miércoles, 23 de julio de 2014

LA EUROPA QUE SE MIRA EL OMBLIGO





Al final quizá si deberemos admitir que la UE, ha iniciado un período de autodestrucción, por cuanto sus ciudadanos de pleno derecho, y dentro de los cánones de la democracia representativa, no aciertan a encontrar los liderazgos necesarios, ni personales ni colectivos, que les permitan enderezar de nuevo el rumbo hacia posiciones de progreso y prosperidad.

La victoria del Partido Popular Europeo, en las últimas elecciones, junto al notable aumento del voto a los partidos populistas y antieuropeos, nos da a entender que la senda hacía una nueva concepción de la organización social, superando el concepto de estado nación, manteniendo la base democrática, que guió a los padres de la UE, es abandonada por los ciudadanos, para regresar a las viejas fórmulas, sin querer ver que el mundo ha cambiado desde 1990, y que va a ser imposible el progreso, y la justicia social en un mundo globalizado económicamente pero políticamente fragmentado, bajo los principios de estúpidos nacionalismos.

No dudo que en la posición adoptada por los europeos de hoy, influya muy mucho la crisis económica que nos aplasta a todos, pues es bien sabido, que en situaciones de pánico, los individuos, tienden a buscar la protección de la tribu, del clan, etc. aunque ello signifique cerrar las puertas a la innovación y a buscar las armas con que competir con quien intenta someternos, en el viejo polvorín de nuestros abuelos. Con esto nos encontramos, los ciudadanos que no tenemos casi posibilidades frente a un adversario, dotado de misiles inteligentes y de largo alcance, frente a trabucos y mosquetones, que es lo único que hemos logrado conseguir bajo el jergón del abuelo.

Ronald Reegan y Margaret Tatcher, a finales de los 80 y principios de los 90 del siglo pasado, perfectamente asesorados por los miembros de la escuela económica de Chicago, optaron por impulsar la integración económica mundial, lo que conocemos como globalización, conservando el concepto de Estado Nación, por lo que según el trilema de Rodrik que les expliqué en el anterior articulo en este mismo blog, se perjudicaba la democracia.  No quiero decir con esto que la globalización fuera un invento de los Chicago boys o de los mandatarios antes citados; si no que seguramente, el avance tecnológico, sobre todo en la comunicación, ha sido el factor determinante que haya permitido, a los inversores actuar en todo el orbe planetario, en lugar del pequeño espacio de los estados nación, De lo que si son responsables los impulsores de la revolución neocon, es escoger esta opción del trilema, en lugar de apostar por la globalización y la democracia aunque fuera en detrimento de los estados nación.

El avance y consolidación de una firme voluntad de consolidación de la UE, como fue la puesta en marcha del Euro como moneda, fuerte y potente, fue vista desde quién se creía única potencia económica y centro del gran imperio capitalista que la globalización procuraba como un serio competidor, además de una China, que empezaba a despertar de un larguísimo letargo de atraso ancestral. Observen Vds. como desde un inicio el euro recibe continuos ataques por parte de la órbita del dólar, dispuestos a defender con uñas y dientes su exclusividad como moneda para las transacciones petrolíferas y la de las reservas de divisas en los países del orbe. Cuando China, decide repartir sus reservas entre dólares y euros, los ataques se multiplican hasta el punto de conseguir, trasladar una crisis inmobiliaria y financiera que se había generado en USA, a buena parte de los países de la zona euro, La cuestión fue relativamente sencilla de realizar, cuando algunos países del sur europeo, se pusieron en manos de asesores norteamericanos, como en Grecia, a quien maquillaron sus cuentas, para que pudiera acceder al euro sin problemas, engañando al BCE, o en España durante el Aznarato, en los que se montó una burbuja inmobiliaria, peor de la que ellos tenían en su país, también en Italia, con un político como Berlusconi, en Portugal con la derecha en el poder y en Irlanda idem de idem.

El estallido de la serie de burbujas, es la gran advertencia a los países claves en la dirección de la UE, cuyos ciudadanos además han optado por gobiernos de derechas, que cortan de raíz cualquier avance en la integración europea, e imponen la austeridad como único medio para contener el ataque que amenaza con la destrucción no solo de lo conseguido hasta el momento si no que puede ir mucho más allá. Se abandona, al menos de momento, la opción de una UE de corte federal y nos ponemos a mirarnos el ombligo esperando que el tiempo amaine a ver si conseguimos salvar los muebles.

Nada les importa a la derecha alemana, sueca, danesa, etc, lo que les suceda a los países del sur, con tal que ellos puedan amortizar los capitales invertidos en ellos, están convencidos que podrán seguir como comensales del César norteamericano que seguirá al frente, Aunque eso sí, se plantean tener cerca de casa una mano de obra barata, muy barata, sin derechos sociales, con el fin de repartirse el mercado mundial entre tres. USA, China, y ellos. ¿Va a seguir el Euro como moneda de referencia en un futuro, en igualdad de condiciones del dólar? Seguramente no, porqué mientras Europa sigue mirándose el ombligo, los demás USA y China, swe están quedando con la parte más importante del pastel.

La socialdemocracia europea, sigue aletargada, en Francia por ejemplo, Hollande que en su campaña electoral se envolvió con la bandera francesa haciendo gala de un nacionalismo exacerbado e impropio de alguien que se denomina socialista está fracasando rotundamente por cuando esta posición le ha lanzado a los brazo de Angela Merkel y su paro al proceso de construcción der la UE. En Alemania, tampoco aprenden la lección que le supuso al SPD una bajada electoral de campeonato, tras coaligarse con Merkel una nacionalista de campeonato, en la primera legislatura, que repiten en esta tercera la misma experiencia. Y no solo esto, si no que en los órganos rectores de la UE, repiten en cierta forma esta misma historia, tan solo contestada por el socialismo español, votando en contra de la elección de Junker, como presidente de la comisión.

Solo la opción federal, es la que puede garantizar  la democratización del proceso de globalización tal y como planteó muy bien Dani Rodrik en su famoso trilema. Solo cuando Europa deje de mirarse el ombligo emprenderemos de nuevo la senda del progreso, pues  es solamente desde la unión de esfuerzos que conseguiremos que la política recupere de nuevo el poder real, hoy en manos de unos imperialistas dictadores, que nadie elige, y que llamamos mercados.

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