Dicen los que entienden que el soberanismo catalán está tocado de muerte y
que esto lo corrobora el hecho que en estos últimos tiempos ha traspasado la
línea roja de la violencia callejera mediante unos comandos no muy bien
entrenados pero si bien aleccionados que se autodenominan CDR (Comités de
Defensa de la República); por cierto, este nombre me choca por cuanto en el
reciente juicio celebrado en el Tribunal Supremo, a los dirigentes soberanistas
que el 27 de octubre de 2017 en votación solemne en el Parlament de Catalunya,
proclamaron la Independencia, siguiendo el mandato emanado del referéndum
ilegal que se había efectuado el 1 de octubre de aquel mismo año. En la sala 2ª
del TS ante los 7 jueces, todos ellos proclamaron que se trató de un mero simbolismo
y que nunca tuvieron intención de actuar como si de un nuevos estado se
tratara. Entonces yo me pregunto, ¿A qué República defienden estos comités? Quizás debería añadir una S a
sus siglas entre la D y la R pues el nombre de Comités de Defensa de la Simbólica
República, sería mucho más apropiado.
Me estoy dando cuenta estos días, de una cosa, el Sr. Quim Torra se niega a
admitir, como es que el llamado procès soberanista a acabado en un rotundo
fracaso, que la declaración unilateral de Independencia se ha saldado con penas
de cárcel para los procesados y una eurorden de captura y entrega a España de
los que se fugaron hace dos años. Que nadie en Catalunya hoy se considera que
vive en un país independiente y no ve cerca de ninguna de las maneras el conseguirlo.
¿Donde han quedado pues, las promesas de una independencia en 18 meses?
Demostrado fehacientemente el engaño del “España nos roba” Comprobada la
falsedad de la afirmación que la UE reconocería una Cataluña independiente como
estado miembro de pleno derecho; y visto el resultado de la fragmentación
social en dos mitades de la sociedad catalana y de los partidarios del
independentismo en tres formaciones peleadas entre sí, parece inconcebible que
siga habiendo un alto porcentaje de ciudadanos que sigan a pies juntillas las
directrices que desde el independentismo se emiten.
Otro tema a tener en cuenta sobre esta cuestión es que la mayoría de los
jóvenes que han sido detenidos en las algaradas de estos últimos días en
Barcelona son hijos y nietos de familias de alta alcurnia residentes en la
parte alta de la Ciudad Condal, lo que nos confirma que aún a la desesperada, y
cuando todo parece caer por la borda, la burguesía catalana sigue liderando el
tema incluso en la deriva violenta.
Quim Torra un activista que actúa como tal desde la presidencia de la
Generalitat de Catalunya, y se niega a admitir la realidad de la situación,
persiste en el error y anuncia que antes de terminar esta legislatura,
Catalunya volverá a ejercer el derecho a la autodeterminación, a pesar que ya
se ha demostrado que nadie en todo el orbe planetario se lo va a reconocer. Se
empeña en llamar una y otra vez a Pedro Sánchez, negándose a condenar la
violencia, y a hablar con los líderes de la oposición en Cataluña, en el falso
empeño de considerarse representante de todos los catalanes cuando está más que
demostrado con sus actitudes que solo representa a una pequeña parte del
independentismo. Claro que uno enseguida piensa, ¿Cómo va a condenar a los CDR
violentos, si los ha estado impulsando hace cuatro días con el famoso “Apreteu,
Apreteu”? (Apretad, Apretad).
Quim Torra es el peor presidente que ha tenido Cataluña con diferencia,
desde su irrealidad está conduciendo el país al desastre más absoluto,
económica y socialmente, la economía completamente estancada pierde fuelle día
a día, su negativa a buscar soluciones dentro del autonomismo que es la
realidad actual, ha creado una incertidumbre tal, que acelera la
deslocalización de empresas, no solo de sus sedes sociales si no de sus centros
de producción.
Me dicen, algunos entendidos, que no va a llegar a las navidades y que
después del 10 N, ERC y algunos elementos del PDCAT van a removerle la silla hasta sacarlo de la
presidencia, y substituirle por otro elemento más contemporizador, que permita
dejar para más adelante, la consecución de la ansiada independencia, intentando
así frenar la inevitable caída a por el precipicio a la que Quim Torra y Carles
Puigdemont parece que nos abocan.
La encuesta del CIS, publicada el pasado 29 de Octubre, en lo que se
refiere a Cataluña, que pronostica un desastre en el PDCAT, y una victoria de
ERC seguido muy de cerca por el PSC, viene a reafirmar la conjetura expuesta en
el párrafo anterior, por lo que debemos prepararnos, para unos grandes cambios
en el panorama político catalán, que casi con toda seguridad va a reemprender
el camino que nunca debió dejar del dialogo y la convivencia con el resto de
España, como única salida a recomponer la fractura social que la unilateralidad
y el egoísmo nacionalista, tanto catalán como español ha procurado.
Que Sánchez no coja el teléfono a Torra, va a resultar una gran ventaja y
quizás por primera vez en muchos años, el destino de Catalunya deje de estar
dirigido y orientado por la burguesía catalana para estar en manos de las
clases medias y populares, mucho más pragmáticas en la defensa de los intereses
de los más desfavorecidos.
Pues yo pienso que " el peor " presidente de Cataluña ha sido Jordi Pujol y también Artur Mas , de sus " " cosas " viene parte de esta situación actual . Puigdemont y ESPECIALMENTE Torra no son mas que marionetas
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