Puigdemont en su delirio, avanza imparable por el camino de la mentira,
conduciendo a sus seguidores al abismo más absoluto. En pocos días ha
conseguido cargarse el PDECAT, donde pretendían atrincherarse aquellos que aún
conservan cierta prudencia y no ven con buenos ojos la deriva unilateralista
del mal llamado “president en el exilio” Sin haber conseguido el mínimo
reconocimiento internacional durante su año en Bélgica, salvo el de la extrema
derecha flamenca, se presenta a las elecciones al Parlamento Europeo, con la
misma mentira que se presentó a las elecciones al Parlament de Catalunya el 21 de Diciembre de 2017, “Si salgo
elegido, volveré a Cataluña”.
El sabe muy bien que ni saliendo elegido va a conseguir la inmunidad si no
recoge el acta de diputado, cosa que debe hacer de forma presencial en Madrid,
previo juramento de la Constitución Española y aunque algunos pocos de sus
abogados defensores le digan que si él sabe que va ir directo a la cárcel en
cuanto pise territorio español. Por lo que pasado el plazo y cuando el
Parlamento Europeo, exija que corra la lista va a quedarse igual que ahora,
aunque mientras tanto habrá conseguido publicidad gratuita, bueno gratuita,
pagada con los impuestos de todos los españoles.
También es sorprendente la consigna que desde Waterloo ha lanzado para sus
candidatos a las elecciones generales del 28 de Abril, ordenando la
misión de bloquear la política española desde sus escaños del Palacio de la
Carrera de San Jerónimo, o sea la confrontación pura y dura con el Estado Español;
para inmediatamente liquidar a todos aquellos miembros del PDECAT, que parecían
estar dispuestos a entablar un proceso negociador con el estado español de cara
a la mejora del autogobierno, Capuzano, Marta Pascal, etc. aparcando por el
momento el tema independentista, tal y como aconsejan todos aquellos que de una
forma u otra han intermediado en este conflicto, como el lendakari Urkullu o el
retirado de la política y ex socio convergente Duran y Lleida.
¿Que pretende Puigdemont con esta estrategia? Si el 28 de abril arroja una
composición parlamentaria parecida a la actual, donde el PSOE precise de los
votos del independentismo catalán para gobernar ¿negarle el apoyo, como ya
pretendía en la moción de censura? Según
como la situación podría desembocar en nuevas convocatorias de elecciones,
hasta que la suma Podemos, PSOE y PNV alcanzara el 50+1% de los escaños, o que
el llamado trifachito se alzara con la
victoria. ¿Donde quedaría entonces el poder del independentismo catalán, en uno
u otro caso? Sencillamente totalmente
nulo, por lo que cabe afirmar que la estrategia es del todo equivocada.
Claro que a lo mejor, Puigdemont cuenta con llegar a acuerdos con el
trifachito, que le permitan seguir mareando la perdiz, aguantando su actual
modus vivendi, mientras el fascismo acaba pos destrozar los derechos sociales
de los catalanes junto con los del resto de españoles, dándole justificación
ante la Comunidad Europea, de emprender otras acciones quizás de carácter
violento en pro de una independencia de Cataluña.
No sé si esto que acabo de escribir, tiene o no sentido práctico, no tengo
ni idea si puede suceder o no, pero viendo la capacidad de Puigdemont para
mantenerse en el candelero tanto tiempo, en base a mentiras que sus fanatizados
seguidores creen a pies juntillas, aunque la realidad se empeñe en ponerlas en
evidencia; no me extrañaría. Dicen,
aunque yo lo dudo, que muchas personas ponen cada mes, el dinero necesario para
el alquiler y los gastos de la casa de Waterloo, además de la manutención y los
gastos de Puigdemont y su séquito en Bélgica y los viajes que este Sr. se
permite. No olvidemos tampoco al resto de fugados, que a excepción de Clara
Ponsatí que trabaja en la Universidad de Saint Andrews en Escocia y que debe
sacarse un sueldo que le permite la subsistencia; pero ¿de que viven Toni
Comín, Meritxell Serret, o Lluis Puig,
sin olvidar a Ana Rovira y Ana Gabriel? No sé si la Guardia Civil, el CNI , o
La Policia Nacional, tiene abiertas investigaciones sobre este asunto y si no
es así creo debería hacerlo de inmediato, pues estoy más que seguro que aunque
de momento no se trate de dinero público, que habría que verlo, seguro que a la
larga se deberá devolver a quien lo ha prestado de una u otra forma.
Me atrevo asegurar amigos, que esta estrategia no va a dar el resultado que
Puigdemont espera y que a parte de los llamados hiperventilados, muchos
catalanes que de entrada vieron la independencia como la solución para que
Cataluña progresara, soltando el lastre que significaba un gobierno ultra
liberal como fue el del PP de Mariano Rajoy, hoy podrían apostar por una
solución de tipo federal para España, como la que se proponen desde el PSOE.
Ante este panorama amigos, el 28 de Abril lo más conveniente para España es que la izquierda no tenga que
depender de nadie más que de sí mismos para gobernar, aprobar los presupuestos
y revertir los recortes que hasta hace cuatro días ha venido haciendo el
Partido Popular, para que pueda de una vez revertir la reforma de las pensiones
del año 2013 y volver a la subida anual según el IPC, por ley. En Cataluña,
todos aquellos que aún conservamos el sentido crítico y dos dedos de frente,
dejar a un lado los purismos y votar en masa al PSC, con el fin que el PSOE
pueda tener holgada mayoría.
Pues ya lo saben amigos, el 28 de Abril, que nadie se quede en casa que
vayamos todos a votar todos a una para que Pedro Sánchez siga siendo el
presidente de España, el único que nos puede llevar de nuevo a la senda del
progreso, justicia y bienestar social.
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