Mucho tiempo llevamos de crisis, tiempo que a mi entender debería haber sido suficiente, para que nuestros mandatarios nacionales y supranacionales, hubieran trazado el rumbo que nos ha de reincorporar a la senda del progreso y la justicia social, a través de un nuevo sistema económico, donde la maldita especulación sea proscrita. Pero parece que nadie esté por la labor y que uno tras otro, los grandes líderes europeos y americanos, hayan decidido sentarse y esperar a que el temporal amaine, dejado el barco a la deriva, sin plantearse siquiera batallar para enmendar los graves errores cometidos en las últimas décadas, responsables al fin y al cabo de la grave situación en la que nos encontramos.
Claro que en los países que conforman la Unión Europea, gobiernan mayoritariamente la derecha neoliberal y conservadora y que el fracaso del sistema, intrínseco en su ideología, les ha descolocado dejándoles prácticamente sin discurso, a los Sarkozy, Merkel, Càmerón y compañía, que si bien intuyen la responsabilidad de los grandes especuladores en los dolores de cabeza que se encuentran en su diaria labor de gobierno, son del todo incapaces de plantear las medidas necesarias para pararles los pies, pues entrarían en flagrante contradicción con lo más profundo de su pensamiento. Los pocos países donde la izquierda ocupa una posición decisiva en el gobierno, como es el caso de España, al tratarse de un problema global que requiere de soluciones globales, se ven atrapados en las decisiones de quien en verdad marca la pauta, sin posibilidad de efectuar el giro necesario y casi podríamos decir ni tienen la capacidad de proponerlo.
Observen amigos, que estos últimos días, la Unión Europea ha tomado la decisión de crear un fondo dotado con 750.000 millones de € con el fin de levantar una especie de defensa de los ataques de los especuladores, en contra del Euro, además de invitar al Banco Central Europeo, a comprar deuda de los países, de economía más débil, para evitar que los voraces lobos de la especulación se ceben en ellos. Una medidas a todas luces defensivas, o quizás mejor decir disuasivas, que han necesitado de ser acompañadas de una drástica restricción de los déficits públicos de todos los países de la zona Euro, para que acaben siendo efectivas, pero en ningún caso evitaran en un futuro, si se descuida la guardia, que los ataques especulativos puedan causar destrozos.
La líder alemana Ángela Merkel y su equipo de asesores, motivados quizás por el último revés electoral, han variado algo su discurso inclinándolo, sin abandonar sus posiciones, un poco hacía la izquierda, y es así que se han dado cuenta de la necesidad de un cambio radical, en los principios del sistema capitalista, si se pretende que pueda tener futuro. Tanto es así que no han dudado en plantear batalla a los especuladores, estableciendo normas que eviten en parte la especulación en sus mercados bursátiles. La reacción de la derecha Francesa y Británica, mucho más reaccionaria que la Alemana, no ha tardado ni un día en poner el grito en el cielo, dejando meridianamente clara su nula disposición a las transformaciones que se intuyen más que necesarias.
Lo que está pasando estos días en España es un fiel reflejo de lo anteriormente expuesto. El gobierno Zapatero, se encuentra atrapado, entre la necesidad de reducir el déficit público, y racionalizar sus cuentas, a fin de poder acceder al paraguas que la Unión le ofrece, y por otro lado su ideología izquierdista que le pide cambios muy radicales para transformar el sistema; cambios que no puede poner en practica, pues la Unión aún no ha encontrado el camino correcto por el que deben circular sus miembros. Es pues aquí que aprueba las medidas que le permiten reducir el déficit, aplicándolas sobre el gasto, además de una subida del impuesto indirecto, el IVA de un dos por ciento; sin embargo, las medidas de carácter más izquierdista, como seria una subida de los impuestos directos, IRPF, en las rentas más altas, si bien se dice y se comenta, no termina de concretarse, pues para hacerlo se debería acompañar de toda una serie de medidas de carácter supranacional, que impidieran una evasión masiva de capitales de nuestro país que terminaría resultando fatal.
Se acusa a Zapatero de no tener un plan para salir de la crisis y de actuar, conforme se lo indican desde la Unión Europea y seguramente es verdad, pero ¿lo tiene alguien este plan?, ¿lo tiene Sarkozy, Merkel, o Cámeron? Seguro que no, ni tan solo Obama lo tiene; pues el que anunció en su campaña electoral, se ha volatilizado completamente.
Parece ser que en los próximos comicios en diversos países de la Unión, como Suecia, Chequia, y otros, la izquierda tiene buenos pronósticos, A ver si esto sirve para que se pueda trazar un plan de cambio real y efectivo de todo el sistema, y que aunque sea con esfuerzos y sacrificios nos haga ver la luz al final del túnel.
Claro que en los países que conforman la Unión Europea, gobiernan mayoritariamente la derecha neoliberal y conservadora y que el fracaso del sistema, intrínseco en su ideología, les ha descolocado dejándoles prácticamente sin discurso, a los Sarkozy, Merkel, Càmerón y compañía, que si bien intuyen la responsabilidad de los grandes especuladores en los dolores de cabeza que se encuentran en su diaria labor de gobierno, son del todo incapaces de plantear las medidas necesarias para pararles los pies, pues entrarían en flagrante contradicción con lo más profundo de su pensamiento. Los pocos países donde la izquierda ocupa una posición decisiva en el gobierno, como es el caso de España, al tratarse de un problema global que requiere de soluciones globales, se ven atrapados en las decisiones de quien en verdad marca la pauta, sin posibilidad de efectuar el giro necesario y casi podríamos decir ni tienen la capacidad de proponerlo.
Observen amigos, que estos últimos días, la Unión Europea ha tomado la decisión de crear un fondo dotado con 750.000 millones de € con el fin de levantar una especie de defensa de los ataques de los especuladores, en contra del Euro, además de invitar al Banco Central Europeo, a comprar deuda de los países, de economía más débil, para evitar que los voraces lobos de la especulación se ceben en ellos. Una medidas a todas luces defensivas, o quizás mejor decir disuasivas, que han necesitado de ser acompañadas de una drástica restricción de los déficits públicos de todos los países de la zona Euro, para que acaben siendo efectivas, pero en ningún caso evitaran en un futuro, si se descuida la guardia, que los ataques especulativos puedan causar destrozos.
La líder alemana Ángela Merkel y su equipo de asesores, motivados quizás por el último revés electoral, han variado algo su discurso inclinándolo, sin abandonar sus posiciones, un poco hacía la izquierda, y es así que se han dado cuenta de la necesidad de un cambio radical, en los principios del sistema capitalista, si se pretende que pueda tener futuro. Tanto es así que no han dudado en plantear batalla a los especuladores, estableciendo normas que eviten en parte la especulación en sus mercados bursátiles. La reacción de la derecha Francesa y Británica, mucho más reaccionaria que la Alemana, no ha tardado ni un día en poner el grito en el cielo, dejando meridianamente clara su nula disposición a las transformaciones que se intuyen más que necesarias.
Lo que está pasando estos días en España es un fiel reflejo de lo anteriormente expuesto. El gobierno Zapatero, se encuentra atrapado, entre la necesidad de reducir el déficit público, y racionalizar sus cuentas, a fin de poder acceder al paraguas que la Unión le ofrece, y por otro lado su ideología izquierdista que le pide cambios muy radicales para transformar el sistema; cambios que no puede poner en practica, pues la Unión aún no ha encontrado el camino correcto por el que deben circular sus miembros. Es pues aquí que aprueba las medidas que le permiten reducir el déficit, aplicándolas sobre el gasto, además de una subida del impuesto indirecto, el IVA de un dos por ciento; sin embargo, las medidas de carácter más izquierdista, como seria una subida de los impuestos directos, IRPF, en las rentas más altas, si bien se dice y se comenta, no termina de concretarse, pues para hacerlo se debería acompañar de toda una serie de medidas de carácter supranacional, que impidieran una evasión masiva de capitales de nuestro país que terminaría resultando fatal.
Se acusa a Zapatero de no tener un plan para salir de la crisis y de actuar, conforme se lo indican desde la Unión Europea y seguramente es verdad, pero ¿lo tiene alguien este plan?, ¿lo tiene Sarkozy, Merkel, o Cámeron? Seguro que no, ni tan solo Obama lo tiene; pues el que anunció en su campaña electoral, se ha volatilizado completamente.
Parece ser que en los próximos comicios en diversos países de la Unión, como Suecia, Chequia, y otros, la izquierda tiene buenos pronósticos, A ver si esto sirve para que se pueda trazar un plan de cambio real y efectivo de todo el sistema, y que aunque sea con esfuerzos y sacrificios nos haga ver la luz al final del túnel.
POR FAVOR ESPAÑOLES AUNQUE AL ZAPATERO ESTE SE LO TRAGUEN LOS NEO LIBERALES SIGAN VOTANDO POR EL PUES SI VOTAN POR LOS DE DERECHA VAN A PRIVATIZAR TODO Y LUEGO LOS SINVERGUENZA NEO FASCISTAS AL NACIONALIZAR DE NUEVO SE QUEDARA CON TODOS LOS APORTES.
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