Que Pedro Sánchez necesita de los votos de los independentistas catalanes
para aprobar los presupuestos 2019 y que no le conviene en nada prorrogar los
del 2018 que aprobó Mariano Rajoy, es del todo evidente desde el mismo momento
en que necesitó del voto favorable de estos partidos para ganar la moción de
censura. Que a los partidos independentistas, les conviene la situación
de debilidad parlamentaria del actual gobierno socialista, mucho más que un
gobierno del PSOE mucho más fuerte después de unas elecciones, es también más
que sabido y que de la suma de estas dos premisas, permite albergar esperanzas
para la aprobación aunque sea en última instancia y pese a las manifestaciones
en sentido contrario de Quim Torra y Joan Tardá estos últimos días.
De una convocatoria electoral anticipada es difícil pronosticar quien
saldría más beneficiado si la oposición de PP i C’s, o el PSOE y Podemos, pero de lo que si es casi seguro,
el PDECAT, quedaría seriamente tocado por su división interna y casi con toda
seguridad perdería el poder decisorio que en estos momentos, puede tener.
También puede ser que ERC sufriera un bajón en unas elecciones generales, si
estas se convocan porque ellos se hayan negado a votar a favor de unos
presupuestos altamente sociales que significan una notable mejora en la inversiones en Cataluña y
en el gasto social para todos los españoles catalanes incluidos. ¿Entenderían
los trabajadores y los pensionistas catalanes que no se subiera el salario
mínimo a 900 € o que hubiera que retroceder el aumento de las pensiones de
acuerdo con el IPC, al no poder financiarlas con los nuevos impuestos que se
contemplan?
Con toda seguridad y salvo aquellos abducidos de los que hablé en un
anterior artículo, una gran mayoría del pueblo catalán no admitiría que se
tirara por la borda unas inversiones importantes en nuestro territorio, para
mantener un honor y una falsa dignidad en defensa de una utopía, que la mayoría
ya ven como irrealizable, como es la independencia.
Del mismo modo que Zapatero descolocó por completo a la banda terrorista
ETA, cuando ofreció y efectuó un dialogo constructivo con la banda; Pedro
Sánchez ha venido a dar al traste con las estrategias de confrontación en que
el independentismo catalán se encontraba bien aposentado, mientras en frente
ha tenido al nacionalismo español cerrado al dialogo a cal y canto, dejando a Quim
Torra, y Carles Puigdemont totalmente fuera de lugar, de tal manera que no sería nada extraño incurrieran en el
mismo error que la banda, firmando su sentencia de muerte, cuando colocó una
bomba en Barajas.
El independentismo se encuentra dividido, ERC y su principal líder Oriol
Junqueras, parecen haber entendido el fracaso de su estrategia, de unilateralidad
y de división de la sociedad catalana, y parecen optar por alargar en el tiempo
la implementación de la República Catalana, con el fin de ampliar su base
social, hasta conseguir una mayoría indiscutible a favor de la secesión,
cuestión que obligue a un reconocimiento internacional. El PDECAT, por el
contrario sabiéndose perdedor por las diferencias internas entre los
partidarios de lanzarse de nuevo a la piscina, sin comprobar esté llena de
agua, o de los más prudentes, pequeños y medianos empresarios que ven como un
peligro para sus empresas la pérdida de un mercado español que por poco les representa el 40% de su
facturación. Sus actuales dirigentes no ven otra salida que mantener el statu
quo actual y cargar las tintas contra el estado español, esperando mantener la
fidelidad de un electorado que muy posiblemente les acabe abandonando si pronto
no obtienen resultados tangibles. Esto explicaría, los ultimátum de Quim Torra
y Carles Puigdemont y la propuesta bien poco democrática por cierto que el ejecutivo
español, presione al legislativo a favor de los políticos presos.
El anuncio de la petición de penas por parte de las partes personadas en el
proceso sobre el 1-O, parece ser ha dado al traste con el planteamiento hecho
hasta ahora y el independentismo en
general, lo ha visto como un nuevo aglutinador que les permita ofrecer una aparente
imagen de unidad, y lo primero que han hecho tanto ERC como el PDCAT y la Crida
Nacional per la República, ha sido aparcar sus diferencias y manifestarse en
pro de votar negativamente los presupuestos de Pedro Sánchez, sin darse cuenta
quizás que lo que están haciendo es colocar su especial bomba en Barajas, que
al estallar mandará al carajo toda posibilidad de una salida dialogada y en
cierta manera honorable, para tomar el camino hacia la derrota total y sin
conmiseración ninguna para el vencido que sin dudarlo va a ser el
independentismo, que ya se encuentra más solo que la una, con el menospreció
mayoritario de la comunidad internacional.
Me gustaría que ERC, desde una visión más pragmática del problema,
reflexionara y acabará por votar los presupuestos a favor, postura que defienden incluso los politicos presos, Oriol Junqueras incluido, a cambio que Pedro
Sánchez no cambie su postura dialogante, mejorando así sus expectativas
electorales que tal y como apuntan los sondeos, pueden llevar a la
victoria, de ERC en Cataluña, tanto en unas autonómicas como en unas generales.
Con todo no quiero aventurar nada amigos, la situación es tan complicada
que lo que hoy puede parecer cierto, mañana puede dar un vuelco total.
Buenas tardes.
ResponderEliminarNo necesito hacer ningun comentario, pues estoy de acuerdo en todo cuanto dices. Con tu permiso, lo compartire. Saludos.
Pedro Sànchez dialogant ? possiblement no tothom donem el mateix significat amb el mot diàleg.
ResponderEliminarPues si no le gusta el dialogo con Pedro Sánchez intente usted dialogar MEJOR con Arrimadas y Alberto Carlos Rivera
EliminarModolell Su comentario no puede ser mas sensato y acertado, yo no se muy bien si ERC y el PDCAT no apoyan los presupuestos , que son mejores para todos , incluidos los ciudadanos catalanes independentistas y para Cataluña , como podrán justificar ante los suyos el hacerles perder unas mejoras económicas y que además en NADA cambiaran con su postura la situación de los encarcelados .
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