Ya
en el año 1978, en cuanto se aprobó la Constitución Española después del referéndum del 6 de diciembre,
manifesté que me parecía un error monumental, permitir que los colores rojo y
amarillo siguieran conformando la bandera nacional, aunque se le cambiara el
escudo eliminando la simbología falangista del yugo y las flechas, el águila,
imperial y las columnas con la leyenda Non Plus Ultra; pues no me veía capaz de
sacar de mi mente la idea de opresión que la bandera española durante treinta y
dos primeros años de mi vida había significado para mi generación y las
inmediatas anteriores.
Los
colores rojo y gualda me siguen recordando, los gritos que algunos te espetaban
si se te ocurría dirigirte a alguien en mi idioma materno el catalán, “Hablame
en Cristiano” en un tono tan despectivo que te humillaba en sobremanera.
También me recuerda las injustas condenas del TOP, que se emitían al amparo de
estos colores.
Hoy,
pasados ya 42 años de democracia, los defensores de la rojigualda. no solo no
han conseguido convencernos a los que como yo la consideramos un símbolo de
opresión, si no que la permisividad con que los de VOX, se apropian de este
símbolo que debería ser de todos y que la máxima institución del estado como es
el rey, no le hace ningún asco a la utilización de la figura del monarca que
procuran VOX, el Partido Popular y Ciudadanos últimamente, me reafirma aún más
en la necesidad de acabar por una vez por todas con todo aquello que nos sigue ligando a un
pasado, que ya deberíamos haber olvidado para siempre.
¿Ven
Vds normal la defensa a ultranza de la derecha de la figura del rey Felipe VI,
por parte de la derecha española, como se ha plasmado en un video que circula
por las redes y por todas la TV del país, donde reconocidos derechistas de la
política y los medios de comunicación proclaman Vivas al Rey? ¿Consideran Vds.
lógico que Felipe VI, no se haya desmarcado de esta iniciativa, dando una
imagen que ha dejado de ser el Rey de todos para convertirse en el Rey de unos
pocos? En particular, después que la corrupción del emérito ocupe paginas y más
paginas todos los días en la prensa.
Volviendo
al tema de la bandera, soy consciente que en cuanto se plantea el dilema
Monarquía o República, el asunto quedará zanjado pues la rojigualda será
substituida automáticamente por la tricolor, pero dado que el tema no es
conveniente plantearlo ni a corto ni a medio plazo, o bien se evita su
utilización por parte de los partidos políticos o bien le buscamos un
substituto provisional, pues quizás de esta manera, muchos de los que piensan
como yo, podríamos sentirlo como nuestro sin ninguna necesidad que nadie nos
confunda como de derechas o fachas directamente.
Entiendo
que hoy y con lo que tenemos encima, los españoles no debamos plantearnos
cuestiones como las que aquí propongo y por ello entiendo muy bien la posición
adoptada por Pedro Sánchez de no menear estos temas poniéndose de perfil,
aunque estoy seguro y por fidelidad a sus pensamientos no le deben faltar ganas
de ponerlo todo patas arriba, viendo la intransigente actitud de la derecha
española. Pero también debo decirles que creo que en cuanto pase esto de la
pandemía y tengamos el país encarrilado de nuevo en la senda del progreso, no
debemos dejar pasar ni un día en que el gobierno de coalición progresista, aborde con todas sus
consecuencias con la reforma en profundidad del estamento judicial, y el tema
de la apropiación de los símbolos y las instituciones por parte de los grupos
políticos de la extrema derecha, evitando así que lo que tiene que ser de todos
acabe en manos de unos pocos que además continuamente los deshonran.
Convendrán
Vds conmigo que para una mayoría de ciudadanos, los símbolos siguen siendo
importantes aunque en aras al progreso personal, debamos quitarles todo rastro
de patrioterismo que en los momentos
álgidos del nacionalismo se les ha querido dar si hemos de considerarlos como seña de unión y fraternidad de unos ciudadanos
que comparten muchas cosas en común. Por ello no hablo de prescindir de ellos
como podría parecer lógico en alguien convencido como soy yo de que los
conceptos Nación y Patria son del todo anacrónicos en un mundo que busca el
entendimiento superando a la confrontación, como debe ser la nueva sociedad que
está emergiendo en todo el planeta en el siglo XXI.
Cosme recordarle que los colores de la PRIMERA Republica eran los mismos que los de AHORA solo se diferenciaba el escudo central. Y los símbolos SI son importantes para muchos , NO es mi caso , hasta el extremo de que RECIENTEMENTE en Madrid han arrancado placas de calles y monumentos de Francisco Largo Caballero . Saludos
ResponderEliminarRecordarle que la bandera no la invento franco, viene desde 1789 y tambien que bajo su condicion de catalan debe tambien parecerle anacronico el concepto de nacion catalana y la exibicion constante de la "estelada"
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