Es una verdad innegable, que la educación está adquiriendo un papel muy importante en la sociedad del siglo XXI, y en particular para las nuevas condiciones de trabajo, que surgirán como consecuencia de los cambios imprescindibles para la superación de la actual crisis económica mundial. Nada volverá a ser como antes, las nuevas industrias de alta tecnología, las dedicadas a las nuevas fuentes de energía sostenible, las de los nuevos sistemas de automoción, que acabaran siendo la base de la nueva economía, requerirán de una mano de obra muy capacitada, formada en un alto nivel de conocimientos.
Cataluña ha sido uno de los motores de la economía española en el pasado siglo XX y a fin de mantener este estatus, su gobierno ha planteado una nueva ley de educación, que intente corregir las deficiencias hasta hoy observadas y abra el camino hacia los nuevos horizontes que se plantean. Como toda obra humana, seguro que no es perfecta, y menos desde el punto de vista de cualquiera de las ideologías que forman el abanico parlamentario catalán, pues las respectivas formaciones han debido ceder en la negociación, en aras de obtener el máximo consenso que permita garantizar la permanencia en vigor el tiempo necesario para que pueda dar sus frutos, poniéndola a salvo de los avatares electorales.
Las fuerzas mayoritarias en Catalunya, a las que se ha sumado Esquerra Republicana, a pesar de sus grandes diferencias ideológicas han sido capaces de llegar a un acuerdo, anteponiendo los intereses del país sobre sus legítimos intereses partidistas, acuerdo del que solamente han quedado al margen los extremos del parlamento, El Partido Popular de Cataluña y Ciutadans por el lado derecho y Iniciativa per Catalunya Esquerra Unida i Alternativa, por el izquierdo. Las razones que aducen las dos formaciones de la derecha, son de carácter lingüístico, persistiendo en su empeño de crear un conflicto entre ciudadanos de Cataluña, donde nunca lo ha habido, inventando discriminaciones con el único afán de perturbar la convivencia pacífica. Los ecosocialistas de Iniciativa, imbuidos de un purismo ideológico casi enfermizo quedan al margen del consenso, porque la nueva ley mantiene el actual estatus que permite la existencia de las actuales escuelas privadas concertadas.
Una pequeña parte del profesorado, de la escuela pública, agrupados entorno al sindicato USTEC, manifiestan también rechazo a esta nueva ley, oficial i públicamente, por razones similares a las de Iniciativa, aunque verdaderamente parecen preocupados, porque la normativa acaba con el sistema asambleario de la dirección de los centros, reforzando la figura del director incluso a nivel salarial en vistas a dotar de eficacia una gestión cuyo modelo actual ha conducido al fracaso más rotundo.
Los políticos catalanes de Convergencia i Unió, Esquerra Republicana de Cataluña y el Partit dels Socialistes de Catalunya, han dado una lección de buen hacer que les prestigia delante de una ciudadanía, muchas veces desencantada de la política en general, y a mi entender han sido un buen ejemplo para toda España, donde últimamente parece que solo privan los intereses de cada uno despreciando el interés general. Cada uno ha sabido ceder en justa medida una parte, con el fin que la ley además de posibilista en su aplicación, represente el sentir de una mayoría de ciudadanos de Catalunya.
El resultado ha sido una ley que impulsa la autonomía de los centros educativos, permitiendo adaptar la formación a la realidad que los envuelve; asegura los recursos necesarios para una educación de calidad y garantiza el “trilinguismo” al acabar el período de enseñanza, los padres de alumnos pueden solicitar y la ley vela su praxis, que en el primero i segundo ciclo de la enseñanza obligatoria se efectúe en castellano si esta es la lengua habitual del alumno. Además potencia como nunca se ha hecho la carrera de los profesionales de la docencia y fomenta la igualdad de oportunidades Estoy seguro que el sistema educativo en Catalunya va a mejorar muchísimos estos próximos años la formación de nuestro jóvenes, y que el blindaje de esta ley, que supone el amplio respaldo electoral, frente a cambios según la fuerza política que gobierne el país, es uno de los puntos más importantes que permitirá en un futuro próximo comencemos a ver los positivos resultados.
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