domingo, 30 de agosto de 2020

REPLANTEANDO LATINOAMÉRICA

 


En plena vorágine de cambios en el planeta entero, cuando de nuevo surge el enfrentamiento entre lo que está caducando y lo que tiene que venir, cuando surgen los monstruos en el ínterin entre lo caduco y lo nuevo, creo es el momento más adecuado para reflexionar sobre donde estamos y que es lo que pretendemos sea nuestro futuro inmediato y a medio plazo, con el fin de conseguir el ideal de cualquier generación humana que se precie de dejar a los que vienen detrás un mundo mucho mejor que el que hemos tenido nosotros.

 

Una mirada a nuestro pasado reciente ahora hace 100 años, y nos daremos cuenta que cuando los grandes imperios europeos y el colonialismo, tal y como se había organizado el mundo a partir de  la revolución industrial, se tambaleaban superados por una nueva forma de organización como era el nacionalismo. La resistencia a morir de las viejas formas y el empuje de las nuevas condujo al planeta entero a una grave confrontación bélica en dos etapas, de 1914 a 1918 y de 1939 a 1945, entre los defensores de una y otra posición, saliendo victoriosa la concepción nacionalista, desapareciendo para siempre los imperios del orbe planetario. Eso si, manteniendo la competitividad como motor y virtud que permitía el progreso de una parte de la humanidad que se dedicaba a explotar a la otra parte.

 

Hoy las tornas han cambiado y el mundo necesita de una nueva organización social, que substituya en nacionalismo, y el neo colonialismo que se viene practicando a Latinoamérica, África y algunos países de Asía por parte de las grandes potencias del mundo occidental, con la explotación depredadora de sus recursos naturales, sin posibilidad que los beneficios se repartan equitativamente entre la población que es relegada a condiciones de semi-esclavitud.

 

Los grandes entes supranacionales como la UE son los destinados a tomar el relevo, del nacionalismo disgregador que impera en el mundo desde mediados del pasado siglo XX, unos entes que además están obligados a dejar de competir entre ellos, para aunar esfuerzos y conseguir mantener al mundo entero y sin dejar a nadie atrás en la senda del progreso y la justicia social.

 

Los latinoamericanos deberían darse de cuenta del enorme poder que les otorga la madre naturaleza con los recursos naturales, deben entender y ser capaces de encontrar fórmulas de unión que les permitan alcanzar la dimensión suficiente para poder negociar de tu a tu, con las grandes corporaciones norteamericanas, europeas y asiáticas que hoy les están saqueando sus recursos.

 

En los próximo 20 o 30 años, a la humanidad se le abren enormes posibilidades de negocio con la transformación de la industria  en general y del sector de la automoción en particular para convertirlos en no contaminante con el fin de frenar un cambio climático que todos los científicos aseguran que de seguir como hoy, nos conduce directamente a la desaparición de la especie humana,. ¿Vamos a dejar que de esto se aprovechen solo unos pocos y las grandes mayorías nos quedemos al margen?

 

Latinoamérica puede y debe tener un papel determinante en esta nueva economía por sus grandes reservas en recursos naturales la cuestión es si va a seguir como hasta ahora, dominada por los las grandes corporaciones depredadoras o se hará valer por si misma, con políticas que sean capaces de redistribuir democráticamente la riqueza que es capaz de generar. Para ello deberían empezar a cambiar la idea nacionalista tan arraigada desde la consecución de la independencia de los distintos países y situarse en una idea no de competencia entre ellos si no de colaboración. Deberían unirse en pro de conseguir la suficiente fuerza económica para poder tratar de tu a tu con las grandes corporaciones y las super potencias, haciendo valer los derechos de todos los ciudadanos. O sea, construir un ente supranacional con una estructura federal para garantizar el respeto a las diferencias culturales, desde una igualdad de derechos. Las bases ya existen, podría se Mercosur por ejemplo del mismo modo que el Mercado Común Europeo ha evolucionado hasta la actual UE; solo falta ahora que se vea clara la idea por unas mayorías y que desde un liderazgo claro se empiece a evolucionar en esta dirección.

 

Créanme amigos, es quizás la última oportunidad, para defender la democracia, todas las demás alternativas posibles pasan por el dominio de unos pocos sobre grandes mayorías cuestión que indefectiblemente acaba conduciendo a continuar la explotación del hombre por el hombre y a férreas dictaduras de carácter imperialista.

 

Mediten sobre ello, por favor.

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