sábado, 15 de junio de 2013

VUELVEN LOS VIEJOS FANTASMAS


Dios mío, Canovas ha vuelto, exclamé en cuanto leí la información sobre las declaraciones de Jose Maria Aznar en el prime time de Antena 3 hace unos días. Sus recetas al más puro estilo neocon y la prepotencia de su tono, me hicieron revivir, todo lo que uno ha leído sobre el estadista que abortó la gran revolución liberal que se produjo en España a mediados del siglo XIX.

 

Un Aznar, acosado por la corrupción en su partido, un Aznar que ve amenazado su prestigio personal y el de su familia, quiso presentarse como el nuevo mesías que ha de venir a redimir la derecha española hoy en manos de un Rajoy totalmente desnortado e incapaz de actuar por iniciativa propia, en un tiempo donde lo que el país necesita es precisamente claridad de ideas, visión de futuro, unos objetivos concretos y un liderazgo potente.

 

En el siglo XIX, salvando las distancias, se producía en España una situación parecida a la actual. La revolución industrial, imponía de facto un cambio radical en los usos y costumbres de los ciudadanos, la monarquía de Isabel II, el último vestigio de la estructura del “Ancien Regime”, agonizaba en un mar de corrupción generalizada en nuestro país y la lucha entre conservadores y liberales, adquiría carácter incluso sangriento. Un pronunciamiento militar,  seguido de un período de inestabilidad total, donde se ensaya, un monarquía distinta a la borbónica una república federal que acaba en  unitaria, en medio de una sublevación cantonal, (Viva Cartagena!), y una incipiente organización obrera de carácter anarquista.  Se abre paso un mesiánico personaje, Don Antonio Canovas del Castillo, que desde una oposición netamente conservadora, es capaz de adivinar las coincidencias con el liberalismo moderado e incorporar en su formación política, parte de los principios de esta facción, sin perder sin embargo las esencias conservadoras: Familia,  Propiedad y  Religión.

 

No me extraña lo más mínimo que la aparición estos días del controvertido presidente de la FAES, en la escena política española, criticando a su sucesor en el cargo, coincida con la presentación de las biografías editadas por FAES de Don Antonio Canovas del Castillo, Silvela y ……….   Pues son estos personajes, los que han inspirado la actuación de la derecha en los largos períodos donde esta ha ocupado el poder en nuestro país en los últimos 150 años; incluido el periodo de la dictadura, donde el ideario Canovista guió una buena parte del pensamiento de los ministros del Opus Dei, que también rindieron homenaje y publicaron y difundieron sus escritos desde los estamentos oficiales dedicados a la cultura y la propaganda, en plena dictadura.

 

Canovas, como impulsor de la Restauración Borbónica fue el contrarrevolucionario que abortó la gran Revolución burguesa española, conocida con el nombre de la Gloriosa, y apartó a nuestro país de la modernidad, utilizando la estrategia de readaptar unos cuantos valores del liberalismo, dando así un aspecto de “defender la “revolución dentro de un orden”.
 

De echo es lo mismo que está haciendo su discípulo actual más aventajado Don José Maria Aznar que partiendo de su básica formación fascista, pretende regresar a la simple y pura explotación de las mayorías por parte de una élites minoritarias, camuflándolo con la pátina de defensa de la libertad y el esfuerzo individual, los valores tradicionales de la familia, la religión y la sagrada unidad pátria.

 

Recuerden Vds. que lo de Canovas, desembocó en el llamado caciquismo, un régimen de corrupción generalizada; la entrega de la educación en régimen casi monopolista a la Iglesia Católica; y la cerrazón del país a las influencias extranjeras, lo que propició el hartazgo ciudadano y la dictadura de Primo de Rivera; además de situar a la derecha española, incluso la de nuestros días, totalmente en el anacronismo más reaccionario.

 

Los españoles del siglo XXI, deberíamos de una vez por todas sacudirnos los viejos fantasmas canovistas, relegarlos al cementerio de la historia; quizás esto serviría para que la derecha española reaccionara e hiciera su imprescindible aggiornamento, abortado en su inicio por Cánovas; y situarse de verdad en el siglo XXI.