lunes, 27 de junio de 2011

EL SOCIALISMO EN ESPAÑA


Muchas veces y con razón, algunos dicen que si Pablo Iglesias levantara la cabeza, tendría el cabreo más impresionante de la historia al ver las políticas que aplica desde el poder el Partido que el fundó en 1879.

Por mucho que digan algunos líderes actuales del socialismo español intentando justificar las actitudes tomadas, dudo mucho que Don Pablo pudiera comprender el abandono de los principios donde se fundamento el socialismo, y por encima de todo, el tren de vida de algunos dirigentes, del todo indigno con las premisas que deberían defender.

Por otra parte podríamos justificar la postura de los actuales dirigentes del PSOE y del gobierno español, por un hecho totalmente real, hasta hace muy poco, en que parecía que también aquí como en el resto de Europa, los ciudadanos, de forma mayoritaria se inclinarían por las políticas derechistas como el único medio para salir de la crisis, aunque no de manera real y definitiva si de una manera aparente y por un plazo de tiempo. No debemos olvidar tampoco la interdependencia económica mundial, la llamada globalización que impide a cualquier país, intentar por su cuenta nuevas fórmulas basadas en un reparto más equitativo de la riqueza, si no quiere asumir el riesgo de verse colapsado financieramente hablado, al hacérsele imposible el acceso al crédito exterior. En resumen, un gobierno que se encuentra ante unos ciudadanos, que optan por la derecha elección tras elección, un entorno económico mundial totalmente dirigido desde la más estricta ortodoxia derechista, opta, aunque a regañadientes, por seguir las directrices que desde Bruselas y Washington se le imponen.

Sin embargo, no todo está perdido y aunque en apariencia el ideal socialista en España se encuentre en horas bajas, un fenómeno de base y una juventud más consciente de lo que se creía, se ha lanzado a la protesta, para reclamar un liderazgo político a sus justas reivindicaciones y que el socialismo desde posiciones de poder deje de actuar como si de la derecha pura y dura se tratara. Un movimiento que nacido como una simple protesta juvenil, ha devenido en poco tiempo un autentico movimiento ciudadano, que pretende devolver a la democracia su verdadero sentido, sin ningún tipo de involuciones ni manipulaciones del poder. Una base real desde donde planificar y dirigir nuestro futuro, contando con toda la información y a sabiendas previamente de los sacrificios que vamos a tener que realizar para consolidar de manera efectiva nuestro futuro, donde valorizando correctamente el capital humano, llevemos la economía al servicio de los ciudadanos y no al revés como sucede actualmente, donde el poder fáctico es quien controla los gobiernos democráticamente elegidos.

Aunque para conseguir todo esto, y además de forma pacífica es absolutamente necesario una organización, que supere el asamblearismo que ha servido de base al movimiento de los indignados, que como todos sabemos es tremendamente ineficiente a la hora de gobernar una ciudad, una provincia o un estado. Porque amigos, no duden Vds. ni por un momento que el movimiento denominado del 15M por si solo, es incapaz de conseguir nada efectivo, si no hay una fuerza política democrática lo suficientemente potente que se sitúe por delante y materialice políticamente hablando sus reivindicaciones. ¿Quién mejor que el Partido Socialista Obrero Español, para realizar esta labor?

He oído por parte de algún tertuliano radiofónico, reclamar del colectivo de indignados, se organice y cree su propia formación política; cuestión de la que discrepo totalmente, pues esto no haría otra cosa que atomizar más el panorama de la izquierda restando capacidad de alcanzar el poder.

A mi entender, solo el socialismo y aún en horas bajas en España, es capaz de dar verdadera respuesta a las reivindicaciones de los ciudadanos, y más cuando al Partido Comunista, hoy denominado Izquierda Unida, ha perdido el norte y se ha lanzado después de estas elecciones municipales a entregar el poder de varios ayuntamientos y alguna comunidad autónoma, a la derecha reaccionaria representada por el Partido Popular, con el único objetivo de quitar poder al PSOE.

lunes, 20 de junio de 2011

SALIDA POR LA IZQUIERDA

Soy de los convencidos que la salida de la crisis, en sentido positivo para la clase trabajadora, es sin lugar a dudas por el lado izquierdo del espectro ideológico. ¿Pero que quiero decir con esto? Pues sencillamente que debemos invertir la capacidad de poder del capital financiero, para dar más prioridad al capital humano, que al fin y al cabo resulta ser la base principal de todo el sistema económico.

De todos es sabido que la actual crisis económica, al igual que la de los años treinta del pasado siglo XX, ha sido procurada a partir del momento en que el capital financiero, invierte la situación normal de ser controlado por el poder político democráticamente elegido, y pasa a ejercer el papel de controlador efectivo de este, cuando actúa como tenedor de los títulos de deuda pública y privada de la mayoría de países mundiales; y además se permite el lujo de especular con ella, causando enormes perjuicios a los ciudadanos de a pie, a quienes se obliga a pagar los costes de una quiebra que ellos no han generado. ¿Como puede entenderse si no que a España se nos obligue a pagar en estos momentos un 5,5% de interés por nuestra deuda pública y privada, mientras que Alemania solo paga el 2,79%?

Cuando la crisis, originada en Estados Unidos, empieza hacer mella en los países europeos en el año 2008, en España está gobernando un partido de la izquierda moderada como es el PSOE; y este partido al igual que en otras democracias europeas, donde el centro derecha llevan las riendas, optan en un primer momento por las actuaciones que el británico John Maynard Keynes había propuesto para la salida de la gran depresión, en los años 40 del pasado siglo XX, al final de la segunda guerra mundial; consistentes en una intervención del estado, en base a procurar activar la producción, en base a las obras públicas y con cargo a la deuda pública que podría ser amortizada un tiempo más tarde, cuando la economía y el sector privado se reactiva.
Si embargo, parece ser que nadie contó con dos grandes diferencias, en las condiciones sociales, entre los años 40 del pasado siglo y la actualidad, como son: que acabada la contienda mundial, tanto el sector privado como el público estaban a cero y que el Plan Marshall que fue el punto de partida para la recuperación económica se basó en el sector público. Si embargo en la actualidad y después que la revolución neoconservadora de Ronald Reegan y Margaret Tatcher hubiera desmantelado casi por completo el sector público europeo, el poder real se halla en manos privadas, a través de estos entes que se denominan mercados. La segunda diferencia estriba en que la sociedad europea en su conjunto no ha tocado fondo como entonces, por el tema de guerra, y por lo tanto la necesidad del esfuerzo colectivo para salir a flote, no se ve imprescindible.

Esta última proposición es la que a mi entender procura que hoy la salida de la crisis por la izquierda se vea prácticamente imposible, cuestión que se hace patente con una sola mirada al mapa de los gobiernos en la UE, prácticamente todos de derechas y con una extrema derecha fascistoide en franca pujanza. En España, todo indica que el Partido Popular va a tomar las riendas en la próxima convocatoria electoral, con lo que el pueblo español va a cerrar totalmente la posibilidad de que se pueda trazar y ejecutar un plan para reconducir el rumbo hacia la izquierda.

¿Es que no hemos comprendido aún que son las políticasAñadir imagen neoliberales de Aznar, las que provocaron la actual crisis en España? ¿Es que no nos damos cuenta, que al igual que nuestros abuelos, cuando se decantaron por la derecha, acabaron hundidos en sangre, sudor y lágrimas?
Repasen Vds. la historia, en particular la reciente, y se darán Vds. cuenta de los grandes puntos de coincidencia con la situación actual, además de sorprenderse que han bastado un par de generaciones para que olvidemos completamente las desgracias donde nos conduce el egoísmo de unos pocos.

lunes, 13 de junio de 2011

DOÑA ÁNGELA Y SUS PEPINOS


Doña Ángela Merkel, canciller de la República Federal Alemana y representante principal de la nueva derecha Europea, hoy completamente integrada en el llamado neoconservadurismo; le ha salido rana la ultima acción de la estrategia de desprestigio de los países meridionales del Viejo Continente en particular España, a la que considera un lastre que impide despegar a la todopoderosa economía alemana.

Primero con el pepino, consigue quebrantar uno de los pocos sectores que aún funcionan de nuestra economía, al perjudicar gravemente las exportaciones de los agricultores almerienses y por añadidura del resto de España. Unos días más tarde cuando el mal ya esta hecho, y después de haber insinuado que en España, no se respetan los controles sanitarios adecuados en nuestros cultivos, rectifica y dice que no que el pepino nada tiene que ver con el microbio en cuestión y que ahora son los germinados de soja que se producen en la propia Alemania. Tres días después los “eminentes” científicos alemanes, descubren que tampoco la soja es responsable de la epidemia, aunque siete días más tarde lo atribuyen a la soja de una determinada granja de Sajonia.

Mientras tanto, toneladas y toneladas de pepinos y otras hortalizas producidas en el sur de España, han debido ser tiradas a la basura, por la baja acogida en los mercados europeos que el rumor difundido por Doña Ángela ha procurado. Nuestra ministra de agricultura, se ha lanzado a pedir indemnizaciones para nuestros agricultores por el grave perjuicio causado, reclamaciones que Doña Ángela ha desviado hacia la comisión europea, a mí entender, en una clara y perversa elusión de sus responsabilidades.

A Doña Ángela, como perfecta representante de la derecha neoliberal, considera a la Unión Europea, más una carga que un beneficio en estos tiempos convulsos, económicamente hablando en que estamos todos inmersos; en particular por lo que se refiere a la moneda única, el Euro, que se ve obligado a soportar de un tiempo a esta parte los ataques despiadados de estos entes denominados mercados, cebándose en particular sobre las economías más débiles del viejo continente, Grecia, Irlanda, y Portugal. En el caso de España, al igual que Italia, con dificultades y sacrificios de su población, estamos consiguiendo mantenernos dentro de unos parámetros que se pueden considerar correctos, cuestión que a Doña Ángela parece no gustarle, pues seguramente le impide promover la llamada Europa de dos velocidades, eufemismo bajo el que se esconde, un neocolonialismo de la Europa rica, sobre la Europa meridional, donde se obtendría mano de obra barata, a cambio de una migajas de los grandes beneficios que se obtendrían en las metrópolis del Norte.

La idea de la Unión Europea, surgida en 1957 con el Tratado de Roma, de los Pineau, Luns, Spaak, Bech, Segni y Adenauer, Ninguno de ellos precisamente de izquierdas, si no militantes de la Democracia Cristiana, y de una clara voluntad socialdemócrata, consistía en avanzar hasta la creación de un ente supranacional que estuviera en condiciones de competir no bélicamente, con cualquier superpotencia mundial.

Hoy sin embargo, esta derecha progresista ha cambiado, abandonando por completo los valores que la hicieron posible, se abraza a un neoliberalismo imperialista, que situándose incluso por encima de la democracia, otorga el poder a un ente invisible llamado “mercado” que al fin y al cabo no es más que una reunión de los poderosos del planeta, poder al que someten todo tipo de poder político, libremente elegido o dictatorial.

En mi modesta opinión, Doña Ángela usa el pepino con la perversa intención de asestar golpes a la construcción de la Unión Europea, aunque lo único que está consiguiendo, es mostrar al mundo la incapacidad de Alemania de controlar la situación de una epidemia. Aun así, el poder de la teutona, parece fuera de toda medida, pues ha conseguido acobardar al gobierno español que no efectúa reclamación alguna para sus agricultores dejando que sean ellos mismos a nivel particular quienes lo hagan. Pero este es otro tema que les prometo trataremos en otra ocasión.

lunes, 6 de junio de 2011

ANTE EL TSUNAMI PEPERO


En verdad debo decirles amigos, que nunca hubiera imaginado, a tanto pepero suelto en este país, que además ahora parecen haber perdido el pudor y lo confiesan por todas nuestras calles y plazas, como si de un honor y no una vergüenza se tratara. Desde la indiscutible victoria en las urnas el pasado domingo 22 de mayo, un continuo de gente me para por la calle para decirme que el o ella, también votó al PP, y que les parece magnífica la decisión del consejero de interior de Catalunya Felip Puig, de lanzar la hordas de Mossos de Escuadra sobre unos pacíficos ciudadanos que acampados en la Plaza de Cataluña, hacen notar la tremenda indignación que sienten por unas políticas neoliberales que les recortan sus derechos más elementales a una educación y una sanidad pública de calidad, a la par que se protege y ampara a unos personajes corruptos, que mediante subterfugios consiguen evitar la acción de la justicia; cuestión que reafirma la frase de mi amigo Jaume d’Urgell que CiU es lo mismo que el PP pero con barretina.

Por si Vds. no lo saben les indico que mi ciudad de nacimiento y residencia es Badalona; esta que un día si y el otro también sale en los periódicos de toda España por el hecho de tener como ganador de las últimas elecciones municipales, al pepero más ultra de todos los peperos de España, Xavier Garcia Albiol, cuyo discurso racista y xenófobo ha logrado eclipsar al Partido antiinmigración por excelencia como es Plataforma por Cataluña, que lidera el conocido ultraderechista, José Anglada de Vic. Si bien el PP es la fuerza más votada, con once concejales de los veintisiete que componen el total del consistorio, no ha alcanzado la mayoría absoluta, cuestión que nos permite albergar la esperanza que un posible pacto entre los tres concejales comunistas de ICVEUiA mas los nueve del PSC, y los cuatro de CiU, permita evitar el notable retroceso de todo lo conseguido en esta ciudad durante los 32 años de democracia municipal, aunque parece ser que para las altas esferas de CiU, Badalona no es más que un simple cromo para cambiarlo por los presupuestos de la Generalitat, la Alcaldía de Barcelona, etc.

Los analistas locales se esfuerzan estos días en encontrar explicación a este cambio tan radical en el comportamiento de los electores badaloneses, y andan a la brega de buscar razones de carácter local, aunque a mi corto entender, no es ahí donde van a encontrar la solución, si no en que Badalona no ha sido más que otra población arrastrada por este tsunami derechista que parece haber sacudido nuestro país, provocado por el personal, que equivocadamente piensa va encontrar refugio en estos tiempos revueltos de crisis económica, en una derecha ultraliberal.

No lo duden amigos, España no es tan diferente del resto de Europa como el presidente de honor del PP, en su etapa de afecto modélico al régimen franquista nos quiso hacer entender, inventando el slogan “Spain is different” En España, aunque algo más tarde que los demás países europeos, cuando hemos visto como la izquierda diciendo que no tiene otro remedio, se pone a aplicar políticas de derechas, optamos a que sea la propia derecha quien las haga. Así a sucedido antes en Alemania, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Reino Unido, Italia etc. etc. hasta el punto que están poniendo en serio peligro la continuidad de la Unión Europea, que tantos años y esfuerzos ha costado levantar.

Los españoles ideológicamente de izquierdas y que hemos sobrevivido en nuestras creencias después de que la gran ola pepera haya llegado a los rincones más recónditos, debemos prepararnos y agarrarnos fuerte para que la resaca no nos arrastre hasta el fondo, pues como es bien sabido, el tsunami, es siempre más destructor a la vuelta que a la ida.

Los compañeros socialistas franceses que ya debieron soportar el temporal hace unos años, empiezan a sentar las bases de una salida de la crisis por la izquierda, y esto es amigos lo que deberemos hacer aquí, si en verdad queremos dentro de cuatro años recuperar la confianza ciudadana que nos permita trabajar desde nuestras ciudades pueblos y autonomías, por el progreso real del conjunto de la sociedad.