Durante las acampadas del 15 M en Plazas públicas españolas, en Barcelona
tuvieron la idea de llamar a un islandés, para que en la Plaza de Cataluña, les
explicara la experiencia de su país, totalmente revolucionaria, si atendemos a
lo que se sigue en el nuestro de obediencia ciega a los dictados de Doña Ángela
Merkel.
En plena efervescencia del “No nos representan” y “Todos los políticos son
iguales” el ponente vino a explicar a los allí reunidos, que era en la política
y en las formaciones de izquierda, donde el pueblo islandés encontró la base
organizativa que les permitió alzarse con éxito, en su búsqueda de una salida a
la crisis sin tener que pagar una buena parte de los costes que no les
correspondían, como si a sucedido en nuestro país, bajo los auspicios de unos
políticos neoliberales, que si bien hoy criticados y vilipendiados, siguen
contando según las encuestas con el favor mayoritario del electorado.
No hace falta que les diga que el islandés de la Plaza de Cataluña, tuvo
que salir casi de hurtadillas, de su conferencia, pues su mensaje no fue del
agrado de los asistentes, en su mayoría, convencidos que en la anarquía, y en
el movimiento asambleísta puro y duro se encontraba no solo la verdadera y
auténtica democracia, si no la gran solución a todos los problemas planteados.
De nada sirvió que se les explicara que en Islandia, el Partido socialdemócrata
en el poder, había echo efectiva la negativa ciudadana expresada en referéndum
de no pagar la deuda contraída por sus banqueros; incluso que se les detuviera
y procesara por su mala gestión junto a los políticos y presidentes de la
derecha responsables de haber permitido el desaguisado. Su ceguera les impulsó
a seguir predicando la abstención hasta el punto que en la convocatoria
electoral, consiguieron tumbar el gobierno socialista de Zapatero y que se
otorgará la mayoría absoluta a la derecha neoliberal más cavernícola de toda
Europa.
A partir de entonces el movimiento se desactiva, prácticamente desaparece,
y hoy algunos a mi entender equivocadamente, pretenden señalarlos como los
impulsores de las protestas que desde diversos sectores, sanidad, educación,
funcionarios, o pensionistas, se suceden día a día, pero no es cierto, estos
movimientos han surgido espontáneamente de la experiencia de cada uno en cuanto
han visto como se les perjudicaba gravemente sus intereses personales y
colectivos. Uno de los más activos en este momento, la PAH, es quizás uno de
los ejemplos más claros que es necesaria la participación en el sistema, con el
fin de conseguir objetivos, y tanto es así que a falta de una organización
política que les apoye y lidere, han tomado la idea de una ILP con el fin de
conseguir su principal objetivo, la dación en pago.
Si miramos hacia fuera, y nos fijamos en la llamada primavera árabe, nos
encontramos con la misma dificultad, pero allí con el agravante, que los
regimenes dictatoriales que la revolución ha hecho caer, se cuidaron muy mucho
de cargarse a cualquier formación política, que les pudiera cuestionar en
cualquier momento. Tanto es así que los revolucionarios, tunecinos, libios,
Egipcios, etc. etc. se encuentran totalmente huérfanos de de un posible
liderazgo efectivo a corto plazo; cuestión que ha provocado el acceso del
islamismo más o menos radical al poder, al ser la única organización a la que
los dictadores, o bien no se opusieron frontalmente, o bien han sobrevivido a
la dictadura desde las técnicas de clandestinidad.
Volviendo a España vemos con preocupación como todas las iniciativas de
carácter más o menos revolucionario que intentan cambiar el curso de las cosas,
no cuentan, quizás porqué tampoco lo buscan,
con la colaboración de las formaciones políticas de izquierda, que se
hallan situadas en una especie de pasividad yo diría que alarmante, que no hace
otra cosa que aumentar el desprestigio
en el que, desde los medios de comunicación afines a la derecha, les han
venido sumiendo estos últimos años.
¿Porqué desde el PSOE, no se lanzan propuestas consensuadas con el resto de
socialistas de la UE, sobre la dación en pago, o el programa de reconstrucción
de la sanidad y educación pública, en un corto plazo? ¿Porqué no son capaces de
de volver a ilusionar a los españoles, como hicieron a partir del año 79,
cuando enseñaron que había luz al final del túnel de la grave crisis económica
y política en la que estábamos sumidos?
El
panorama, que nos brindan las encuestas no puede ser peor; a partir del momento
en que la fuerza política con más intención de voto, apenas supera el 30%;
cuestión que significa que la abstención o el voto hacia formaciones
marginales, más o menos populistas, será la nota dominante en los futuros
comicios; cuestión que abre la puerta a crear más indignación en nuestras
calles, y a buscar soluciones en algún salva patrias, que no lo duden Vds. ni por
un segundo, los grandes poderosos de este nuestro país, y dels resto del
planeta, no ofrecerán gustosamente.
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