domingo, 24 de noviembre de 2019

DESTERRANDO EL POPULISMO Y LA DEMAGOGIA


El Populismo, de derechas y de izquierdas entró con fuerza en nuestro país de la mano de Ciudadanos y Unidas Podemos, dos fuerzas que en un inicio venían a romper el bipartidismo, en España, algo que se convirtió de la noche a la mañana en el origen de todos los males que afectaban a nuestro país y que había de ser destruido, para que el país pudiera seguir avanzando.

Con el paso de unos pocos años, y después que ambas fuerzas se autodefinieran como no el no ser de derechas ni de izquierdas, cuestión que nos hizo sospechar a algunos mal pensados que ambas fuerzas habían sido creadas por los poderes fácticos de este país, con la finalidad no de superar el bipartidismo sino de substituir a los partidos que hasta entonces lo habían conformado por estos dos nuevos, uno, Ciudadanos, indiscutiblemente afín a sus intereses y el otro Podemos, en el marco del comunismo radical, garantía que nunca iba a ganar unas elecciones, pero que iba a impedir, en caso de no conseguir eliminar al PSOE, restándole votos que esta formación volviera a gobernar el País.

Ciudadanos, nació en Cataluña como partido de la derecha liberal, para aglutinar a la burguesía catalana no independentista, que con el paso de la antigua CDC, hoy llamada PDECAT, o JXCat, o Crida per la Independencia, al independentismo, quedaba huérfana de formación política afín a sus intereses. Ya de buen principio, esta formación se salió del planteamiento liberal, al adoptar una actitud claramente asimilable al nacionalismo español, cuestión que se hizo claramente palpable en cuanto después de ganar una elecciones autonómicas en Cataluña, convocadas por Mariano Rajoy, en virtud de la aplicación del artículo 155, en plena efervescencia del independentismo, el 21 de Diciembre de 2017, no fueron capaces ni tan solo de hacer valer su fuerza como líderes de la oposición en el Parlamento catalán ni aprovechar, la debilidad del independentismo que pese tener una mayoría absoluta de escaños, se hizo totalmente inefectiva, al formar parte de ella diputados fugados de la justicia y otros encarcelados. El Nacionalismo Españolista de Ciudadanos, fue la clave para ser rechazado por una buena parte de la burguesía catalana que si bien es catalanista, no comulga de ninguna manera con el independentismo. Por otro lado, las formas populistas que adopta su líder Albert Rivera, no casan ni con cola con la manera de hacer de la burguesía y las clases medias catalanas; el resultado de todo ello es que la pérdida de votantes en Catalunya de la formación Ciudadanos, en las pasada elecciones Municipales del pasado 26 de Mayo ha sido espectacular, hasta el punto que ya en previsión, situó a todos los principales líderes en Cataluña, en las listas al Parlamento Español, o en algunos de otras Autonomías, o municipio, dejando a la primera fuerza de la oposición en Cataluña, con personajes de segunda fila.

La evolución de PODEMOS, es también curiosa. En 2014, acabada de constituirse como Partido político, y con un PSOE en sus horas más bajas, obtienen un éxito del todo inesperado al sacar 5 diputados al Parlamento Europeo en las elecciones de aquel año consecuencia directa de una crisis económica galopante que a escala mundial estaba procurando tremendos estragos en las vidas de las clases medias y bajas, que en nuestro país vieron en PÒDEMOS la luz al final del túnel, al presentarse, como la única formación política libre de corrupción.

Sin embargo los que impulsaron su creación, no contaron con que las bases del PSOE, sabrían hacer su revolución interna, apartar a los líderes que se habían aburguesado y mostrado incapaces de gestionar desde la izquierda, o sea defendiendo las mayorías sociales, la salida de una crisis que solo los poderosos habían provocado y que se iban saliendo sin pagar un centavo, mientras que las grandes mayorías, debían soportar todo el coste de la recuperación económica. El encumbramiento de Pedro Sánchez por parte de las bases del PSOE y el arrinconamiento de los antiguos líderes, dieron una nueva imagen al socialismo español, que junto a la puesta en evidencia del falso utopismo de PODEMOS, dio un giro al electorado, que ha vuelto a confiar en el PSOE, como se vio en las elecciones del 28 de Abril y el 26 de Mayo, como el Partido que puede sacar a España de la crisis dentro de los cánones de la justicia social.

Hoy después del 10N hemos visto con claridad el hundimiento electoral de ciudadanos y la puesta en evidencia de los errores cometidos por su dirección y que hemos señalado más arriba. Podemos, pese a la fragmentación ha resistido el embate, pero con graves pérdidas que le condenan a corto o medio plazo a su desaparición, cuestión evidente que la ciudadanía ya no está por el populismo ni de izquierdas ni de derechas y aunque de momento parece que VOX, un populista aún más exagerado haya adquirido protagonismo, no lo duden ni por un momento que se trata de un espejismo que no va a tardar en desaparecer.

La sensatez se impone en la sociedad española.

viernes, 22 de noviembre de 2019

LA NECESARIA REVOLUCIÓN EN EL PP



Parece que una parte de nuestros políticos, intelectuales y o pensadores , no quieren darse cuenta, que la base de cualquier estado de derecho, como son los Partidos Políticos deben ir adaptándose a la nueva realidad que en esta época convulsa la sociedad en general va experimentando día a día. Cuando Mariano Rajoy decía aquella sentencia: “Lo que funciona no hay que tocarlo”, es la más grande perogrullada que se ha dicho jamás y demuestra con claridad la poca visión política del personaje que con su actitud dejo pudrir el tema del secesionismo en Cataluña, por ejemplo. Todo lo que tenga que ver con la sociedad debe ser susceptible de transformarse para seguir siendo útil y acorde con la misma y los partidos políticos no son la excepción.

Si bien este planteamiento debería resultar natural en la izquierda y en la derecha liberal y todo el mundo asocia el progreso en estas formaciones del espectro político, deberíamos entender que el llamado conservadurismo, o sea el sector de la derecha que sigue predominando en el llamado mundo occidental, debe también renovarse y adaptarse a la nueva realidad si pretende subsistir en el tiempo.  Dado que en España, y desde los tiempos del Cánovas del Castillo, el conservadurismo siempre ha ido de la mano del liberalismo, incluso en los duros años de la dictadura franquista, sorprende que hoy tengamos un partido como el PP, totalmente desconectado de la realidad, enfangado en la corrupción y sin rumbo ni claridad de ideas en sus dirigentes que le saquen del empantanamiento en que se encuentra y por encima de todo totalmente fuera de la órbita del social liberalismo europeo, de Ángela Merkel, Emmanuel Macrón, etc.

Es verdad que en nuestro país, y hace bien poco, la socialdemocracia, eminentemente representada por el PSOE, había caído también en esta desconexión de la realidad, sus dirigentes se aburguesaron y el llamado aparato dirigente del partido iniciaron un período de connivencia con el liberalismo de corte europeo que condujo a la frustración de gran parte de la militancia y la pérdida de confianza de la misma en la capacidad de la organización para transformar la injusta realidad en la que el neoliberalismo económico, nos intentaba imponer. Fue necesaria una gran revolución interna en los años 2015, 2016 y 2017, encarnada en la figura de Pedro Sánchez Pérez Castejón, que arrinconó al viejo aparato y sus caducas ideas y devolvió la ilusión y esperanza a las bases que vieron retornar la gran voluntad transformadora de la sociedad que el PSOE siempre había tenido.
Algunos dirán que el PP, también  ha cambiado las caras de sus dirigentes y ha apostado por líderes jóvenes y que en apariencia al menos ha dado un giro en sus políticas caducas. Sin embargo el público apoyo de José María Aznar a Pablo Casado, en las pasadas elecciones del 28 de Abril y las continuas manifestaciones públicas de Mariano Rajoy, en apoyo del actual dirigente, son una muestra más que palpable, que bien poco ha cambiado en este Partido y que siguen en la inopia, predicando un neoliberalismo ultraconservador, que ya no es aceptado ni por la gran mayoría de los pequeños y medianos empresarios, cuando se dan cuenta que no les favorece en lo más mínimo a sus intereses.

La cerrazón de los Populares en la cuestión territorial, refugiándose en el ultranacionalismo español más anacrónico, es otra evidencia de la desconexión de este grupo con la realidad de nuestro país. Su negativa a aceptar el federalismo, como una solución justa y equitativa les está llevando a persistir en la división de la sociedad catalana, dando aire continuamente al independentismo y manteniendo la traumática rotura que este ha causado a toda la sociedad catalana.

Su poca credibilidad ante el tema de la corrupción, por cuanto este partido sigue amparando a sus corruptos y tapando en cuanto puede sus miserias, Cuando le siguen estallado casos, como el de la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid y les siguen sentando en el banquillo a sus antiguos dirigentes a los que siguen dando pábulo y consideración, como Esperanza Aguirre, nos ponen de manifiesto la necesidad de una gran revolución interna que les sanee, les de un nuevo ideario, conforme a las nuevas realidades de la sociedad español, que ya ha dejado de ser esta sociedad rural y poco ilustrada, de los principios de la democracia, para convertirse en una sociedad en consonancia con el siglo XXI.

Espero que esta revolución suceda lo más pronto posible y que en estos momentos, en que el bipartidismo parece que va a imponerse de nuevo en nuestro país, el partido liberal conservador, consiga su aggiornamento del mismo modo que lo hizo la socialdemocracia y se pueda emprender de nuevo una etapa de progreso y justicia social en la llamada revolución digital en la que estamos todos inmersos.

viernes, 1 de noviembre de 2019

TORRA, PEDRO SÁNCHEZ Y UN TELÉFONO SIN DESCOLGAR


Dicen los que entienden que el soberanismo catalán está tocado de muerte y que esto lo corrobora el hecho que en estos últimos tiempos ha traspasado la línea roja de la violencia callejera mediante unos comandos no muy bien entrenados pero si bien aleccionados que se autodenominan CDR (Comités de Defensa de la República); por cierto, este nombre me choca por cuanto en el reciente juicio celebrado en el Tribunal Supremo, a los dirigentes soberanistas que el 27 de octubre de 2017 en votación solemne en el Parlament de Catalunya, proclamaron la Independencia, siguiendo el mandato emanado del referéndum ilegal que se había efectuado el 1 de octubre de aquel mismo año. En la sala 2ª del TS ante los 7 jueces, todos ellos proclamaron que se trató de un mero simbolismo y que nunca tuvieron intención de actuar como si de un nuevos estado se tratara. Entonces yo me pregunto, ¿A qué República defienden  estos comités? Quizás debería añadir una S a sus siglas entre la D y la R pues el nombre de Comités de Defensa de la Simbólica República, sería mucho más apropiado.

Me estoy dando cuenta estos días, de una cosa, el Sr. Quim Torra se niega a admitir, como es que el llamado procès soberanista a acabado en un rotundo fracaso, que la declaración unilateral de Independencia se ha saldado con penas de cárcel para los procesados y una eurorden de captura y entrega a España de los que se fugaron hace dos años. Que nadie en Catalunya hoy se considera que vive en un país independiente y no ve cerca de ninguna de las maneras el conseguirlo. ¿Donde han quedado pues, las promesas de una independencia en 18 meses?

Demostrado fehacientemente el engaño del “España nos roba” Comprobada la falsedad de la afirmación que la UE reconocería una Cataluña independiente como estado miembro de pleno derecho; y visto el resultado de la fragmentación social en dos mitades de la sociedad catalana y de los partidarios del independentismo en tres formaciones peleadas entre sí, parece inconcebible que siga habiendo un alto porcentaje de ciudadanos que sigan a pies juntillas las directrices que desde el independentismo se emiten.

Otro tema a tener en cuenta sobre esta cuestión es que la mayoría de los jóvenes que han sido detenidos en las algaradas de estos últimos días en Barcelona son hijos y nietos de familias de alta alcurnia residentes en la parte alta de la Ciudad Condal, lo que nos confirma que aún a la desesperada, y cuando todo parece caer por la borda, la burguesía catalana sigue liderando el tema incluso en la deriva violenta.

Quim Torra un activista que actúa como tal desde la presidencia de la Generalitat de Catalunya, y se niega a admitir la realidad de la situación, persiste en el error y anuncia que antes de terminar esta legislatura, Catalunya volverá a ejercer el derecho a la autodeterminación, a pesar que ya se ha demostrado que nadie en todo el orbe planetario se lo va a reconocer. Se empeña en llamar una y otra vez a Pedro Sánchez, negándose a condenar la violencia, y a hablar con los líderes de la oposición en Cataluña, en el falso empeño de considerarse representante de todos los catalanes cuando está más que demostrado con sus actitudes que solo representa a una pequeña parte del independentismo. Claro que uno enseguida piensa, ¿Cómo va a condenar a los CDR violentos, si los ha estado impulsando hace cuatro días con el famoso “Apreteu, Apreteu”?  (Apretad, Apretad).

Quim Torra es el peor presidente que ha tenido Cataluña con diferencia, desde su irrealidad está conduciendo el país al desastre más absoluto, económica y socialmente, la economía completamente estancada pierde fuelle día a día, su negativa a buscar soluciones dentro del autonomismo que es la realidad actual, ha creado una incertidumbre tal, que acelera la deslocalización de empresas, no solo de sus sedes sociales si no de sus centros de producción.

Me dicen, algunos entendidos, que no va a llegar a las navidades y que después del 10 N, ERC y algunos elementos del PDCAT  van a removerle la silla hasta sacarlo de la presidencia, y substituirle por otro elemento más contemporizador, que permita dejar para más adelante, la consecución de la ansiada independencia, intentando así frenar la inevitable caída a por el precipicio a la que Quim Torra y Carles Puigdemont parece que nos abocan.

La encuesta del CIS, publicada el pasado 29 de Octubre, en lo que se refiere a Cataluña, que pronostica un desastre en el PDCAT, y una victoria de ERC seguido muy de cerca por el PSC, viene a reafirmar la conjetura expuesta en el párrafo anterior, por lo que debemos prepararnos, para unos grandes cambios en el panorama político catalán, que casi con toda seguridad va a reemprender el camino que nunca debió dejar del dialogo y la convivencia con el resto de España, como única salida a recomponer la fractura social que la unilateralidad y el egoísmo nacionalista, tanto catalán como español ha procurado.

Que Sánchez no coja el teléfono a Torra, va a resultar una gran ventaja y quizás por primera vez en muchos años, el destino de Catalunya deje de estar dirigido y orientado por la burguesía catalana para estar en manos de las clases medias y populares, mucho más pragmáticas en la defensa de los intereses de los más desfavorecidos.