En el momento de publicar estas líneas, no sabemos los resultados de la elecciones autonómicas del 14-F, pero lo que si estoy en condiciones de afirmar es que sea cual sea el resultado, nada volverá a ser igual en Cataluña. En primer lugar, por que si se cumple mis deseos y el independentismo no alcanza una mayoría absoluta de diputados, y el PSC gana estos comicios, es más que probable se alcance un acuerdo con los Comuns y ERC, para constituir un nuevo gobierno presidido por Salvador Illa, cuya meta principal sea la de volver a conformar Cataluña como un solo pueblo; claro está que después que en ERC haya habido cambios sustanciales en su staff directivo dando un paso atrás aquellos cuyo objetivo principal és la independencia de Cataluña para ser ocupado su sitio por la facción partidaria de fijar como principal objetivo la justicia social y el progreso de la ciudadanía.
En segundo lugar si a pesar de la victoria socialista, los independentistas consiguen sumar una mayoría absoluta de diputados, y deciden formar gobierno que no se crean va a ser lo mismo que la legislatura pasada donde Ciudadanos, como fuerza mayoritaria en la oposición renunció a ejercerla desde el primer día. El PSC, luchará lo indecible como líder de la oposición para que el independentismo no consiga ninguno de sus objetivos excepto aquellos que se refieran procurar un mayor bienestar ciudadano.
Este 14 de Febrero en Cataluña los ciudadanos decidimos nuestro futuro, quizás la vez en que podemos conseguir de verdad regresar a una senda de progreso, que nunca deberiamos haber abandonado, para entregarnos a vanas ilusiones de un estado independiente que solo existía en la calenturienta mente de unos fanáticos nacionalistas y en diez años nos han situado al borde mismo de un abismo insondable.
Más de 5.000 empresas que han cambiado su sede social y algunas de ellas sus plantas de producción, una bajada en la inversión extranjera, que nos ha situado en mínimos históricos, una dependencia económica del turismo, como nunca habíamos tenido, por lo que ha bastado un año de pandemia, planetaria, para dejarnos sencillamente en calzoncillos, por no hablar de una inacción total en la gestión del Covid 19, y en la planificación del futuro inmediato, que incluso nos ha impedido elaborar planes de recuperación económica que deberíamos presentar a Europa, como condición indispensable para tener acceso a la parte correspondiente de los 140.000 millones de euros que la UE ha destinado a España.
El nombramiento por parte del PSC de Salvador Illa, como candidato, ha encendido la luz de la esperanza en muchísimos catalanes que lo ven como la persona idónea, para encauzar el país, sin traumatismo alguno, de nuevo en la senda del progreso, mediante el diálogo la negociación y el pacto, como ha estado demostrando en la gestión de la Covid-19 desde el ministerio de Sanidad del Gobierno Central, este pasado año 2020. Quizás sea por esto, que todos los partidos que se presentan en Cataluña han empezado a lanzar puyazos, desde el mismo momento en que se supo de su candidatura, en cuanto se han dado cuenta que Salvador Illa, encaja perfectamente con lo que una inmensa mayoría de los catalanes espera para su futuro inmediato, alguien con los pies en el suelo, con las ideas muy claras, moderado a carta cabal y capaz de gestionar brillantemente y desde un realismo a prueba de bomba, el nuevo sistema económico de esta Cataluña dentro de la España del siglo XXI, además de haber dado sobradas muestras de ser un firme partidario del dialogo la negociación y el pacto en lugar de la confrontación pura y dura que el independentismo y el ultra nacionalismo español representan.
En el momento en que esta líneas vean la luz, los colegios electorales ya habrán abierto sus puertas y espero y deseo una masiva participación a pesar de las extrañas circunstancias en que estas elecciones se celebran, para que la victória de salvador Illa, no tenga paliativo alguno y que al independentismo no le quede otra opción que reconocer su derrota más absoluta. Solo así Cataluña, podrá emprender de nuevo la senda del progreso y la justicia social, en el marco de la construcción de una España Federal, de la mano de Pedro Sánchez, y Miquel Iceta desde el gobierno central y con Salvador Illa y un formidable equipo, desde Cataluña.
Amigos, hoy en Catalunya se decide entre dos opciones o reconstrucción y volver a la senda del progreso, o mantenerse en la decadencia donde nos ha situado el independentismo irredento. En sus manos está
Muy bien , pero ahora estimado Cosme YA sabemos los resultados ¿ y que pasara con Cataluña ?
ResponderEliminar