En las elecciones del próximo domingo y quizás por primera vez en los
cuarenta años de democracia, es más necesario que nunca tener bien claro lo que
se dirime en ellas, pues tal y como se han planteado las cosas, el perdedor va
tardar bastantes años en recuperarse, cuestión que determinará una política no
solo para cuatro años, si no para bastantes más. Si gana la derecha que
conforman Vox, C’s y PP, y según han manifestado ellos mismos en la larga
precampaña y en los 11 días que llevamos de campaña oficial, además de destruir
al adversario, van a poner en marcha un neoliberalismo extremo en lo económico
que solo va a significar recortes en los derechos sociales, educación, sanidad,
y pensiones públicas, disminución del estado como prestador y garante de estos
servicios y aumento indiscriminado de la desigualdad, con la destrucción casi
completa de la clase media, al más puro estilo de los países latinoamericanos.
Esto va a llevar como consecuencia, un aumento de la delincuencia, y la
violencia urbana, para lo que ellos proponen como solución armar al pueblo,
creando entonces el círculo vicioso de acción y reacción con lo que las muertes
por violencia aumentarán exponencialmente; justificando la adopción de medidas
coartadoras de las libertades, en pro de la seguridad ciudadana. Dicho de otra
manera la dictadura pura y dura.
También debo decir que dada la aparición de un partido puramente de extrema
derecha como VOX, ha contaminado extraordinariamente a las otras dos formaciones
de liberales y conservadores (C’s y PP) que se han propuesto frenar su sangría
de votos hacia esta nueva formación radicalizando su discurso y compitiendo con
ella en cuanto a dureza, situándose prácticamente en su mismo terreno y
abandonando en centro político de que tanto presumían hace poco tiempo. Ello
significa, que en caso de victoria tal y como hemos dicho antes va a peligrar
incluso la propia democracia, al menos tal y como hasta hoy la hemos conocido.
Los actuales dirigentes de la UE incluso los situados en la esfera liberal,
ya han venido advirtiendo a PP y C’s, la necesidad de regresar al discurso de
la moderación y de la construcción europea, abandonando y aislando a VOX, por
el peligro que esta formación junto a sus homólogos en otros países representa
para el proyecto de UE, una superestructura que solo va a ser posible en un
contexto federal y por lo tanto completamente opuesta a la doctrina
nacionalista que el tripartito de la derecha española tiene como lema central.
Así mismo me consta la preocupación de algunas de las organizaciones
patronales de nuestro país que se dan cuenta les puede perjudicar seriamente en
sus negocios, las políticas económicas totalmente disparatadas que plantea la
derecha española actual; hasta el punto que desde la máxima discreción abonan
el voto al PSOE, la única fuerza que les puede garantizar la estabilidad
imprescindible para el funcionamiento de sus negocios y la consecuente
generación de riqueza.
En el caso de Cataluña la situación es incluso más complicada, por cuanto
la pequeña y mediana burguesía que de la mano de Artur Mas, abrazó el
independentismo incondicionalmente, como si fuera su tabla de salvación,
empiezan a darse cuenta del gran error cometido, de que la fuga de empresas de
finales de 2017 y buena parte del 2018, les empieza a afectar muy en serio y
que además la total ineficiencia del actual gobierno autonómico que preside
Quim Torra, está llevando este país al desastre más absoluto.
Les cuento un caso que sirve muy bien como ejemplo de la importancia de una
buena gestión de un gobierno autonómico, para la economía de Cataluña, en los
principios de la crisis económica, cuando presidia la Generalitat de Cataluña,
el socialista José Montilla, la empresa automovilística japonesa Nissan, planteó
una reducción muy drástica de su fábrica en Barcelona, que hizo suponer a
muchos que planeaba secretamente su cierre. José Montilla, cogió el toro por
los cuernos viajó hasta Japón , se entrevistó con la más alta dirección de la
multinacional y regresó, con nuevas cargas de trabajo para la empresa Nissan de
Barcelona, con el solo coste de un acuerdo laboral que implico solo una pequeña
reducción de salario, pero sin que nadie fuera despedido.
Estos días, la Multinacional Nissan plantea, un ERE para despedir a más de
600 trabajadores, lo que significará una reducción importante de la fabricación
de coches en la factoría de Barcelona cuestión que va afectar muy directamente
a varias empresas auxiliares, fabricantes de elementos para los coches Nissan.
¿Vds. han oído al President Quim Torra referirse a ello? ¿han visto al
conceller de treball tomar cartas en el asunto e intentar evitar que esto se
lleve a cabo? ¿Han leído en algún medio que el vicepresidente Pere Aragonès, de
ERC, se moviera para paliar este asunto? Nadie ha hecho nada, y casi con toda
seguridad, la fábrica Nissan va a dejar la capital catalana, aunque entonces
dirán que la pérdida de puestos de trabajo es culpa de Pedro Sánchez.
Les ruego amigos que piensen en este escrito cuando vayan a introducir la
papeleta en la urna el próximo domingo y tengan perfectamente claro que solo un
gobierno de Pedro Sánchez, con amplia mayoría, puede procurar una salida
honrosa y equitativa a la crisis económica y dando la estabilidad necesaria
para que ningún bache económico nos perturbe y exija más sacrificios. ¿Van a
darle el gobierno a un Partido Popular, condenado en primera instancia por
corrupción? ¿Van a confiar en un veleta como Rivera, que no ha hecho propuesta seria ninguna y su
objetivo parece ser solo sacar a Sánchez de la Moncloa? ¿Van a confiar en VOX, que pretenden
devolvernos al oscurantismo franquista? Por favor, actúen con sensatez.
Buena exposición la suya de la situación actual , pero me llama la atención que en ella no mencione para nada a Podemos , cuando podría ser decisivo en la formación de un gobierno presidido por Pedro Sánchez , bien sea formando parte del mismo o apoyándolo desde fuera , pues no seria ni parecido a una unión de Pedro Sánchez con Alberto Carlos Rivera . Saludos
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