BLANQUEAR LA EXTREMA DERECHA

No deberíamos olvidar los peligros de una extrema derecha gobernando, aunque sea un ayuntamiento, no deberíamos olvidar que gracias al voto de la Democracia Cristiana, en el Parlamento Alemán, Hitler, que no tenía la mayoría absoluta, consiguió cargarse la Constitución de la Republica de Weimar y la democracia, asumiendo para sí un poder absoluto.

El pasado 27 de septiembre, víspera de los Santos Inocentes. PP y Ciudadanos en Andalucía, dieron entrada a VOX en la mesa del Parlamento, sentando un peligroso precedente en nuestro país, cuando además y a pesar que Ciudadanos niegue cualquier trato con VOX la realidad es que con la mediación del PP, las tres formaciones han conseguido dar un vuelco al Gobierno de Andalucía.

En Francia, en Alemania, y en buena parte de los países de la UE, las derechas tienen especial cuidado en no pactar con la extrema derecha, con el fin de no dar carta de naturaleza democrática y entrada en las áreas de poder a  formaciones consideradas antidemocráticas, como por ejemplo en Suecia, donde tuvieron desde el mes de septiembre de 2018, hasta el mes de enero del presente año  con un gobierno en funciones después que a cuatro diferentes líderes entre ellos la socialdemocracia, conservadores, y liberales a los que el presidente del parlamento les encomendó la confección de un nuevo gobierno, les haya resultara imposible, cuando todos ellos se negaron a negociar con Demócratas de Suecia, un formación de tintes claramente xenófobos, cuyo ascenso en las últimas elecciones les ha situado en la clave para formar gobierno, más o menos la misma situación que ha quedado VOX en Andalucía. Finalmente, un Pacto entre liberales, socialdemócratas verdes y centristas, ha venido a poner en solfa un nuevo gobierno presidido por el socialdemócrata Stefan Loven.el pasado 11 de Enero.

Muchos somos aún los españoles que recordamos lo que es vivir bajo el yugo de un gobierno de corte fascista, algunos por tener que exiliarse, otros porqué sufrieron en sus carnes largos períodos de prisión por sus ideas, con torturas y vejaciones de todo tipo por añadidura. Muchos recordamos aún cuando no podías hablar de política en un bar por ejemplo, pues los de la brigada político social, siempre estaban escuchando y podías ser encarcelado por cualquier nimiedad; además de  tener que soportar un desprestigio internacional de ser el único país de la Europa occidental, con un gobierno no democrático, por lo que nos era vetado el participar del progreso económico de la Europa democrática. De ninguna de las maneras, me gustaría repetirlo.

Con lo que se ha hecho en Andalucía se ha demostrado que las derechas españolas, tanto los conservadores del PP como los liberales de Ciudadanos, poco o nada tienen que ver con sus homólogos europeos y que a estos les pierden sus ansias de poder y que para conseguirlo están dispuestos a pactar con el mismísimo diablo si es preciso.

Veremos lo que pasa en Andalucía, no me gustaría nada que los auténticos malos presagio que se desprenden del programa de Vox o del Partido Popular, caigan sobre las espaldas de los trabajadores andaluces y en particular de los que se han establecido allí, huyendo del hambre, la miseria y la violencia de estados fallidos; porqué deben tener en cuenta amigos que es muy fácil blanquear la extrema derecha y abrirle el camino al poder, lo que es difícil es echarlos cuando los ciudadanos les ven su verdadera faz, de represión, de poder absoluto etc. pues históricamente esta actitud ha degenerado en violencia desenfrenada.

En estos días, el Gobierno que conforman PP i C’s, con el apoyo de Vox, ya ha empezado a tomar medidas que deben empezar a preocuparnos y esperemos que el 28 de abril, se confirmen las predicciones de las últimas encuestas en el sentido que las tres formaciones derechistas no consigan sumar el 50% de los escaños, trasladando el pacto andaluz a nivel nacional. Estos días cuando seguramente muchos de los andaluces que se quedaron en casa el pasado dos de diciembre, se dan con un canto en la cabeza, arrepentidos de su idealismo y falta de sentido práctico, es hora de buscar nuevas soluciones y movilizarse para que antes no se consolide en el poder esta extrema derecha, obligarles a nuevas elecciones donde se pueda enmendar el grave error cometido.