martes, 1 de noviembre de 2011

¿ESTAMOS TODOS SATISFECHOS CON EL FIN DE ETA?


En la tarde del pasado 20 de Octubre, cuando se difundió la noticia del comunicado, en el que la banda terrorista ETA anunciaba el fin de sus acciones armadas; el paso inicial que indefectiblemente va a comportar su disolución como organización, tras oír las primeras reacciones de los diversos partidos políticos democráticos, y los que no lo son tanto, así como las organizaciones que les son afines, me vino a la cabeza, un articulo del que no recuerdo su autor, publicado en los años de la transición democrática, cuando la banda se encontraba en plena orgia asesina, en el que se señalaba que la pretensión inmediata de los ideólogos del terrorismo era provocar una involución en el proceso democrático que se iniciaba, pues consideraban que el apoyo popular a su organización, imprescindible para la subsistencia, solo se mantendría en un régimen de represión y falta de libertades. El articulista argumentaba la afirmación, por el hecho que los atentados mortales, iban dirigidos a las fuerzas de seguridad del estado en especial, el Ejército y la Guardia Civil, cuerpos en aquellos tiempos de dudosa credibilidad democrática, por cuanto una buena parte de sus mandos, veteranos de la guerra civil, cuatro días antes figuraban en el más alto staff del régimen franquista. Era por tanto lógico pensar que una serie de ataques directos a estos mandos, acabaran por provocar una reacción que interrumpiera el proceso y así ETA pudiera contar con un enemigo bien claro al que hacer frente, cortando de raíz la disidencia que ya se empezaba a producir en sus propias filas, y dejando bien claro a quienes les apoyaban que la transición a la democracia era una falsedad que solo pretendía perpetuar la dictadura, aunque con otra apariencia.

De hecho hemos de admitir, que casi consiguen su objetivo, cuando unos años más tarde, concretamente el 23 de febrero de 1981, secuestrando el Congreso de los Diputados, sacando los tanques a la calle en Valencia y Madrid, un grupo de Oficiales y Guardias Civiles, pretendían acabar con la democracia a tiros, con la excusa del manido España se rompe, aunque verdaderamente lo que los golpistas esperaban atraer mandos militares a su causa, a través del disgusto de algunos de ellos por las continuas bajas que la banda procuraba al estamento militar.

Creo que hoy, si analizamos la reacciones de la derecha ante el anuncio del la banda terrorista del pasado 20 de octubre, observaremos algo parecido a lo de entonces, aunque en sentido contrario. Las primeras declaraciones de Esperanza Aguirre, Mayor Oreja, Gonzalez Pons y el propio Aznar, en el sentido que el anuncio no merecía credibilidad, que hasta que ETA no entregara las armas y pidiera perdón a las víctimas no había cambiado nada, deja entender que para ellos el anuncio era una mala noticia, pues a su modo de ver, la ausencia de violencia convierte a su acérrimo enemigo, al que se puede excluir de las instituciones democráticas, en un adversario como todos los demás partidos, que cuenta con un considerable apoyo a nivel ciudadano, como se pudo comprobar en las últimas elecciones municipales.

De hecho esta postura no es nueva en el Partido Popular, pues incluso en los tiempos del gobierno de D. José María Aznar, cuando ETA era el Movimiento de Liberación Vasco, Mayor Oreja, ya incitaba a no conseguir ningún tipo de acuerdo que pusiera fin a la violencia, del mismo modo que durante el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, desde las filas populares y con todos los medios de comunicación a su alcance, han torpedeado la política antiterrorista gubernamental. No debemos olvidar que de entrada los populares se negaron a aceptar que el gobierno marcara las líneas de la política antiterrorista, tal y como mandan los cánones del Pacto Antiterrorista que ambos partidos habían firmado anteriormente. No olvidemos tampoco, que se empeñaron en negar la evidencia del atentado islamista del 11 M queriéndolo atribuir a ETA.

Otros que también temen quedarse “out side” es la derecha nacionalista vasca, el PNV que han optado por pisar el acelerador, pidiendo, el inmediato acercamiento de los presos, medidas de gracia, e incluso elecciones autonómicas anticipadas, dando al comunicado una sobrevaloración que sin lugar a dudas no tiene.

Tan solo Rajoy, en el panorama de la derecha, en estos días ha sabido conservar el temple, midiendo sus declaraciones al milímetro, no sea el caso que un desliz le haga perder más votos de los estrictamente imprescindibles que la decisión de la banda y la innegable atribución de mérito al candidato socialista Rubalcaba en su época de ministro del interior a buen seguro habrá de procurarle; aunque sospecho, no deja de estar muy de acuerdo con los que sus aláteres están predicando.

Rubalcaba y Zapatero que al fin y al cabo son quienes más méritos acumulan en la derrota de la organización terrorista, son quienes menos declaraciones hacen estos días, demostrando una extraordinaria prudencia totalmente necesaria e imprescindible para que el proceso iniciado ahora tenga un final feliz. Los españoles de bien no necesitamos enemigos de este tipo para reafirmar nuestras posiciones; y si algunos partidos siguen precisando de ETA, para lograr objetivos, de tipo nacionalista vasco o español, mejor sigan en la oposición donde están ahora, no sea que con su torpeza manden al traste la gran esperanza que se ha creado.

5 comentarios:

  1. Claro, la demagogia, el principal enemigo de la democracia, solo sobrevive frente a un enemigo común, por ejemplo el terrorismo. Desgraciadamente la derecha ha encontrado repuesto en la crisis. Fátima Aburto

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  2. ETA supuso la aparición de un nuevo tipo de políticos los "Políticos carroñeros" (animales que no matan necesariamente pero se alimentan de los cadáveres) Me refiero a aquellos partidos nacionalistas españolistas que ante un asesinato de ETA cargaban casi más contra los diversos nacionalismos periféricos que contra la misma ETA a sabiendas que por cada voto que con ello perdían en Pais Vasco y Cataluña, podían obtener 4 en el resto del Estado Español
    Ignasi Pons

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  3. No muy satisfechos se sentiran los políticos carroñeros que se alimentaban de ETA

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  4. Un gran acierto de Zapatero y Rubalcaba esperemos que así lo entienda el PP y acepte el acierto de PSOE

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  5. No me veo el fin de ETA, Como aquí se a dicho Le da votos a la derecha y extrema derecha. Ademas Los medios mediaticos de la extrema derecha es su principal fuente de igresos junto con despotricar contra los socialistas. Haran lo imposible por impedirlo desgraciadamente.

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