jueves, 5 de noviembre de 2009

LA BURGUESIA CATALANA


Sin lugar a dudas, uno de los puntales de la identidad nacional catalana, ha sido, históricamente hablando, la clase social media alta que denominamos burguesía.

Es esta clase social, de la que se dice que el día después de la caída de Barcelona, en poder de las tropas franco-españolas de Felipe V, el 11 de setiembre de 1714, abren sus tiendas y comercios, como si nada hubiera pasado, adaptandose a la nueva situación. Es también el mismo estamento social, quien a finales del siglo XIX, se rebela contra la mala administración de los gobiernos monárquicos españoles de la época, que comportó la perdida de todo el imperio colonial, y sienta las bases del que más tarde se conocería como el nacionalismo catalán, a través del movimiento “La Renaixença”. Es la que recibe los palos de anarquistas y comunistas, en el período de la guerra civil, y sin ser una gran adicta al régimen de la dictadura, se las compone para sobrevivir una cruel dictadura de signo ultra nacional católico españolista.

Una de sus grandes bazas ha sido el carácter emprendedor de sus componentes y el amparo mutuo através de asociaciones y entidades de carácter fundamentalmente cultural, que han sobrevivido hasta nuestro días. El Liceo, y el Orfeò Català, con su Palau de la Música, son una buena muestra de ello.

Con la llegada de la democracia, ésta clase social encuentra en Convergencia Democràtica i Unió Democràtica, sus órganos de expresión política, una derecha liberal, moderada, que consigue su credibilidad en el hecho de no haber sido contaminada del período autárquico, pues algunos de sus máximos dirigentes, habían sido perseguidos y encarcelados, por razón de su nacionalismo intrínseco.

Los tiempos convulsos que vivimos estos días, se han encargado de mostrarnos las miserias de esta clase burguesa, cuando a algunos de sus máximos representantes, se les han puesto en evidencia actos muy relacionados con la corrupción y la malversación de caudales públicos.

El llamado caso de Felix Millet, un personaje descendiente directo de Lluis Millet, uno de los prohombres de la cultura Catalana, fundador i director a finales del XIX del Orfeó Català, confiesa sin el mínimo pudor haber desviado a sus cuentas privadas, más de veinte millones de euros, de los fondos mayormente provenientes de subvenciones de organismos públicos de la fundación que preside. La investigación subsiguiente, pone al descubierto, unos traspasos de fondos, nada claros a la Fundación Trias Fargas, una entidad de carácter político, muy ligada, al partido de la derecha nacionalista, y como hemos dicho antes representante político de los intereses de la clase media burguesa de Cataluña.

Unos días más tarde, con la llamada operación Pretoria, se detienen a dos de los puntales históricos de Convergencia y Unió, y los gobiernos de Jordi Pujol, Lluis Prenafeta y Macià Alavedra. El primero un íntimo de Jordi Pujol, i el segundo, hijo del Poeta Joan Alavedra un fiel colaborador en los veintitrés años que CiU detentó el poder en Cataluña. Atendiendo a la biografía de ambos, descubrimos a dos miembros de la burguesia. Otro miembro de la clase media alta catalana, también detenido en la operación Pretoria, es Bartomeu Muñoz, hijo de Blas Muñoz, el último alcalde franquista de Santa Coloma de Gramanet. A este por razón, aparte del apellido, de sus nulas convicciones nacionalistas, no se le puede considerar como un miembro de solera de la burguesía catalana, aunque su posición económica y el hecho de vivir en una de las zonas exclusivas de la ciudad condal, le confiere el título de neoburgués.

¿Significa esto, como algunos interesados medios de comunicación de la derecha más reaccionaria de España intentan presentar, que la burguesía catalana es un panda de delincuentes corruptos, que se envuelven en la bandera de las cuatro barras? De ninguna de las maneras, mas bien al contrario, pues creo estar en condiciones de afirmar, que la clase social media de Cataluña, formada en su inmensa mayoría por pequeños empresarios, aunque grandes y honrados emprendedores, sigue siendo un ejemplo de modernidad y europeismo para la derecha de toda España, en donde por su discurso y forma de actuar, a veces uno tiene la impresión que se quedó anclada en el siglo XVIII, añorando el “ancien régime”

2 comentarios:

  1. Cosme, agradezco la notificación que me haces cuando publicas una nueva anotación.
    Me gusta el contenido y la forma de lo publicado y por ello, si me lo permites voy a incluirte dentro de la relación de blogs amigos.
    Saludos cordiales.

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  2. Pues sí, la burguesía catalana se esconde en las cuatro barras, desde la llegada de la democracia, ese es un hecho consumado y demostrado repetidas veces. Bartomeu Muñoz es simplemente un pijo que vive en la zona alta, pero NO es parte de la alta burguesía para nada. Simplemente tolerado, que no querido. Antes prefieren tener a uno del PP con apellidos catalanes "pata negra" que a un mig xarnego.

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