domingo, 4 de octubre de 2020

BALANCES MUY NEGATIVOS

 


Es evidente y ya nadie duda que estamos llegando al fin de un ciclo histórico; a partir de ahora, muchas de las cosas que hemos considerado inmutables van a cambiar por completo y con ello nuestras formas de vida. Nada va a ser igual mañana; la tecnología nos impulsa hacía a un futuro, que nos puede mejorar mucho nuestro nivel de vida si sabemos gestionarlo de acuerdo con los principios humanistas de Libertad, Igualdad y Solidaridad; donde nadie se quede atrás y seamos capaces de avanzar juntos y en armonía.


Es pues hora de hacer balances con el fin que todo aquello que hayamos hecho bien en el pasado más cercano, se pueda conservar convenientemente adaptado a al nueo mundo que nos espera y todo lo que nos ha resultado perjudicial, lo dejemos abandonado para que desaparezca para siempre.


Mirando la realidad actual constatamos el gran fracaso de las doctrinas neo liberales que en los años 90 del pasado siglo XX, propugnaron Milton Freeman y sus discípulos de la Escuela Económica de Chicago y que Margaret Tatcher y Ronald Reegan, implantaron en el mundo, seguidos en primer lugar por los ultraconservadores George Bush padre e hijo, José Maria Aznar, John Cameron, Teresa May, Silvio Berlusconni, Jaroslav Kacinsky e incluso Vladimir Putin. Que consiguieron convencer o quizás mejor sea decir comprar a líderes izquierdistas como Felipe Gonzalez.


Vivimos en un mundo extremadamente desigual, donde unos pocos lo tienen todo y las grandes mayorías a bien justo sobreviven, o están en la más absoluta de las miserias; la depredación a la que unas élites planetarias someten a los países poseedores de recursos naturales, raya la desvergüenza más absoluta, y acuérdense amigos que todo ello empezó en los años 90 con la revolución necon que lideraban Ronal Reegan y Margaret Tatcher donde cuando se pretendió substituir los grandes valores humanistas, de la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad, por una salvaje ley del mercado donde todo vale y lo único que cuenta es llegar a la cumbre sea como sea, aunque para ello debas dejar cadáveres por el camino. Hoy en algunos regímenes del llamado mundo libre, ya se está planteando la democracia como un mal que estorba el crecimiento de las élites y su capacidad de enriquecimiento. Como en USA por ejemplo, donde los grandes pensadores ya ven que en las próximas elecciones presidenciales de noviembre, lo que se va a dirimir no es la presidencia de la nación más poderosa del planeta si no si se sigue en democracia o van directos a una dictadura.


El propio Donald Trump ante la posibilidad más que cierta de una derrota en las elecciones, no duda en proclamar que no va aceptar ningún resultado que le sea adverso, mientras se afana en situar a gente de su misma cuerda ideológica en las grandes instituciones del país, incluido el tribunal supremo, el máximo organismo del estamento judicial estadounidense. No me negarán Vds que esta actitud es más propia de un dictador que de un dirigente democrático.


Otro que tal anda en esta época es el inefable Boris Johnson en el Reino Unido, que ha sido capaz en tan solo poco más de medio año, de renegar de los acuerdos firmados por el mismo con la UE, después que su Parlamento decidiera que no se podía tener lugar el Bréxit sin ningún acuerdo. Hoy cuando ve que la caída del PIB, es mucho mayor de lo que él calculaba y que su esperanza de un acuerdo comercial preferente con los USA, que debería ser su salvación, se tambalea al peligrar la reelección de Donald Trump, no duda ni un momento en intentar evitar el pago de las deudas que tiene con la UE y que fueron reconocidas al firmar el acuerdo.,¿No les parece una actitud propia de tiranos bananeros?


Otro tema que debería preocuparnos y mucho es la decisión adoptada por la Comisión Europea en estos días, por la que siguen decididos a mantener situaciones de flagrante injusticia, y que atentan contra los derechos humanos más elementales, como el campo de refugiados de Moria en la isla griega de Lesbos, y legalizar las devoluciones en caliente, o no tant calientes a los países de origen de unos seres humanos que huyen despavoridos de una guerra y de la miseria más absoluta. ¿Es tanta la influencia de los regímenes derechistas del centro y este europeos y de la extrema derecha del norte?


El balance de la era Trump en USA, ha sido ha sido de lo más negativo en toda la historia de este país, de ser la primera potencia económica mundial ha visto como su prestigio ha caído hasta lo más bajo, su ejercito, otrora guardián de las esencias democráticas en todo el planeta, ha quedado totalmente desprestigiado, después que saltaran a la palestra numerosos atentados contra los derechos humanos en todos los conflictos donde han intervenido. El gobierno británico con Boris Johnson a la cabeza para la mayoría de los païses de su entorno ha pasado a ser un país poco fiable a la hora de cumplir con sus compromisos por lo que las relaciones comerciales van a subirles mucho de precio a todos los británicos para compensar posibles defaults.


Solo nos ha faltado la UE, demostrando no saber gestionar desde los principios de la solidaridad la cuestión de los refugiados, en particular de Siria, Afganistán y otros países en conflicto bélico, apartándose de los cánones de la verdadera democracia que deben siempre estar basados en el gran principio de la solidaridad humana, está cavando su propia tumba, dejándose engañar por una derecha que no busca nunca el bien común de los ciudadanos si no que solo pretende defender los intereses de unas élites determinadas a costa de lo que sea, en particular de la propia democracia.

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