El movimiento de
pensionistas en mi ciudad Badalona, en su reunión semanal, manifiesta la
opinión que se deben marginar a los principales sindicatos, UGT y CCOO, pues
los consideran tóxicos para su movimiento, donde dominan la situación los
llamados sindicatos minoritarios, como la Inter Sindical, o la misma CGT,
también incluyen en sus demandas, la disolución del Pacto de Toledo pues le
consideran en parte culpable por inacción de la situación actual del tema. Me
sorprende y me preocupa que la ideología
de los anti sistema se instale en este movimiento, pues si bien es positivo que
el pueblo llano, se movilice en defensa de sus intereses, si es interesante que
Partidos Políticos y Organizaciones Sindicales, sean quienes recojan estas
demandas y en su cualidad de representantes de los ciudadanos, acaben acordando
y pactando las soluciones concretas.
Alguien me podrá
decir que Partidos y Sindicatos han cometido errores de bulto y muchas veces
han aparcado el interés de las mayorías a favor del suyo propio como
organizaciones. Ahora mismo en Cataluña, nos encontramos con CCOO i UGT,
apoyando un movimiento surgido del independentismo en defensa de los Políticos
Presos y de sus tesis, bajo la denominación de “Espai Democracia i
Convivencia”, que muchos asalariados no
ven con buenos ojos de ninguna de las maneras; tampoco debemos olvidar que los
sindicatos reciben cuantiosas subvenciones por parte de la administración lo
que les permite subsistir holgadamente sin necesidad de una afiliación muy
grande, cuestión que a muchos les hace sospechar connivencias no demasiado
favorables a los intereses de los trabajadores. No les falta razón; sin
embargo, como demócratas debemos aceptar que son las instituciones que nos
representan las que deben realizar su trabajo, una vez han recogido el sentir
ciudadano. y por ello no es conveniente mantenerlos al margen de movilizaciones
y mucho menos predicar su disolución.
Uno de los elementos
que desde el año 1995 ha resultado fundamental en el tema de las pensiones ha
sido el llamado Pacto de Toledo. Un organismo conformado por la totalidad de
partidos con representación parlamentaria, además de los representantes de los
principales sindicatos y organización patronal; que analiza todas las
propuestas que hace el gobierno de turno y emite su dictamen, fruto del
consenso entre todos sus miembros, haciendo además las recomendaciones que cree
convenientes. De hecho, se trata de un organismo cuya finalidad principal, es
alejar las decisiones sobre el tema de pensiones, de la exclusividad del
gobierno de turno, con la pretensión de evitar que una sola formación política
por el hecho de gozar de mayoría absoluta, pueda decidir cambiar el sistema sin
tener en cuenta a los demás. Fue así que en este organismo, se pactó “La
separación y clarificación de la fuentes de financiación” “La creación de un
fondo de garantía para las pensiones” “La Financiación, simplificación e
integración de los Regímenes especiales”, y muchas otras.
La crisis económica y
la mayoría absoluta del gobierno ultra liberal de Mariano Rajoy su la primera
legislatura, con la excusa de la presión de la UE y la necesidad de tomar
decisiones urgentes para paliar la crisis económica, promulgó una serie de
decretos sin consultar a esta comisión parlamentaria y obviando su consejo, no
solo dejó a cero el fondo de garantía, lo que se llama vulgarmente la hucha
de las pensiones, si no que se ha
dedicado a desmontar el actual sistema por completo, no buscando las soluciones
adecuadas para mantenerlo y financiarlo suficientemente. Ello ha conllevado que
algunos ciudadanos, culpen de inacción o de mirar para otro lado al Pacto de
Toledo, y quizás podríamos decir que a ello también ha contribuido, la posición
en cierta manera timorata de las centrales sindicales que en ciertos momentos
han dado la impresión de total falta de voluntad de enfrentarse al gobierno, y
su reforma laboral, la gran responsable de la bajada de salarios y en
consecuencia de la mala financiación del sistema de pensiones.
A pesar de lo dicho,
estoy convencido que el Pacto de Toledo sigue siendo una buena solución para
tratar el tema de las pensiones públicas de una manera democrática, pues el
hecho de que participen en el todos los partidos con representación parlamentaria,
le da una cierta garantía que este tema no va a ser cuestionado por una
ideología concreta, aunque vista la experiencia reciente, quizás debería
garantizarse la obligación del gobierno de turno de consultar sus proyectos
sobre el tema a este organismo y que sus acuerdos deban ser tomados por
mayorías cualificadas.
El actual movimiento
de los pensionistas, me dá que es una buenísima oportunidad para mejorar y
poner al día al Pacto de Toledo, corrigiendo lo que funciona mal de él y
poniéndolo a trabajar muy en serio, para que en poco tiempo encuentren un nuevo
sistema de financiación, con el fin que los pensionistas no vean reducirse su
poder adquisitivo, y que los futuros pensionistas no tengan el temor de verse
excluidos del sistema, por la cuestión del factor de Sostenibilidad de la
pensiones que el gobierno Rajoy quiere empezar a aplicar este mismo año y por
el que con el aumento de la esperanza de vida se van a reducir las cuantías de las pensiones.
Pues yo pienso que el pacto de Toledo NO es la solución , ya ha estado vigente y mira donde estamos , las reuniones actuales y se han aplazado de momento tres veces . saludos
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