Desde ya hace tiempo, casi podríamos decir desde siempre, bajo el eufemismo de “el derecho a decidir”, los partidos nacionalistas e independentistas en Cataluña, pretenden conseguir la convocatoria de un referéndum vinculante, donde se determine la voluntad de los ciudadanos de separarse de España.
La reciente sentencia del TC sobre el Estatut de Autonomía de Cataluña, no ha hecho otra cosa que tensar la cuerda, abonando uno de los argumentos separatistas, al determinar, según su opinión, que una buena parte lo decidido y refrendado por los ciudadanos de Cataluña, no tiene cabida en la Constitución Española.
Delante de esto, deberá admitirse, que a un ciudadano catalán solo le caben dos maneras lógicas de reaccionar, la primera es decir, “si no me quieren me voy”, y la segunda, proponer un cambio constitucional que no permita hacer lecturas tan retrogradas como los miembros del alto tribunal han hecho. Bien, queda una tercera reacción, que es la predicada por el Partido Popular, en el sentido de volver a la España unitarista y centralista, que subordina la variedad lingüística, cultural y de todo tipo, a la que se determina como oficial, relegando todo lo demás a un mero folclore; más o menos como se hacia en recientes tiempos de autarquía.
Los comunistas de ICVEUiA, proponen ejercer el derecho a decidir del pueblo catalán, con una consulta en base a las tres opciones citadas, Independencia, Federalismo, o Centralismo. Para ERC, “El derecho a decidir del pueblo catalán”, debe hacerse en base a una consulta, muy simple, “Independencia Si o No”, para los nuevos grupos surgidos recientemente con el expresidentes del Barça Jan Laporta a la cabeza, “El derecho a decidir de los catalanes”, ya no pasa ni por una simple consulta, si no que su propuesta es declarar unilateralmente la independencia. Para los de CiU amos y señores de la ambigüedad, últimamente parecen decantados a favor de un soberanismo creciente, y buena prueba de ello lo tenemos en la única propuesta electoral que han manifestado con claridad, como es que en caso de salir elegidos, van a plantear un nuevo sistema de financiación para la autonomía catalana, basado en el concierto económico con el estado, al mas puro estilo de las comunidades forales de Euskadi y Navarra, olvidando por completo que si algo no tiene cabida, ni con la más abierta lectura de nuestra constitución, es precisamente esto; sin embargo aunque se mueren de ganas de plantear un plan Ibarretxe B, se muestran en cierta manera contenidos y dicen que no van plantear ninguna consulta, en los próximos cuatro años, aunque eso si, sin especificar como se materializará, proclaman que en caso de conseguir el gobierno de la Generalitat los próximos cuatro años, su principal objetivo será “El derecho a decidir de los catalanes”.
El actual presidente de la Generalitat de Cataluña el socialista José Montilla, uno de los federalistas más convencidos que existe en toda España, haciendo gala de una lógica aplastante, ha declarado que en la próxima convocatoria electoral de este otoño, los catalanes ya ejercerán su “derecho a decidir” votando por las distintas opciones que se presentan que van desde los ultra independentistas, de Carretero y Laporta, hasta, los involucionistas del Partido Popular y Ciutadans, pasando por el federalismo del PSC y la indefinición de CiU, y que por lo tanto no hace falta plantear consulta alguna.
Pienso que Montilla tiene toda la razón, y que de hecho en las próximas elecciones catalanas, no se decidirá solamente quienes ocuparan los escaños en el Parlamento del Parc de la Ciutadella, si no que, en caso de una gran participación, se mostrará de forma incontestable la voluntad de los catalanes respecto a la relación Cataluña España en un futuro inmediato. Por esto decimos que todo lo relacionado con la autonomía de Cataluña, ja no implica exclusivamente a los catalanes si no que compete a todos los españoles en general.
Después de los últimos acontecimientos, ya nada puede seguir igual; en un sentido o en otro, el régimen Autonómico de España debe evolucionar. Los españoles, en general debemos a empezar a profundizar en el tema y analizar el porqué, después de treinta años de Estado de la Autonomías, no hayamos sido capaces de encontrar una fórmula de encaje Cataluña España, porqué aún son posibles lecturas involucionistas de la Constitución y que miedos atávicos nos siguen atenazando, impidiendo el avance hacia un moderno Estado Federal.
La reciente sentencia del TC sobre el Estatut de Autonomía de Cataluña, no ha hecho otra cosa que tensar la cuerda, abonando uno de los argumentos separatistas, al determinar, según su opinión, que una buena parte lo decidido y refrendado por los ciudadanos de Cataluña, no tiene cabida en la Constitución Española.
Delante de esto, deberá admitirse, que a un ciudadano catalán solo le caben dos maneras lógicas de reaccionar, la primera es decir, “si no me quieren me voy”, y la segunda, proponer un cambio constitucional que no permita hacer lecturas tan retrogradas como los miembros del alto tribunal han hecho. Bien, queda una tercera reacción, que es la predicada por el Partido Popular, en el sentido de volver a la España unitarista y centralista, que subordina la variedad lingüística, cultural y de todo tipo, a la que se determina como oficial, relegando todo lo demás a un mero folclore; más o menos como se hacia en recientes tiempos de autarquía.
Los comunistas de ICVEUiA, proponen ejercer el derecho a decidir del pueblo catalán, con una consulta en base a las tres opciones citadas, Independencia, Federalismo, o Centralismo. Para ERC, “El derecho a decidir del pueblo catalán”, debe hacerse en base a una consulta, muy simple, “Independencia Si o No”, para los nuevos grupos surgidos recientemente con el expresidentes del Barça Jan Laporta a la cabeza, “El derecho a decidir de los catalanes”, ya no pasa ni por una simple consulta, si no que su propuesta es declarar unilateralmente la independencia. Para los de CiU amos y señores de la ambigüedad, últimamente parecen decantados a favor de un soberanismo creciente, y buena prueba de ello lo tenemos en la única propuesta electoral que han manifestado con claridad, como es que en caso de salir elegidos, van a plantear un nuevo sistema de financiación para la autonomía catalana, basado en el concierto económico con el estado, al mas puro estilo de las comunidades forales de Euskadi y Navarra, olvidando por completo que si algo no tiene cabida, ni con la más abierta lectura de nuestra constitución, es precisamente esto; sin embargo aunque se mueren de ganas de plantear un plan Ibarretxe B, se muestran en cierta manera contenidos y dicen que no van plantear ninguna consulta, en los próximos cuatro años, aunque eso si, sin especificar como se materializará, proclaman que en caso de conseguir el gobierno de la Generalitat los próximos cuatro años, su principal objetivo será “El derecho a decidir de los catalanes”.
El actual presidente de la Generalitat de Cataluña el socialista José Montilla, uno de los federalistas más convencidos que existe en toda España, haciendo gala de una lógica aplastante, ha declarado que en la próxima convocatoria electoral de este otoño, los catalanes ya ejercerán su “derecho a decidir” votando por las distintas opciones que se presentan que van desde los ultra independentistas, de Carretero y Laporta, hasta, los involucionistas del Partido Popular y Ciutadans, pasando por el federalismo del PSC y la indefinición de CiU, y que por lo tanto no hace falta plantear consulta alguna.
Pienso que Montilla tiene toda la razón, y que de hecho en las próximas elecciones catalanas, no se decidirá solamente quienes ocuparan los escaños en el Parlamento del Parc de la Ciutadella, si no que, en caso de una gran participación, se mostrará de forma incontestable la voluntad de los catalanes respecto a la relación Cataluña España en un futuro inmediato. Por esto decimos que todo lo relacionado con la autonomía de Cataluña, ja no implica exclusivamente a los catalanes si no que compete a todos los españoles en general.
Después de los últimos acontecimientos, ya nada puede seguir igual; en un sentido o en otro, el régimen Autonómico de España debe evolucionar. Los españoles, en general debemos a empezar a profundizar en el tema y analizar el porqué, después de treinta años de Estado de la Autonomías, no hayamos sido capaces de encontrar una fórmula de encaje Cataluña España, porqué aún son posibles lecturas involucionistas de la Constitución y que miedos atávicos nos siguen atenazando, impidiendo el avance hacia un moderno Estado Federal.
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