Pedro Sánchez lo ha repetido mil veces, toda solución a un conflicto pasa
por el dialogo, la negociación y el pacto, las tres bases en donde se
fundamenta un estado federal que se precie. Es verdad que el presidente español
lo ha dicho refiriéndose al tema catalán, pero no me negarán Vds. que ello
cuadra perfectamente con la perspectiva de solución del tema a través de una
reforma constitucional en un sentido federal.
Se viene a decir que los independentistas catalanes no aceptan la solución
de una España Federal, pues su pretensión va mucho más lejos por cuando buscan una
desconexión total, no solo con el resto de España sino con una Unión Europea
que les niega repetidamente su derecho a auto determinarse.
También los nacionalistas españoles, encuadrados hoy en las filas de PP,
Vox i Ciudadanos, abominan de una España Federal, por cuanto su trasfondo
imperialista les aboca a un unitarismo supremacista donde solo se admite la
subyugación de las minorías y el sometimiento total a las condiciones del vencedor.
A partir de aquí se pueden entender las proclamas de Vox, a favor del
desmantelamiento del estado autonómico, o los del PP y Ciudadanos de la
intervención inmediata de la autonomía catalana con carácter preventivo antes
que los actuales dirigentes infrinjan ninguna ley.
Debo decir sin embargo, que en lo que se refiere a Ciudadanos, que si bien
nacieron con la voluntad de representar el nacionalismo español en Cataluña,
han manifestado repetidas veces su voluntad de ser un partido de la derecha
liberal europea, al estilo de la formación de Macrón en Francia, de Ángela
Merkel en Alemania, o Mark Rutte en Holanda, ello les va a llevar sin duda
alguna a alinearse con la vía federal si de verdad quieren contemporizar con sus
socios europeos, cuando todos ellos abogan por este sistema. Y en verdad les digo amigos, que estoy
convencido que el día en que los líderes de ciudadanos se manifiesten con
claridad a favor de una España Federal, va a ser el punto de inflexión de muchos
de los conflictos territoriales que hoy existen en España y la postergación,
por varias generaciones del tema secesionista, tanto en Catalunya como en el
País Vasco.
A pesar de su minoría parlamentaria, y de la incomprensión en uno y otro
bando, Pedro Sanchez insiste en el dialogo como fórmula de resolver el
conflicto catalán, mientras el gobierno de esta comunidad se mantengan dentro
de los límites que señala la ley, como de hecho está haciendo y a pesar de las
diatribas e incomprensión que se le lanza desde los partidos de la derecha
española, deberíamos reconocer que es el único camino que nos puede llevar a
situar al independentismo catalán en una encrucijada, como en su día pasó con
la banda terrorista ETA, cuando Zapatero les tendió una mano invitándoles a una
mesa de diálogo, hecho, que por cierto, la banda abortó, poniendo una bomba en
Barajas, firmando así su propia sentencia de muerte.
El independentismo, ante la encrucijada juega al despiste desviando la
atención y poniendo condiciones totalmente inaceptables para el Gobierno
Español, como es el tema de los políticos presos o la de fijar una negociación
bilateral entre los dos gobiernos, para tratar exclusivamente las condiciones
de separación de Cataluña del Estado Español.
Con todo no pueden esconder su debilidad puesta de manifiesto en la
profunda división no solo de la sociedad catalana en dos mitades si no entre
las propias filas independentistas, con las profundísimas discrepancias entre
ERC y PDECAT. Que va a impedir la aprobación de los presupuestos en la
comunidad autónoma, llevándonos por consiguiente a la celebración de nuevas
elecciones, en las que esperemos sea la propia sociedad catalana quien pegue el
varapalo definitivo a estas fuerzas que no han hecho otra cosa que engañar
vilmente a la sociedad.
Por otra parte el federalismo, está deviniendo en la defensa de la
democracia, por cuanto, el nacionalismo tanto, en España, como en muchos países
Europeos, parece derivar hacia posiciones ultramontanas, que se abocan
peligrosamente al abismo del autoritarismo tal y como sucedió en la década de
los años 30 del pasado siglo XX, cuando nazis y fascistas, aprovechando
debilidades de la democracia, consiguieron hacerse con el poder en varios
países, con el resultado que todos conocemos.
Una España Federal en una Europa Federal, podría ser una buena garantía de democracia, y disuasoria de
tentaciones expansionistas de regímenes autocráticos como los que se insinúan
hoy en Polonia, Austria, o algunos de
los países del Norte de Europa. Pedro Sánchez desde su claridad de ideas,
contando con los apoyos necesarios podrá conseguirlo y créanme amigos si les
digo que ello abriría de par en par la puertas para la evolución de la UE hacía
un ente supranacional de estructura federal.
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