domingo, 9 de marzo de 2014

EL RENACER DEL SOCIALISMO EN EUROPA

Leo estos últimos días con especial satisfacción que la mayoría de sondeos, pronostican una clara victoria del socialismo en las próximas elecciones europeas del mes de mayo; una nueva mayoría en el Parlamento de Estrasburgo que sin duda alguna va a procurar un giro de 180º en las políticas económicas de este ente supra estatal, además de un freno al nacionalismo disgregador y un avance en la aceptación de un nuevo concepto de soberanía, basado en la internacionalidad y en el respeto a la diversidad considerándola como fuente de riqueza, en resumen, hacia una Europa auténticamente federal.
 
Lo realmente curioso de esta noticia es que por primera vez en muchísimos años, a la izquierda europea se le pronostica una victoria sin que se le intuyan líderes personales claros, si no que parece que finalmente los europeos con derecho a voto, han comprendido que son las ideas el gran valor de la izquierda quien debe ejercer el liderazgo y no unas personas susceptibles de ser abatidas en poco tiempo, por unos medios de comunicación al servicio de la reacción más descarada, especializados en indagar y revolver en el lodo de las miserias humanas, con el fin de desprestigiar a cualquiera que destaque. Tan solo Martin Schultz, actual presidente del Parlamento Europeo, suena como candidato socialdemócrata a la cabeza de la Comisión Europea, el órgano de gobierno por excelencia, que esta última legislatura ha presidido el escondido de la foto de las Azores, José Manuel Durao Barroso.
 
En España un giro radical en las políticas europeas, nos repercutirá en una apuesta por el crecimiento y el empleo, en lugar de la austeridad salvaje que la derecha española y europea impone, con la consecuente búsqueda de la competitividad en la bajada de salarios, recortes sociales y destrucción del estado del bienestar.
 
Resulta curioso, que en el mismo periódico donde he leído la noticia del sondeo, publica en la siguiente página, la exigencia de la troica a España, de una nueva bajada de salarios, y recortes de servicios sociales, con el fin de mejorar la productividad, sin apuntar solución alguna al establecimiento de una nueva base económica fuera del mundo especulativo, que nos permita garantizar una recuperación sólida y estable, tanto en crecimiento como en la creación de empleo. Cuestión que me demuestra sin lugar a dudas que de seguir con el actual sistema, la caída de España en el pozo de los países tercermundistas susceptibles de ser explotados sin compasión, está más que garantizado.
 
Sin embargo no nos bastará la llegada de la izquierda al poder en Europa, pues no debemos esperar que nadie nos saque las castañas del fuego, sino que debemos ser nosotros mismos los que cimentemos nuestra propia recuperación, y para ello debemos empezar por ser conscientes de las grandes dificultades con las que nos enfrentarnos: en primer lugar un gobierno derechista y ultrareaccionario, que dispone de una mayoría absoluta parlamentaria otorgadora de carta blanca incluso para el despotismo. En segundo lugar, un poder judicial decimonónico, totalmente parcial decantado a la derecha y la reacción, capaz incluso, como vemos estos días, de amparar la corrupción más abyecta. En tercer lugar, una clase empresarial, indigna de tal nombre, al menos en lo que se refiere a sus representantes, que no conciben otra forma de negocio que no sea la especulación pura y dura totalmente incapaces de mejorar los índices de productividad sin recurrir al semi esclavismo. En cuarto lugar unas organizaciones sindicales aletargadas, faltas de ideas y proyectos que despierten en las clases medias y populares, la asunción de responsabilidades para salir del marasmo donde las han metido, el egoísmo sin mesura y la sinrazón más absoluta.
 
Es el momento de empezar de nuevo a construir una nueva realidad, a partir del esfuerzo mancomunado de todos los ciudadanos, un nuevo concepto de empresa donde el capital económico y el humano estén en condiciones de paridad, y donde el objetivo deje de ser en exclusiva la simple obtención del beneficio económico, si no que priorice el bienestar de las personas. No estoy hablando de ninguna utopía, hoy en día en España hay varias empresas grandes y pequeñas, que funcionan en base a estos principios, Cooperativas SAL, etc. Empresas que han demostrado ser las que mejor han resistido la crisis, sin necesitar rescate alguno ni recurrir a la deslocalización.
 
Es muy posible que el socialismo democrático, renazca en Europa, el 29 de mayo lo confirmaremos, después de una larga travesía del desierto, un nuevo socialismo que va a barrer las injustas estructuras nacionalistas y unas bases económicas, neocon, totalmente fracasadas, que no han sido capaces de otra cosa que procurar la confrontación y la destrucción entre humanos. Ya va siendo hora que una verdadera revolución incruenta nos lleve a la construcción de un mundo más justo, donde imperen los grandes valores humanistas de la libertad, la igualdad y la fraternidad, y el Partido Socialista Gobernando Europa, puede ser determinante para conseguirlo.

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