des localizar empresas o colocar su capital en lugares donde se les garantice una rentabilidad inmediata. Ello nos va a procurar empezar muchas cosas desde cero, y volver a levantar la industria, las empresas de servicios, en particular los financieros, desde un nuevo concepto de propiedad, partiendo del único capital, que no nos han podido ni podrán robarnos nunca, como son nuestras manos.

domingo, 14 de junio de 2015

DEL BIPARTIDISMO A LOS BLOQUES


Debo reconocer, aunque me duela, que aquellos que nunca se han caracterizado por la defensa de la democracia en nuestro país, como banqueros, jerarquía eclesiástica, rentistas, adinerados, etc. etc. han conseguido uno de sus objetivos, como el de inocular en la mentalidad de la población española en general, el mensaje que los partidos políticos, institución básica en cualquier democracia que se precie, se han prostituido y se han convertido en elementos distorsionadores del gobierno del pueblo.

Desde una posición que pretende ser purista, se aprovechan de la sincera extrema radicalidad propia de la juventud, para lanzar mensajes en apariencia, nobles y sinceros, pero con la malévola intención de introducir el germen de la división en el seno de la izquierda; en particular a partir del momento donde desde la oposición se inician los pasos necesarios en la buena dirección para regenerarse de los errores cometidos. Me refiero en concreto al ascenso a secretaria general del PSOE de Pedro Sánchez y a su discurso de reconocer errores, propósitos de enmienda y presentación de programas que inducen a pensar en la posibilidad que el PSOE, pueda recuperar el poder y devuelva al país a la senda del progreso como hizo en la década de los 80 y buena parte de los 90.

Hoy los poderes fácticos en España presentándose como falsos adalides de la democracia liberal, pretenden subvertir algo que ellos mismos crearon en los albores de la democracia española, más o menos a partir de los años 80 del pasado siglo XX, cuando ante la caída imparable del régimen autárquico, decidieron apostar por un juego entre dos partidos, a los que ellos desde diversos estamentos, (léase bancos o directamente corrupción), pudieran controlar. Así nació el bipartidismo en nuestro país, dos fuerzas en apariencia confrontadas pero controladas desde el mismo punto, la financiación.

No quiero decir con esto que los militantes y dirigentes de los partidos actuaran de mala fe, si no todo lo contrario, pues los poderes fácticos en la Europa de entonces habían entendido que ya no podía seguir acaparando el noventa por ciento del pastel, si no que en aras de una paz social y una mejor productividad, debían ceder una parte importante de la tarta, que se tradujo en lo que se llamó Estado del Bienestar, al fin y al cabo un reparto más justo de la riqueza generada.

Una crisis económica, a mi modesto entender provocada con toda la mala intención, hace estallar el sistema en muchos países, en vías de desarrollo, como en el caso de España, y pone al descubierto las miserias del bipartidismo, cuando unas comunicaciones que devienen cada día más incontrolables ponen al descubierto las miserias de unos y otros. El Partido Socialista primero, es expulsado democráticamente del poder en 2011 con la terrible acusación de haber practicado políticas neoliberales y recortes en los derechos sociales, siguiendo las directrices de una todo poderosa UE. Inexplicablemente, los españoles dan la mayoría absoluta al máximo representante del neoliberalismo  el Partido Popular, que si bien durante los últimos dos años del gobierno socialista, le ha recriminado a este el atentado contra los derechos básicos de los trabajadores; no haría otra cosa al llegar al poder que endurecer aún más los recortes sociales, procurando al país, un retraso en este aspecto de por más de 20 años.

Los dirigentes socialistas en la oposición, se dan cuenta que el sistema toca a su fin y empiezan a preparar la renovación de su formación política, en forma de abrir paso a una juventud, totalmente limpia de los errores cometidos y  con una renovación de estrategias, (celebración de primarias),  o sea manteniendo los principios básicos, y adaptándose a la nueva realidad.

Desde los poderes fácticos la reacción no se hace esperar y bajo mano, con disimulo, se potencia desde los medios de comunicación una nueva fuerza de izquierdas, altamente idealista, lo que la hace fácil de controlar para que recoja los beneficios de una campaña a todas luces orquestada de desprestigio del PSOE al que se emula a un Partido Popular, que debido a su implicación en alto grado con la corrupción se considera amortizado y destinado a desaparecer. Esto obliga a crear una nueva fuerza emergente en la derecha que canalice el voto de este sector y la encuentran potenciando a una formación nacida en Cataluña, de carácter plenamente nacionalista español y opuesta al nacionalismo catalán que presentan como al gran regenerador de la derecha democrática española, capaz de emularse a la derecha europea.

Llegan las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo del 2015 y los fácticos de este país, comprueban con satisfacción haber alcanzado sus objetivos, por cuanto la izquierda se encuentra plenamente dividida y la nueva derecha, adquiere un papel decisivo, en gran parte de poblaciones y autonomías del país, lo que les augura un remate final en las generales del próximo otoño.

Pero…. Algo puede dar al traste con estos propósitos, pues según apuntan en algunas partes, PSOE y PODEMOS se pueden llegar a entender y si al final resulta que para PODEMOS, el PSOE no es la peste y el origen de todos los males de la sociedad española, y para el PSOE, PODEMOS deja de ser este grupo de radicales que no tocan de pies en el suelo, se podría acabar configurando un bloque de izquierdas que con toda seguridad si daría al traste con las pretensiones de los poderes a la sombra y de una vez por todas, e iniciar en España una autentica revolución social que nos lleve a la senda del progreso.