domingo, 13 de diciembre de 2020

EL FOLLÓN DE LA DERECHA CON BILDU

 

La derecha de este país, sabe muy bien que si el Gobierno de Coalición que preside Pedro Sánchez consigue aprobar los presupuestos, como así ha sido, esta legislatura va a llegar al final hasta el año 2023 y que además es muy probable que entonces revalide una mayoría parlamentaria suficiente para seguir, por lo menos cuatro años más.

 Es por ello, que ha puesto toda la carne en el asador buscando la división y el descrédito de este gobierno intentando convencer a las fuerzas que le dieron soporte para su investidura para que ahora se lo nieguen, dejando el país en una incertidumbre e impidiendo que se pueda relanzar la economía, e incluso que los fondos europeos para la reconstrucción, los famosos 140.000 millones de euros, no consigan llegar a buen puerto, sin que ellos les puedan meter mano.

 Para ello no han dudado en exacerbar los más primarios instintos, removiendo el pasado violento y del dolor causado por una organización terrorista ETA, hoy afortunadamente disuelta. Me ha dolido profundamente las palabras de Pablo Casado y sus compinches que contraviniendo las resoluciones de las más altas magistraturas, que en su día legalizaron la formación Bildu, negar-les el pan y la sal y acusándoles de mantener en su seno a criminales y de pretender destruir el actual sistema democrático; por cuanto ellos pactan con VOX, una organización que manifiesta un día si y el otro también su pretensión de acabar con el sistema democrático actual, para instaurar de nuevo un sistema autocrático del mismo corte que fue la dictadura de Franco.

 El respeto a la libertad de pensamiento, exige al sistema democrático, tolerar incluso las ideas de aquellos que pretenden acabar con él, como ya sucedió en la alemana república del Weimar cuando Hitler y el nazismo consiguieron una victoria electoral, y con la inestimable colaboración de la Democrácia Cristiana, consiguieron aprobar en el Parlamento, el 24 de marzo de 1933 la "habilitante", por la que todo el poder legislativo pasaba a depender exclusivamente de Hitler, quebrado así la separación de poderes  propia de la democracia y abriendo el camino a la dictadura de la Alemania Nazi.

Un régimen de libertades que se precie, no debe coartar ninguna línea de pensamiento, aunque si puede perseguir y sancionar las acciones de aquellos que pretendan terminar con ella, siempre y cuando una mayoría suficiente de los ciudadanos siga fiel al régimen de libertades y esté dispuesto a defenderlas. Es por ello que generalmente y salvo el caso alemán anteriormente citado, todos los regímenes dictatoriales se imponen por golpes de estado, porque difícilmente, se puede conseguir,  democráticamente hablando, una mayoría dispuesta a renunciar a un régimen de libertades y al estado de derecho.

 Si Bildu, es un partido político, legalizado por las más alta magistraturas del estado, debe entenderse que se trata de una formación que nada tiene que ver con banda terrorista alguna, y que los principios que lo inspiran, son respetuosos con los del estado de derecho, que nos ampara a todos; de lo contrario, al igual que en su día sucedió con Herri Batasuna, no hubiera sido permitida su legalización y en consecuencia, no podría presentarse a las elecciones. ¿A que viene pues declarar casi inmoral llegar a acuerdos y pactos con ellos?; por lo demás cuando lo dicen unos que han pactado gobiernos autonómicos con VOX que al fin y al cabo son los herederos del franquismo más anacrónico y que se niegan a condenar casi 500.000 asesinatos, por la represión de la dictadura de los años 1939 a 1975. Es aquello de la paja en ojo ajeno y la viga en el propio.



1 comentario:

  1. Cosme como que ¿ A que viene declarar casi inmoral llegar a acuerdos y pactos con ellos ? Pues esta mal claro que el agua . saludos

    ResponderEliminar