lunes, 24 de octubre de 2011

LOS VALORES FUNDAMENTALES DEL SOCIALISMO


El ideal socialista de siempre, se ha basado en tres valores fundamentales, La Libertad, La Igualdad y La Solidaridad. Tres principios que en el transcurso de los últimos 130 años han servido de faro y guía para la estructuración de la sociedad contemporánea europea.

La Libertad, un concepto clave pilar fundamental de la democracia, sin la cual no es posible la organización de ninguna estructura social perdurable; Libertad de pensamiento e ideas, para que puestas en común y contrastadas, permitan la articulación de estructuras encaminadas a la consecución de progreso de la colectividad.

Si bien el concepto de libertad forma parte del espíritu socialista, en puntos concretos de la historia, algunos líderes, han caído en la tentación de orillarlo surgiendo conceptos como la dictadura del proletariado de nefastas consecuencias y fracasos estrepitosos. Felizmente hoy en día bien pocos se plantean un socialismo al margen de la Libertad; cuestión que contrasta con las ideologías neoliberales y neoconservadoras, que en determinadas circunstancias, son capaces de primar la seguridad por encima de la libertad, o vendernos la imagen de una falsa libertad, como la de los padres para escoger la educación de sus hijos cuando con el dinero de todos se financian escuelas de concepción integrista católica.

El concepto de Igualdad, sin embargo parece que aun sigue poco claro, al menos en un país como el nuestro, donde la tentación del nacionalismo, central o periférico lo mismo da, confunde las mentes de algunos compañeros que prefieren seguir insistiendo en buscar lo que nos separa a los diversos seres humanos por su localidad de nacimiento, en lugar de lo que nos une, como es la capacidad de realizar proyectos en común que se enriquecen a partir de la diversidad cultural.

El concepto de igualdad en el socialismo español, un país que parte de realidades culturales diversas, nos conduce inexorablemente hacia la consideración del federalismo como una buena y justa solución en la estructuración político social del estado, máxime cuando esta fórmula se antoja la más adecuada como garantía de respeto hacia las diversas realidades.

Deberíamos huir como de la peste, de la falsa igualdad que encontramos siempre en boca de la derecha reaccionaria, como por ejemplo cuando con el dinero de todos, se subvencionan escuelas de élite, o las de cierto integrismo religioso que separan los alumnos por sexos, o se financian los libros de texto de quien perfectamente puede pagarlos. Esto no es igualdad amigos, cuando resulta que unos pocos en este país, gozan de un poder adquisitivo, que le está vetado a una gran mayoría.

Finalmente el último gran principio socialista, la solidaridad es el gran responsable de la resurrección de Europa después del gran desastre de la segunda guerra mundial, fue el compartir esfuerzos y rendimientos, lo que permitió a Alemania, Francia, Holanda etc. alcanzar altos niveles en clave de gran potencia mundial. La socialdemocracia, garante de un justo reparto de la riqueza mediante el sistema de impuestos, y su consecuencia más clara el llamado estado del bienestar, ha sido el más claro ejemplo de cómo una sociedad libre, igual y solidaria puede alcanzar un alto grado de bienestar social y aquí amigos, es donde radica una buena parte del problema donde nos vemos inmersos hoy en día, por cuanto la profundización de la UE y el abandono progresivo del nacionalismo disgregador que ello comporta, empieza a representar un grave peligro para una cierta élite mundial que ve peligrar sus privilegios, en cuanto una potencia de más de 300 millones de personas, administrada en los principios socialistas, pueda competir con ellos de igual a igual.

Es a partir de aquí que uno puede entender los ataques de los mercados al Euro, y la incapacidad de los grandes dirigentes europeos actuales, encuadrados en las filas de la derecha, para conseguir sacar el viejo continente del atolladero. Pero esto és materia para otro articulo.

lunes, 10 de octubre de 2011

EDUCACIÓN Y SANIDAD LOS PRIMEROS OBJETIVOS


Si amigos, aunque parezca increíble la derecha reaccionaria de nuestro país, con la ayuda de los poderes fácticos del planeta, ha escogido dos pilares básicos de nuestro, nuevo podríamos decir, estado del bienestar como objetivos principales a abatir con el fin de mantener los privilegios de unos pocos, sobre los muchos en el conjunto de la sociedad.

Si bien en Europa, en la década de los cuarenta del pasado siglo veinte, al término de la segunda guerra mundial, se situó en la órbita de la socialdemocracia, como el mejor sistema para aunar los esfuerzo de todos en pro de la reconstrucción y el progreso, España quedó apartada por ser el único reducto europeo donde pervivía una dictadura de corte fascista, y aunque el dictador como pago a un cierto reconocimiento internacional venido de la mano de los USA en 1953, institucionalizara ciertas medidas de carácter colectivo como la Seguridad Social, no se puede hablar de políticas sociales en nuestro país hasta mucho después de la desaparición física del dictador, prácticamente hasta que el PSOE en el año 1982 asume la presidencia del gobierno consecuencia de los resultados electorales.

Es entonces donde se introducen las grandes inversiones y mejores en la Enseñanza y en la Sanidad Públicas, universalizando sus servicios a toda la población sin distinción ninguna; paralelamente y a fin de obtener los recursos necesarios para el sostenimiento de estos servicios, se emprende una reforma fiscal en profundidad que generaliza el pago de impuestos a todos los ciudadanos, en base a una escala en función de las rentas obtenidas. Todo ello da como resultado al cabo de los años que en España se consigue un sistema sanitario público de la más alta calidad y eficiencia mundial, a un coste por habitante sensiblemente inferior a cualquier país europeo, y de un conjunto de escuelas institutos y universidades públicas, que año tras año han ido consiguiendo unos mejores resultados, permitiendo que ningún niño en nuestro país, no solo se quede sin acceso a una educación básica hasta los 16 años, si no que goza de las mismas oportunidades, independientemente de su nivel económico para acceder a los estudios superiores. En resumen un éxito sin precedentes que situó a la España retrasada del franquismo a la condición de país europeo de primer nivel.

Estos éxitos, sin embargo tienen sus contrapartidas negativas para ciertos grupos de nuestra sociedad, como por ejemplo la iglesia católica en el tema de la enseñanza, por cuanto durante el periodo autocrático había gozado del privilegio casi podríamos decir monopolístico de la enseñanza; por otra parte una escuela de carácter laico, de calidad y eficiente, acaba formando personas con verdadero espíritu crítico capaces de cuestionar las estructuras de poder tradicionales y en particular las de la derecha, por lo que en unos momentos podrían incluso derribarlas y aquí amigos es donde se produce la coincidencia de intereses entre los partidos de derechas y las jerarquías de la iglesia católica de nuestro país, que no han dudado ni un momento en unir sus fuerzas para atacar estos últimos años al gobierno socialista.

En lo que se refiere a la sanidad, los grandes grupos aseguradores ven al sistema público como un tremendo competidor que no les permite acceder a un 80% de los usuarios a los que no pueden ofrecer una mejor calidad de servicio, en particular des de el momento en que se reorganiza todo el sistema, para aprovechar al máximo las instalaciones, y las listas de espera se reducen notablemente; el único punto, aparte de ofrecer habitaciones individuales en los hospitales, en que la privada podía competir con la pública.

El loby asegurador, no duda en buscar apoyo en los partidos ideológicamente a la derecha, a quienes la palabra servicio público parece repugnar en sobremanera, que rápidamente, en los lugares donde gobiernan empiezan a lanzar andanadas directas a los cimientos del sistema.

Observen Vds, que en las comunidades donde gobierna el PP o sus aláteres como CiU, con la excusa de la crisis económica y de la necesidad de controlar el déficit público, se han lanzado a rebajar los servicios, eliminando la sexta hora en la enseñanza primaria, cerrando quirófanos y estipulando un horario muy restringido de funcionamiento y finalmente recortando el sueldo de los profesionales, con lo que esperan conseguir que el sector privado pueda ofrecer mejor servicio que el público y que los profesionales más cualificados pasen al sector privado que con toda la seguridad les podrá ofrecer mejores sueldos. En resumen terminar de una vez por todas con un sistema de éxito y de justicia social.

De nosotros depende que el 20 N esta gente consiga sus objetivos; medítenlo bien amigos

lunes, 3 de octubre de 2011

¿LOS EMPRESARIOS PUEDEN CREAR EMPLEO?


Doña Esperanza Aguirre, Don Alberto Fabra y Don Mariano Rajoy, hacen apuestas decididas a favor de la clase empresarial como solución a la creación de empleo, pero yo considero que de poco va a servir, si no es para seguir engañando al personal con el fin de intentar acceder al poder al precio que sea.

Me explicaré: En primer lugar deberíamos aclarar si en España existen verdaderos empresarios; pues aunque así se denominen a todos estos señores y señoras que no viven de un sueldo, si no de los rendimientos de un capital, a mi entender muchos de ellos no son otra cosa que simples especuladores que persiguen la obtención de substanciosos beneficios, con inversiones a cortísimo plazo. ¿Han creado alguna vez empleo estos personajes? O por el contrario ¿han sido en muchísimas ocasiones los que han destruido puestos de trabajo, cerrando industrias para especular con el suelo?

El estallido de la burbuja inmobiliaria en nuestro país, ha llevado al paro unos 2 millones de personas; gente que ha sufrido las consecuencias de unos mal llamados empresarios, que amparándose en una legislación altamente permisiva, ponían cinco euros, para recoger cien a los dos días. ¿Son estos, empresarios a los que Esperanza, Fabra i Rajoy pretenden recurrir para solucionar el paro en nuestro país?

Otros responsables del aumento espectacular de la tasa de desempleo, en España estos últimos años, aunque a decir verdad en mucha menor medida, han sido sin lugar a dudas las deslocalizaciones de empresas generalmente de capital extranjero, que con el aumento de nivel de vida de los trabajadores españoles, les sale a cuenta desmantelar el negocio y trasladarlo al oriente europeo o a Asia, donde los salarios son mucho más bajos.

Si hurgamos un poco en la memoria, nos daremos cuenta que una buena parte de estas inversiones extranjeras en nuestro país, años ha, y con la bendición de los gobernantes de turno, se efectuaba a través de la compra de una gran empresa española, generalmente de tipo familiar, en que los miembros de la tercera generación, cobraban sus buenos dineros, que rápidamente colocaban en el sector inmobiliario. ¿Son también estos en los que el PP confía para solucionar el problema del empleo que muchas familias están sufriendo?

Me viene a la memoria, el anuncio que circulaba por las televisiones de España hace tan solo unos meses en que Nueva Rumasa vendía bonos de supuesta alta rentabilidad, con el eslogan de “Comprometidos con el empleo”; poco después, resultó una estafa en toda regla, y los comprometidos, destruyen miles de puestos de trabajo. Quizás también es en la Familia Ruiz Mateos, en que el trío reaccionario de este país, confía para que reduzcan las listas de los apuntados al INEM.

Yo un profano en la materia, estoy convencido que la solución del problema deberá venir desde un cambio radical de un sistema que está demostrando ser del todo incapaz para superar la crisis, no solo en España si no en todo el mundo occidental, incluida la Alemania de Doña Ángela Merkel, que precisamente se encuentra estos días en horas bajas, cuando sus ciudadanos empiezan a notar los errores estratégicos que ha cometido en su mandato.

Solo a través del esfuerzo común, y de un alto concepto de solidaridad desinteresada de todos los ciudadanos, nos permitirá superar los egoísmos nacionalistas que incluso en estos momentos de graves dificultades, siguen poniendo palos en las ruedas de la construcción de una Europa supranacional.

¿Han pensado Vds. en la economía social? ¿No les parece que un nuevo concepto de propiedad de las unidades de producción y financieras, como el Cooperativismo o las SAL, podrían ser un buen indicio del camino de salida?

Si reflexionan un poco, se darán cuenta que en los años 80 del pasado siglo, a los españoles el sistema nos sirvió de mucho, al menos para provocar la reacción de los empresarios tradicionales, que se pusieron a invertir como locos para parar la nueva idea.