La izquierda en Europa y en nuestro país, no supo reaccionar como debía a
la grave crisis económica que estamos padeciendo, no he entendido nunca el
porqué, la socialdemocracia, cuando ya en los años 90 empezó la llamada
revolución neoconservadora que encabezaban Ronald Reegan y Margaret Tatcher,
proponiendo la desregulación de los mercados y la privatización de todo
absolutamente, incluida la deuda pública de los estados, cuando vio como se
aniquilaban a las Trade Unions en el Reino Unido, se quedaron calladas y sin
propuestas ninguna, defendiendo el estado del bienestar que tanto había costado
conseguir.
Los líderes socialistas en toda Europa se mostraron carentes de ideas,
esperando quizás que el tiempo arreglara sus problemas, cuando en realidad todo
el mundo sabe que el tiempo lo que hace es agravar los problemas y el
desprestigio de quien nada hace para solucionarlos. No supieron reaccionar al
fenómeno de la globalización que venía trastocar todos los planteamientos
económicos vigentes, hasta este momento, no supieron coordinarse a nivel internacional,
para adaptar sus estrategias a la nueva realidad que se iba imponiendo. No
supieron ver de la necesidad imperiosa de acelerar la construcción Europea, con
el fin de tener el músculo suficiente para afrontar el deterioro de la
democracia, por parte de una élites que dominan los medios de comunicación y
una buena parte del capital mundial a través del control de la deuda pública de
numerosos países.
De hecho, una de las consecuencias, al menos en Europa, de la llamada
revolución necon fue sin duda ninguna la rotura del pacto no escrito entre la
socialdemocracia y la democracia cristiana, que permitió la recuperación
económica del viejo continente después del desastre de la II guerra mundial, en
base a las políticas de distribución de la riqueza mediante la fiscalidad, o
sea el llamado Estado del Bienestar.
Ahora, en 2018, parece que la socialdemocracia despierta de su letargo de
la mano de nuevos líderes de la nueva generación, gente preparada, con los
ideales muy claros y objetivos bien definidos. Como es el caso de Pedro Sánchez
Pérez Castejón en España, que en tan solo 60 días en el gobierno del país ha sido
capaz de sentar la bases, no solo de una incipiente recuperación económica si
no de reversión de gran parte de aquellas medidas que en el gobierno neoliberal
conservador del PP habían recortado los derechos sociales de los asalariados
españoles. Estoy seguro que este ejemplo va a cuajar en la Unión Europea y
dentro de poco vamos a ver como el PSF en Francia, el SPD en Alemania, etc.
etc. resurgen cual ave fénix de sus cenizas.
Aunque todo ello, puede ir al traste si no viene acompañado de un
“aggiornamento” de las organizaciones sindicales, una puesta al día que lleve a
que en ellos se sientan reconocidos, todos los que viven de una salario en
nuestro país, y aquellos que siendo autónomos, viven de su esfuerzo constante
día a día.
Deben por empezar a plantearse que el mundo del trabajo está cambiando en
este siglo XXI, que nada ni nadie va a ser lo mismo que en el siglo XX, Deben
también admitir que algo han hecho mal en estos tiempos, cuando el nivel de
afiliación ha descendido en picado. Deben convertirse de nuevo en los líderes
de la defensa de los derechos de los trabajadores, frente a los grandes poderes
fácticos que les pretenden seguir explotando hasta la extenuación Deben volver
a las buenas relaciones de hermanamiento con los partidos de izquierda y
finalmente deben estimular y apoyar la capacidad emprendedora de los
asalariados para que a través de la economía social, construyamos un nuevo
paradigma económico, lejos de la especulación y la injusticia social.
Con toda seguridad me olvido de muchas de las cosas que deben cambiar en
las organizaciones sindicales para adaptarse a los nuevos tiempos, pero me
parece que con lo dicho hasta ahora es suficiente para comprender que en la nueva
economía van a ser absolutamente necesarias para garantizar un mundo más justo
y equitativo como és el que pretendemos todos aquellos que nos llamamos
progresistas.
Cosme aprecio mucho tu fidelidad con tus ideales PERO quizás y solo en mi opinión , esa misma fe , fidelidad o como quieras llamarle te esta impidiendo ver la realidad ACTUAL , dices " Ahora en 218 PARECE que la socialdemocracia despierta de su letarlo de la mano de nuevos lideres de nueva generación " . Bien yo me pregunto ¿ donde despierta la socialdemocracia ¿ no será en Francia , o en Grecia , ni en Reino unido , ni en Alemania etc etc quizás , quizás y por poner un " posible " ejemplo es Portugal donde el Partido Socialista en coalición con Bloco de Esquerda y partido Comunista están consiguiendo buenos avances . Y si nos referimos a España concretamente con la victoria de la Moción de Censura del PSOE y OTROS , decir que Pedro Sánchez ha dado un paso importante es la realidad , PERO con SOLO 84 diputados lo tiene difícil que NO imposible , es cierto también que en MUY pocos días ha sentado algunas bases PERO ahora viene la hora de REALIZAR esas " bases " y OJALA lo consiga por el bien de " casi " todos , Pero de eso a pronosticar un " resurgimiento " de la socialdemocracia hay un abismo . La socialdemocracia siempre fue una política hibrida. Y de los actuales grandes sindicatos ya te dije en mi anterior comentario lo que pienso de ellos . Fuerte abrazo
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