El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado día 29 de agosto ha venido a confirmar lo que desde algunos miembros de su gobierno se venia insinuando unos días antes; la necesidad, en los tiempos que corren, de incrementar la recaudación fiscal aumentando algunos impuestos y eliminando algunas deducciones como la de los famosos 400 euros.
El primer partido de la oposición y “curiosamente” la derecha nacionalista periférica, han saltado inmediatamente al ruedo diciendo que la premisa más impuestos, es directamente proporcional a más paro y más recesión. Cuestión a todas luces falsa, o quizás mejor decir equívoca, después que el gobierno aclare, que la reforma fiscal se plantea en base a un aumento de los impuestos sobre rentas del capital, que se incrementará la carga fiscal a los perceptores de rentas altas y que se retocaran a la baja, los impuestos de sociedades y algunos otros destinados a fomentar la inversión industrial, la creación de empresas y puestos de trabajo. Todo ello, con el fin de aumentar la recaudación del estado, para financiar las prestaciones sociales de una gran mayoría de españoles, y por otra parte, seguir creando las condiciones para la promoción de la inversión real no especulativa y como consecuencia reemprender el camino del crecimiento, con una nueva base económica alejada de la especulación pura y dura que hasta hoy ha mantenido en terreno movedizo, la falsa prosperidad de los españoles.
¿No estamos todos de acuerdo, en que hay que cambiar las bases económicas del sistema español? Aunque ahora que lo pienso, no he oído a ninguna voz autorizada del partido Popular o de Convergencia i Unió, ni tampoco del PNV, decir algo sobre la necesidad de establecer una nueva base diferente al sector inmobiliario, por lo que puedo deducir, que su planteamiento viene a ser más de lo mismo, más especulación, más dependencia del ladrillo, más burbuja, en definitiva más engaño al personal.
Volviendo al tema de los impuestos, la realidad en nuestro país después de los ocho años del gobierno neoconservador de Aznar, y de continuas rebajas fiscales a los más poderosos, compensadas con la eliminación de partidas susceptibles de desgravación en las rentas de la clase media y baja, en consecuencia con la gran falsedad neocon, que disminuir los impuestos a los más pudientes, facilita la inversión y como consecuencia el empleo; es pura y simplemente, un sistema fiscal que penaliza las rentas por trabajo, y por el contrario favorece a los réditos de maniobras especulativas y patrimoniales, que a penas tributan un 18% fijo para las plusvalías inmobiliarias o de compraventa de acciones, o un 1% en los casos de los grandes fortunas si se ha tenido la prudencia de constituir una sociedad patrimonial.
¿Consideran Vds. que entra dentro de la lógica tamaña barbaridad? Pues es lo que defienden a capa y espada los grandes líderes del Partido Popular, i las derechas periféricas, en lugar de reconocer que ha sido la especulación, por ellos favorecida, la que nos ha conducido al desastre donde estamos inmersos.
Solamente una crítica a la estrategia que está empleando el gobierno, de soltar una especie de globos sonda sobre este tema, para analizar las reacciones, no creo que en estos momentos sea la más adecuada si tenemos en cuenta que el personal está nervioso y altamente preocupado por su seguridad laboral, no pudiendo prestar atención al análisis de conjeturas y interpretaciones diversas que el gobierno en sus mensajes deja abiertas, por tener la cabeza en otros problemas mucho más cercanos. Por otro lado el gobierno debería ya saber que de ninguna manera podrá contar con el respaldo de ningún partido de la derecha de este país, que sigue anclada en los planteamientos de la fiebre del oro del siglo XIX.
El primer partido de la oposición y “curiosamente” la derecha nacionalista periférica, han saltado inmediatamente al ruedo diciendo que la premisa más impuestos, es directamente proporcional a más paro y más recesión. Cuestión a todas luces falsa, o quizás mejor decir equívoca, después que el gobierno aclare, que la reforma fiscal se plantea en base a un aumento de los impuestos sobre rentas del capital, que se incrementará la carga fiscal a los perceptores de rentas altas y que se retocaran a la baja, los impuestos de sociedades y algunos otros destinados a fomentar la inversión industrial, la creación de empresas y puestos de trabajo. Todo ello, con el fin de aumentar la recaudación del estado, para financiar las prestaciones sociales de una gran mayoría de españoles, y por otra parte, seguir creando las condiciones para la promoción de la inversión real no especulativa y como consecuencia reemprender el camino del crecimiento, con una nueva base económica alejada de la especulación pura y dura que hasta hoy ha mantenido en terreno movedizo, la falsa prosperidad de los españoles.
¿No estamos todos de acuerdo, en que hay que cambiar las bases económicas del sistema español? Aunque ahora que lo pienso, no he oído a ninguna voz autorizada del partido Popular o de Convergencia i Unió, ni tampoco del PNV, decir algo sobre la necesidad de establecer una nueva base diferente al sector inmobiliario, por lo que puedo deducir, que su planteamiento viene a ser más de lo mismo, más especulación, más dependencia del ladrillo, más burbuja, en definitiva más engaño al personal.
Volviendo al tema de los impuestos, la realidad en nuestro país después de los ocho años del gobierno neoconservador de Aznar, y de continuas rebajas fiscales a los más poderosos, compensadas con la eliminación de partidas susceptibles de desgravación en las rentas de la clase media y baja, en consecuencia con la gran falsedad neocon, que disminuir los impuestos a los más pudientes, facilita la inversión y como consecuencia el empleo; es pura y simplemente, un sistema fiscal que penaliza las rentas por trabajo, y por el contrario favorece a los réditos de maniobras especulativas y patrimoniales, que a penas tributan un 18% fijo para las plusvalías inmobiliarias o de compraventa de acciones, o un 1% en los casos de los grandes fortunas si se ha tenido la prudencia de constituir una sociedad patrimonial.
¿Consideran Vds. que entra dentro de la lógica tamaña barbaridad? Pues es lo que defienden a capa y espada los grandes líderes del Partido Popular, i las derechas periféricas, en lugar de reconocer que ha sido la especulación, por ellos favorecida, la que nos ha conducido al desastre donde estamos inmersos.
Solamente una crítica a la estrategia que está empleando el gobierno, de soltar una especie de globos sonda sobre este tema, para analizar las reacciones, no creo que en estos momentos sea la más adecuada si tenemos en cuenta que el personal está nervioso y altamente preocupado por su seguridad laboral, no pudiendo prestar atención al análisis de conjeturas y interpretaciones diversas que el gobierno en sus mensajes deja abiertas, por tener la cabeza en otros problemas mucho más cercanos. Por otro lado el gobierno debería ya saber que de ninguna manera podrá contar con el respaldo de ningún partido de la derecha de este país, que sigue anclada en los planteamientos de la fiebre del oro del siglo XIX.
A mi entender el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, debería hacer un planteamiento claro y atrevido de reforma fiscal, en los términos que se apuntan, y explicarlo con toda claridad y sin ambages de ningún tipo a la ciudadanía, que a buen seguro lo entenderá y le ofrecerá todo el apoyo que necesite, dejando además en evidencia a todos estos partidos, que solo parecen interesados en defender a los grandes especuladores y esconder un pasado reciente repleto de corrupción.
Me prece que tienes toda la razón. Concretamente, pienso que no se podía haber consentido que los bancos ofrecieran tantos préstamos hipotecarios a tan bajo interés, ha sido la Banca la causante de la crisis, deberían estar más controlados por las leyes.
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