lunes, 9 de diciembre de 2013

UNA RENOVADA UE, ANTÍDOTO CONTRA EL NEOIMPERIALISMO


 
 
Dos guerras mundiales, originadas en Europa, de la primera de las cuales vamos a conmemorar el centenario de su inicio el próximo año 2014, y los horrores que supusieron, fueron lo que convenció a los padres fundadores de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, precedente de la actual UE, de la necesidad de unir esfuerzos, para avanzar conjuntamente hacia el progreso y evitar que otra vez los nacionalismos, en su evolución a la fase imperialista, en coincidencia con un capitalismo desbocado e injusto, degeneraran en una catástrofe de fatales consecuencias para toda la humanidad.

 

Hoy en la entrada del nuevo siglo XXI, el capitalismo, vuelve a darnos una muestra de agotamiento de su ciclo vital, y de su esencia parece emanar fatalmente la necesidad de destruir de nuevo todo lo que hasta hoy existe, con el fin de recrearlo de nuevo, en este afán de los poderosos del planeta de mantener sus privilegios y riquezas, por encima de todo.

 

Los viejos decimonónicos imperios, Austro-Hungaro, Otomano, etc. fueron arrasados en la primera gran guerra (1914-1918) y el intento de recrear uno nuevo en una Europa totalmente germanizada, y otro en Asia centralizado en un Japón expansionista, se fue al traste en la segunda. La guerra fría siguiente dilucidó la supremacía, planetaria a favor de los Estados Unidos que no ha sabido administrar correctamente, mostrando sus miserias más intimas en particular sus pies de barro, al regresar al mismo sistema económico depredador que en 1929 acabó con un crack bursátil, que en 2007 se repitió.

 

Acabada la II Guerra Mundial, los líderes políticos europeos, tanto de derecha como de izquierda, entendieron de la necesidad de encontrar un sistema, capaz de impedir en el futuro repetir una catástrofe como la que acababa de suceder. Conscientes que el nacionalismo como doctrina necesita de la confrontación con los demás para poder sobrevivir, y que en el caso de una deriva extremista del mismo, se acaba abocando a conflictos impredecibles, se adopta en primer lugar, un sistema económico de corte socialdemócrata, donde a través de los impuestos, se redistribuye la riqueza generada entre la población, generando lo que más adelante hemos convenido en llamar estado del bienestar y por otro lado iniciar un larguísimo proceso democrático, de superación de las diversas consciencias nacionales, estableciendo una identidad europea, que desde el respeto a la diversidad se consiga un todo unitario.

 

Hoy estamos en una avanzada fase de este proceso, con una UE formada por 28 países, y algunos otros que están llamando a la puerta, aunque en muchos de ellos y en los propios organismos de la Unión, como el parlamento domine, democráticamente elegida, una derecha que parece haber olvidado, el motivo esencial de su creación, y una grave crisis económica en el orbe planetario se cebe especialmente en esta Europa en construcción, haya ocasionado un cierto frenazo en la evolución del proceso, nadie duda que una tercera guerra mundial en terreno europeo, no sé vislumbra a corto plazo.

 

Sin embargo, si vemos alarmantes señales preocupantes para todos estos que tenemos la manía de leer los periódicos y de seguir la actualidad día a día, que nos indican que el parón podría alargarse mucho más de lo deseable y para algunos incluso mandar al traste este proyecto. No es esperanzador para la UE, el ascenso electoral, en Francia, Holanda, Países Nórdicos y del este Europeo, de partidos y formaciones políticas de clara ideología ultranacionalista, fascista y neonazi, que con toda claridad se oponen a la consolidación y evolución de este ente supranacional. También vemos con enorme preocupación, la poca disposición de las élites de los USA, de admitir una nueva potencia en el orden mundial, que económicamente le dispute, en plano de igualdad su liderazgo planetario; y por último nos tememos el hecho que la izquierda socialdemócrata, la que ideológicamente debería sostener el discurso en el que el proyecto se fundamente, no acabe de conectar con la sociedad, después del ataque que sufrió en los años 90 por parte del neoliberalismo de la reacción, (que no revolución) conservadora que en los 80 predicaban Margaret Tatcher y Ronald Reegan.

 

La socialdemocracia europea, también la española, ya terminó su larga travesía por el desierto, y reconociendo el fatal error de plegarse a las exigencias de la derecha, en cuanto a política económica se refiere, empieza de nuevo a levantar cabeza, con propuestas genuinas, totalmente acordes con sus principios fundamentales. Es hora pues que los electores volvamos a confiar en ellos, y en las próximas elecciones, al Parlamento Europeo, demos el vuelco a la actual situación de predominio derechista, con el fin que este ente supranacional, reemprenda el camino hacia su total construcción y devuelva a los ciudadanos europeos el orgullo de ser el elemento capaz de evitar la entrada definitiva del capitalismo en su fase imperialista.

lunes, 2 de diciembre de 2013

EL PODER


 
Estoy seguro que todos, con más o menos matices, coincidiríamos si nos pusiéramos a definir el concepto del poder y creo que también acordaríamos  que lo más importante en cuanto a la organización social, no es la definición del concepto si no quien lo detenta y ejerce, y es precisamente esta cuestión sobre la que pretendo reflexionar en el presente artículo.

 

Desde el siglo XVIII, cuando el capitalismo como forma de organización social, vio la luz, y la propiedad privada se puso al alcance de buena parte de la ciudadanía, arrebatándole el privilegio a la aristocracia, mantuvo la detención del poder en función de la posesión de riqueza, solo que dejó de estar concentrada en la nobleza, abriendo la posibilidad de acceso a la burguesía; la estructuración del estado nación, como forma de  representación para la coordinación de esfuerzos y recursos, delegó en el gobierno de esta institución el ejercicio del poder colectivo. La democracia, tal como hoy la entendemos, vino a organizar de una forma más justa esta delegación de poder, pero de hecho mantuvo la idea de la acumulación de recursos como base principal. Los impuestos devenían la formula efectiva de delegación del poder en manos del estado, al administrar más recursos que ningún otro ciudadano individualmente, devenía la representación del poder.

 

Este tipo de organización funcionó con sus más y sus menos, hasta los años 80 del pasado siglo XX, donde las grandes corporaciones fundamentalmente norteamericanas, que mediante la llamada globalización, conseguían capitales en todo el mundo, lograron superar los recursos de muchos estados nación, dominándoles en base a la adquisición de su deuda pública. El intento de neutralización de esta estrategia, en Europa, con el progreso de la UE, fue el más serio adversario de las corporaciones, pues la puesta en común de los recursos de una serie de países ricos, como los componentes de la Europa de los 27, superaría muy mucho, incluso la conjunción de capitales de todas las corporaciones juntas; tanto es así, que el acoso y derribo de la UE se convierte en el principal objetivo y para ello se cuenta con un aliado imprescindible como es el nacionalismo, esta idea ancestral tan arraigada en la vieja Europa, que viene a consagrar como importante el bien de unas élites, digámosles locales, por encima del bien de la totalidad de los ciudadanos, que uniendo esfuerzos y en base a la solidaridad conseguirían metas muchos más elevadas.

 

Una constante en los grupos que han ostentando el poder durante las diversas épocas de la historia es la acumulación de dinero; pudiendo afirmar sin lugar a equivocarnos que es quien tiene la llave de la caja, el que domina todo lo demás. Particularmente en la época actual, esta cuestión se hace bien patente, cuando todos reconocemos a los realmente poderosos en el sector financiero, que incluso han llegado al extremo que gobiernos y organizaciones ciudadanas, nos sacrificamos, hasta límites inconcebibles, para salvarles de la ruina más absoluta que su egoísmo y sus errores de gestión les han conducido.

 

Pero amigos, estamos en el siglo XXI, y afortunadamente, los europeos, a través, del llamado estado del bienestar, hemos conseguido un nivel de educación y conocimiento, y como consecuencia capacidad de raciocinio, mucho mayor que nuestros antepasados, cuestión que nos sitúa en perfectas condiciones para emprender una verdadera revolución que venga a poner en solfa una de las realidades que se me antojan bien patentes, como es la cuestión de dilucidar donde reside verdaderamente el poder y que buscar la manera de ejercerlo en beneficio de la gran mayoría de ciudadanos.

 

Es falso que el poder real lo ostenten los grandes financieros, ellos lo que hacen es comprar, voluntades con dinero o movilizando agentes de coacción que mediante la violencia, consigan doblegar a quien ose plantarles cara. El poder sigue residiendo en la colectividad de los ciudadanos y su capacidad de ponerse de acuerdo, así como de su capacidad basada en el conocimiento de crear riqueza.  Un pequeño ejemplo de esta afirmación lo hemos tenido en España, con la huelga de los trabajadores de limpieza de Madrid, por cuanto los trabajadores organizados, han plantado cara a unas propuestas totalmente injustas de la patronal, y a un gobierno derechista tras el que se parapetaba el empresariado, consiguiendo un éxito total y dejando bien patente que el poder real se encuentra de su lado, pues al fin y al cabo sin ellos es imposible prestar el servicio, y más cuando la ciudadanía directamente afectada se solidariza con ellos. Buena prueba de ello, y quizás podríamos considerarlo como otro éxito adicional, conseguido por los trabajadores, el pánico que se ha desatado en el partido gobernante y particularmente en la alcaldesa de Madrid quien ha rozado el ridículo más espantoso, pretendiendo atribuir el éxito de la huelga, de evitar el ERE planteado, no al esfuerzo y decisión de los trabajadores organizados, si no a la reforma laboral que más paro ha provocado en la historia de nuestro país.   

 

El poder real, reside en la colectividad organizada, aunque desde siempre las élites han intentado y hasta hoy conseguido, en base a la compra de voluntades, de la difamación y desprestigio de las entidades organizativas de la clases populares y la carga contra la verdadera democracia, convencernos a todos que el poder sigue residiendo en sus manos, como antaño lo habían situado en manos de un rey.

 

La llamada clase media y las clases populares en el siglo XXI, deberíamos ser conscientes del poder que realmente nos da nuestra capacidad de organizarnos y lanzarnos a promover la gran revolución del siglo XXI, que vuelva a situar las cosas en el sitio que les corresponde, donde se deje de considerar a los trabajadores en las empresas como un coste igual que el de las mercancías y se le de la consideración que merecen como seres humanos y como piezas más fundamentales incluso que el capital, en el progreso de las empresas.

 

La intelectualidad del siglo XXI, conjuntamente con los partidos y organizaciones de izquierda, deberían ya lanzarse a despertar en las llamadas clases medias y trabajadoras, su consciencia de poseedores del poder real y la necesidad por el bien de todos que lo ejerzan de forma organizada y efectiva, arrebatándoselo a las actuales elites que lo detentan de forma totalmente ilegítima. Esta va a ser la verdadera revolución en el siglo XXI, la que en verdad va a sentar las bases de la convivencia en la nueva era que empieza hoy mismo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

DESPUES DE LA HUELGA DE LIMPIEZA DE MADRID




Desde aquí quiero felicitar al colectivo de trabajadores de las empresas de limpieza de la ciudad de Madrid, por la lección que nos han dado a todos los españoles, en defender unos derechos que tanto una legislación perversa como la mala voluntad de los actuales mal llamados empresarios en connivencia con los políticos que nos gobiernan pretendían conculcar. Un aplauso por el éxito conseguido.

Ahora bien, además de evitar los despidos, y la rebaja general de salarios que se pretendía, estos trabajadores han conseguido poner en evidencia, la desastrosa gestión municipal que la alcaldesa Ana Botella, hace en el Ayuntamiento de Madrid en general y de este asunto en particular, cuando todo el problema deriva de su decisión de rebajar los contratos, con las empresas concesionarias, sin condicionarlo al mantenimiento de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales existente hasta entonces; cuestión de la que ya fue advertida cuando el asunto se planteó en un pleno municipal y una concejala de la oposición, les anunciaba que la rebaja que se planteaba, repercutiría directamente en las espaldas de los trabajadores; siendo, la edil tildada de catastrofista y mentirosa por parte del teniente de alcalde del Partido Popular.

Con todo se ha hecho patente, que la Sra. Ana Botella, no es alcaldesa de Madrid por méritos propios, si no por ser la Sra. De, y que es del todo incapaz de llevar una gestión tan compleja como es el del ayuntamiento de un gran ciudad como Madrid, ni de un caso de huelga como el planteado, al pretender solucionarlo mediante la contratación de esquiroles; cuestión que la susodicha ha acabado de rematar, cuando al terminar el conflicto, atribuye el acuerdo que han debido firmar patronal y trabajadores, asómbrense ustedes, a la Reforma Laboral que puso en marcha el Partido Popular y responsable del aumento del paro en nuestro país y del trabajo a precario que hoy se ha generalizado de todas todas. ¿Se puede ser más cutre?

La capital de España, no merece un gobierno tan desastre como el que encabeza doña Ana Botella, un gobierno totalmente incapaz que está llevando a los madrileños a los records, negativos, más grandes de toda su historia, con una bajada impresionante de la tasa turística, mientras que su gran competidora Barcelona, bate todas las marcas de visitantes; no merece un gobierno que les procura uno de los ridículos más impresionantes ante los foros mundiales con lo del “Relaxing cup off café con leche”, y cuya gestión dentro de los cánones del ultra liberalismo más salvaje, han conseguido situar en el límite a los obreros encargados de la limpieza.

Espero y deseo que los españoles aprendamos la lección que nos acaban de dar los trabajadores del servicio de limpieza de Madrid, en el sentido que si es posible cambiar las cosas, que de ninguna de las maneras debemos conformarnos con los palos que nos está dando el actual gobierno del Partido Popular, que otras soluciones a la crisis son posible distintas a los recortes y a la pérdida de derechos fundamentales, que el déficit público puede adecuarse, con solo perseguir adecuadamente el fraude fiscal y una nueva fiscalidad más justa, que incida sobre los que más ganan en beneficio de los que menos, acompañada de una gestión correcta de los recursos que son de todos.

Es evidente, sin embargo que el Partido Popular es totalmente incapaz de adoptar soluciones justas y equitativas, pues ideológicamente está a las antípodas de los que pugnan por un reparto justo y equitativo de la riqueza que se genera en nuestro país, y que solo siendo desbancado del poder, se podrá empezar una clara salida de la crisis dentro de los cánones de una moderna y civilizada economía del siglo XXI. 

Se hace también palpable, después de la Conferencia política del PSOE,  que queda sin efecto el argumento de la carencia de alternativa y aquello que a la hora de la verdad todos son iguales, pues hoy todo el mundo comprende que el camino iniciado por esta formación política de renovación no solo ideológica y de apertura, si no de personas, no tiene vuelta atrás.

En definitiva debemos concluir que la huelga de limpieza de Madrid, ha dado con un canto en los dientes a todos aquellos que desde los sillones predican la inutilidad del esfuerzo colectivo en general y de la huelga en particular, que los trabajadores consiguen las victorias en base a la solidaridad, no exenta de sacrificio claro está, pero que acaban conduciendo a la victoria.

A ver si aprendemos, y acabamos por sacudirnos este gobierno injusto que nos oprime.

sábado, 16 de noviembre de 2013

MENTIRAS, MENTIRAS, SOLO MENTIRAS




La historia nos enseña que la derecha en tiempos convulsos, acostumbra a llevarse el gato al agua en base a mentir y ocultar la realidad, no dejándola trascender a la opinión pública. Aunque también y en honor a la verdad, debo reconocer que en cuanto se le descubre el pastel, hasta las ratas abandonan su barco quedándose en la minoría más absoluta.

 
Es quizás lo que nos está sucediendo en nuestro país, estos últimos años, aunque todo a una velocidad de vértigo, y siguiendo un esquema parecido a lo que sucedió en el precedente de la crisis actual, como fue el crack de la bolsa en 1929 y sus consecuencias.

 
Por aquel entonces, en 1931, salida España de una cruel dictadura patrocinada por la monarquía, (Primo de Rivera), unas elecciones municipales desencadenan la proclamación de la II República, con un gobierno izquierdista, como la gran esperanza ciudadana, de modernización y europeización de España, donde a pesar de la grave crisis financiera que se cernía sobre Estados Unidos y Europa; se consiguen hitos históricos, totalmente impensables dos años antes, como el voto a la mujer, la implantación de la enseñanza racionalista, la laicidad del estado y la supresión a la iglesia del monopolio de la enseñanza que hasta entonces había detentado, la primera ley del aborto, entre otros muchos, que seria muy largo citar aquí.

 
Este período y salvando las distancias, se podría comparar con la victoria electoral del PSOE en 1982, que representó también la gran ilusión de los españoles de superar los enormes atrasos que nos había procurado la dictadura franquista y la equiparación con el resto de democracias europeas. Fue entonces cuando se organiza una sanidad pública del todo ejemplar, y de alta eficiencia, que acaba sirviendo de ejemplo en todo el mundo; una enseñanza pública que si bien con algunos defectos, llegó a conseguir una generación de jóvenes actuales, calificada por todo el mundo como la generación más preparada que nunca ha tenido este país.

 
En las elecciones de 1934, quizás, por el desgaste de gobernar en época de grave crisis financiera, la izquierda pierde el poder y se configura un gobierno de la CEDA, el equivalente al PP actual, con el Partido Radical, que dirigía Alejandro Lerroux, lo que en la actualidad representa la UPyD  de Rosa Diez, esta coalición, se dedica fundamentalmente a desmontar todo aquello que el anterior gobierno de izquierdas había logrado; así se revisan las políticas de igualdad de la mujer y se devuelve a la iglesia una buena parte de sus privilegios, en particular en el tema de la enseñanza, restringiendo hasta casi hacerla desaparecer la enseñanza racionalista.

 
¿No les parece a Vds. que salvando las distancias es lo que está ocurriendo hoy con el PP en el poder? Un día tras otro el Partido Popular y con la excusa de la crisis económica, se dedica a desmantelar un estado del bienestar que trabajosamente habíamos conseguido con los gobiernos PSOE, he incluso un poco más allá, pues algunas de las conquistas sociales obtenidas durante el franquismo, son hoy también desmanteladas sin reparo alguno, en nombre de unas exigencias de unas élites internacionales a las que incluso se les esconde el rostro, con un el eufemismo "mercados" .

 
Espero y deseo, que el paralelismo histórico termine ahí, pues la continuación en el pasado fue especialmente cruenta para las clases populares, como muy bien Vds. saben, pues en cuanto la izquierda recuperó el gobierno en las elecciones de 1936, la derecha asaltó el poder mediante un golpe de estado, que derivó en guerra civil y la feroz y criminal dictadura de Francisco Franco, que atrasó España por más de 50 años.

 
El Partido Popular hoy, gobierna con mayoría absoluta, obtenida en base a un programa electoral, totalmente engañoso del que no ha cumplido ni uno solo de sus puntos principales; sufre una continua degradación en base a su implicación en enormes casos de corrupción, que por mucho que se esfuerza no logra esconder ni en base a un dominio como nunca había conocido este país, en democracia, de los medios de comunicación, y con una gran diferencia en cuanto al período histórico que hemos comentado antes, se debe a una sociedad mucho más preparada intelectualmente, que la de entonces donde no se había dado tiempo a las reforma de la enseñanza de atajar un crónico analfabetismo en nuestro país. Es ahí donde creo reside la causa principal, que hará muy distinta la evolución de los acontecimientos, pues es de suponer, la ciudadanía, gracias a su mayor preparación intelectual, no va a optar como entonces lo hizo por la izquierda radical, si no que lo hará por la posibilista que ofrezca proyectos racionales y no utópicos.

 
Como muy bien pronosticó Alfredo Pérez Rubalcaba, el Partido Popular, está sufriendo una debacle en el apoyo electoral, por culpa de sus continuas mentiras, que día a día se le van poniendo al descubierto, además de ser incapaz de ocultar que tras las reformas que impulsa no están razones económicas y técnicas, si no otras de orden ideológico, que nos devuelven a situaciones de la mitad del siglo pasado; como por ejemplo la nueva ley de educación, contestada por todos los estamentos de la comunidad educativa, desde padres y maestros de la enseñanza primaria, hasta rectores  Universitarios. La Conferencia Política del PSOE debemos mirarla, como el inicio del proceso, que continuará dentro de poco con el tema de las primarias y que debe situar a esta formación política  en el liderazgo de la gran revolución social que se producirá en nuestro país y en el resto del mundo occidental, y que marcará la pauta del progreso, en un marco de justicia social durante el siglo XXI.

 
La caída estrepitosa del Partido Popular en España, víctima de sus propias mentiras, debe enmarcarse también en el conjunto del desprestigio, que en todo el orbe occidental está teniendo la reacción, que no revolución, neoconservadora, que en los años 80 Ronald Reegan y Magaret Tatcher impulsaron y que en el 2007 con el crack de Wallstreet, puso de manifiesto las miserias y engaños, que la sustentaban. A pesar de la resistencia que la derecha en el mundo, sigue oponiendo a los grandes cambios para acabar con el sistema de la miseria de unos muchos para el beneficio de unos pocos, poco a poco va a caer como fruta madura, víctima de sus propias mentiras y engaños, siendo substituida por una izquierda moderada, pero muy preparada, que sin lugar a dudas, va a impulsar un nuevo sistema, basado en el reparto equitativo de la riqueza generada.

 
No lo duden amigos y prepárense para vivir grandes cambios en positivo los próximos años.

lunes, 11 de noviembre de 2013

SIN DUDARLO, EL CAMINO DEL PROGRESO ESTÀ A LA IZQUIERDA


No descubro nada nuevo si les digo que la humanidad entera anda metida en un tremendo marasmo, fruto del desmoronamiento de un sistema capitalista que desde su creación en el siglo XVIII,  con altibajos más o menos regulares ha  venido comandando a la mayoría del género humano.

 

Victima de sus propias contradicciones e injusticias, el capitalismo una vez entrado de lleno en la fase imperialista, como venían señalando los marxistas ortodoxos, empieza a colapsar al quedarse sin contrincante alguno, después que en los años 90, cayera el muro de Berlín y se pusieran al descubierto las grandes y pequeñas miserias que se escondían bajo sus alfombras; arrastrando consigo a la socialdemocracia europea, que fue perdiendo progresivamente su discurso de transformación social, al no encontrar el sistema de evitar que el verdadero poder se trasladara de la política al sector financiero privado.

 

Digo esto con la sana intención de poner de manifiesto una verdad como un templo, que deberá ser tenida en cuenta por los dirigentes de la revolución que sin ninguna duda ha de venir, si en verdad son honrados y pretenden la verdadera transformación de la sociedad, no engañando a la ciudadanía.

 

Muy equivocados andan todos aquellos que piensan que el capitalismo, puede volver a sus orígenes y a las claves de la explotación del hombre por el hombre, muy errados van todos los que piensan que volviendo a las soluciones del pasado, es posible mantener un orden social aceptable, los ciudadanos del siglo XXI, gracias a los gobiernos socialdemócratas en la Europa posterior a la segunda guerra mundial, hemos adquirido, el suficiente conocimiento para no dejarnos engañar por las mismas soluciones que nos han conducido al desastre.

 

¿Alguien puede creer que la solución en España pasa por la creación de una nueva burbuja especulativa, como parece están proponiendo los responsables del gobierno y los directivos de la gran banca?

 

Los españoles estamos seguros de lo que no hay que hacer; de lo que no tenemos seguridad alguna es de lo que hay que hacer, más que nada porque el partido de la izquierda moderada y posibilista, anda aún enzarzado en un proceso de "autoaclarado" interno, que le dificulta su puesta al día y la adaptación de sus principios fundamentales a la realidad actual. En el momento de escribir este articulo se está inaugurando la conferencia política del PSOE, quizás la última oportunidad del socialismo español, antes de los procesos electorales que se avecinan, de efectuar el imprescindible “aggiornamento” ideológico, que le permita elaborar un discurso coherente con la realidad del siglo XXI, aprendiendo de los errores del pasado reciente.

 

Hace poco he empezado a releer los discursos y los artículos que escribió Pablo Iglesias, (cosa que recomiendo encarecidamente a todos los socialistas convencidos), hecho que me ha permitido valorar en toda su dimensión este gran personaje, en particular por su gran capacidad y acierto en el análisis de la realidad de su tiempo, así como en la previsión de su evolución, y la posibilidad de la intervención de la colectividad para modificar el curso de la historia. Ello me ha permitido comprender la negatividad de estos que hoy día se consideran ultraortodoxos del socialismo y que lejos de evolucionar, pretenden, quizás por miedo al cambio, que la clase obrera es la misma que en el siglo XIX y que el poder sigue en los propietarios de los medios de producción, cuando todo el mundo hoy sabe que a partir de la reacción, que no revolución, ultraconservadora de Ronald Reegan y Margaret Tatcher, reside en un sector financiero, actualmente totalmente fuera de control.

 

Cuando Pablo Iglesias, habla del control de los medios de producción por parte de la clase obrera, hoy debemos convenir que el control hay que ejercerlo sobre el sector financiero, con el fin no solo de conseguir el reparto equitativo de la riqueza generada, si no de poner a las empresas en disposición de generar esta riqueza.

 

Cuando a finales del siglo XIX, el proletariado era la clase social explotada, empobrecida que necesitaba organizarse para luchar contra la clase dominante, a la que se le podían poner perfectamente cara y ojos, y así sobrevivir, hoy debemos remitirnos a unas clases medias, pequeños empresarios y profesionales liberales,  además de la clase obrera como los que sufren dramáticamente en sus propias carnes el despotismo de un nuevo e indeterminado poder como son los llamados “mercados”.

 

Si bien el universo de actuación posible en tiempos de Pablo Iglesias se limitaba al interior de las fronteras de la nación española y la vocación internacionalista del socialismo, casi podríamos decir no pasaba de un mero ejercicio ideológico; hoy ante el fenómeno de la globalización, que las nuevas tecnologías de la comunicación han permitido, con la consecuente promoción de grandes movimientos migratorios, hacen del todo imprescindible la afirmación del internacionalismo izquierdista, que encuentra en el federalismo moderno, su formula práctica de convivencia de culturas y entidades nacionales distintas, pero con voluntad de construir un proyecto común.

 

Hago estas consideraciones con la intención me sirvan para reflexionar o mejor dicho confirmar, el principio que encabeza este articulo: El camino del progreso, y la justicia social siempre se encuentra en lado izquierdo, además de reafirmar que los principios básicos del socialismo, Libertad, Igualdad y Solidaridad, siguen siendo permanentes, aunque las estrategias para conseguirlos o defenderlos deban adaptarse a las circunstancias actuales.

 

Por otra parte considero imprescindible, tener la mente abierta de la misma manera que Pablo Iglesias la tenía, y que huyendo de la ortodoxia y de fundamentalismo alguno, analizar  las circunstancias del momento social que nos  toca vivir, con el fin de adaptar las estrategias y conseguir un mundo mejor para nuestros conciudadanos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

OCULTAR LA REALIDAD BAJO LA BANDERA


Montoro ha dicho, no que se vea luz al final del túnel si no que ya no hay túnel y como si fuera un mantra mágico la clase política de nuestro país, intenta hacernos olvidar a los desahuciados, a los trabajadores sin derechos e incluso al 26 y pico por ciento de parados, para lanzarse bajo esta manta que todo lo cubre y lo tapa, como es el tema identitario y el enfrentamiento tribal que ello comporta.

La izquierda escenificó el pasado miércoles 30 de octubre, en el congreso de los diputados, otro lamentable espectáculo de división por el tema del derecho a decidir entre socialistas catalanes y del resto de España, rompiendo unos la disciplina de voto y los otros apoyando una moción de los populistas y reaccionarios de UDyP Evidenciando la poca catadura moral y pobre visión política al proporcionar argumentos a la derecha de este país que ya al día siguiente y a través de todos los medios de comunicación a su alcance, que son casi todos, abonaban entre la opinión, pública la semilla de la desconfianza y la poca credibilidad de la izquierda en nuestro país.

He dicho y repetido en numerosísimas ocasiones que desde el acceso de España a la democracia, todos nuestros gobiernos no han sabido encontrar una base económica estable, que nos permita edificar un sólido edificio, capaz de superar con el mínimo daño posible, los ciclos bajos que la economía capitalista nos procura de vez en cuando. Prueba de ello es que los dos millones de parados, que procuró la imprescindible reforma estructural de nuestra economía, para adaptarla a las exigencias de la Comunidad Europea, acabaron por convertirse en crónicos, por cuanto ni en los máximos tiempos de esplendor de la burbujas inmobiliarias y financieras, cuando los gobernantes hablaban del pleno empleo, se consiguió bajar de esta cifra.

Hoy cuando el número total de parados, triplica la cifra citada anteriormente y la tasa roza el 26% con perspectivas de alcanzar el 27%, no solo por el aumento del número absoluto de desempleados, si no por la disminución del total de población activa. Todo parece indicar que los actuales responsables del gobierno del país, siguen con las andadas y pretenden convencernos en base a cortos y engañosos mensajes, además de desvíos de la atención, que son capaces de, saltándose todas las reglas de la economía, mundial, generar empleo sin crecimiento  o con una tasa ínfima de 0,1% generar y repartir la riqueza.


Sin embargo la dura realidad se impone, día a día, y los mensajes más o menos optimistas que lanzan los gobiernos, caen como fruta madura a los pocos días, cuando sentimos jornada tras jornada en nuestras propias carnes la zarpa implacable de los recortes, el desempleo y nuestro general empobrecimiento. Es esta la razón que impulsa a nuestros derechistas dirigentes, a utilizar el recurso que nunca falla en estos casos, capaz de correr un tupido velo de ilusión colectiva, sobre sus miserias y deficiencias de gestión por no decir claramente latrocinio de unos pocos sobre unas mayorías, como es la apelación al atávico sentimiento de tribu, hoy conocido como nacionalismo. Es así que en Cataluña, cuando deviene incapaz de financiarse en los mercados internacionales y el primer partido del país se encuentra inmerso en graves casos de corrupción, se lanza un órdago soberanista, cargando todas las culpas a una incierta situación de explotación colonial por parte de España.

A el actual gobierno de España, la cosa no puede presentarse mejor, también con el cieno de la corrupción persiguiéndole incansablemente, y poniéndose en evidencia cada vez más la tradicional connivencia del Partido Popular con la justicia, Cuando en todas las encuestas se le pronostica una debacle electoral, tan solo paliada en parte, por la incapacidad del primer partido de la oposición de remontar posiciones, el reto catalán le abre la posibilidad de estimular el sentimiento patriótico español y asi ocultar bajo la misma manta todas sus cuestiones. 

Tanto es así, que en Cataluña, ya nadie habla del expolio del Palau de la Música, ni que CDC tiene la sede embargada como fianza para responder de una más que cierta financiación ilegal, ni que Oriol Pujol está procesado por el tema de las ITV ni que Jordi Pujol Ferrusola, se lucró en gran manera blanqueando dinero de algunas grandes familias catalanas, cuyos nombres curiosamente nunca han trascendido. Tampoco, en España, se habla casi del caso Barcenas, mientras los jueces y altas jerarquías judiciales, buscan el sistema de dejar bien parados a todos los implicados y tampoco del desmantelamiento del estado del bienestar.  Ahora lo que parece importar es solo, para unos la sacrosanta unidad de España y para otros la Cataluña independiente, tratando, unos y otros, que la mayoría no veamos que la derecha más salvaje de toda Europa, nos está expoliando de nuestros derechos más elementales, dejando tanto a nosotros como a las generaciones futuras, en la más absoluta de las miserias

¿Hasta cuándo vamos a dejarnos engañar los españoles?  ¿Seremos capaces de reaccionar alguna vez y salir de debajo de esta espesa manta, de los nacionalismos, central y periféricos? ¿Haremos alguna vez de España un país normal?

domingo, 27 de octubre de 2013

EL NACIONALISMO ESPAÑOL




Miren amigos, en estos tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, no solo por una crisis económica y del sistema capitalista, que nos ahoga y nos aplasta día a día, sin que por mucho que se nos diga, acabemos de ver el camino que debe conducirnos hacia un final feliz de la misma; si no por el virulento enfrentamiento entre dos concepciones nacionalistas la catalana y la española, que en un afán de ocultar sus propias miserias, las derechas de uno y otro lado han desencadenado, sin calibrar las posibles y trágicas consecuencias que estos conflictos acaban teniendo en las vidas y haciendas de los ciudadanos.

 

Como catalán español, nacido en el año 1946 en pleno periodo duro de la dictadura, y desde una posición de rechazo a cualquier veleidad nacionalista, sea del signo que sea, y de una convicción federalista a prueba de bomba me atrevo a significarles una serie de detalles que sin lugar a dudas, a mi entender, dan cumplida muestra de la imposibilidad de los nacionalismos de convivir entre diferentes.

 

Desde su creación en 1789, y repasen si no me creen la historia, el nacionalismo, ha pervivido hasta nuestros días, gracias a la permanente confrontación con otros nacionalismos, en el más simple y puro afán de mostrar la superioridad de un colectivo, siempre de orden territorial, sobre otros con los que se compite directamente, cuando uno ha sido impuesto sobre otro por la fuerza de las armas, el victimismo ha sido una de las armas que la ha quedado al vencido que conveniente mente aplicada ha sido capaz de mantenerlo en el transcurso de los tiempos.

 

La esencia nacionalista, no se basa en las personas en sí, si no en la pertenencia total a un colectivo, cultural y territorial determinado, al que todos, sin distinción de ideologías deben prestar sumisión entregando para ello la vida si hace falta.

 

En España, el concepto de nacionalismo español, nace a partir de la liberal constitución de Cadiz de 1812, donde por primera vez se estipulaba que la soberanía no residía en la figura del rey, si no en la "Nación Española".  A partir de ahí, y a pesar de los continuos altibajos que siguieron a esta proclamación, en el sentido de retrocesos hacia el "Ancien Regime" el nacionalismo se va abriendo camino, luchado siempre con los demás, Francia en primer lugar, las guerras coloniales, y finalmente con los que hoy se vienen a denominar nacionalismos periféricos de Cataluña, País Vasco y en menor medida Galicia, Canarias y Andalucía.

 

Es del todo incierta la épica que los nacionalistas españoles, se atribuyen como propaganda de sus ideas en el sentido que fueron los Reyes Católicos quienes en con su matrimonio, unificaron territorialmente la península ibérica, conformando la nación española, así como también es totalmente incierto, (y sé que los ultra independentistas van a rasgarse sus vestiduras), que los catalanes en la guerra de secesión, lucharan por la libertad de una nación catalana totalmente inexistente como tal en aquellos tiempos, si no que lo hacían por mantener una dinastía real, en España, que en el período anterior, el reinado de Felipe IV, les había puteado enormemente.

 

En el período más negro de nuestra historia reciente, como es sin lugar a dudas, la guerra civil y la dictadura franquista por cuarenta años, apoyado doctrinariamente en el ultranacionalismo español, con derivas imperialistas; Los nacidos como yo en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo XX, recordarán sin duda el proceso de eliminación sistemática, de toda competencia nacionalista en el interior y la poca o nula voluntad de llegar a acuerdos con los países del entorno, con el fin de preservar al máximo el predominio del nacionalismo español con clara vocación imperialista..

 

Quiero señalar, en referencia a este negro período de nuestra historia, que el nacionalismo español, moderado y democrático, digamos a la europea, que apareció a la muerte del dictador, perdió gran parte de la simpatía y credibilidad que podía tener entre los ciudadanos, al dejar que un régimen fascista se apropiara de sus símbolos, quedando en la memoria de varias generaciones, como signos de una opresión y persecución de libertades. Tanto  es así, que debo confesar, que me sobresalto desagradablemente cada vez que veo la bandera denominada rojigualda aunque no lleve el pájaro en el centro, pues despierta en mi interior recuerdos altamente desagradables de una época que no me gustó vivir de ninguna de las maneras. También asocio automáticamente con el franquismo el llamado himno nacional, pues no puedo evitar un desagradable escalofrío, cada vez que oigo sus notas.

 

Me gustaría ver que el nacionalismo español, al igual que el alemán, francés o cualquier otro de la Europa actual, (ninguno de ellos utiliza símbolos, que fueran representativos en los períodos de ultranacionalismo que tambien vivieron),  es profundamente democrático, pero lamentablemente y no solo por una cuestión de símbolos, si no por las actuaciones en defensa de un pasado poco glorioso, me cuesta cada vez más esfuerzo encontrar  esta vertiente democrática en el nacionalismo español.

 

Dicho esto, espero y deseo que por parte de los nacionalistas catalanes, incluso los que se autodenominan de izquierda y algunos otros que extrañamente siguen militando en él PSC, se me deje de acusar de nacionalista español y por parte de los nacionalistas españoles de nacionalista catalán, cuando mi idea, y mi posición como socialista, es profundamente internacionalista, por lo que la concepción nacionalista, sea del signo que sea, casi podría decir que me repugna "soberanamente". ¿Entendido?

viernes, 11 de octubre de 2013

SALIR DE LA CRISIS


Llevamos unos cuantos meses, desde que el gobierno y su más ferviente adulador Don Francisco Maruhenda director del diario La Razón, optaron por cambiar el discurso de justificar su política neoliberal y de recortes en la “herencia recibida” por otro altamente optimista, donde contraviniendo la opinión de una buena parte de expertos, pretenden justificar ante la opinión pública el acierto de las medidas que han tomado; mi grado de indignación ha aumentado considerablemente, hasta el punto de no poder mirar con sosiego los programas de debate de la sexta, como Al Rojo Vivo, El Objetivo, o la Sexta Noche, por la ingente cantidad de mentiras que en ellos se sueltan, y el bajo nivel para contradecirlas de los que pretenden ser representantes de la izquierda mediática.

 

Cuando se hace bandera de un titular, que la agencia de rating, Morgan Stanley publicó la segunda quincena de setiembre, diciendo Viva España!, y se le atribuye un signo inequívoco, que los mercados vuelven a confiar en nuestro país, y nadie es capaz de contraatacar señalando que ni Morgan Stanley y ninguna otra agencia, han cambiado la calificación al borde del bono basura, de la deuda pública española; que por lo demás, resulta, ha aumentado escandalosamente, del 60 al 100% del PIB en los dos años del gobierno Rajoy y que al fin y al cabo es lo que mide el grado de confianza en una determinada economía, aviados estamos.

 

Otra de las falsedades de los aláteres de este impresentable gobierno que tenemos, tambien sin contestación alguna, es el intentar vendernos que gracias a ellos y a sus medidas, la famosa prima de riesgo  está a niveles incluso por debajo de los que había en el gobierno Zapatero, y nadie es capaz de replicar, ni tan solo los afamados economistas liberales, que en primer lugar hace tan solo dos años, Alemania no pagaba intereses si no que cobraba por financiarse al considerarle como valor refugio frente a la tormenta en la Zona Euro y hoy este país está pagando del orden del 2% por su financiación. Nadie tampoco dice ahora, que cuando la prima de riesgo alcanzaba el orden de casi 700 puntos, el interés que pagaban los bonos españoles a 10 años era del 6% y que hoy con la prima, según ellos por los suelos, estamos pagando el 4,5% un interés totalmente exagerado e insostenible de todas todas, por cuanto el BCE está prestando dinero a los bancos españoles al 0,5%. ¿De donde viene pues el optimismo del gobierno?

 

Se dice y repite cual si de un mantra se tratara que tan solo hace un año, en los debates televisivos se trataba la cuestión del rescate para nuestra economía, y que hoy ya nadie lo plantea, y tampoco se sabe contestar que la economía española sí fue rescatada, con la asignación de 100.000 millones de Euros, de los que se han utilizado unos 50.000, para solventar el problema de la quiebra de una buena parte del sector bancario español, cuestión que nos obliga a presentar nuestros presupuestos para la aprobación de la UE, previo a nuestro debate parlamentario, además de unas periódicas visitas de la llamada troika, con el fin de ver si nuestro gobierno cumple con las exigencias que le han planteado, exactamente igual que en Grecia, Portugal e Irlanda.

 

Siendo como dicen la mayoría de expertos, la situación española es mucho peor hoy que hace tan solo un año, ¿Porqué se empeña nuestro gobierno en mentirnos diciéndonos lo contrario, como si fuéramos niños de teta a los que se engaña con una chuche? La respuesta a esta pregunta es simple y sencilla, pasado ya el ecuador de la legislatura, y cuando el manido argumento de la herencia recibida ha dejado de tener valor, el gobierno se ve en la imperiosa necesidad de intentar convencer a los ciudadanos que las medidas adoptadas, totalmente contrarias al programa electoral que predicaban en 2011, empiezan a dar resultado, con el fin de evitar que los electores, acaben por mandarles al cuerno en las elecciones de 2015.

 

Pero amigos, el partido popular tiene un grave problema, y no es otro que la realidad se empeña en llevarles la contraria, desmintiéndoles día tras día, o mejor dicho hora tras hora, como fue el caso de Montoro, el pasado día 9 que mientras proclamaba que los salarios en España no bajan si no que suben moderadamente, el FMI, rebajaba, severamente sus propias previsiones de cara al año 2014, indicando que de ninguna manera se va a cumplir el objetivo de déficit, que va a seguir la destrucción de empleo y que el ansiado crecimiento económico va a quedar para más adelante.

 

 
 
 
Me duele reconocer que tampoco desde la oposición de izquierdas se hace nada, ni tan solo propuestas, que nos permitan albergar alguna esperanza por mínima que sea, de ser un país moderno y con una economía boyante dentro de un marco de reparto equitativo de la riqueza generada, y más por el hecho que esta circunstancia, está sumiendo a los ciudadanos en una especie de desencanto, que les hace aceptar y conformarse, en que el gobierno es mentiroso por naturaleza y por tanto si lo cambiamos, saldremos del fuego para meterse en las brasas, cuestión que ha tenido su máximo exponente la segunda semana de octubre, con las manifestaciones de un impresentable ministro de hacienda Cristobal, Montoro, diciéndonos que el recorte en las ayudas al cine nada tienen que ver en los males que aquejan esta industria, y el ya mencionado, que los salarios no bajan si no que suben "moderadamente"

 

Me horrorizan los sondeos de opinión que se publican estos últimos días en los que se otorga al vencedor, la derecha,  una representación directa alrededor del 20% significando que la abstención será la gran ganadora en los próximos comicios.

 

¿Cómo podemos pretender salir de la crisis, desde tamaña desconfianza en aquellos que deben promover e impulsar las políticas activas, configuradoras las condiciones imprescindibles para el crecimiento? 

 

¿Significa que los ciudadanos han dejado de creer en la democracia como el mejor sistema de gobierno? Si es este el caso la preocupación es doble pues del pasado siglo XX podemos extraer grandes lecciones  en que situaciones parecidas de desafección a la democracia, han desembocado en fatales regímenes totalitarios, de crueles y salvajes consecuencias para una buena parte de la humanidad.

 

Por favor amigos no repitamos la historia, y pensemos que el bien más preciado del ser humano, es sin ninguna duda la libertad.

 

domingo, 6 de octubre de 2013

EL LIDERAZGO DE LAS IDEAS


Una de las características del pasado siglo XX, fue sin lugar a dudas, que para la difusión de las ideologías, se hacia imprescindible contar con un gran líder de gran poder de convicción, para aglutinar a las masas en su entorno y dirigirlas en sus acciones a la consecución de los objetivos propuestos. Tanto es así que después de fracasados intentos de estructuración del mundo occidental y oriental entorno a un imperialismo y de superioridad de raza, a través de líderes como Hitler, o Musolini, las vencedoras democracias, también se ven en la necesidad de echar mano de grandes personajes, con el fin de atraer a las masas hacia los postulados de la participación y delegación de funciones cada cuatro años en el caso de las democracias. Son así los Lenin, Roosvelt, Stalin,  los Churchill, los Adenauer, los Degaulle, Khol, Miterrand, Felipe Gonzalez, y muchos otros que en el pasado siglo acabaron configurando el mundo tal y como hoy lo tenemos.

 

Hoy sin embargo superada ya la primera década del siglo XXI, y cuando la tecnología permite una capacidad de transmisión de información de tal calibre que para algunos incluso llega a la desinformación, se produce el fenómeno de la desaparición del liderazgo personal como conductor de masas, que acaban persistiendo solo en la memoria de unos cuantos descerebrados de la extrema derecha, u otros nostálgicos de un paraíso comunista que la caída de un muro mostró todas sus vergüenzas. La veracidad de lo que estoy diciendo lo corrobora un simple vistazo al panorama político mundial, donde ni siquiera el presidente de la primera potencia mundial, pasa de la calificación de mediocre.

 

Los partidos y formaciones políticas en general, acusan hoy en gran manera esta desaparición súbita de los líderes personales, y sobre todo a la izquierda parece, les cuesta muy mucho encontrar una nueva posición dentro de este mundo tan cambiante, donde incluso lo que parecía inmovible, hoy se tambalea y cae. Algo tendrá que ver en este fenómeno, la capacidad, inmediatez y calidad de incontrolable de la comunicación que la red internet y las denominadas redes sociales asociadas a esta tecnología disponen, además de la incapacidad de ocultar los defectos de los líderes y sus miserias como antaño si se hacía, además de la poca integridad de muchos de ellos que han acabado cediendo a las tentaciones denostadas en otros tiempos.

 

Lo dicho hasta aquí, es solo una constatación de la debilidad humana y la facilidad con que se olvidan ciertas ideas y comportamientos cuando el poder envuelve y te pone la venda en los ojos, dejando ver solo lo que a uno le place. El sistema democrático, y de partidos políticos, ha sido hasta hoy, el único capaz de controlar en cierto modo estas situaciones por el hecho que cada cuatro años, a través del sufragio universal, libre y directo, se otorga a los ciudadanos el derecho de revertir la situación, recordando al político de turno que el poder real reside en la ciudadanía y que él es tan solo un servidor de la misma.

 

Aunque a veces y a través del control y mediatización de la información que en grandes dosis suministran a los ciudadanos, unos poderes no visibles, antes denominados fácticos y hoy mercados, con el intento destruir el sentido crítico imponiendo un pensamiento único de tipo individualista 100 por 100.  ¿No les suenan a Vds. expresiones como, "Es el único camino posible", "No se puede hacer otra cosa" ? Es la demostración palpable que la derecha ha entendido y aceptado la decadencia de los líderes personales y se aboca en cuerpo y alma al liderazgo de las ideas que son útiles a sus fines, no regateando medios para su difusión.

 

La izquierda que muchas veces parece seguir anclada en la añoranza de glorias y líderes pasados, debería también asumir el cambio y buscar una nueva forma de difundir sus principios de libertad, igualdad y solidaridad, no dependiendo de la más o menos gracia de un personaje determinado, si no tomando consciencia que cada uno de los militantes y simpatizantes es un líder capaz de difundir la potente idea y de convencer al resto de los congéneres. utilizando todos los medios libres a su alcance que afortunadamente son muchos.

 

Así mismo la izquierda debe hacer bandera de procurar el compromiso de toda la ciudadanía, con el sistema democrático, introduciendo el nuevo concepto de democracia participativa, en lugar de la pura representativa que tenemos hoy en día,  con el fin de evitar que los representantes se olviden durante cuatro años, de a quienes deben servir y borrachos de poder acaben sirviendo los intereses de los "mercados". La experiencia nos ha demostrado que todo gobernante es susceptible de corromperse y que lo haga o no, solo depende de si se siente suficientemente vigilado y teme a los mecanismos que le puedan provocar su destitución. El tema de las listas abiertas, puede establecer una cercanía entre administradores y administrados, aunque esto también requiere de los ciudadanos, un compromiso, mucho mayor que el de depositar el voto en una urna cada cuatro años, pues deberá organizarse para ejercer constantemente el control

 

Hay que evitar de todas todas, lo que está sucediendo con el gobierno actual en España, en que sin haber cumplido ni una sola de las promesas electorales, y habiendo bajado estrepitosamente en la intención de voto, debamos esperar dos años y medio para tumbarlo en las urnas. Hay que establecer los mecanismos necesarios, para que el pueblo pueda en casos determinados instar la destitución de un presidente de gobierno, que miente reiteradamente a los ciudadanos; aunque esto requiera un esfuerzo a todos los ciudadanos y un compromiso de estar atentos y vigilantes con sus gobernantes.

 

Las nuevas tecnologías al alcance del todos, permiten ejercer este control de una manera harto efectiva, aprovechémoslas, antes que la derecha se haga con su control, olvidemos ya de una vez el culto a la personalidad de unos y otros, por bien que hablen, pensemos que como seres humanos que son, están sujetos a debilidades humanas y nos acaban decepcionando.

 

Pero no hay que empezar la casa por el tejado, las bases de la democracia como son los partidos políticos, deben también reformarse para adaptarse a esta nueva situación, pues tanto sus estructuras como sus usos y costumbres, son muy propios de la democracia representativa pura. Las primarias, pueden ser parte de la solución, aunque lo fundamental, seguirá siendo una actitud de humildad y escucha de todos aquellos que tenga voluntad de dirigentes y un compromiso serio y crítico de los militantes y simpatizantes, que mantenga la alerta sobre las desviaciones de los dirigentes y que aprovechen todos los mecanismos establecidos en sus organizaciones para ejercer el derecho a la crítica y control de los mandatarios electos.

 

A título de conclusión, me gustaría amigos, reflexionasen sobre la necesidad, a fin de evitar posteriores desengaños, de dejar de idealizar y creer en las personas, tal y como hacíamos en el pasado siglo XX, hoy quien nos debe liderar son las ideas, y si bien vamos a seguir necesitando de personas, que las expresen, difundan y dirijan el constante debate, nunca debemos ponerlos en pedestal alguno, si no que en cuanto se aparten de palabra u obra de la senda trazada, marginarlos de forma inmediata, a no ser que vean su error y regresen al recto camino. Esta actitud a mi entender nos va a conducir a la verdadera democracia del siglo XXI, todo lo demás. son cantos de sirena de siniestros embaucadores.

sábado, 21 de septiembre de 2013

....Y CATALUÑA SE ECHÓ DE NUEVO A LA CALLE




Nadie en su sano juicio puede negar que la convocatoria independentista, fue un éxito total solo comparable a la magna manifestación en el mismo sentido que el año anterior; y de hecho así lo reconocen la mayoría de voces de reconocido prestigio de uno u otro signo, en todo el estado español, tan solo en algunos medios cercanos a la extrema derecha ultranacionalista española por excelencia, se atreven a cuestionar el éxito de participación en base a peregrinos argumentos, como el que confundía los gigantes y cabezudos con falsos figurantes en tramos de la cadena humana.

 
En los días posteriores y a pesar del lógico aprovechamiento del éxito, por parte de los medios de comunicación al servicio del gobierno de la Generalitat, (TV-3, ha llenado un 80% de sus emisiones, con referencia a la Cadena Humana), se han producido una serie de acontecimientos y declaraciones, relacionadas con la cuestión que a mi entender más que informar, lo que se ha pretendido es crear un confusionismo en la gente sobre la verdadera situación en Cataluña y quien en verdad la controla. Es por ello que en este articulo mi pretensión, es a través de un análisis, llegar a una conclusión lo más cercana posible a la realidad.

 
En primer lugar, me gustaría aclarar, que en contra de lo que se intenta de hacer creer, en el sentido que Artur Mas, es el Moises conductor de la idea soberanista en Cataluña es del todo incierta, pues aunque el si lo pretendió, hace ahora exactamente un año, cuando antes del ecuador de legislatura, convocó nuevas elecciones con la pretensión de obtener la mayoría absoluta que le permitiera, cómodamente, disponer a su antojo de la situación. El pueblo catalán le castigó con la pérdida de 14 diputados y situándole en una posición de más debilidad en el parlamento catalán, obligándole a depender de una ERC, que si bien le apoya con condiciones, no llega nunca a comprometerse seriamente hasta el punto de entrar a formar parte del gobierno, a fin de no asumir desgaste alguno.

 
Tampoco Junqueras de ERC, se puede considerar el líder de este movimiento, pues a pesar que en las elecciones del 2012, aumentó considerablemente el número de diputados situándose como segunda fuerza política parlamentaria, que sus propuestas llevan desde hace tiempo un claro marchamo independentista, y que las encuestas le auguran pasar a ser la primera fuerza, no gozan del suficiente respaldo ciudadano, para ostentar el liderazgo de un movimiento que ha sido capaz de echar a la calle más de un millón de personas en dos convocatorias, en dos años consecutivos.

 
La gran mayoría del movimiento secesionista en Cataluña, podríamos decir que está fuera del control de las fuerzas políticas y que en el fondo su éxito obedece a la gran frustración que provocó la sentencia en contra del estatuto de autonomía por parte de un tribunal constitucional totalmente deslegitimado, al considerar este hecho transgredía uno de los principios fundamentales de la democracia consistente en que la soberanía reside en el pueblo y se expresa a través de los organismos democráticamente elegidos como son los parlamentos. ¿Quién es el TC, para considerar inconstitucional, una ley orgánica fundamental, después que dos parlamentos la debatieran, enmendaran, aprobaran y el pueblo catalán la aceptara en un referéndum?

 
Si bien en toda España, la desafección de los ciudadanos hacía la política, es del todo evidente, en Cataluña por lo dicho anteriormente, el fenómeno es corregido y aumentado, por cuanto la incapacidad y la miopía de los llamados líderes políticos, a la hora de preveer y afrontar el encaje de Cataluña en el Estado Español, con estructuras que respetaran las singularidades de cada uno, han abierto de par en par las puertas de la desconfianza ciudadana, que ha optado por tirar por el camino del medio y autoorganizarse al margen de la política propiamente dicha.

 
Es también factor importante y decisivo, la crisis económica que en Cataluña por ser un territorio industrializado, se ha dejado notar con especial saña, por cuanto, las políticas económicas que el pujolismo practicó durante 23 años, basada muy mucho en la inversión extranjera, particularmente japonesa, han tenido su cara negativa en forma de deslocalización en el período convulso en que nos ha tocado vivir. El independentismo más radical y el neoliberalismo de CiU ha encontrado una magnífica tapadera en el slogan de "Madrid nos roba" , para ocultar la verdadera faz de su ideología que hoy tiene como objetivo el desmontaje del llamado estado del bienestar. A fe que parece les haya ido bien pues, cada vez son más los que creen que en una Cataluña independiente, ataríamos los perros con longanizas.

 
Por tres veces ha salido el pueblo catalán a la calle, en el período democrático y las tres veces en reivindicación de su identidad, aunque me resulta especialmente sorprendente, que nunca haya sido capaz de conseguir extraordinarias mayorías en la calle para protestar por la destrucción del estado del bienestar y la pérdida de sus derechos más elementales. Se me ocurre que si el pueblo español reaccionara en contra de las políticas neoliberales y destructoras del gobierno del PP, arrastraría consigo a la mayoría de los catalanes haciéndoles olvidar la falsa polémica identitaria promovida por el nacionalismo confrontador.

 
¿No creen Vds, que si la capacidad movilizadora de los independentistas catalanes la tuvieran los españoles de a pié en defensa de los derechos elementales, el gobierno de Mariano Rajoy ya hubiera dimitido? Pues eso, a ver si empezamos a coger la onda!