Soy de los convencidos que la salida de la crisis, en sentido positivo para la clase trabajadora, es sin lugar a dudas por el lado izquierdo del espectro ideológico. ¿Pero que quiero decir con esto? Pues sencillamente que debemos invertir la capacidad de poder del capital financiero, para dar más prioridad al capital humano, que al fin y al cabo resulta ser la base principal de todo el sistema económico.
De todos es sabido que la actual crisis económica, al igual que la de los años treinta del pasado siglo XX, ha sido procurada a partir del momento en que el capital financiero, invierte la situación normal de ser controlado por el poder político democráticamente elegido, y pasa a ejercer el papel de controlador efectivo de este, cuando actúa como tenedor de los títulos de deuda pública y privada de la mayoría de países mundiales; y además se permite el lujo de especular con ella, causando enormes perjuicios a los ciudadanos de a pie, a quienes se obliga a pagar los costes de una quiebra que ellos no han generado. ¿Como puede entenderse si no que a España se nos obligue a pagar en estos momentos un 5,5% de interés por nuestra deuda pública y privada, mientras que Alemania solo paga el 2,79%?
Cuando la crisis, originada en Estados Unidos, empieza hacer mella en los países europeos en el año 2008, en España está gobernando un partido de la izquierda moderada como es el PSOE; y este partido al igual que en otras democracias europeas, donde el centro derecha llevan las riendas, optan en un primer momento por las actuaciones que el británico John Maynard Keynes había propuesto para la salida de la gran depresión, en los años 40 del pasado siglo XX, al final de la segunda guerra mundial; consistentes en una intervención del estado, en base a procurar activar la producción, en base a las obras públicas y con cargo a la deuda pública que podría ser amortizada un tiempo más tarde, cuando la economía y el sector privado se reactiva.
Si embargo, parece ser que nadie contó con dos grandes diferencias, en las condiciones sociales, entre los años 40 del pasado siglo y la actualidad, como son: que acabada la contienda mundial, tanto el sector privado como el público estaban a cero y que el Plan Marshall que fue el punto de partida para la recuperación económica se basó en el sector público. Si embargo en la actualidad y después que la revolución neoconservadora de Ronald Reegan y Margaret Tatcher hubiera desmantelado casi por completo el sector público europeo, el poder real se halla en manos privadas, a través de estos entes que se denominan mercados. La segunda diferencia estriba en que la sociedad europea en su conjunto no ha tocado fondo como entonces, por el tema de guerra, y por lo tanto la necesidad del esfuerzo colectivo para salir a flote, no se ve imprescindible.
Esta última proposición es la que a mi entender procura que hoy la salida de la crisis por la izquierda se vea prácticamente imposible, cuestión que se hace patente con una sola mirada al mapa de los gobiernos en la UE, prácticamente todos de derechas y con una extrema derecha fascistoide en franca pujanza. En España, todo indica que el Partido Popular va a tomar las riendas en la próxima convocatoria electoral, con lo que el pueblo español va a cerrar totalmente la posibilidad de que se pueda trazar y ejecutar un plan para reconducir el rumbo hacia la izquierda.
¿Es que no hemos comprendido aún que son las políticas neoliberales de Aznar, las que provocaron la actual crisis en España? ¿Es que no nos damos cuenta, que al igual que nuestros abuelos, cuando se decantaron por la derecha, acabaron hundidos en sangre, sudor y lágrimas?
Repasen Vds. la historia, en particular la reciente, y se darán Vds. cuenta de los grandes puntos de coincidencia con la situación actual, además de sorprenderse que han bastado un par de generaciones para que olvidemos completamente las desgracias donde nos conduce el egoísmo de unos pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario