A pesar del interés
que ponen PP y Ciudadanos en señalar que solo es posible evitar unas terceras
elecciones, si el PSOE se abstiene para procurar una investidura de Mariano
Rajoy, es una falsedad como un templo y una demostración más que palpable que
Mariano Rajoy es un inútil de marca mayor, por cuanto y aun habiendo tenido en
la elección a la presidencia de la mesa del Congreso una demostración palpable
que sin el concurso de los Socialistas ni de Podemos, puede conseguir la
mayoría suficiente en una segunda votación, sigue con el raca-raca, supongo con
la perversa intención que si el PSOE pica darle el golpe definitivo para que
jamás levante cabeza, dejando el camino libre a un liderazgo de la oposición
por parte de Podemos, por “in aeternum” puesto que ya es sabido que al igual
que el antiguo PCE, Podemos es esta formación que nunca va a ganar unas
elecciones y que si alguna vez por casualidad lo lograra, las divisiones
internas que les procuraría, lo sentenciarían para siempre.
Convendrán Vds.
conmigo, que resulta cuando menos extraño, que después de cincuenta mil
negativas del PSOE, incluso con decisiones del Comité Federal, públicas y
notorias en el mismo sentido, de no apoyar ni por activa ni por pasiva la
investidura de nadie del PP; Mariano no esté persiguiendo y negociando con PNV,
con CDC, con ERC y Coalición Canaria, en vistas a conseguir como mínimo la
abstención de estos grupos en una segunda votación, lo que le daría sin duda la
mayoría necesaria para ser investido, para después buscar los acuerdos
necesarios en cada uno de los proyectos que piense impulsar. Sin embargo en
lugar de esto Mariano sigue sin mover un dedo, aparte de haber mandado a PSOE y
C’s, un documento base para la negociación que viene a ser el denostado acuerdo
de la pasada legislatura entre PSOE y C’s, al que convenientemente se le han
eliminado todos aquellos puntos, que lo definían como un acuerdo de izquierdas.
Es tan grave la inmovilidad del Partido Popular, en este que es su tiempo, que
ha debido ser C’s, y no él quien ha movido ficha para modificar la posición de
salida de este partido de cambiar una abstención anunciada, por un Sí.
Es sin duda alguna,
bochornoso, que los subalternos de Mariano, como la Sra. Cifuentes presidenta
de la Comunidad de Madrid, tachen de irresponsable a Pedro Sánchez, por haberse
marchado de vacaciones, cuando este Sr. que representa, después de las
elecciones, la alternativa al Partido Popular, sin tener de momento
responsabilidad ninguna en la formación de un gobierno en España, y habiendo dejado
bien clara la postura de su formación, no pueda disfrutar de unos días de
descanso con su familia, cuando el que si tiene la responsabilidad, por encargo
real, se haya largado a su Galicia natal, ha caminar como un poseso. No es
ahora el tiempo del PSOE, lo será si Mariano fracasa en su sesión de
investidura, que por cierto aún no ha convocado, o provoca una nueva espantada
como hizo en la anterior legislatura, eludiendo presentarse a ella, ni que
fuera para poner en marcha el reloj electoral. Solo entonces puede que sea el
tiempo del PSOE, y de Pedro Sánchez, que a mi entender deberá tomar la
iniciativa para procurarse los apoyos necesarios y ser investido presidente en
un plazo razonable, para una corta legislatura de dos años, cuyo objetivo
principal debe ser derogar todas las leyes y normas proclamadas por el PP y que
han contribuido los cuatro últimos años al aumento de la desigualdad en nuestro
país, el empobrecimiento de muchos y el enriquecimiento de unos pocos, la
coerción de las libertades y un grave deterioro de nuestra democracia y del
estado del bienestar.
Sin embargo hay que
tener muy presente, que ni Pedro Sánchez ni el PSOE, pueden arriesgarse de
nuevo a una investidura fallida, por lo que previamente, todas aquellas
formaciones que estén por apartar al Partido Popular del Gobierno y aquellas
otras que por el bien de España, piensen que no es bueno ir a unas terceras
elecciones, deberán manifestar de forma inmediata su apoyo a la investidura
socialista incluso antes que reciba el encargo del Rey.
Con todo también hay
que pensar que es posible que esta vez no llegue nunca la Hora del PSOE, pues
con la experiencia antes citada de las votaciones a la mesa del Congreso, es
posible que si se mantienen algunas conversaciones con los partidos nacionalistas
minoritarios, Mariano logre ser investido. En este caso deberemos lamentar una
vez más la poca visión política de la formación PODEMOS, que en la anterior
legislatura, cuando se había conseguido meter profunda brecha en la derecha de
este país, malograra instaurar un gobierno de cambio, fiándose que unas nuevas
elecciones le darían la posibilidad de sobrepasar a quien consideran su
verdadero enemigo, el Partido Socialista Obrero Español.
¿O sea que el PSOE puede decirle NO al PP , pero Podemos no podía decirle NO a Ciudadanos en la anterior legislatura ? Lo que no puede el PSOE es decir NO al PP , NO a Podemos y No a nuevas elecciones , pero claro aquí el único malo de la película es siempre Posemos ! Ah y si que hay partidos que le están diciendo que SI al PSOE , por ejemplo Podemos , Compromis . Un saludo
ResponderEliminarCiertamente, estamos en una situación política complicada en la que solo con amplias dosis de generosidad por parte de todos se podría conseguir una gobernabilidad, y a esto no ayuda en absoluto los declaraciones recriminatorias que se escuchas desde todos los representantes políticos.
ResponderEliminarNos encontramos, pienso yo, todos los partidos en la disyuntiva de tener que decidir entre aparcar nuestras convicciones políticas en arras de conseguir un gobernabilidad del país, o defenderlas a ultranza nuestra posturas y arriesgarnos a quedar el país sin quien lo dirija "sine die".
Este es realmente el "moll de l´os", todo lo demás que conjeturemos, analicemos, expongamos hablemos, transmitamos, etc, será siempre desde la óptica de las convicciones políticas de cada uno, y a la vista del arco parlamentario que nos dejan las 2 elecciones anteriores, esto no lo arrega ni unas 3ª, ni una 4ª. Y mientras tanto el país sin gobierno.
Por la que se refiere a mi opinión propia sobre este asunto, creo sinceramente que ninguno tenemos o dejamos de tener razón.