Escribo estas líneas, cuando el conflicto
racial en Estados Unidos de América está llegando a límite del paroxismo
poniendo en evidencia el gran fracaso de un presidente ultraconservador, supremacista
que tiene todos los números para ser el primer presidente en muchos años, que
solo habrá ejercido un mandato. Cuando la epidemia causa estragos en una
Latinoamérica fragmentada por un nacionalismo periclitado y propio del siglo
XIX
Cuando en la Unión Europea, los grandes
líderes; Macron y Merkel, junto con otros muchos, se han dado cuenta del
fracaso de las políticas nacionalistas y han apostado decididamente para
avanzar hacia una unión mucho más estrechas que un simple convenio comercial, cuando
se han demostrado incapaces cada uno de ellos de controlar por si solos un
virus como el Covid 19 y los estragos que está causando en su economía. También
en un momento en que la economía inglesa en manos de un pseudo Trump, se ha
hundido hasta límites nunca esperados, no solo por el coronavirus, si no por el
abandono de la UE que materializaron el pasado 31 de enero de este año 2020.
Cuando en España el virus ha puesto de
manifiesto las carencias de un estado a medio camino de ser federal, que se ha
venido llamando estado autonómico y un comportamiento del todo absurdo e
incompatible con sus homólogos europeos de una oposición de derechas que sigue
buscando su camino después de haber sido noqueada por su implicación hasta las
cejas en los casos de corrupción. Cuando en Cataluña el independentismo da
muestras de agotamiento y se divide y divide hasta lo que parecía imposible, lo
que era la antigua Convergencia Democrático de Cataluña, hoy han surgido hasta
cinco formaciones distintas con parecidos postulados. Y un presidente
autonómico totalmente ineficaz se resiste a convocar elecciones ante el
fundamentado temor de sufrir una derrota sin paliativos.
Me he decidido ha intentar imaginar como
podría ser el mundo en el año 2120 cuando la nueva revolución digital en la que
hoy estamos inmersos se haya consolidado y una nueva sociedad más igualitaria,
haya surgido
Imagino por aquel entonces un mundo
multipolar, donde un comité mundial, formado por los altos representantes de
las 8 grandes federaciones mundiales se coordinan y acuerdan todo aquello que
es de interés común para la humanidad entera. La Federación Asiática. La
Federación Rusa, la Federación Europea, la Federación Norteamericana, (Canada
EEUU), La Federación Latinoaméricana, La Federación Austrália Pacífico, La
Federación Oriente Próximo y la Federación Africana, han superado la
competencia entre si cambiándola por una estrecha colaboración justa y
productiva. espíritu que les ha permitido superar con éxito, pandémias, el
cambio climático, las hambrunas y detener el avance de la desertización de
grandes zonas planetarias.
¿Pero como hemos llegado hasta aquí? En
primer lugar, hace ahora justo cien años, en noviembre del 2020, la gran
mayoría de estadounidenses se dieron cuenta de las terribles consecuencias que
podría acarrearles seguir manteniendo en el poder a un tipo estrafalario como
era Donald Trump, que buscaba tener el dominio del planeta en base a la
confrontación permanente y la preeminencia de una elites con poder absoluto
sobre los demás ciudadanos. Muchos de aquellos que ya habían perdido la
costumbre de votar cada cuatro años, en particular las clases sociales más
bajas, esta vez se inscribieron masivamente y depositando su voto en las urnas
infligieron una severa derrota al histriónico personaje e iniciando una entrada
en la nueva era que no tardaría en extenderse por todo el orbe planetario.
En
Latinoamérica grandes pensadores, concienciaron a los pueblos de la necesidad
de unirse, desde el respeto a las diferencias, étnicas y culturales, con el fin
de alcanzar la dimensión suficiente para no estar en inferioridad de
condiciones y por lo tanto ajeno a la explotación de sus recursos naturales,
por parte de foráneos que les esclavizaban. Iniciando así el camino de la
actual Federación Latinoamericana. Al igual que sucedió en buena parte del
continente Africano, cuando comprendieron que aunando fueras evitaban la
explotación sistemática de sus recursos naturales por parte de grandes
corporaciones industriales del primer mundo.
En los países islámicos el asunto fue un
poco más difícil porqué previamente debieron sacarse de encima cualquier atisbo
de integrismo religioso, cuestión que se consiguió en base a un sistema
educativo basado en la racionalidad y el espíritu crítico, lo que formó a una
nueva generación completamente distinta a la de sus antepasados inmediatos.
Hoy en el 2120 los problemas se resuelven
mediante el diálogo la negociación y el pacto, bajo los auspicios de una
democracia casi perfecta y los máximos representantes de cada una de las
federaciones se reunen para encontrar puntos de acuerdo para avanzar a un
sistema de federación de federaciones que permita una gobernanza única a nivel
global.
¡Qué ideal y qué difícil se ve hoy aún eso!
ResponderEliminarEstimado Cosme , podría hablarle mucho sobre " eso " de la Federaciones . pero , primero seria muy largo y segundo y mas importante , no serviría de nada puesto que usted tiene una " fe ciega " con el federalismo . Pero se déjeme decirle in par de cosas , Macron tiene de líder lo mismo que yo de astronauta y Latinoamérica es un DESASTRE . Saludos cordiales
ResponderEliminarMuy bonito. Pero aunque nada es imposible, esto lo parece. Para conseguirlo se debería erradicar del ser humano algo que llevamos en los genes: El ansia irrefrenable de vivir acumulando riqueza y poder explotando a otros seres humanos
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