Leo estos
últimos días con especial satisfacción que la mayoría de sondeos, pronostican
una clara victoria del socialismo en las próximas elecciones europeas del mes
de mayo; una nueva mayoría en el Parlamento de Estrasburgo que sin duda alguna
va a procurar un giro de 180º en las políticas económicas de este ente supra
estatal, además de un freno al nacionalismo disgregador y un avance en la
aceptación de un nuevo concepto de soberanía, basado en la internacionalidad y
en el respeto a la diversidad considerándola como fuente de riqueza, en resumen,
hacia una Europa auténticamente federal.
Lo realmente
curioso de esta noticia es que por primera vez en muchísimos años, a la
izquierda europea se le pronostica una victoria sin que se le intuyan líderes
personales claros, si no que parece que finalmente los europeos con derecho a
voto, han comprendido que son las ideas el gran valor de la izquierda quien
debe ejercer el liderazgo y no unas personas susceptibles de ser abatidas en
poco tiempo, por unos medios de comunicación al servicio de la reacción más
descarada, especializados en indagar y revolver en el lodo de las miserias
humanas, con el fin de desprestigiar a cualquiera que destaque. Tan solo Martin
Schultz, actual presidente del Parlamento Europeo, suena como candidato
socialdemócrata a la cabeza de la Comisión Europea, el órgano de gobierno por
excelencia, que esta última legislatura ha presidido el escondido de la foto de
las Azores, José Manuel Durao Barroso.
En España un
giro radical en las políticas europeas, nos repercutirá en una apuesta por el
crecimiento y el empleo, en lugar de la austeridad salvaje que la derecha
española y europea impone, con la consecuente búsqueda de la competitividad en
la bajada de salarios, recortes sociales y destrucción del estado del
bienestar.
Resulta
curioso, que en el mismo periódico donde he leído la noticia del sondeo,
publica en la siguiente página, la exigencia de la troica a España, de una
nueva bajada de salarios, y recortes de servicios sociales, con el fin de
mejorar la productividad, sin apuntar solución alguna al establecimiento de una
nueva base económica fuera del mundo especulativo, que nos permita garantizar
una recuperación sólida y estable, tanto en crecimiento como en la creación de
empleo. Cuestión que me demuestra sin lugar a dudas que de seguir con el actual
sistema, la caída de España en el pozo de los países tercermundistas
susceptibles de ser explotados sin compasión, está más que garantizado.
Sin embargo
no nos bastará la llegada de la izquierda al poder en Europa, pues no debemos
esperar que nadie nos saque las castañas del fuego, sino que debemos ser
nosotros mismos los que cimentemos nuestra propia recuperación, y para ello
debemos empezar por ser conscientes de las grandes dificultades con las que nos
enfrentarnos: en primer lugar un gobierno derechista y ultrareaccionario, que
dispone de una mayoría absoluta parlamentaria otorgadora de carta blanca
incluso para el despotismo. En segundo lugar, un poder judicial decimonónico,
totalmente parcial decantado a la derecha y la reacción, capaz incluso, como
vemos estos días, de amparar la corrupción más abyecta. En tercer lugar, una
clase empresarial, indigna de tal nombre, al menos en lo que se refiere a sus
representantes, que no conciben otra forma de negocio que no sea la
especulación pura y dura totalmente incapaces de mejorar los índices de
productividad sin recurrir al semi esclavismo. En cuarto lugar unas
organizaciones sindicales aletargadas, faltas de ideas y proyectos que
despierten en las clases medias y populares, la asunción de responsabilidades
para salir del marasmo donde las han metido, el egoísmo sin mesura y la
sinrazón más absoluta.
Es el
momento de empezar de nuevo a construir una nueva realidad, a partir del
esfuerzo mancomunado de todos los ciudadanos, un nuevo concepto de empresa
donde el capital económico y el humano estén en condiciones de paridad, y donde
el objetivo deje de ser en exclusiva la simple obtención del beneficio económico,
si no que priorice el bienestar de las personas. No estoy hablando de ninguna
utopía, hoy en día en España hay varias empresas grandes y pequeñas, que
funcionan en base a estos principios, Cooperativas SAL, etc. Empresas que han
demostrado ser las que mejor han resistido la crisis, sin necesitar rescate
alguno ni recurrir a la deslocalización.
Es muy
posible que el socialismo democrático, renazca en Europa, el 29 de mayo lo
confirmaremos, después de una larga travesía del desierto, un nuevo socialismo
que va a barrer las injustas estructuras nacionalistas y unas bases económicas,
neocon, totalmente fracasadas, que no han sido capaces de otra cosa que
procurar la confrontación y la destrucción entre humanos. Ya va siendo hora que
una verdadera revolución incruenta nos lleve a la construcción de un mundo más
justo, donde imperen los grandes valores humanistas de la libertad, la igualdad
y la fraternidad, y el Partido Socialista Gobernando Europa, puede ser
determinante para conseguirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario