domingo, 15 de marzo de 2020

DESAPARECE EL CENTRO DERECHA EN ESPAÑA


La lucha de clases en su más amplia acepción existe, aunque algunos, generalmente de derechas extremas, se empeñen en negarlo y esta lucha tiene lugar con más o menos virulencia, dependiendo por regla general, de los períodos históricos, en que las élites, ven peligrar sus privilegios y atornillan con más fuerzas a las clases populares. Uno de los síntomas de que se entra en un periodo de virulencia en la lucha de clases, es cuando la opción política del centro derecha, desaparece de la escena en beneficio de la radicalidad extremista.

Una simple ojeada al panorama político en el planeta tierra, nos indica con claridad que estamos precisamente en una época como la descrita en el párrafo anterior, donde al igual que hace ahora 107 años, en 1913, en las democracias, se substituyó el diálogo, la negociación y el pacto, por unos actos de fe indiscutibles y dogmáticos exaltando el concepto patria, y la necesidad de sacrificarse, incluso entregando la propia vida para tal sacrosanto fin.

Todos sabemos cómo acabó aquello, en una feroz contienda en la que estuvieron implicadas, gran parte de las potencias planetarias y que se desarrolló en dos fases, con un intervalo de 20 años,  la primera de 1914 a 1918, y la segunda de 1939 a 1945, que destrozaron el viejo continente no solo físicamente hablando si no con estigmas, que aún hoy perduran en la memoria colectiva como fue el holocausto.

En el caso español, en la época descrita, nos procuró una feroz dictadura de corte fascista que duró unos larguísimos 38 años., cuando en 1978 después de la muerte del dictador, conseguimos una nueva constitución y un estado de derecho, con reconocimiento internacional todo fue posible gracias a la moderación y la buena voluntad del centro derecha y el centro izquierda, con la indiscutible colaboración del PCE que lideraba Santiago Carrillo, quedándose al margen, tanto la extrema izquierda como la derecha nostálgica del franquismo como era Alianza Popular y los grupúsculos de extrema derecha, que dirigía Blas Piñar, desde la irrelevancia política. Incluso el nacionalismo catalán y vasco, moderaron sus exigencias en pro de construir el nuevo estado que nos había de procurar el más largo período verdaderamente democrático de toda la historia de España.

Hoy cuando en España con preocupación vemos resurgir discursos patrioteros, que desprestigian los valores democráticos, e intentan subvertir en las mentes de las clases populares, la idea que la seguridad es incompatible con la libertad tal y como la entiende la izquierda y se intenta  sustituir la verdadera libertad por la sumisión a los dictados de unos líderes, que a su entender solo procuran “el bien del pueblo” o sea una moderna concepción del despotismo ilustrado;  Cuando vemos al centro derecha que debería representar el Partido Popular, escora hacia la derecha más y más cada día, temiendo que VOX, el partido de extrema derecha por excelencia les quite el electorado Algunos nos tememos un serio peligro para el régimen de libertades del que gozamos hace más de 40 años y más cuando contrariamente a lo que nos esperábamos que el aumento del nivel cultural e instrucción de nuestra sociedad, nos procurara ciudadanos más libres, vemos estupefactos como parte de nuestra juventud cae de nuevo en las redes del fascismo que ha sabido copar y gestiona con efectividad todas las fuentes de información públicas.

Con todo soy de los convencidos que buena parte del electorado que confía en el Partido Popular lo hace desde una concepción centrada del ideario político y si por unos momentos calla ante la deriva fascistoide de sus máximos dirigentes actuales no es por otra cosa que el miedo al cambio de paradigma que la evolución social y las nuevas tecnologías nos están procurando, miedo alimentado desde las más altas instancias del nuevo fascismo internacional, con el fin de proseguir con el sometimiento de las mayorías, para un mayor beneficio de las élites minoritarias.

En Ciudadanos el tema es aún peor, pues de ser un partido de corte liberal que nació y fue apoyado por buena parte de las élites españolas, como substituto de un Partido Popular, ahogado hasta el cuello en el lodo de la corrupción, ha emprendido una deriva imparable hacía su desaparición por cuanto en lugar de mantener una personalidad claramente diferenciada del PP se ha entregado en cuerpo y alma a su ideología, conservadora y totalitarista, de manera absoluta 

Mal pues lo tenemos en este país, si desaparece el centroderecha, y la representación de la ideología derechista queda en exclusiva en manos de un partido como VOX, o de un Partido Popular, totalmente entregado a los postulados que defiende el ulraderechismo. Suerte que en estos momentos la ciudadanía, mucho más sabia que los que algunos suponen está dando la victoria al centro izquierda, léase PSOE que apoyado por PODEMOS, está tomando decisiones importantísimas para cambiar las políticas económicas y darles un cariz plenamente social, como corresponde a una sociedad  del siglo XXI que se precie, y aún bajo las feroces críticas de de la derecha más cavernícola que nunca hemos tenido, la firme voluntad del líder Pedro Sánchez, con el apoyo prácticamente unánime de la militancia del PSOE, va a permitirnos como país, gozar de 4 años de estabilidad y buen gobierno en la esperanza que durante este período se produzca la necesaria revolución en el seno del PP, para que vuelva a situarse en idénticas posiciones de sus homólogos europeos, como la CDU de Ángela Merkel o el nuevo partido REM que lidera Emmanuel Macrón en Francia. Les dejo el enlace a otro articulo mío sobre este tema publicado hace un tiempo en este mismo blog:


2 comentarios:

  1. Pues estimado Cosme yo también le remito al comentario que ya le hice en aquel comentario suyo al que hace referencia y además le añado que el CENTRO en la teoría política NO existe , simplemente es un " invento " de algunos para intentar confundir a la ciudadanía . Saludos

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  2. El centro es un punto sin superficie alguna. La moderación si es una virtud a menudo difícil de conseguir. ¡Gracias por su reflexión y reconocimiento de que la lucha de clases sigue de otro modo.

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