sábado, 24 de agosto de 2019

EL MEDITERRÁNEO, UN PROBLEMA A ESCALA EUROPEA



Quienes se empeñan en negar que en este primer cuarto del siglo XXI, la humanidad está inmersa en una profunda revolución que está cambiando nuestra forma de vivir y relacionarnos, desde lo más íntimo y cotidiano a lo más extraordinario.

Quienes se niegan a aceptar que las soluciones  aplicadas a los conflictos en el siglo XX, ya no nos son útiles en esta nueva era.

Quienes cierran los ojos a considerar esta revolución como la gran oportunidad de transformación de la sociedad hacía un mundo más justo socialmente hablando.

Son aquellos mismos que en la Revolución industrial en el siglo XIX, destruían las máquinas de vapor pues consideraban que el progreso iba en contra de sus intereses.

El egoísmo y el afán acaparador que caracterizó el capitalismo en el siglo XX, ha sido el causante de un fenómeno que nadie había previsto, como es el extraordinario movimiento migratorio, desde África y Sudamérica hacia el norte, Europa y EEUU, en busca de unas nuevas condiciones de vida que les garanticen la supervivencia. Un movimiento que ha adquirido tales dimensiones, hasta el punto que los poderosos y pusilánimes del planeta, ven peligrar sus privilegios y buscan, como siempre han hecho, en la confrontación social el paliativo.

Observen Vds., amigos, como desde las élites Americanas y Europeas, se resucitan movimientos neofascistas, que creíamos ya totalmente aniquilados cuando descubrimos los horrores del nazismo a finales de la segunda guerra mundial; como se fomenta un ultranacionalismo disgregador, mientras se desacredita la superación del mismo como la creación de entes supranacionales, de corte federal, que en origen pretendía ser la Unión Europea. Se nos presenta a estos que buscan su supervivencia, como invasores que viene a destruir nuestros modelos convivenciales.

En USA, gobierna un curioso personaje como Donald Trump, que fuera de todo sentimentalismo y con unas proposiciones, totalmente acordes con el más puro fascismo, construye muros y amenazas a sus vecinos, para que le contengan del modo que sea la oleada migratoria en sus fronteras. En Inglaterra, es primer ministro un ultranacionalista, con pinta de perturbado como Boris Johnson, que aún a costa de llevar a su país a un período de penurias, y escasez de lo más básico, con tal de cerrar sus fronteras a la inmigración, pretende abandonar la UE dando un portazo.

Mientras el mar Mediterraneo, se está convirtiendo en una enorme fosa común, donde más de 18.000 personas han dejado su vida, en el intento de huir de unas guerras, que ellos no han provocado, de una miseria que no han buscado y de unos malos tratos, proporcionados por los esbirros  a sueldo de unas élites planetarias, que solo buscan mantener sus privilegios, robando los recursos naturales de unos países, a los que impiden se puedan desarrollar.

Este mes de Agosto, los españoles hemos vivido con especial intensidad, la crisis del barco Open Arms, de la ONG Proactiva, con más de cien rescatados a bordo, frente a las costas de la isla de Lampedusa, por culpa de un fascista  con cruz de oro colgada del cuello, Matteo Salvini, ministro del interior en Italia, que impidió puedieran desembarcar en ninguno de sus puertos.

El nerviosismo de la situación y la indiferencia con que la UE ha llevado el asunto, o quizás mejor decir, se ha despreocupado del asunto, ha provocado la apertura de un debate público, que se está resolviendo muy negativamente, tanto para Italia como país,  como para el actual gobierno en funciones de España y la propia ONG Open Arms, cuya negativa al ofrecimiento del gobierno de Pedro Sánchez de desembarcar en los puertos de Baleares u otros, no ha sido aceptada por la ONG, con excusas, algo peregrinas, además de haber rechazado desembarcar en Malta, después que el gobierno maltés hubiera llegado a un acuerdo con el español; no ha sido entendida por nadie.
Soy de los convencidos que la UE, debe tomar cartas en este asunto y de manera urgente, creo que debería montar un servicio de Salvamento marítimo al estilo del que España tiene y que recoge diariamente a muchísimos náufragos de las pateras que cruzan el estrecho de Gibraltar para llegar a nuestras costas, en lugar de mirar hacia otro lado y dejar que sean la ONG y los propios países ribereños quienes se encarguen del problema.

A más largo plazo la UE debería trazar un plan y liderar su ejecución, que permita el progreso económico y social del continente negro, echando de allí a los especuladores sin escrúpulos de occidente y pagando un precio justo por los recursos naturales de que de allí se extraen y que necesita la industria Europea y occidental en general, con el fin que a través de los beneficios que se obtengan, se pueda encarrilar el progreso de estos países evitando así que sus habitantes tengan necesidad de emigrar.

 Soy consciente que la UE, se encuentra en horas bajas y que su principal enemigo los USA, la está atacando fuerte y sin piedad por varios flancos, con todo creo que si en este asunto de la migración, sigue como hasta ahora, o sea mirando para otro lado como si no fuera con ella, su fin está más cerca de lo que podríamos pensar.

1 comentario:

  1. Coincido con usted en esta ocasión , solo dos comentarios . A Trump y a Johnson , les han votado los ciudadanos , quizás hartos ya de la decadencia de los partido de centro izquierda y engañados por el populismo , han votado a dos " iluminados " . Lo de Europa viene desde su raíz , se dijo que seria la Europa de los CIUDADANOS y han hecho la Europa de los Mercaderes y que además NOS resulta CARISIMA de mantener . Un saludo

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