lunes, 29 de junio de 2009

FEDERALISMO EN EL SIGLO XXI


Parece ser que en España, en la entrada del siglo XXI, Federalismo es un término que produce un cierto pavor en un sector de la clase política, y como consecuencia a sus seguidores, hasta el punto que ni sus partidarios más convencidos se atreven a pronunciarlo, substituyéndolo por el eufemismo de “España Plural”; sin embargo, si nos atenemos a la definición del término y reflexionamos un poco, sin apasionamiento de ningún tipo, sobre la realidad social y cultural de la piel de toro, veremos que se trata del modelo de estado que mejor garantizaría la convivencia entre las distintas colectividades que conforman lo que venimos llamando España.
El federalismo se define como, una corriente de pensamiento político que concibe un orden mundial mediante un sistema de pactos entre diferentes pueblos, estados o naciones.
Que España la conforman una serie de pueblos con distintas peculiaridades, que con más o menos dificultades han venido conviviendo desde tiempos ancestrales, es una realidad que nadie con dos dedos de frente puede discutir. Que a partir del siglo XVIII, y como consecuencia de las teorías centralistas que impulsa la monarquía borbónica, se perjudica gravemente la convivencia entre los diversos pueblos hispánicos, intentando el predominio de una cultura sobre todas las demás, es también un hecho irrefutable. Que desde entonces hasta nuestros días, salvo pequeños períodos históricos excepcionales, la reivindicación de estos pueblos ha sido una constante, es también un hecho incontestable. Por todo ello, se hace imprescindible y urgente solucionar, lo que los españoles no fuimos capaces de resolver en el siglo XIX, el establecimiento de un modelo de estado, basado en la justicia, la democracia y la equidad, donde todos nos sintamos cómodos.
Si partimos de la base que ya en la constitución republica de 1931, se reconoce y establecen las autonomías de Cataluña, País Vasco i Galicia, como parte esencial del nuevo estado republicano, y que este hecho es trasladado y ampliado, en la constitución de 1978, como condición sine qua non para dar credibilidad a la nueva democracia; deberemos admitir, que cuando ha sido necesario plantearnos el tema de la forma de estado, los españoles acabamos adoptando posturas de tipo federal, aunque por presiones de los grupos nacionalistas, centralistas o periféricos, en lugar de desarrollar plenamente lo creado, nos quedamos a medias, como si nos arrepintiéramos de lo hecho, o prefiriéramos mantenernos en la ambigüedad.
Por lo demás, desde el nacionalismo centralista, no se ha dudado en deformar la enseñanza de la historia a fin de adaptarla a sus intereses, creando un falso concepto unitarista de España, basado en la asimilación por parte del medieval reino de Castilla, de todos los demás reinos ibéricos y por el lado de los nacionalismos periféricos, tampoco se ha tenido reparo alguno, en hurgar profundamente en las heridas, presentando la convivencia entre los distintos pueblos que conforman España, como una dominación e imposición de unos sobre otros. ¿Recuerdan Vds. el España se rompe del PP, en contra del nuevo estatuto de Autonomía de Cataluña? o ¿La continúa reclamación, más o menos velada, del derecho a la independencia de CiU, PNV, BNG i otras formaciones?
Un correcto desarrollo del estado autonómico, evolucionando hacia un estado federal, o sea transformando el Senado, como la verdadera cámara democrática de representación territorial, es lo que, según mi opinión, permitirá la superación de todos los conflictos; pues si bien se reconocería las diferencias entre colectividades, el hecho de encargar el desarrollo del conjunto a la unión de todas ellas, obligaría a cada uno a sentirse miembro de España, terminado de una vez por todas con el estéril debate de si uno se siente más catalán, vasco, gallego, andaluz, etc. que español, o el de la reclamación del derecho de autodeterminación cuando necesariamente, cada pueblo, nación, o lo que se le quiera llamar, habría hecho expresa renuncia al derecho de soberanía, para cederla a la colectividad.
Piensen Vds. a título de ejemplo, que el debate sobre las selecciones deportivas que hoy trae de cabeza a unos y otros perdería gran parte de su sentido, como sucede en todos los países de sólida estructura federal, Alemania por ejemplo, al considerarse el estado como una unión voluntaria de pueblos, parece pues de toda lógica que el esfuerzo se dirija a potenciar una selección deportiva representante del conjunto.
Tampoco tendría sentido el debate lingüístico, pues todas las lenguas pasarían a ser oficiales en todo el territorio, como riqueza de un patrimonio común de todos les españoles: hablen, entiendan o no cada una de ellas, patrimonio que el estado federal procuraría por su protección y mantenimiento.
Finalmente, con una potente cámara de representación territorial como seria el Senado convenientemente reformado, se pondría punto final al estéril debate a la búsqueda de identidad, española unos, o local los otros, con el único objetivo de confrontar-la con la de los demás, en la estúpida competición de quien es mejor. Quizás entonces la totalidad de los españoles, comenzaríamos a remar en la misma dirección, sin recelos de ningún tipo, con lo que se abre la posibilidad de un futuro de gran prosperidad para todos.

lunes, 22 de junio de 2009

ESPAÑA FEDERAL


Aunque desde posiciones nacionalistas, de cualquier signo se diga lo contrario, la idea de una España Federal sin calificativos, va calando en la ciudadanía como la gran solución a un modelo de estado, que desde el siglo XIX España no ha sabido encontrar.

La guerra de la independencia y el regreso de Fernando VII al trono, y la consiguiente confrontación entre liberales y conservadores, que se agravó durante el reinado de su hija Isabel II; provocó la primera idea de federalismo en nuestro país de la mano de Estanislau Figueras, Pi Margall i Nicolas Salmeron, presidentes de la primera República española en el año 1873, idea que surge como contraposición a un estado-nación unificador que no tiene en cuenta la distintas realidades de las distintas colectividades que lo conforman y pretende mantener, en base a la fuerza, los restos de un imperio colonial en proceso de desmantelamiento.

El intento de los promotores de la primera República y de su constitución de corte federal, se ve abocado al fracaso por la falta absoluta de visión de los ultranacionalistas, que se lanzan a la insurrección cantonalista, combatiendo unos contra otros, (desde la base naval de Cartagena, constituida en cantón autónomo, se bombardeó Alicante i Dénia, también cantones autónomos), y creando no un clima de unidad si no de total desconcierto, cuestión que termina por llevar al traste el único intento serio de instaurar en nuestro país, al mismo tiempo que se hacia en otros de Europa y América, una moderna concepción del estado.

¿Se imaginan Vds. como hubiera cambiado la historia de haber prosperado esta idea? Con toda seguridad, en el interior las relaciones entre Cataluña, País Vasco, con el resto de comunidades españolas hubieran estado exentas de conflictos, así como con los restos del imperio colonial y las excolonias con los que en lugar de enfrentamientos, se habría podido constituir una especie de Commonwealth. Ahora bien, esto es ficción, aunque la lección que hay que sacar del hecho, es que el egoísmo nacionalista, fue quien llevó al traste un intento de modernizar la obsoleta estructura del estado español.

Desde entonces y hasta hoy, no han cejado los intentos de encontrar una moderna concepción del estado, en ocasiones de forma violenta y en otras de manera pacífica y ordenada, siendo el último de ellos, el que emana de la constitución de 1978, que bajo el eufemismo de un estado autonómico, establece un punto de partida hacía un autentico federalismo.

Hoy los nacionalismos denominados periféricos están en franco retroceso, ninguno de ellos ostenta el poder en comunidad autónoma alguna. Por otro lado, el gobierno central, si bien en minoría, lo ocupa una formación que en su congreso del año 2000 asumió el concepto de España Plural, eufemismo para designar el Federalismo sin calificativo alguno; partido cuya propia estructura interna es de corte federal. Parece pues una buena ocasión para avanzar seriamente en este sentido y de sentar las bases para avanzar en este proceso. Esperemos que así sea, voluntad en muchos de nosotros no falta.

En un próximo artículo analizaremos en profundidad, los pros y los contras de la solución federal para España.

domingo, 14 de junio de 2009

LA SUBIDA DE IMPUESTOS



Por mal que les parezca a los conductores y a los fumadores, la subida de los impuestos sobre las gasolinas y el tabaco que recientemente ha decretado el gobierno español, en su esfuerzo para contener el déficit público; a mi modesto entender está completamente de acuerdo con la filosofía socialdemócrata que debe inspirar a todo partido socialista que se precie.

Los detractores, partidarios en la mayoría de los casos del sistema ultraliberal y neoconservador que predica el Partido Popular y las derechas nacionalistas en nuestro país, se han apresurado a señalar que la medida afecta a impuestos de los denominados indirectos, los que gravan el consumo, cuestión no muy acorde con el principio de quien más gana más paga, que los socialistas vienen teniendo como máxima. Aunque el argumento esgrimido es pobre en cierta manera, pues en el caso de la gasolina, con la bajada de los precios que incluso ha llegado a provocar IPC negativo en los últimos meses; parece lógico que el estado aproveche para corregir desviaciones exageradas del déficit público que la mayor demanda de protección social está produciendo. En el caso del tabaco, se trata de una droga, que si me apuran seria conveniente de prescindir totalmente, en beneficio de una disminución de los costes sanitarios provocados por este maléfico vicio, por lo demás, es totalmente de recibo que las subidas de este producto, incitan a más y más gente a dejar el vicio. Distinto seria el caso, que la subida se planteara en un impuesto, también indirecto, como el IVA, con repercusiones en todos los bolsillos.

Hace unos días, el presidente Zapatero, nos hablaba del convencimiento del gobierno español, que la actual crisis económica ha de abrir paso a un nuevo orden económico mundial, que en nuestro país se traduciría en sacudirnos la fatal dependencia del sector inmobiliario y de la construcción como máximo exponente especulativo, después de haber quedado demostrado, fehacientemente, que el crac económico planetario, ha sido producido por la ambición desmesurada de los especuladores y responsables financieros.

Estoy convencido que otro pilar de este nuevo orden económico debe ser un justo reparto de la riqueza, circunstancia que solo es posible con una política fiscal de talante socialdemócrata, donde los estados junto con las entidades supra-estatales y no las volubles leyes del mercado, como predican Aznar Bush y compañía, sean los encargados de garantizar la protección social adecuada, con unos mínimos derechos totalmente satisfechos a todo ser humano.

Amigos, estoy muy satisfecho que finalmente el gobierno socialista de mi país, empiece a tomar el rumbo que nunca debió dejar y se aleje de los cantos de sirena de los neocon, que en nombre de una libertad mal entendida solo pretenden enriquecer a unos pocos, en base a la ruina y desprotección de la mayoría.

lunes, 8 de junio de 2009

LA ABSTENCION EN LAS EUROPEAS


La abstención ha sido la gran ganadora en las elecciones Europeas del pasado día 7 de junio y esta es cuestión, que a todos los ciudadanos, no solo a los políticos, nos debería de preocupar muchísimo; pues al fin i al cabo no es nada mas que la constatación del poco o nulo interés que el proyecto de Unión Europea despierta en la ciudadanía en general i en particular a los de ideología izquierdista.

¿Es que hemos dejado de creer en una Europa, como potencia mundial? ¿Es que la idea nacionalista de cerrazón en el propio caparazón no nos deja ver un horizonte amplio?

Los grandes titulares, achacan la abstención y el fracaso de la izquierda en estos comicios, a la crisis económica; aunque yo opino que poca influencia ha tenido en este asunto, al no recibir castigo alguno ninguna de las grandes formaciones derechistas que presiden los principales gobiernos, como el presidido por Ángela Merkel, en Alemania, o Nicolás Sarkozy en Francia siendo al fin i al cabo los responsables directos de la gestión, y pese verse algunos de ellos inmersos en diversos escándalos, como el caso del primer ministro italiano, Silvio Berlusconni.

La izquierda europea en general, inmersa en una crisis identitaria, en el caso de Francia i Alemania, y dubitativa en la defensa de un ideal federalista europeo, en los demás casos, no ha sabido transmitir al electorado el concepto de la Europa Unida, económica, política y socialmente cuestión que sin ningún genero de duda, ha acabado por provocar que el euro escepticismo, intrínseco, en la derecha, acabe por imponerse.

¿Que sucederá a partir de este momento?; solo el tiempo lo dirá, aunque es de preveer, una paralización de todos los proyectos de avance hacia la unión política, como podía ser el tratado de Lisboa, un frenazo a la ampliación y un giro neoliberal en las medidas para intentar superar la crisis económica, como la que fue rechazada hace poco de las 65 horas de trabajo semanales.

Los europeistas convencidos, deberían iniciar una profunda reflexión, i ponerse a trabajar, para difundir el mensaje de la necesidad de una Europa social, una Europa, que solo será posible desde concepciones de izquierda, capaces de renunciar al menor atisbo de nacionalismo, abrazando incondicionalmente la idea federalista, como gran solución europea.