lunes, 27 de abril de 2015

HUYENDO DE LA GUERRA


Estos días contemplamos horrorizados en la pantallas de televisión, como una ingente cantidad de seres humanos, pierden la vida ahogados en el Mediterraneo, en una desaforada carrera huyendo de la barbarie más absoluta de una guerra, organizada desde las altas esferas de los países denominados civilizados, para seguir manteniendo un régimen pseudocolonial, en una de las zonas más ricas en petróleo de todo el planeta.

Una guerra además basada en una gran mentira, como fue la que lanzaron Bush, Aznar y Blair y algún que otro que se salió a tiempo de la famoso foto de las Azores, para evitar un peligro mundial como eran unas inexistentes armas de destrucción masiva en manos de un dictador de tres al cuarto, como era Sadamm Huessin. Si amigos, de aquellos polvos viene los actuales lodos, pues el gobierno títere que los USA instalaron en el fallido estado de Irak, para poder seguir explotando yacimientos a precio de saldo; se ha mostrado totalmente incapaz, como por otro lado es natural, de contener la instalación en su territorio del llamado Estado Islámico, un engendro terrorista y nihilista, que si acaba representando una seria amenaza a nuestra civilización occidental.

La mal llamada comunidad internacional, con la mentalidad imperialista, propia de la ideología derechista más rancia y siguiendo los dictados de la escuela económica de Chicago, vino preconizando desde los años 70 del pasado siglo XX, el abono de dictadores en todas aquellas zonas del planeta que pudieran ser susceptibles de expolio de recursos naturales, con el fin de mantener la situación de privilegio que podía perderse con la descolonización. El resultado si bien económicamente resultó muy rentable, las atrocidades cometidas por estos sátrapas a su servicio, y la facilidad de llegada de las noticias de los mismos a todo el orbe planetario, les hizo desistir de la idea y cambiarla por otra que en cierta forma resulta peor, como es la derribar a los dictares, sin consolidar democracias ni estructuras de estado, por lo que en medio del alboroto poder pactar con cuatro bandoleros para conseguir sus propósitos, sin recibir castigo ninguno de opinión pública pues todo se dirige desde despachos situados a miles de kilómetros de distancia.

Las consecuencias directas de estas políticas, son millones de personas en busca de auxilio y protección, que se ven obligados a huir de la violencia y la pobreza extrema en sus países de origen y a los que el primer mundo rechaza y deja morir entre las olas del Mediterraneo, o por malos tratos en las vallas de Melilla.  Mientras que los bien pensantes de nuestra democrática UE, dicen no poder admitirlos, ni darles solución alguna a su cruel destino. La perversidad de estos dirigentes, llega al punto haber transmitido a buena parte de la población la insensibilidad con este problema y cuando intentas ponerlo de manifiesto en toda su crudeza te dicen  que nuestra economía no puede atender este alud de personas, indicando sin mencionarlo, que ya va bien que unos cuantos miles se mueran por el camino, pues al fin y al cabo son menos bocas que atender.

Solo con devolver lo que les han robado o casi diría cortar de forma inmediata el latrocinio que aún seguimos practicando, se acabaría con esta infamia que nos debería avergonzar a todos, y estos ciudadanos del mundo no deberían huir de su país. Claro que a lo mejor, próceres como Bill Gates i Zukenberg, no nadarían en la abundancia en que lo están haciendo, ni tranquilizar su conciencia con obras de Caridad.

La hipocresía de nuestro dirigentes europeos, ante esta cuestión, llega ya a límites que rayan la indecencia, por cuanto no solo se están aprovechando de la debilidad de unas personas, si no que nos están vendiendo a todos que dejar que los expoliados sufran las consecuencias de miseria y crueldad lejos de nuestras fronteras es para preservar nuestra civilización.

Me niego totalmente a seguir esta nueva forma de fascismo internacional; me rebelo en contra de esa organización que necesita explotar despiadadamente a otros seres humanos, para vivir en la opulencia y invito a los pensadores actuales no comprados por el fascismo internacional a construir las bases de una nueva y gran revolución mundial, donde la justicia social destierre la explotación del hombre por el hombre.

Invito a todos a la desobediencia, invito a abrir las puertas de Europa a todos estos desgraciados que huyen de la miseria y la violencia que los europeos y americanos les hemos procurado, invito a compartir con ellos, lo poco que tenemos y junto con ellos arrebatar las riquezas de los poderosos., para construir una nueva sociedad presidida por la igualdad en derechos.

domingo, 19 de abril de 2015

BUSCANDO EXPLICACIONES




Para mi resulta apasionante la actual circunstancia política que está viviendo la democracia en España, en esta época de continuo vaivén, donde lo que hoy parece cierto y seguro, mañana se tambalea, y pasado ha quedado para el arrastre.

Algunos, en particular los partidos denominados emergentes, aseguran haber asestado un golpe mortal al bipartidismo, abominando del sistema actual, unos que lo califican como el régimen del 78 y preconizan abrir un nuevo proceso constituyente, Podemos y Ciudadanos, que basa todo su programa en una honradez a prueba de bomba y un neoliberalismo del que solo apuntan los brotes más agradables.

Las recientes elecciones andaluzas, han venido a echar un jarro de agua fría, sobre las predicciones que tanto PP como PSOE, iban a quedar relegados; si bien es cierto que el Partido Popular ha retrocedido 17 escaños, se ha mantenido sin embargo como la segunda fuerza política en esta comunidad autónoma, que los de Podemos han fallado en sus expectativas, obteniendo unos resultados sensiblemente inferiores a los que preveían, lo reconocen ellos mismos y en particular un abatido Pablo Iglesias; Ciudadanos ha hecho bueno el pronóstico de quitarle votos al Partido Popular y el PSOE, contra viento y marea ha mantenido su posición de una mayoría simple, tumbando aquellos que le preveían, si bien la victoria, una sensible bajada en escaños.

Es una verdad incontestable que no se pueden extrapolar los resultados de unas elecciones autonómicas, a otros territorios cuya realidad es bien distinta y la única conclusión que quizás podríamos sacar es que los fabricantes de encuestas se han equivocado esta vez de todas todas y que con toda seguridad, también lo harán en las próximas convocatorias.

Pero el objetivo de este articulo no es analizar las elecciones andaluzas, ni siquiera las encuestas de cara a las convocatorias del 24 de mayo y de final de año, sino que me propongo reflexionar e invitar a Vds. también a hacerlo, sobre el porqué han surgido como aparecidos de la nada dos formaciones políticas, una a la derecha y otra a la izquierda que con celeridad asombrosa han adquirido un gran predicamento entre la sociedad, me refiero a Ciudadanos y a Podemos.

Ambas formaciones, salvando sus grandes diferencias en fundamentales planteamientos ideológicos, son coincidentes en definirse como hijos de un movimiento ciudadano, el denominado 15 M por parte de Podemos y de la reacción anti soberanista en Cataluña por parte de Ciudadanos; por otra parte la negativa a definirse como formación de derechas o de izquierdas o el rehuir el debate entre monarquía y república,  es otra de las características comunes a las dos formaciones. También les une un anti socialismo casi visceral, que les hace sacar los trapos sucios del PSOE, cada vez que al Partido Popular le estalla un nuevo caso de corrupción. Tampoco debemos obviar el hecho que una y otra han tenido un ascenso fulgurante, en sus opciones electorales, pasando de ser unos desconocidos a situarse en cuestión de unos meses en la cúspide y tratando de tu a tu a los grandes partidos.

Si es verdad que ambos han contado desde hace algún tiempo con un apoyo sin parangón de los medios de comunicación, en particular las televisiones, en las que sus líderes se les han facilitado presencia en tertulias y debates, incluso por encima de lo que se ha ofrecido a los grandes partidos; cuestión que no han dudado en aprovechar para colocar sus propuestas demagógicas o no, definidas o ambiguas, sobre todos los temas de candente actualidad; hecho que me ha sorprendido infinidad de veces, cuando siendo militante socialista, he conocido antes la opinión de Albert Rivera o de Pablo Iglesias sobre temas como la reforma del aborto que plantea el PP, que conocer la de Pedro Sánchez.

No debemos negar sin embargo, que su nacimiento es fruto de una necesidad social, con el fin de mantener el sistema democrático en nuestro país, evitando así que posiciones más extremistas por parte de la derecha, como está sucediendo en nuestro vecino país, Francia, y otros de la UE, adquieran predicamento hasta el punto de poder conseguir posiciones de poder.

Desde la Moncloa el partido socialista cometió graves errores, empezando por el apartarse de la sociedad y constituyéndose en “clase política”; cuestión que le costó el castigo de su electorado, que se sintió engañado y le abandonó por completo, dejando el poder en manos del Partido Popular, que mediante artimañas demagógicas logró convencer a 11 millones de españoles, para que le dieran su voto. Además, en lugar de reaccionar con rapidez y promover una rápida renovación de ideas y personas, la vieja guardia del PSOE se atrincheró en sus feudos, manteniendo a un perdedor Alfredo Pérez Rubalcaba, al frente del aparato, hasta que la presión de la militancia se hizo insoportable y en noviembre del 2014,unas elecciones primarias a la secretaria general ganadas con rotundidad por un joven Pedro Sánchez, que cambia por completo las caras en la ejecutiva, limpiando en profundidad y actuando con energía en contra de las salpicaduras de corrupción que puedan afectar a la formación.

Sin embargo el retraso en renovar el PSOE, impulsó a una parte del electorado izquierdista, tomando como base el movimiento neo anarquista de indignados, un grupo de profesores e intelectuales de la Universidad Complutense de Madrid, monta el partido Podemos, intentando aglutinar el voto de todos aquellos decepcionados con la actuación de los partidos de izquierda, fundamentalmente del PSOE, con el afán de aniquilarlo. El ascenso de esta formación en las encuestas, resulta imparable, hasta el punto en que se le da por vencedor, o segunda fuerza por encima del PSOE al que se relega a tercera fuerza. Sin embargo, la renovación del PSOE, en noviembre y el liderazgo de Pedro Sánchez, además de mandar callar a la vieja guardia, consiguen despertar de nuevo al electorado socialista y todo parece cambiar de nuevo en el panorama, bajando las previsiones de voto a podemos y aumentado gradualmente la intención de voto al PSOE.

En lo que se refiere a Ciudadanos, un partido que ya existía en 2011, aunque no obtuvo representación en las cortes y su éxito fue de nueve diputados en el Parlamento Catalán, irrumpe con fuerza a primeros de este año 2015 y consolidándose en las elecciones andaluzas con la obtención de 9 diputados. ¿Porqué, ahora? Algunos expertos responden que los poderes fácticos, empiezan a considerar que el desgaste por los casos de corrupción del Partido Popular ha devenido irreversible y que se hace necesario potenciar una nueva formación no contaminada, con el fin de facilitar una salida al elector derechista decepcionado, o quizás mejor decir asqueado, con los incontables casos de corrupción que enlodan día a día al PP. De ser esta la razón se explicarían muchas cosas, entre ellas el giro que hoy se observa en el partido de Rajoy, que ha pasado de criticar e incluso insultar a la formación de Albert Rivera, a darle coba en virtud de conseguir pactos postelectorales con ellos, que les permitan retener los máximos puestos de poder.

No sé si las explicaciones que he deducido en este articulo son ciertas o no, aunque de lo que si estoy seguro, es que la aparición de Podemos y de Ciudadanos, se deben principalmente a graves errores en la gestión tanto del PSOE, como del Partido Popular, con el agravante en este último que su posición en el máximo poder en España, le impide, efectuar su imprescindible saneamiento, por lo que su caída resulta imparable. Por lo demás también me considero en condiciones de afirmar, que la política de gobiernos de un solo partido, va a resultar prácticamente imposibles y que aunque a Podemos y Ciudadanos les duela, el debate derecha izquierda va  estar más presente que nunca, a partir de ahora mismo.

domingo, 5 de abril de 2015

¿SIGUE SIENDO VÁLIDO EL PROYECTO EUROPEO?


Es la pregunta que me sigo haciendo todos los días, cuando veo en los máximos dirigentes actuales un regreso a las posiciones de nacionalismo a ultranza por parte de la derecha dominante y un, digamos poco entusiasmo, en las posiciones federalistas por parte de una socialdemocracia, que parece no encontrar su camino ni proyección en un futuro inmediato.

La caída del muro de Berlín en 1989, y la finalización de la Guerra Fría, por el hundimiento de la potencia que representaba la URSS, abrió el camino a una época de unipolaridad en el Mundo, donde los EEUU, representaban un único poder dominante en el concierto de naciones, en base no solo a un poderío económico si no a una supremacía incontestable de su fuerza militar. Así el gendarme del mundo, se permitió el lujo de invadir países, como Afganistán e Irak, en pro de una lucha por la libertad, y en defensa de sus intereses económico relacionados principalmente por mantener su monopolio en el mercado mundial de petróleo.

Sin embargo, el fracaso en una y otra contiendas, además de provocar con su liberalismo a ultranza una crisis del sistema de incalculables proporciones, ha hecho considerar a muchos pensadores actuales, la gran equivocación que representa dejar en unas solas manos el poder real en el mundo, apostando no por una bipolaridad enfrentada como fue el siglo XX, si no por una multipolaridad, que a tres o a cuatro, obligue a pactar entre superpotencias para solucionar los conflictos.

China a la cabeza de los países llamados emergentes está deviniendo una fuerza de hecho en el panorama internacional, Los EEUU, por descontado, Rusia con su influencia en países del mundo árabe, podría ser también otro polo y según pensaron los padres de la UE, al final de la segunda guerra Mundial, Europa el cuarto polo.

Pero claro, una negociación siempre significa cesión, por cada una de las partes, y si además tenemos en cuenta que buena parte de las llamadas oligarquías del planeta, siguen apostando por el viejo capitalismo salvaje que ya nos condujo a dos guerras mundiales en el pasado siglo XX, y por el injusto sistema de la explotación de unas mayorías por parte de una pocas élites, nos encontramos con las gran contradicción de intuir una solución justa, y sin embargo ver como las circunstancias y las decisiones que se adoptan por parte de nuestros representantes, van en sentido totalmente contrario. 

Es así como se intenta resucitar y poner de nuevo al frente la vieja teoría nacionalista, para dividir e impedir, por ejemplo, que la UE devenga una súper estructura federal, con el fin de mantener muy baja la capacidad de competencia frente a otras grandes estructuras como los EEEUU, Rusia, China etc. La antigua URSS, se desmanteló también desde la base nacionalista, apartando a un Mihail Gorbatxov, que intentaba preservar la unidad, hasta entonces mantenida por el sometimiento de la dictadura comunista, en base a un proceso democratizador y federal, substituyéndolo por un ultranacionalista como Boris Ieltsin. También se han pervertido las ansias de libertad en el mundo árabe, cuando el fenómeno denominado “primavera árabe”, se ha gestionado tan mal por parte del llamado mundo libre, que el resultado no puede ser más desolador, con un reguero de estados fallidos, en buena parte de África, para beneficio de unos cuantos aprovechados que siguen explotando sin consideración ninguna para los africanos, sus recursos naturales más preciados, petróleo, minerales de alto valor, etc.etc.

Nuestra forma de pensar debe cambiar, debemos sacudirnos de encima el lastre nacionalista, para abrir un futuro lleno de esperanza, debemos regresar a la idea de colaboración en lugar de la competitividad entre nosotros, para conseguir el éxito; debemos regresar a los grandes valores humanistas de libertad, igualdad y solidaridad como base principal de nuestro pensamiento, con el fin de transformar la injusta sociedad actual, y legar a nuestros descendientes un mundo mucho mejor del que hemos conocido.

Europa podía ser el ejemplo de convivencia y progreso a través de la unión de culturas y realidades muy diferentes y de hecho el camino estaba emprendido; sin embargo, alguien se dedicó desde unos años a esta parte a reintroducir el gusanillo nacionalista y hoy nos encontramos con que desde los países del norte se acusa de vagos y malgastadores a los del sur, que en lugar de tender a buscar la igualdad y la solidaridad con los más débiles, se incrementan todos los mecanismos que provocan la desigualdad más creciente y la sensación en los países del sur de ser explotados por los del norte. Mientras gracias a las políticas de austeridad, y de recortes en los derechos sociales en todo el continente, están proliferando los movimientos populistas de derecha en el norte y de izquierda en el sur, con un denominador común ambos, como es el anti europeísmo.

Hoy se habla de expulsar a Grecia de la Zona Euro y de la UE, o bien en Gran Bretaña, el partido aerófobo UKIP, nos llega a decir que el progreso pasa por la salida de la UE; la marcha de cualquiera de los dos países, significaría con toda seguridad el fin del proyecto y la victoria de los que con tanto ahínco han luchado, para que la Unión en Europa no fuera una realidad, para defender sus mezquinos intereses y privilegios.

No se pueden poner palos en las ruedas del progreso y estoy más que convencido que a la larga vamos a superar todas las dificultades y la Europa Federal verá la luz, sin embargo, si atendemos solamente a lo que hoy se nos presenta, resulta del todo lógico que no veamos llevar la dirección adecuada y que nos preguntemos si el proyecto sigue valiendo la pena, o quizás sería mejor olvidarlo, aunque la alternativa sea el nacionalismo disgregador a ultranza, preocupándose cada uno por lo suyo y mirando de explotar al otro; cuestión que ya en 1914 nos condujo al desastre más absoluto con dos devastadoras guerras mundiales.