domingo, 28 de enero de 2018

RECUPERAR LAS INSTITUCIONES CATALANAS


Si los independentistas no fueran cerrados de mente y egoístas, se darían cuenta que para no sufrir una derrota estrepitosa, que todos los ciudadanos de Cataluña pagaremos con creces, que por ahora lo más importante es recuperar las instituciones intervenidas y volver a la normalidad autonómica, no dando ocasión a que los partidarios del unitarismo en la forma de organización del Estado, vayan convenciendo a muchos conciudadanos que el autonomismo y su hermano mayor el federalismo no es lo más conveniente para administrar la diversidad de nuestro país.

El independentismo catalán no ha calibrado bien la fuerza de su adversario, y pensando pillarlo en un momento de debilidad, se ha lanzado a imponer sus tesis por el sistema de los hechos consumados, pensando que contaría con el apoyo de las naciones y países del planeta, cuando la realidad ha sido que estos han apoyado a si enemigo. La República Catalana que han proclamado, no tiene reconocimiento de ningún país del globo terráqueo, Su presidente fugado a Bélgica, nadie le reconoce como presidente de ninguna república ni tan solo de ninguna autonomía, donde no es recibido por nadie de cierta importancia a no ser los líderes del partido independentista Flamenco, sin tampoco con grandes alegrías. La última jugada que ha intentado, solicitando intervenir en un debate en la Universidad de Copenhague, buscando ser detenido en aquel país le ha salido rana, por dos razones, la primera porque del debate salió escaldado después que Marlene Wind, profesora de dicha universidad le acorralara, a zascas empezando con la pregunta  "¿Democracia es sólo hacer referendos y encuestas de opinión o también respetar la legalidad y la Constitución?".  Y en segundo lugar porque el juez de tribunal supremo Llarena, encargado de su caso, se abstuvo muy acertadamente de emitir la euro orden para ver si se le podía detener. De esto último el juez ha dado exhaustivas explicaciones, por lo que no voy a insistir en ello, solo señalar que el ridículo y la imagen que el personaje Puigdemont está dando de Cataluña en Europa y el mundo es cada vez más penoso.

Es verdad que el independentismo no ha sido derrotado en las urnas, el resultado de las elecciones del pasado 21 de Diciembre lo señalan claramente al haber mantenido las formaciones que representan esta opción el 47’7% de los votos y aunque sin alcanzar la mitad más uno de los emitidos si vale decir que ha sido la opción mayoritaria seguida del nacionalismo español de PP y C’s, con el 29,51% la opción federalista de PSC y Comuns, con el 21,42% y las otras formaciones con 1,37%.; aunque una ley electoral, que hace tiempo debería haber sido reformada, les haya otorgado una mayoría absoluta con 70 diputados, deberían reconocer que no tienen el suficiente respaldo para imponer una independencia que más de la mitad de los catalanes rechaza, sin embargo llevados por su fanatismo parecen dispuestos a mantener su voluntad hasta el final.

Por el otro lado el nacionalismo español que representa el Partido Popular, en estos días en horas muy bajas después de las confesiones de los cabecillas de la trama Gürtel, no parecen tampoco estar por la labor de normalizar la situación, sino que al igual que sus contrarios siguen buscando la derrota total y humillación del enemigo, aunque sea a costa de su prestigio y saltándose los dictámenes del Consejo de Estado.

En medio de estas dos posturas están los partidarios del federalismo, PSC y Comuns, que con sus diferencias en matices, están por la única posición beneficiosa para los ciudadanos, como es la normalización de la situación y la recuperación de todas las instituciones hoy intervenidas, por parte de los representantes del pueblo catalán.

No tengo ni idea de cómo va a resolverse este asunto, ni tan solo estoy seguro que mañana martes día 30 de Enero se empiece a solucionar el problema, de lo único que me estoy dando cuenta con altísima preocupación, es que los ciudadanos españoles estamos perdiendo la ilusión por los valores democráticos y nos estamos metiendo de lleno en el túnel de la incertidumbre, para mayor goce de los poderes fácticos que se frotan laas manos ante un futuro para ellos más que prometedor.

Quizás si, sería conveniente encontrar la manera rápida de echar el gobierno del PP y convocar nuevas elecciones que sienten la base de un nuevo gobierno en España, capaz de buscar desde la democracia soluciones a los gravísimos problemas que tenemos planteados. Aunque uno ya no se atreve a pedir que la gente salga a la calle y se indigne y rebele, pues después de la última vez que esto sucedió, el 15M, democráticamente entronizamos a Mariano Rajoy por mayoría absoluta.

1 comentario:

  1. Estimado Cosme , con todo lo que esta pasando , lo que ha pasado y lo que queda por pasar a Cataluña y a los catalanes les costara mucho recuperar el prestigio y el cariño que muchos del resto de España les teníamos . ESTO es ya inaguantable y además carísimo que tendremos que pagar con el dinero de los de siempre . Un saludo

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