domingo, 13 de septiembre de 2020

LA UE ABRE Y CONTROLA FRONTERAS

Después de haber dejado que cada país, haya actuado a su libre albedrío durante la Pandemia de Covid 19, cuando la mayoría de ellos han conseguido dominarla, o por lo menos adoptar las estrategias, para convivir con el virus y controlar los rebrotes. Cuando muchos llegábamos a pensar que Donald Trump había ganado la partida y el sueño de unos Estados Unidos de Europa, se disolvía como un azucarillo en el café, en el Parlamento Europeo. Nos dan la sorpresa de llegar a un acuerdo por el que solo se permite, entrar en la UE y circular por ello a un total de 14 países más uno Xina, condicionado a la reciprocidad. Con el fin de evitar que la Pandemía se reproduzca de nuevo en su territorio.

 

Por fin, aunque la decisión no es de obligado cumplimiento y cualquier país, como han hecho Italia y algún otro, que siguen manteniendo restricciones la UE ha empezado a actuar como lo que es una entidad supranacional capaz de abordar problemas que con creces superan al reducido ámbito de las naciones.

 

Por otro lado, el acuerdo que se va a llegar en Julio, con la aprobación del paquete de fondos destinados a la reconstrucción de la economía de los estados miembros de los cuales una buena parte van a se a fondo perdido, es otro factor determinante de la voluntad inequívoca de la voluntad indiscutible de avanzar hacia los Estado Unidos de Europa, que la institución está poniendo de manifiesto, a pesar de los intentos de la ultra derecha reaccionaria de poner palos en la ruedas.

 

Otra cuestión muy clarifican-te del camino a profundizar la Union en la UE ha sido sin duda alguna la decisión de negociar conjuntamente la adquisición de vacunas contra el Covid 19, para repartirlas después con criterios de equidad entre los países miembros.

 

Todo ello como ciudadano europeo me llena de alegría y creo que abre la puerta a un nuevo mundo, donde el nacionalismo va a perder su razón de ser, como determinante de la organización social y nuevas organizaciones supra nacionales estructuradas en regímenes de corte totalmente federal, van a salvar la democracia, desde el respeto a la diferencia dentro de la igualdad de derechos.

 

Volviendo al tema central de este artículo como es el control de fronteras  de la UE para evitar que el virus se descontrole de nuevo en Europa es una prueba palpable que los dirigentes europeos, sean del lado que sean del espectro ideológico, han empezado a comprender que un problema de carácter global no puede solucionarse en base a estrategias locales sino que requiere de planteamientos globales para su solución. Bien todos, lo que se dice todos no, puesto que la extrema derecha ultra nacionalista sigue en sus trece y mantienen su estrategia de hundir la UE desde dentro de sus instituciones, aunque Marine Lepen en Francia y Tierry Baudet en Holanda están muy callados por el miedo a perder prestigio. Solo Abascal en España y algún otro en Polonia, niegan la mayor en pro de una ultra-nacionalismo caduco y decimonónico.

 

Oyendo al profesor Gonzalo Bernardos de la Universidad de Barcelona, aportar  una serie de razones de tipo económico que han obligado a Angela Merkel a dar un giro pro UE, frente a sus tradicionales aliados como Holanda o los países nórdicos, cuyos gobiernos de claro signo derechista o al menos con gran influencia de la extrema derecha, pretenden que todo se quede en un Mercado Común Europeo donde los más ricos dominen al resto y les impongan sus condiciones, sin que nadie ayude a nadie y todo el mundo se espabile como pueda; uno que de siempre ha creído en unos Estados Unidos de Europa, el corazón le dio un vuelco al comprobar que si los dos grandes de la UE como son Francia y Alemania se han dado cuenta que sin la ayuda mutua y la solidaridad   todos perdemos y  nos va a costar mucho más salir a flote si cada país lo bebe hacer por su lado; las perspectivas de futuro inmediato se abren como nunca lo han hecho a una nueva realidad que más pronto que tarde se va a materializar.

 

Amigos esta apertura de fronteras de Europa, aunque de entrada se limite a solo 14 países, (15 si China decide abrir sus fronteras a los europeos) es una señal inequívoca que se ha optado por un camino bien distinto del que se tomo en la anterior crisis del 2007 y que solo nos condujo a la desigualdad y una insolidaridad creciente entre los pueblos hermanos, poniendo casi al borde de la extinción la propia UE. Ahora sin embargo vemos el futuro inmediato con esperanza y sabemos que a a partir de 2021, el crecimiento económico, en nuestro país y en el resto de la UE va a ser exponencial, confirmando lo que muchos economistas sensatos vienen diciendo que esta crisis va a tener forma de V, o sea que la caída ha sido rápida pero la recuperación también lo será.

 

Ojalá el avance hacia unos Estados Unidos de Europa, se visto con buenos ojos por nuestros hermanos Latinoamericanos y se decidan de una vez a aparcar el nacionalismo para hermanarse y coordinarse, para ser más fuertes y negociar en condiciones de igualdad con las grandes corporaciones norteamericanas, sin dejarse expoliar los recursos naturales.

 

Sin ninguna clase de duda ello sería empezar la ruta hacía una nueva sociedad mundial, más justa, más igualitaria y más solidaria que caracterizrá el planeta tierra en el siglo XXI.

 

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