lunes, 17 de diciembre de 2012

SE ACERCA LA NAVIDAD


Publico este artículo, justo una semana antes de la Nochebuena, que hoy se me ocurre una de las más tristes de todos mi sesenta y seis años de existencia, con la sana intención de dejarles descansar a Vds, de mis reflexiones hasta el próximo año 2013.
 
Decía que este año, la fiesta familiar por excelencia en gran parte de nuestro planeta, se me antoja la más triste desde que tengo uso de razón, pues no recuerdo tamaña cantidad de conciudadanos de nuestro planeta, en circunstancias de pobreza y desprotección como los que veo cada día saliendo de mi casa, o asomándome al televisor.
 
Como muy bien saben los que siguen mis escritos habitualmente, me considero un ateo recalcitrante, no son pues los valores cristianos los que me inducen a reflexionar en estos días sobre una fiesta, de la que dicen se remonta a los albores de la existencia humana, cuando nuestros ancestros mostraban públicamente su júbilo, en el solsticio de invierno, donde terminaba el acortamiento de las horas de luz y el periodo improductivo de la tierra y empezaba el nuevo ciclo de producción y regeneración.
 
Sin que sirva de precedente utilizaré una expresión que los católicos decían antaño, como es la de “En Navidad, ponga un pobre en su mesa” para significar que en los tiempos que corren no hay suficientes mesas para tantos pobres como los que han ocasionado, en los cuatro últimos años, y siguen ocasionando un atajo de egoístas impresentables en nuestro planeta.
 
Pero lo que más me sorprende, y a la vez me inquieta, es ver como estos poderes fácticos, han conseguido, aterrorizar a la masa humana de tal manera, que no solo no se atreven a alzar la voz para protestar por la injusticia, ni osan juntarse para apoyarse mutuamente en la lucha para cambiar la situación, si no que han entrado en una especie de fatalismo conformista, que a todas luces va impedir una evolución en positivo para los intereses sociales.
 
Los partidos políticos de izquierda, sumidos en una lucha intestina sin cuartel, preocupados por repartirse unas cada vez más escasas cuotas de poder, parecen haber olvidado su misión principal por la que fueron creados, de servicio a la sociedad y particularmente a los más desfavorecidos, a fin de dotarlos del poder necesario para que nunca puedan ser explotados.
 
No me negaran Vds. que este conjunto de circunstancias que hasta aquí he expuesto, no son el marco más apropiado para una alegre Navidad, si no más bien todo lo contrario.
 
Con todo, estoy convencido, que al igual que nuestros ancestros, para mi la Navidad es una fiesta también de esperanza, pues si bien para ellos significaba el inicio de un nuevo periodo de productividad, para mi espero, sea el punto culminante de la crisis económica y el inicio de la salida, y no me refiero a los términos económicos si no de replanteamiento del sistema, donde nos cuestionemos el concepto de propiedad privada y valorando debidamente el de propiedad colectiva; donde el valor del trabajo no se determine como si de una mercancía se tratara, si no del rendimiento del capital humano.
 
Porque amigos, para los que aun no os hayáis enterado, estamos inmersos de lleno en una Revolución, que al igual que la Revolución Industrial del siglo XVIII, va a cambiar todo lo que en este mundo se menea y aunque ahora, al igual que entonces, vivamos épocas recesivas, donde los reaccionarios intentan frenar el avance, e incluso hacernos retroceder, a medio plazo surgirán nuevas ideas y modernas fórmulas económicas que tenderán al progreso y la justicia social con un reparto equitativo de la riqueza generada.
 
El problema reside, en que llegado el momento, las clases populares se encuentren preparadas para asumir las responsabilidades que se les vienen encima; cuestión de la que en principio dudo mucho, pues no veo que ni partidos políticos de izquierda ni las organizaciones sociales, estén demasiado por la labor. Vengo diciendo desde ya hace tiempo, que los sindicatos deberían tener un papel preponderante en la transformación de la sociedad; unos sindicatos evolucionados, que no decimonónicos y adaptados perfectamente a la economía del siglo XXI.
 
Con todo, sigo creyendo en los valores fundamentales del socialismo, de Libertad, Igualdad, y Solidaridad; al fin y al cabo los mismos en que se inspiraron los grandes revolucionarios del siglo XVIII y primera mitad del XIX y que estoy plenamente convencido, serán la base de la nueva revolución del siglo XXI.
 
Desde mi humilde condición de “Paliza del Reino” os deseo una Feliz Navidad y una buena entrada del año 2013. El día 7 de enero espero reencontrarme con todos vosotros.

lunes, 10 de diciembre de 2012

WERT UN ULTRA, LANZADOR DE CORTINAS DE HUMO


 


La propuesta de una nueva ley para la educación en España, que ha presentado el ministro Wert, levantando ampollas e incitando a la rebelión en Cataluña, cuando incide especialmente en un tema, como es el lingüístico, de especial sensibilidad en el noreste español, se me antoja una especie de cortina de humo para esconder una realidad susceptible de incitar a la rebelión, no solo en Cataluña, si no en toda España, como son los fatales resultados que los españoles estamos cosechando de las políticas económicas, desarrolladas por el gobierno ultraliberal que rige nuestros destinos, bajo los auspicios de la teutona Ángela Merkel.
 
Es una cortina de humo extraordinariamente densa, pues mucho es lo que tiene que ocultar. Desde unos inútiles recortes en los derechos sociales, que no han permitido este año reducir el déficit hasta la cifra propuesta por el propio estado español a la UE, con lo que quedarán muy en entredicho, las gestiones de José Luis de Guindos, Cristóbal Montoro  y el propio Mariano Rajoy que han demostrado delante del mundo entero una absoluta impericia, a la hora de hacer predicciones económicas y cumplir con los compromisos contraídos.
 
Incluso la propia ley, contiene elementos de suficientes altos vuelos como para tratarlos de ocultar, como es la carga ideológica en los aspectos de supresión de la Educación para la Ciudadanía, y el regreso de la Religión a la aulas, además de apostar decididamente por la privatización y elitización de la enseñanza.
 
En Cataluña, están consiguiendo plenamente los objetivos propuestos y creo que también en el resto de España, pues ya nadie habla de la ley en si, ni de todos sus puntos regresivos, como los mencionados anteriormente o el retorno a las revalidas y exámenes de estado, que antaño ya demostraron suficientemente su injusticia y su inutilidad; si no que vuelven como siempre a provocar un debate estéril, intentando dividir a una población como la catalana que hasta hoy no ha tenido el mínimo problema por la cuestión lingüística; y aun más después que el sistema de inmersión que la ley pretende cargarse, haya sido confirmado por el Tribunal Constitucional en repetidas ocasiones.
 
Estoy plenamente convencido, que dada la actual situación política en el principado, después del resultado de las absurdas elecciones convocadas por Artur Mas, y celebradas el pasado 25 de Noviembre, donde el principal partido de la derecha nacionalista catalana, se encuentra en un verdadero lío para formar un gobierno mínimamente estable; la propuesta Wert le sienta a las mil maravillas, pues le permite seguir culpando al estado español de todos los males que aquejan Cataluña, y en particular de animadversión hacia su signo identitario principal como es la lengua.
 
CiU, que desde el 11 de setiembre pasado, se ha adentrado en las procelosas marismas del independentismo, al no haber obtenido la mayoría absoluta que pretendía en estos comicios, se encuentra con que el Partido Popular, es la única formación que le puede respaldar la política neoliberal que practican desde hace dos años, con gravísimos recortes, en la sanidad y educación públicas y una peligrosísima deriva hacia la privatización de los servicios esenciales de educación y sanidad; todas las demás formaciones independentistas, le exigen un giro de 180º en política económica para darle soporte, al igual que los socialistas, que además le exigen un regreso a la negociación con el gobierno central dentro de los márgenes del estatuto de autonomía.
 
Es quizás por esto que me huelo todo este melodrama va a terminar con la avenencia PP CiU, después que los primeros acepten quitar los artículos que se refieren al tema lingüístico de la nueva ley y Artur Mas, o quien entonces esté al frente de CiU, acepte todos los demás, religiosos incluidos, pues de hecho es lo que ya está practicando en Cataluña, a cambio de aparcar sine die lo de la consulta independentista. Mariano podrá presumir entonces de haber desactivado, la revolución independentista, y evitado la rotura de España. Mientras que el líder nacionalista catalán presumirá de haber ganado la batalla más grave presentada por el estado contra la lengua catalana.
 
Todos los españoles sin excepción ninguna, vamos a pagar las consecuencias de este paripé, pues con todo y casi sin que nos demos cuenta, nos habrán metido de canto, una reforma educativa, que nunca hubiéramos pensado fuera posible, todos aquellos que en estos días hace 34 años votábamos ilusionados una constitución democrática.

lunes, 3 de diciembre de 2012

¿A QUÉ ESTAMOS ESPERANDO?

Es la pregunta que me hago de un tiempo a esta parte, mientras contemplo desesperado como el socialismo en España, va perdiendo día a día posiciones en la sociedad. El resultado de las recientes elecciones en Cataluña, cuando el que les ha convocado, Artur Más líder de la derecha nacionalista catalana, y presidente de la Generalitat de Cataluña, las planteó como una especie de plebiscito sobre el soberanismo en Cataluña, cosechando un gran fracaso, pese a ganarlas; ha puesto de manifiesto el error del argumento socialista, que hasta hoy decía no ganar las elecciones al Parlament de Cataluña, porque muchos ciudadanos votantes suyos en la generales, se abstenían cuando se trataba de autonómicas, al resultar que en esta ocasión, con una participación prácticamente igual a la de anteriores generales, ha retrocedido considerablemente en votos y escaños; o sea que los votantes otrora socialistas, ante una dicotomía, como la planteada por la derecha nacionalista catalana, se han lanzado de cabeza a las opciones nacionalistas españolas, como las representadas por el Partido Popular y Ciutadans.
 
Es verdad que Artur Mas y los suyos, además de esconder su fracaso en los dos años de gobierno con las elecciones pretendían, y en una pequeña parte han conseguido, pillar a contrapié a los socialistas para rematar una faena largo tiempo emprendida, de destrucción y aniquilación del Partido de los Socialistas de Cataluña. Pero también hay que decir, que a pesar que en el doceavo congreso celebrado por el PSC ahora hace un año, se establecieron unas directrices inequívocas basadas en el federalismo, por lo que se refiere a la cuestión territorial, una parte de la militancia, no ha cejado de marear la perdiz con el “derecho a decidir”; hasta el punto de crear un confusionismo en el electorado donde ya nadie tenia claro, si en caso de ganar los socialistas, convocarían también la consulta independentista. A mi entender, esta ha sido la principal causa del trasvase del voto socialista a Ciutadans, (168.771 votos).
 
Un confusionismo parecido al que he señalado en el socialismo catalán, aparece también en el conjunto del socialismo español, donde el elector no sabe, o no entiende con claridad las propuestas socialistas en cuanto a la salida de la crisis, sencillamente porque no se formulan con claridad. ¿A que están esperando los lideres del PSOE en decir que si ellos gobiernan, al día siguiente van a quitar, el copago de los medicamentos, que van a restituir las partidas presupuestarias destinadas a la educación pública, que van a actualizar las pensiones y que para ello van a reformar la fiscalidad sobre todo para los más ricos y perseguir con saña el fraude fiscal? ¿A que esperan para aclarar al ciudadano, que van a enfrentarse a la política de austeridad que pregona Fraü Merkel, aplazando el pago de la deuda y destinando los fondos a fomentar el crecimiento y el empleo?
 
El  pasado domingo día 2 de diciembre, conmemoramos el 30 aniversario de la investidura de Felipe González como presidente del gobierno, un hito en nuestra historia reciente, pues se iniciaba la verdadera transformación de una España, subdesarrollada políticamente hablando, que salía de una dictadura, en un verdadero y moderno país democrático; donde sus instituciones sufrieron cambios que a muchos parecían inverosímiles; incluso el ejercito, la institución que había representado la base de la dictadura, vio de la noche a la mañana como los viejos tics eran arrinconados y una nueva ideología de servicio al estado de derecho se imponía entre sus filas, convirtiendo en un abrir i cerrar de ojos, la institución en unas fuerzas armadas de corte internacional.
 
¿Se acuerdan Vds. como el PSOE de entonces consiguió una mayoría absoluta, nunca más superada de 202 escaños en el congreso de los diputados? Sencillamente diciendo en la campaña electoral las medidas que tomarían nada más llegar al gobierno, que habrían de poner el país a trabajar, para construir un estado del bienestar como el que envidiábamos a franceses y alemanes.
 
¿A que estamos esperando, Alfredo?