lunes, 22 de junio de 2009

ESPAÑA FEDERAL


Aunque desde posiciones nacionalistas, de cualquier signo se diga lo contrario, la idea de una España Federal sin calificativos, va calando en la ciudadanía como la gran solución a un modelo de estado, que desde el siglo XIX España no ha sabido encontrar.

La guerra de la independencia y el regreso de Fernando VII al trono, y la consiguiente confrontación entre liberales y conservadores, que se agravó durante el reinado de su hija Isabel II; provocó la primera idea de federalismo en nuestro país de la mano de Estanislau Figueras, Pi Margall i Nicolas Salmeron, presidentes de la primera República española en el año 1873, idea que surge como contraposición a un estado-nación unificador que no tiene en cuenta la distintas realidades de las distintas colectividades que lo conforman y pretende mantener, en base a la fuerza, los restos de un imperio colonial en proceso de desmantelamiento.

El intento de los promotores de la primera República y de su constitución de corte federal, se ve abocado al fracaso por la falta absoluta de visión de los ultranacionalistas, que se lanzan a la insurrección cantonalista, combatiendo unos contra otros, (desde la base naval de Cartagena, constituida en cantón autónomo, se bombardeó Alicante i Dénia, también cantones autónomos), y creando no un clima de unidad si no de total desconcierto, cuestión que termina por llevar al traste el único intento serio de instaurar en nuestro país, al mismo tiempo que se hacia en otros de Europa y América, una moderna concepción del estado.

¿Se imaginan Vds. como hubiera cambiado la historia de haber prosperado esta idea? Con toda seguridad, en el interior las relaciones entre Cataluña, País Vasco, con el resto de comunidades españolas hubieran estado exentas de conflictos, así como con los restos del imperio colonial y las excolonias con los que en lugar de enfrentamientos, se habría podido constituir una especie de Commonwealth. Ahora bien, esto es ficción, aunque la lección que hay que sacar del hecho, es que el egoísmo nacionalista, fue quien llevó al traste un intento de modernizar la obsoleta estructura del estado español.

Desde entonces y hasta hoy, no han cejado los intentos de encontrar una moderna concepción del estado, en ocasiones de forma violenta y en otras de manera pacífica y ordenada, siendo el último de ellos, el que emana de la constitución de 1978, que bajo el eufemismo de un estado autonómico, establece un punto de partida hacía un autentico federalismo.

Hoy los nacionalismos denominados periféricos están en franco retroceso, ninguno de ellos ostenta el poder en comunidad autónoma alguna. Por otro lado, el gobierno central, si bien en minoría, lo ocupa una formación que en su congreso del año 2000 asumió el concepto de España Plural, eufemismo para designar el Federalismo sin calificativo alguno; partido cuya propia estructura interna es de corte federal. Parece pues una buena ocasión para avanzar seriamente en este sentido y de sentar las bases para avanzar en este proceso. Esperemos que así sea, voluntad en muchos de nosotros no falta.

En un próximo artículo analizaremos en profundidad, los pros y los contras de la solución federal para España.

1 comentario:

  1. Vaya, veo que has entendido que el nacionalismo (sea el que sea, catalán, vasco, andaluz, gallego y el español mismo) es el culpable de que a estas alturas del siglo XXI, tengamos aún un grave problema de relaciones en esta vieja piel de toro.

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