lunes, 29 de octubre de 2012

REPÚBLICA FEDERAL ESPAÑOLA


Es verdad que los acontecimientos se precipitan y en este país, España, de golpe y porrazo parece que todo se tambalea, incluso lo más sagrado, y que lo hecho hasta hoy ya no sirve, aunque algunos pusilánimes, se aferren como lapas al inmovilismo más descarado, no hacen más que intentar una inútil resistencia a un cambio generacional de carácter progresista, que se quiera o no va acabar imponiéndose.
 
Vivimos, los españoles una fase extraordinaria de nuestra historia, donde todo lo que parecía eterno y perdurable, por las propias miseria humanas está desplomándose estrepitosamente; ¿quien hubiera creído hace tan solo treinta años que las grandes instituciones del estado, como el Tribunal Constitucional, El Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, e incluso la propia Monarquía, estarían en situación de total desprestigio?
 
Es a mi entender una situación totalmente inadmisible, que la democracia no haya entrado, después de treinta años en el estamento judicial, hasta el punto no solo de haberse convertido en refugio de los partidarios del antiguo régimen autocrático, si no que la propia endogamia, les está poniendo al descubierto todas sus miserias, Un presidente del supremo que se pagaba sus juergas con el dinero público; una animadversión generalizada, hacia el estado autonómico, que llega hasta el punto de burdas maquinaciones en el TC hasta en base a  reacusación a un miembro, susceptible de cambiar las mayorías.
 
Todo ello junto a una crisis económica sin par, hace que desde la base del pueblo llano se empiece a manifestar un hartazgo y una desconfianza total, hacia los representantes democráticamente elegidos e incluso hacia el propio sistema democrático; por cuanto parece que nadie sea capaz de encontrar un verdadero camino que nos conduzca a la salida del túnel, o al menos que sea capaz de hacernos creer en la esperanza que lo encontraremos en breve plazo.
 
Este hartazgo que en Cataluña ha tomado el derrotero independentista; auspiciado por un gobierno de la derecha nacionalista que como un regalo caído del cielo, ha encontrado en ello la oportunidad de esconder tras la señera estrellada el fracaso de su política económica de recortes y austeridad extrema, llevando la región al borde del colapso; ha despertado en buena parte de formaciones políticas españolas la necesidad de buscar en el federalismo la solución a una estructura de estado respetuosa con la diversidad fuente de riqueza de España; cuestión que ha comportado la inmediata reacción de las fuerzas ultranacionalistas españolas del Partido Popular, que inmediatamente se han autoproclamado defensores a ultranza de la constitución de 1978 y de una sagrada unidad de España, mientras que Artur Mas líder del nacionalismo catalán, habla de la imposibilidad de encajar Cataluña en España, en una clara voluntad de buscar la confrontación.
 
Los que desde Cataluña venimos defendiendo el federalismo como la gran fórmula, para implicar a todos los pueblos que componemos España en un proyecto común desde el respeto a la diversidad; nos alegramos en sobremanera de las palabras del secretario general del PSOE a favor de esta fórmula, mostrándose incluso dispuesto a reformar la constitución si fuera necesario, después de haberlo consensuado con los representantes socialistas en los territorios; pues nos abre la esperanza que a partir del momento en que el socialismo recupere el poder en España y en sus comunidades autónomas, los españoles y quizás por primera vez en toda la historia, remaremos todos juntos y en la misma dirección, materializando un proyecto que a buen seguro nos permitirá superar el marasmo donde hoy estamos metidos. Si además resultase que este federalismo, los españoles decidiéramos situarlo en un marco republicano, pues miel sobre hojuelas, no les quepa duda alguna.

lunes, 22 de octubre de 2012

HUGO CHAVEZ EL INCOMBUSTIBLE


Vaya por delante, mi felicitación a Hugo Chavez por su victoria en las elecciones del pasado 7 de octubre, que garantizan hasta el 2018 la permanencia de la revolución bolivariana en la máxima institución del estado de Venezuela.
 
El pueblo venezolano ha demostrado una vez más que después de 14 años, sigue, mayoritariamente, confiando en un líder que si bien populista en sus formas, ha sido capaz de articular un sistema donde todo el mundo, tenga acceso a los servicios esenciales, independientemente de su poder adquisitivo; en cierta forma podríamos decir, que ha sabido instaurar una versión americana del estado del bienestar europeo, este que desde el neoliberalismo, hoy predominante se intenta denostar acusándole de todas las iniquidades.
 
La derecha neoliberal del país caribeño, en estos catorce años de república bolivariana, lo ha intentado todo para desbancarle del poder sin conseguirlo,, comenzando con un golpe de estado, que fue abortado, por la propia ciudadanía, que con su masiva presencia en las calles, demostró a los conjurados su firme voluntad de preservación de la democracia. En los diversos comicios que han tenido lugar, la oposición neoliberal ha presentado todas sus caras, desde la más intransigente hasta la más conciliadora como ha sido esta vez, con Henrique Capriles, cosechando repetidos fracasos, por el simple hecho, que las clases populares de Venezuela no están dispuestas a regresar al injusto sistema, donde en nombre de una libertad mal entendida, unos pocos acaparaban la riqueza de unos recursos naturales que son de todos.
 
Si es verdad, como he dicho antes, que las fórmulas de Chavez son populistas, pero se me antoja se trata de un populismo bien distinto al que en España practican algunos líderes derechistas militantes en el Partido Popular, como por ejemplo el alcalde de mi ciudad Badalona, que si bien intenta contemporizar con el vecindario derivando sus cuitas y problemas hacia la localización de unos falsos culpables, como la inmigración, a la hora de la verdad no busca solucionar sus problemas y mejorar su nivel de vida, si no enfrentar a unos con otros, quizás por aquello de que a río revuelto ganancia de pescadores.
 
Hugo Chavez, en estos últimos 14 años ha devenido sin lugar a dudas, en el líder carismático de la izquierda latinoamericana superando incluso al propio Fidel Castro, por cuanto ha conseguido en sus mandatos, reducir el índice de pobreza en Venezuela, desde el 50% de la población cuando accedió al poder al 25% actual, un logro a todas luces espectacular, que ningún otro país del nuevo continente, aplicando técnicas económicas capitalistas ha conseguido; antes al contrario, incluso en la superpotencia por excelencia, en Norteamérica, su índice de pobreza ha aumentado considerablemente.
 
En España sin ir más lejos, el índice de ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza, ha aumentado espectacularmente, bajo el gobierno de Mariano Rajoy, superando ya el 25%, con el agravante, que la excusa de la crisis económica, y una falsedad como que las ayudas y subsidios desincentivan la búsqueda de empleo, estos ciudadanos se encuentran en un punto de total indefensión y precariedad, muy al contrario de la Venezuela de Hugo Chavez donde los desempleados, a parte de ser cada vez menos, ven como día a día el estado se preocupa por aliviar su situación en base a prestarle los servicios básicos con cargo al erario público.
 
Quizás los próximos seis años sean los últimos en que Chavez pueda ostentar el poder en Venezuela, la edad no perdona; aun así confío los revolucionarios bolivarianos del país del Caribe, sepan van a apoyar a un digno sucesor, que continuara su obra no solo por el bien de Venezuela, si no de toda America Latina, por no decir de todo el orbe planetario.

lunes, 15 de octubre de 2012

LA UE, FEDERAL O NACIONALISTA


Observando los acontecimientos que se suceden estos últimos tiempos y a la luz de a perspectiva histórica que por edad debo tener, veo con preocupación como el regreso del ultraliberalismo a las áreas de poder en Europa, está llevando al traste la idea última de UE que los padres fundadores consiguieron cimentar, en la década de los 50 del pasado siglo XX.
 
Los  horrores de la II Guerra Mundial, consecuencia del afán del nacionalsocialismo alemán por regresar a las formulas del viejo y caduco imperialismo, como la mejor manera de sacar a su país de la terrible crisis económica que asolaba igual que ahora al mundo occidental; fueron la principal razón por la que los Adenauer, Spaak, Segni…. , decidieran en 1957 sentar las bases de una Europa Unida, bajo los principios de la democracia y de los grandes valores humanistas de la Libertad, la Igualdad y la solidaridad, como el antídoto eficaz a una nueva y mas terrible confrontación entre los pueblos que la componen. De hecho todo lo contrario a la pretensión de Bismark primero y de Hitler después, de una Europa sometida a los designios de una Alemania de clara vocación imperialista.
 
Hoy 55 años después de la firma del Tratado de Roma, de nuevo la derecha imperialista vuelve por sus fueros y puede que como reacción al ataque preventivo de la gran superpotencia económica mundial, que hoy día se presenta bajo el eufemismo, “mercados”, contra la amenaza de un serio competidor en la escena mundial, como una UE socialdemócrata; resurgen fatalmente de nuevo los nacionalismos, y con ellos alguna que otra vocación imperialista más o menos evolucionada, y que ya no precisa ni de grandes ni sofisticados ejércitos, para expandirse territorialmente si no que en base a rescates, y primas de riesgo, acaban sometiendo a su voluntad, a todos aquellos que de buena fe seguimos creyendo en una UE democrática e integradora, más allá de una simple unión económica y mercantilista.
 
Observen Vds. amigos, la sofisticada estrategia empleada desde los grandes poderes de Wallstreet, en base a cuantiosas inversiones logran contralar una buena parte de la deuda de los países de la zona Euro; a partir de un momento determinado, y desde los medios de comunicación que controlan hacen saltar por los aires, las economías de los países más débiles de la eurozona, como Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia, en base a descubrir sus miserias, que hasta entonces ellos mismos habían ocultado; mientras tanto procuran por todos los medios apoyar la economía alemana, con intereses prácticamente cero en la financiación que le procuran, con el fin de profundizar en las diferencias entre débiles y fuertes, al tiempo que se excitan los ánimos de los nacionalistas alemanes que terminan por sentirse superiores a todos los demás.
 
Todo ello con un doble objetivo, o bien conseguir la rotura del Euro, y consecuentemente el fin de la UE como potencia económica en el mundo, o que Alemania, acabe colonizando los demás países de la Unión y los explote, al igual que pretendieron en sus tiempos Bismark y Hitler, cuestión que como es fácil de adivinar, acabaría conduciendo a una gran inestabilidad, por la conflictividad social generada, y a la larga al rompimiento de la UE.
 
¿Cómo podemos evitar el desastre?  A mi modo de ver avanzando hacia una plena unidad política en la UE, en base a una estructura federal, arrinconando las antiguallas del pensamiento nacionalista y con los mecanismos de solidaridad territorial claramente definidos, además de unas políticas sociales y económicas iguales para todos de acuerdo con los principios de la socialdemocracia y con los clarísimos objetivos de proporcionar un estado del bienestar de alta cualidad  a los ciudadanos europeos.
 
Leo que el club de Berlín, recomienda avanzar hacia la solución federal, es un buen primer paso, pero sigo convencido, que en verdad esto no será posible, hasta que el Parlamento de Estrasburgo, no lo componga una clara mayoría socialdemócrata, en lugar de la neoconservadora que lo compone hoy.  Por todo ello, alerta amigos, en el 2014 habrá unas nuevas elecciones Europeas, y por consiguiente la gran oportunidad para cambiar el panorama. Ya empieza a ser hora que tomemos conciencia, que esto de Europa si va con nosotros y que no todos los políticos son iguales. Esto de abstenerse en las europeas, empieza a ser peligroso.

lunes, 8 de octubre de 2012

LA UE SOLO TIENE FUTURO CON LA IZQUIERDA EN EL PODER


Ha quedado demostrado, por activa y por pasiva que la idea de una Unión Europea capaz de tratar de tu a tu con las grandes potencias de América y Asia, USA y China, solo puede ser factible desde una concepción izquierdista, la única que desde una convicción internacionalista, es capaz de superar todos los condicionantes que la idea tribal y diferenciadora que el decimonónico nacionalismo impone.
 
Solo a través de la defensa a ultranza de los grandes valores humanistas de la libertad, la igualdad y la solidaridad, seremos capaces de articular un sistema económico, generador de riqueza, equitativamente repartida, capaz de demostrar al mundo que existen alternativas al egoísta e insolidario sistema liberal neoconservador, que rige en estos días.
 
Debo reconocer sin embargo, la posibilidad que se acabe montando una UE de corte neoliberal, sin base democrática y partiendo de la base del dominio de uno o dos sobre todos los demás, al igual que lo que pretendía Hitler mediante la fuerza de los Panzer y la Lutwaffe. Hoy de una forma no tan salvaje se busca ejercer el mismo dominio mediante casi tan destructiva como las divisiones acorazadas, como es el control absoluto del crédito. ¿O no es verdad que Grecia se encuentra ya en esta posición de pleno dominio alemán y España va por el mismo camino? Aunque se quiera aparentar que las decisiones se toman desde Bruselas y del BCE, cada vez tenemos más claro que las directrices se marcan desde Berlín y la sede del Bundesbank.
 
¿Queremos una Europa de este tipo? Seguro que no, pues la UE debe tener como objetivo principal el bienestar de sus ciudadanos, sin exclusiones de ningún tipo. ¿Quien entonces, puede garantizar esta premisa, pues únicamente la socialdemocracia y el estado del bienestar como garante de un justo reparto de la riqueza que generamos.
 
La idea de la UE, surge tras la II Guerra mundial, con la finalidad que un desastre, como el ocurrido y que contaba con numerosos precedentes históricos, no se volviera a repetir; se trataba de comprometer a los antiguos contendientes, a través de lazos económicos lo suficiente mente fuertes, con el fin de obligar a solucionar las diferencias mediante el dialogo y no a garrotazos.
 
En aquellas circunstancias, derecha e izquierda, no solo en Europa si no también en todo el mundo occidental, convinieron en que los principios socialdemócratas eran los únicos que podían garantizar un plan viable de recuperación económica de la devastada Europa y es así que con el poder económico sometido a los dictados de la política se consiguió, hasta los años 90, no solo el mantenimiento de la paz si no un extraordinario progreso económico como nunca se había conocido. En los años 90 de la pasada centuria, la revolución neocon promocionada por Ronald Reegan y Margaret Tatcher, viene a invertir la situación, a partir del momento en que la consagración del individualismo, viene a desplazar los grandes valores del socialismo en general y el de la solidaridad en particular; y todo para conseguir permutar la preeminencia de la política sobre la economía.
Todo lo expuesto anteriormente, me hace concluir que en la nueva configuración económica que se está estructurando en estos albores del siglo XXI, en base a la supremacía de unas grandes potencias económicas, la primera en América, fundamentada en el neoliberalismo desregulado más salvaje y en Asia, en base, en base a sistemas autocráticos carentes de toda libertad, Europa puede y debe surgir como tercera potencia, democrática por excelencia y en base a un reparto muy justo de la riqueza y donde la explotación del hombre por el hombre quede del todo relegada. Para ello sin embargo, los europeos debemos sacudirnos con rapidez los lastres de unos nacionalismos decimonónicos y entregarnos en cuerpo y alma a una concepción política federal del viejo continente, con gobierno basado en los claros principios del socialismo democrático humanista, Libertad, Igualdad y Solidaridad.
 
El camino por esta senda, ya está emprendido, en Francia con las elecciones legislativas del 2013 se consolidará la victoria obtenida por François Hollande; las encuestas vaticinan, un extraordinario ascenso de la socialdemocracia en Holanda, en las próximas elecciones del proximo setiembre; en Alemania cada vez está más clara la derrota del actual gobierno de la CDU que preside Ángela Merkel, a favor de los socialdemócratas del SPD; por ello los españoles debemos mirar el futuro con un cierto optimismo y solo debe preocuparnos encontrar la fórmula para echar cuanto antes el rancio gobierno derechista que preside Mariano Rajoy, para no perder el tren del futuro que va pasar muy pronto.

lunes, 1 de octubre de 2012

CATALUÑA ¿RESCATADA? ¿INTERVENIDA?

Uno de los grandes males que a mi entender adolece nuestro sistema democrático, es la poca o nula capacidad de nuestros políticos, mayormente los de derechas, de reconocer cuando han fracasado en sus políticas, al no obtener los resultados que habían prometido en su campaña electoral.
 
En el caso de Cataluña, después de 7 años de gobiernos de coalición de fuerzas izquierdistas, con la presidencia de los socialistas Pascual Maragall y José Montilla, un Artur Mas, representante de la nueva generación de la derecha nacionalista catalana, consigue la poltrona del Palau de la Plaça de Sant Jaume; en base a una campaña electoral, de responsabilizar al anterior gobierno tripartito de los males que aquejan a Cataluña, ofreciendo como solución una gestión totalmente innovadora, y exigente con el gobierno central, por la que en base a una mayor autonomía en la gestión de los propios recursos, se impulsaría la actividad económica, consiguiendo en poco tiempo, encarrilar el país hacia una pronta salida de la crisis económica.
 
Dos años después de a victoria electoral de Mas, los resultados no pueden ser más desesperanzadores, pues además de ser la autonomía, más endeudada en valores absolutos, ha agotado absolutamente su capacidad de refinanciación, incluso con los llamados bonos patrióticos, que reinstauró el tripartito, con el fin de comprometer a los ahorradores catalanes en la financiación de su gobierno autonómico.  Es bien sabido que las agencias internacionales de rating, consideran los bonos emitidos por la Generalitat de Cataluña, al nivel de los bonos basura, y la llamada prima de riesgo de la deuda Catalana, supera ya los 1.200 puntos, cuestiones que invalidan totalmente la capacidad del gobierno catalán a la hora de buscar financiación en el exterior.
 
Son pues estas las razones que han obligado a los responsables económicos de la Generalitat, a solicitar un primer rescate urgente de 5.023 millones de euros al gobierno central, a fin de atender los vencimientos de la deuda del último trimestre de este año 2012.
 
Aunque de entrada, Mas quiso hacer el gallito, diciendo, que no hacia otra cosa que solicitar el dinero que los catalanes habían pagado con sus impuestos, y que por ello no debía tener ningún condicionante político, lo cierto es que se trata de una intervención en toda regla, pues cuando uno se encuentra en la tesitura de no poder acudir a nadie más, como es el caso, esta de hecho sometiéndose a todas las condiciones que el prestador quiera imponerle y  hoy y aquí, esto es extremadamente peligroso, por la manifiesta animadversión ideológica del Partido Popular, en el gobierno de España, frente al autonomismo. No olvidemos que Manuel Fraga, en los gloriosos tiempos de la Alianza Popular, el precedente del PP, predicaba el voto negativo a la Constitución, en desacuerdo únicamente, en los artículos que hacia referencia a este nuevo modelo de estado.
 
¿No es un gran fracaso del gobierno catalán haber llevado al país a este punto?  No vale ya echar la culpa a los anteriores gobiernos de Maragall y Montilla, como aún siguen haciendo los secuaces de Mas, dos años de gobierno son más que suficientes para un buen gestor, para invertir las tendencias, y hoy en Cataluña, si no se hubiera optado, por seguir la doctrina neoliberal que desde la derecha se nos impone de una austeridad absoluta, quizás nos miraríamos el panorama de manera bien distinta desde un camino de crecimiento, que nos haría pensar al menos en la utilidad de los sacrificios que nos han exigido hacer a todos los ciudadanos.
 
Hoy Artur Mas, en su afán de huir hacia delante para esconder el fracaso de su gestión, convoca nuevas elecciones enmascaradas de plebiscitarias, no por la gestión realizada, si no una aventura independentista condenada al fracaso de antemano, por ser incompatible con la nueva idea de Europa y del mundo que ha de configurarse a la salida de la crisis.
 
Espero y confío en el buen sentido de la mayoría de los catalanes que no se dejen llevar por arrebatos, o pasividad extrema y comprendan que las soluciones rupturistas o continuadoras de lo mismo que se plantean des de los nacionalistas de uno y otro signo, no van a llevarnos a ningún sitio y que solo la solución federal para España que se propone desde El PSC y el PSOE, nos permitirá superar los problemas que nos atenazan a todos.