Escribiendo este articulo no pretendo otra cosa que tranquilizar a una
buena parte de los españoles que se puedan haber asustado por la recientes y
totalmente infundadas declaraciones de la Presidenta de la Comunidad Autónoma
de Madrid, Isabel Diaz Ayuso y su
vicepresidente Ignacio Aguado, que en su calenturienta y desesperada
imaginación, entienden la exhumación de Franco como el inicio de una época de
barbarie, donde la quema de iglesias tendrá un papel destacado como si las
circunstancias del 1936 y las de 2019 fueran las mismas.
En primer lugar debemos decir con meridiana claridad que si bien la
jerarquía eclesiástica conserva grandes similitudes y ha cambiado bien poco de
1936 hasta hoy, (Los pronunciamientos de Rouco Varela, son equiparables a los
que en su día hacia Monseñor Isidró Gomá y Tomás, primado de España en tiempos
de la contienda civil, cuando justificaba la represión a los republicanos y
los fusilamientos masivos), a
el conjunto de la iglesia entendida como institución, en general y en
particular su base tanto clerical como seglar es bien distinta.
En 1936, sucedió un golpe de estado de claro signo fascista en contra de un
gobierno republicano, elegido democráticamente y la iglesia, desde su más alta
jerarquía hasta los sacerdotes rasos, tomaron partido por los sublevados y
muchos de ellos actuaron como informadores de los facciosos, desde dentro la
zona republicana; ello desencadenó por parte del extremismo anarquista la
persecución religiosa y la quema de las iglesias. Hoy, en 2019, las
circunstancias parecen bien distintas, e incluso no es previsible un golpe de
estado de corte fascista, aunque en las mentes de algunos, como la Sra. Ayuso o
el Sr. Aguado, exista un oculto deseo de que así fuera. Nuestras fuerzas
armadas no están por esta labor, respetan la democracia y abominan de las
dictaduras, además de no estar dispuestos a perder el prestigio internacional
que en estos 40 años de democracia en España han conseguido adquirir.
Por otra parte, en lo que respecta a la iglesia, si obviamos a la alta
prelatura, en la base encontramos a muchos clérigos, velando por los más
desfavorecidos impulsando acciones a su favor un día tras otro, como es el caso
del Padre Ángel en Madrid, El Pare Manel en Barcelona y otros muchos, más o
menos anónimos que desarrollan excelentes labores sociales.
Finalmente, aunque algunos incendiarios desde la derecha, pretendan excitar
los ánimos y mostrar a la España actual en una situación de caos, la realidad
es que la gran mayoría de españoles está en la tesitura de la moderación, como
lo demuestra el hecho que la fuerza más votada es el PSOE y los partidos
extremistas a derecha e izquierda del panorama político, en los comicios del 28
de Abril no consiguieron puesto
relevante alguno y los pronósticos para el 10 de Noviembre les auguran un
tremendo batacazo electoral, y esto también desmiente que en un futuro próximo
vayan a arder de nuevo las iglesias en España.
No crean amigos que Doña Isabel Díaz Ayuso, cometió desliz alguno en su locución del pasado día 3 de octubre, fruto del acaloramiento de un debate
bronco, si no que premeditadamente y contestando a Rocío Monasterio de la
formación VOX, “leía” una intervención preparada con antelación, donde figuraba la
expresión objeto del comentario, con perversa intención; ¿Qué pretenden pues Doña Isabel, sus asesores
y consejeros? Casi con toda seguridad, provocar un nuevo debate sobre la
oportunidad o no de estas palabras, que esconda algo más grave y que afecta a
la coalición de gobierno. O a lo mejor colarnos alguna medida que favorezca a
unas pocas élites, en detrimento de las mayorías.
El caso es que aunque aparentemente Doña Isabel, parezca persona lindante
con la estulticia, no puede existir en este país alguien con tal grado de
imbecilidad para lanzar una provocación de este calibre sin esperar la
obtención de algún beneficio de forma más o menos indirecta.
Pienso que la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, es algo que
exaspera a VOX, cuando han comprobado que ni su gran aliado como es el poder
judicial español, no solo no ha conseguido impedirlo si no que con su sentencia
lo ha facilitado. Pienso también, que al Partido Popular e incluso a
Ciudadanos, no les ha sentado tampoco muy bien ya que les obliga a salir de la
ambigüedad sobre el tema que desde que salió a la luz han intentado mantener,
esperando que el tercer poder del estado fuera quien se mojara.. VOX ha sido en
este caso el detonante y la intervención de Rocío Monasterio en la Asamblea de
Madrid, no pudo ser más clara pidiendo a Díaz Ayuso, que se posicionara frente
a este tema. Doña Isabel no se anduvo por las ramas y no solo se posicionó si
no que en una especie de competencia por ver quién es más franquista, sacó a
relucir el tema de la quema de iglesias de 1936 en el burdo intento de
equiparar situaciones y ver de contribuir a crear el clima para un nuevo golpe
de estado.
Pero estemos tranquilos amigos y sigamos confiando en la moderación y el
buen hacer de Pedro Sánchez y el actual equipo del PSOE, que a partir del 10 de
Noviembre, una vez aclarado la nueva proporcionalidad de las fuerzas políticas
en el Parlamento, estará en condiciones de situar de nuevo al país en la senda
del progreso y la justicia social y resolver definitivamente los grandes
problemas que tiene planteados España
como el del desafío independentista en Cataluña.
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