domingo, 8 de noviembre de 2015

¿EXISTE EL CENTRO EN POLÍTICA?


Últimamente, cada vez que se acerca una campaña electoral, todas las formaciones políticas en esta país que se llama España, sin excepción ninguna se lanzan a la caza y captura del llamado voto de centro, tal como si de un codiciado trofeo se tratara. No pierden punto en su empeño y no dejan de cantar loas a la moderación y equidistancia de los extremos, cual si de un punto fijo en el universo se tratara; craso error pues en política la relatividad es el valor fundamental por lo que todo depende del punto de mira del observador.

Conozco a alguien que opina que el Partido Popular es una formación claramente de izquierdas, otros que opinan que el PSOE, es un Partido que si bien en su origen fue de izquierdas hoy es una organización totalmente a la derecha, tras haber abandonado el sentir revolucionario de su fundador Pablo Iglesias. Para unos y otros opinantes, el centro no puede tener sin duda la misma ubicación ¿No les parece?

Generalmente toda opción política de reconocida vocación universalista, pretende auto-situarse en el centro del espectro, pues es desde esta posición donde puede acceder a votos de uno y otro lado del panorama ideológico; así vean Vd. como Mariano Rajoy a pesar que la ideología neoliberal-neoconservadora, típica de la derecha Canovista española, emerge por todos los poros de su piel, insiste una y otra vez de situarse en la opción del centroderecha. También Albert Rivera líder de Ciudadanos, que al igual que el otro emergente Podemos, intenta negar el debate en el eje derecha izquierda, para situarlo en otra dimensión que no acaba de definir con claridad; busca situarse en una posición que le permita pescar tanto en el caladero del PP como del PSOE, y para ello de momento ha situado el conflicto exclusivamente en el tema de la corrupción.

El renovado PSOE que lidera Pedro Sánchez, viene proclamándose de centro-izquierda y socialdemócrata al estilo de sus homólogos en la Unión Europea, y aunque desde el Partido Popular, mediante acusaciones de radicalismo, por haber pactado en Autonomías y Ayuntamientos con Podemos, intenten escorarlo hacía la izquierda, es innegable que hoy sigue siendo la fuerza de la izquierda moderada, que se plantea la revolución dentro de una líneas fuera del conflicto violento, como debe ser la del siglo XXI, y le disputa el poder real a las élites que lo ostentan para repartirlo con equidad entre las clases medias y bajas de la sociedad.

Podemos, que emergió de la disidencia semi anarco, del 15M y del movimiento de los indignados, en principio para promover la revolución al más puro estilo clásico, a la hora de buscar los votos que le permitan acceder a las posiciones de poder político, ha moderado enormemente su discurso y al igual que Ciudadanos, concentrándolo en el tema de la corrupción, negando con todas las letras el eje izquierda derecha, se proclama como el verdadero centro político.

Después de escuchar a uno y a otro, lo que me pregunto de verdad es: ¿Existe de verdad el Centro en el panorama político? ¿O se trata de una entelequia, inventada en los albores de la llamada modélica transición, cuando el concepto derecha, se asociaba al Movimiento Nacional de la dictadura franquista y el de izquierda al comunismo estalinista?

Dentro de poco vamos a celebrar el treinta y siete aniversario de la proclamación de la Constitución, creo que ya es un tiempo suficiente para haber madurado como demócratas y que dejemos de buscar eufemismos, en cuestiones de ideología que no hacen más que confundir al ciudadano, manteniéndole en un estado de confusión permanente. El centro, amigos no existe en política, existe la derecha, ideológicamente basada en el neoliberalismo,  en España en simbiosis con el neoconservadurismo desde Cánovas del Castillo,  y la Izquierda, en el espectro que abarca desde la socialdemocracia, hasta el la nueva versión del socialismo clásico que quiere representar Podemos. También existen grupos que tanto por la banda derecha como por la izquierda, son nostálgicos de sistema autárquicos de infausta memoria, o al nihilismo anarquista. Después de lo expuesto no existe nada más, ni la derecha moderada ni la socialdemocracia, tienen por principios nada en común que permita compartir un mismo espacio electoral, en primer lugar, porqué la derecha es en esencia nacionalista y la izquierda por moderada que sea internacionalista; cuestión que como es fácil de entender es totalmente incompatible.

Claro que a veces, y recientemente hemos tenido lamentables ejemplos, la izquierda moderada se pone hacer políticas de derechas, pero esto acostumbra a acabar francamente mal, por cuanto el electorado que les es propio, pierde en ellos su confianza y el que pretendían añadir, acostumbra a seguir fiel a la derecha tradicional. Tampoco auguro nada bueno para la izquierda, los pactos como el que se ha hecho en Alemania entre la CDU y el SPD, pues ha significado un abandono total de los postulados socialdemócratas a favor del neoliberalismo que impulsa la CDU, bajo el liderazgo de Merkel, que en cuanto cede algo, a favor de alguna cuestión social, como es el caso de los refugiados, se encuentra con rebeliones internas que la amenazan directamente.

Yo estoy convencido que la cuestión reside en la desideologización de una gran mayoría de electores, que se viene impulsando desde la aparición de la revolución neoconservadora, que promovieron Ronald Reegan y Margaret Tatcher, en los años noventa del pasado siglo, y que ha llegado hasta nuestros días a su máxima expresión. Si se nos pretende convencer que el centro es esta masa carente de ideología, mal lo tenemos todos, derecha e izquierda, pues lo único que podemos hacer, es procurar por todos los medios posibles, venderles nuestra oferta como la mejor para sus intereses, y escondiéndoles la verdad y los sacrificios que a cambio se le van a exigir, tal y como hace la derecha española que lidera hoy Mariano, que a pesar de estar metidos hasta cuello en la miseria más absoluta, nos sigue diciendo que esto es el país de las maravillas, gracias a su estupenda gestión, cual si de un mercado se tratara donde una vez desmontada la parada, ya so se admite el derecho a reclamación y cada uno debe apechugar con las consecuencias.

No podemos seguir de esta manera, es absolutamente necesario volver a la consciencia de clase, y luchar por los derechos que como colectividad nos corresponden, volver a buscar al enemigo, no en el que tenemos al lado, si no enfrente y en un estadio superior y para ello és necesario absolutamente, que cada cual se defina, como de derechas o de izquierdas; pues después de pensarlo mucho me he dado cuenta que el CENTRO NO EXISTE!!

domingo, 1 de noviembre de 2015

HARTO DE MENTIRAS Y DISPARATES




En verdad les digo amigos, que el día a día en Cataluña, se está volviendo insoportable después del famoso 27 S, en que las cosas no acabaron de salir al gusto de los independentistas, pero que dada su condición de falsarios que adaptan la historia según les conviene, antes con lo del “derecho a decidir” y ahora con lo del “mandato democrático”, nos están llevando a todos por el pedregal.

Cuando decidieron de nombrar a la ínclita Carme Forcadell, ex presidenta de la Asociación Nacional de Cataluña, la organización que goza de cuantiosas subvenciones de la Generalitat de Cataluña, lo que le ha permitido la organización de grandes performances los últimos 11 de setiembre, uno que ya empieza a ser gato viejo, se alarmó en sobremanera, al adivinar la perversa intención que con ello se pretendía llevar a cabo, como es que sea el Parlamento, como institución y no el Gobierno de la Generalitat, que de momento no está ni tan solo constituido y que según parece, va a ser complicado que lo esté en el corto plazo, quien asuma las responsabilidades de una declaración unilateral de independencia, pensando que a diferencia del seis de octubre de 1934, en que metiendo en la cárcel al gobierno de la Generalitat, se cercenó, el intento. Piensan ellos equivocadamente, claro está, que el poder del estado es manco y que no va a reaccionar, ni aún teniéndolo todo a su favor, como es el caso en el terreno internacional, por cuanto hoy en los periódicos, hemos podido leer que Ban Ki Moon, el secretario general de la ONU, a señalado, que Catalunya no es país susceptible de aplicarle el derecho a la autodeterminación, o sea que en el hipotético caso de una Cataluña independiente, no solo se quedaría fuera de la UE sino también de la ONU.

Doña Carme, invoca cada día doscientas mil veces el mandato democrático, que según ella los catalanes les han otorgado y además nos viene a decir, que en una democracia que se precie, este mandato está por encima de leyes e instituciones, también democráticamente promulgadas. En primer lugar, querría decirle a la Sra. Forcadell y a todos estos que intentan aprovechar el resquicio de una ley electoral mal hecha, que no es cierto que una mayoría de catalanes les haya otorgado el mandato democrático de avanzar hacia la independencia, si no todo lo contrario, pues en mi pueblo, el 53% de los votos, es más que el 47%, por lo que la mayoría a la que tanto aluden es contraria a su posición, en segundo lugar, decirle que si bien por lo dicho anteriormente de una ley electoral que por más de treinta años, el partido CDC dominante en el poder, se ha negado siempre a readecuar, para que sea auténticamente representativa, no les otorga tampoco derecho alguno a considerar que la “mayoría” de los ciudadanos les dan apoyo, y en tercero y último lugar,  nadie, pero nadie, en su sano juicio, entiende como acto democrático, la desobediencia a unas leyes, debatidas y promulgadas desde instituciones cuyo valor democrático es reconocido internacionalmente, vendiéndonos la historia que el avance en el mundo se hace desde la desobediencia.

¿Espera que aparte de sus convencidos fanáticos de la secta indepe, cualquier persona con dos dedos de frente, pueda creer semejante falacia?  ¿No se entera que la desobediencia contra la injusticia se puede hacer desde una rebelión popular, pero nunca desde un puesto institucional, como el que ella ahora representa?
De momento, las principales fuerzas políticas del País, ya empiezan a acordar la defensa de su democracia, y del prestigio de sus instituciones y ello además con el respaldo internacional; aunque ello a mi entender signifique, a ojos de un observador avispado, que de un lado y otro, ya se consideran traspasadas todas las líneas rojas, por lo que las soluciones al conflicto se entienden desde la confrontación pura y dura y no precisamente a escala dialéctica.

¿Se dan cuenta Mas y su corte que de la confrontación pura y dura, el perdedor va a ser Cataluña y además casi con seguridad, con una regresión más que importante del autogobierno hasta hoy conseguido?

Entiendo muy bien la posición de Pedro Sánchez ante tamaño desafío, pero me gustaría advertirle, que no se deje avasallar por Mariano y que vayan como vayan las cosas, a la menor oportunidad debe imponer la reforma constitucional en un sentido federal, que es quien en verdad nos va a sacar delante de todos estos problemas.

Pienso que es muy bueno derrotar al nacionalismo catalán, pero no en base a una victoria del nacionalismo español, que regresione el país a épocas pasada, la derrota debe ser para todo tipo de nacionalismo y que el federalismo consiga ser hegemónico en nuestra sociedad, o sea que Pedro, ojo al parche.

lunes, 26 de octubre de 2015

UN FINAL DE LEGISLATURA LAMENTABLE


Poco le duran a Mariano las alegrías, después de recibir los aplausos del Partido Popular Europeo, en su reunión de Madrid del pasado miércoles, y que la EPA, dé el mejor dato sobre el empleo de toda la legislatura; la realidad primero y los economistas después, se han encargado de aguarle la fiesta, cuando han demostrado de manera fehaciente, que el balance de su legislatura, no es positivo de ninguna de las maneras, por la precariedad del empleo que se crea, la destrucción del empleo fijo y la falta de apuesta por la calidad de la producción industrial, que no ha hecho otra cosa que buscar la competitividad en los bajos salarios, cuestión que como todo el mundo sabe, es incompatible con la garantía de una saludable recuperación económica.

Don Mariano, sigue en sus trece y al parecer no piensa hacer ningún caso a todos aquellos que le han venido diciendo que España, solo puede salir del marasmo, en base a la apuesta por un nuevo modelo económico, fuera de la especulación pura y dura, y buscando el alto valor añadido. Claro, que para esto hace falta una buena base educativa y jóvenes con muy buena formación y todos sabemos que a estos los echó con cajas destempladas y hoy los más válidos están prestando servicios en Alemania, Suecia, Holanda, etc. y los no tan válidos de camareros en los restaurantes de estos mismos países.

Seguramente Mariano viene pensando, que los españoles que nos hemos quedado aquí somos bastante imbéciles y nos podrá deslumbrar con cuatro datos, sin embargo no cuenta que ya tenemos las suficientes luces para darnos cuenta que en toda la legislatura en la que lo hemos soportado, no nos ha dicho ni una sola verdad y que todo, absolutamente todo, ha resultado ser un fantástico engaño y que nadie absolutamente nadie le cree.

Este señor ya debería saber que si bien obtuvo una mayoría absoluta, en unas elecciones con alto índice de abstención, no fue por sus méritos, si no por demérito del contrincante, al que la crisis económica le pilló a contrapié y no supo o no pudo reaccionar con la rapidez que el caso requería, Sin embargo hoy las circunstancias son bien distintas y el PSOE, renovado en su totalidad, se presenta de nuevo en la cancha, con un programa electoral, distinto y donde las soluciones de claro signo socialdemócrata en el orden económico, contrastadas con los líderes afines de la UE, nos garantizan una salida de la crisis, desde la justicia social y un reparto equitativo de la riqueza generada, en contraposición a la política de austeridad asesina, que lo único que ha conseguido, es situar la desigualdad como valor preeminente en esta Europa de nuestros amores.

Les recomiendo amigos lean detenidamente el programa socialista en su vertiente económica y aún sin ser entendidos en la materia, enseguida se darán cuenta que no se trata de fantasear de ninguna de las maneras, tal y como se ha pretendido hacer desde la izquierda más extrema, o hizo Syriza en Grecia en un primer momento, si no que a cada aumento de gasto le contrapone de donde salen los ingresos y si además tenemos en cuenta que en cuestión territorial se apuesta por un estado de corte claramente federal, miel sobre hojuelas, pues al evitar las duplicidades, y reducir por tanto la estructura del estado, el ahorro en la administración es más que evidente.

En el programa verán también Vds. una profunda reforma fiscal, donde se grava a quien más tiene, así como la revisión a fondo el tema de las Sicav, y un larguísimo etc.

Esta vez Mariano, tiene en frente un programa coherente y un pueblo que harto de mentiras no piensa dejarse engañar de nuevo, ni mucho menos dejarse quitar los derechos sociales, por un mendrugo de pan seco, como el que nos ofrece aunque lo disfrace de pan tierno.

lunes, 5 de octubre de 2015

UN MUNDO NUEVO DESPUÉS DE ARMAGEDON




Llevo mucho tiempo preocupado viendo que la humanidad, parece dispuesta a enfrascarse en una nueva confrontación destructora, con el fin que de sus cenizas renazca un nuevo mundo, que nos venden será de paz progreso y prosperidad general. Las noticias que aparecen en los periódicos y demás medios de comunicación de masas, así parecen indicarlo, pues no me negaran Vds. que el tema del Estado Islámico, y la gestión que desde la llamada comunidad internacional se realiza de ello, no nos conduce más que a un desastre absoluto.

Pensemos por un momento, porqué el llamado mundo occidental, armado hasta los dientes, se muestra totalmente incapaz de eliminar de un solo golpe a un atajo de fanáticos, que siembran el miedo y la destrucción por donde pisan; y porque se permite que la Rusia de Putin, la gran protectora de un criminal sin escrúpulos y anti demócrata 100%, como Bashar el Assad, intervenga en la guerra de Siria, eliminando a los guerrilleros revolucionarios que siguen combatiendo casi sin medios al Estado Islámico. No les parece amigos, que desde los poderes fácticos en los despachos de Washington, Berlín, París o Londres, han optado por esperar a que sea Rusia quien se desgaste en todos los terrenos, para luego llegar ellos y dar el golpe de gracia.

Hoy la UE, vive su peor momento y casi a punto de desintegrarse, por cuanto se muestra incapaz ni tan solo de acoger refugiados que huyen de los horrores, que el propio mundo occidental les ha causado en sus países; que siguen en sus trece con unas políticas económicas basadas en la austeridad, que están desmontando a pasos agigantados todo el sistema socialdemócrata que ha pervivido desde el final de la segunda guerra mundial, y que se ha demostrado como uno de los más justos y equitativos a la hora de repartir la riqueza que se genera.

El nacionalismo resurge con fuerza en la sociedad europea, y el sentimiento tribal y de autoprotección frente al de la tribu vecina, tiene cada día más predicamento, substituyendo a los clásicos valores humanistas de libertad, igualdad y solidaridad. ¿No se nos propone y mansamente aceptamos, el recorte de las libertades en pro de la seguridad?  

Es verdad sin embargo, que muchos intuimos la posibilidad de avanzar hacia un mundo más justo y aprovechar las nuevas tecnologías para construirlo, sin embargo la disgregación y el alejamiento al sentimiento de clase, desprestigiado a favor de un individualismo malsano, que se fomenta desde lo más alto del poder de facto, nos impiden avanzar hacia él de un modo pacífico, abocándonos una vez más a un nuevo Armagedón.

En estos tiempos revueltos, donde se está procurando un clima prebélico, sin precedentes, surge en mi memoria con fuerza la figura de Jean Jaurés, que en 1914, predicaba la huelga general en Europa, como negativa de la clase obrera a participar en  la que luego fue llamada primera Guerra Mundial, i fue abatido a tiros, por el nacionalismo que le acusó de traición. Jean Jaurés, intuía, también la presencia de un mundo nuevo y transformador, como el que surgió 32 años más tarde, en la Europa devastada por dos guerras atroces, mediante la socialdemocracia y el estado del bienestar. ¿Porqué los obreros no le hicieron caso entonces? Y habrían llegado quizás al mismo sitio, sin necesidad de trauma alguno.

El capitalismo internacional entrado ya en su fase imperialista, no puede tolerar de ninguna de las maneras, el crecimiento de las organizaciones sociales, ni siquiera, las entidad supranacionales como pueda ser la UE. Por esto ataca ferozmente, o con sutileza todo aquello que pueda promover el esfuerzo colectivo, por cuanto fácilmente se le puede superar en fuerza y arrebatarle el poder; por ello fomenta el individualismo, y el nacionalismo, y combate con ferocidad el federalismo, por el pavor que le causa que el dialogo, la negociación y el pacto, conduzca a las clases medias y bajas del mundo entero a tomar el poder que ellos ostentan.

Intuyen que su fin está cerca, ven horrorizados como el final de su época de dominio está a dos pasos, y por ello no dudan en promover un conflicto bélico a escala planetaria, quizás por aquello de morir matando, o causar una regresión lo suficientemente importante para que el mundo deba organizarse de nuevo como hace ahora 200 años, y ello les permita a sus descendientes directos, mantener los privilegios, a costa de las mayorías; aunque amigos esto no va a ser así, porque aunque logren causar mucho sufrimiento, aunque maten a muchos de nosotros, en toda la historia se ha demostrado imposible detener el progreso.

¿Nos dejaremos embaucar, como nuestros abuelos en 1914, o sabremos responder adecuadamente, como proponía Jean Jaurés? No tardaremos mucho en saberlo

lunes, 21 de septiembre de 2015

¿CATALUÑA UN SOLO PUEBLO?




Soy muy consciente que en campaña electoral, es del todo imposible pedir calma y tranquilidad en los ambientes políticos, pues es sin duda el momento en que la confrontación y contraposición entre adversarios, adquiere el máximo de su expresión, con el fin de conseguir el voto de los ciudadanos. Sin embargo, en esta campaña en Catalunya de cara a las elecciones del 27 S, que todos han convenido en considerar como “muy especiales”, el tema de la crispación está llegando a límites altamente preocupantes, por aquello que plantear cuestiones que apelan a los sentimientos humanos, sitúan los debates en el terreno de irracionalidad, que acaba por afectando incluso las relaciones personales e incluso familiares.

Como yo, hay muchos en Cataluña, que hemos acabado, por no hablar de este tema en las reuniones familiares, o de amigos muy íntimos, con el fin que no se exciten los ánimos, que podría conducirnos incluso a situaciones de ruptura; con todo, se trata de una posición altamente incómoda, y en cierta forma falsa, pues el principio de confianza y de amor que debería presidirlas, se ve superado por el ciego apasionamiento nada racional.

Resulta chocante observar que las diferencias ideológicas, (derecha e izquierda), los catalanes las habíamos llevado, con una normalidad absoluta, sin excitarnos más de lo debido en las discusiones, salvo en algunos casos muy esporádicos, en los que siempre se acababa, imponiendo el sentido de la amistad, sin que el asunto pasara a mayores. Sin embargo hoy, observo que tras una acalorada discusión sobre el independentismo, la gente deja de hablarse, y saludarse cuando se cruzan por la calle..

Preguntándome el porqué de esta actitud, habiéndola experimentado en carne propia, llego a la conclusión que Artur Mas y sus correligionarios, en base a apelar a los sentimientos, han conseguido despertar un cierto odio atávico que todos debemos llevar dentro y que solo aflora en determinadas y especiales circunstancias, que el nacionalismo ha sabido aflorar.

Como ilustración a lo que digo, paso a contarles una experiencia vivida por mí; Como los que habitualmente siguen mis escritos, soy persona de pensamiento de izquierdas y militante del PSC en Cataluña, partido hermano del PSOE, como tal, no soy partidario de la independencia, si no un firmemente convencido, de la imperiosa necesidad de abordar en España una profunda reforma de la Constitución en un sentido federal, que nos de la posibilidad de conseguir una Nueva España en donde todos nos podamos sentir cómodos y trabajando conjuntamente para reemprender la senda del progreso y la justicia social. Uno de mis mejores amigos, es de pensamiento derechista y simpatizante del Partido Popular y como tal un nacionalista español convencido y partidario de un país centralizado, como fórmula que garantice un progreso económico, sin paliativos. Pues bien,  hace unos pocos años, en una cena de noche vieja, en casa de otros amigos a la que ambos asistimos, nos embarcamos en una fortísima discusión, intentando confrontar dos puntos de vista a todas luces irreconciliables, hasta el punto de no solo levantarnos la voz si no llegar casi al insulto; Salimos de la cena, los dos enfadados de verdad, sin embargo a los dos días y con una simple llamada telefónica, ambos supimos regresar a una situación de normalidad donde el mutuo aprecio que siempre nos hemos tenido, volvió a imperar, hasta el punto que en otras ocasiones hemos sabido hablar y contrastar opiniones, argumentado y en el tono propio de la gente civilizada.

Otros amigos sin embargo, con los que nos reunimos habitualmente y desde hace un montón de años, en Nochebuena y que todos ellos han optado por posiciones independentistas, se ha enfriado enormemente nuestra relación que casi podríamos decir se limita a esta cena, donde alguno de ellos no se puede o no quiere reprimirse y acaba intentando provocarme, lanzando pequeñas puyas, que mi educación y saber estar, esquiva con habilidad, haciendo como aquel que se ha vuelto sordo de repente y desviando la conversación por otros derroteros.

Con otros, que recientemente han abrazado la fe independentista, cuando hasta hace pocos años, eran españolistas cien por cien, después de intentar mantener un dialogo para hacerles partícipes de mis convicciones, han terminado por retirarme la palabra y casi negarme el saludo si nos cruzamos por la calle.

De todo ello deduzco, que cuando traspasamos los límites de lo racional, y nos sumergimos en el mundo de los sentimientos, puede suceder cualquier cosa, hasta el punto de la violencia más exacerbada y esto amigos, és lo que más temor me da en la actual situación de Cataluña, donde unos cuantos han sabido fanatizar a una gran masa, que nos puede abocar a todos al precipicio.

Había oído hablar hace unos años, de situaciones parecidas a las que hoy tenemos en Cataluña, en el País Vasco,  y las dificultades que en la actualidad, y aun habiendo desparecido la principal causa del conflicto como era la banda terrorista ETA, se encuentran para recomponer la fractura social que se produjo. Y en verdad les digo que no deseo para nada, se reproduzca esta situación en Cataluña, no hay idea, ni patria ni nación alguna que valga la rotura de la comunidad catalana y esto deberían entenderlo muy bien, el nacionalismo excluyente de Mas y Junqueras, como en su momento lo entendió el PNV, abandonando el camino trazado por Ibarretxe, antes no sea demasiado tarde.

domingo, 13 de septiembre de 2015

MENTIRAS DEL NACIONALISMO CATALÁN




Estos días y sin pudor ninguno, Artur Mas y los suyos, se empeñan en convencernos, que los catalanes, y solo por este hecho, somos ciudadanos de la Unión Europea por lo que a este organismo, en caso que Cataluña se independizara de España, le sería muy dificultoso expulsar a 7 millones de ciudadanos. Me sorprende en gran manera, que los líderes proclamadores de la independencia, crean que sus ciudadanos son tontos de remate, o quizás que han conseguido obcecarlos a la manera del gurú de la secta en que su palabra y solo su palabra es ley, pues se necesita un trágala de mucho cuidado, para admitir semejante perogrullada.

En primer lugar Artur Mas, debería señalar en que registro de la UE consta fehacientemente, haya un país llamado Cataluña como miembro de pleno derecho; en segundo lugar debería admitir que la UE es una unión de estados no de ciudadanos, por lo que no son estos los adheridos a la Unión si no que se les considera miembros en razón de su pertenencia a una organización territorial que en su día fue admitida, por unanimidad de los que ya la conformaban, y en último lugar señalar si hay constancia que alguna autoridad relevante en la UE actual, haya determinado la más remota posibilidad que en caso de una secesión de España, tal y como Más afirma, seguiría siendo miembro de la UE. Ninguna de estas tres cuestiones, es nunca demostrada por independentista alguno y mucho menos por este líder que ha acabado creyéndose estar por encima del bien y del mal.

Si Catalunya hoy es miembro de la UE, es solo por su condición de ser parte de España, siendo de toda lógica que si en un momento dado deja de serlo, no es que lo expulsen, (pues no se puede expulsar a nadie que no es miembro), sino que será él quien se aparta del ente supranacional, y si acaso debe pedir el ingreso como cualquier otro que este fuera. Cuando los independentistas van diciendo que si no se ha expulsado a Grecia, con la cantidad de problemas que este país lleva, mucho menso se expulsará a Cataluña, no tienen en cuenta que Grecia, si es miembro de pleno derecho y si consta como tal en los registros de la UE, no así Cataluña.

Con referencia a la segunda cuestión, intuyo que el ciudadano Gerard Depardieu, hasta hace poco ciudadano de la UE con todos sus derechos, por su condición de ciudadano francés, perdió esta condición y los derechos inherentes al renunciar a la nacionalidad francesa y adoptar la nacionalidad rusa, sin que hoy se le deban respetar los derechos que antes tenía como tal. Del mismo modo los ciudadanos catalanes, dejarán de tener el pasaporte de la UE, por haber adoptado la nacionalidad de un país no miembro, como sería Cataluña, si se diera la circunstancia. No voy a negar que Cataluña pudiera seguir con la misma moneda el Euro, como Andorra o Montecarlo, sin embargo sin representación en el BCE y en los organismo rectores, debería acatar siempre la voluntad que estos organismos dicten, sin posibilidad de influencia alguna. Un país, digamos cojo, vaya, por el hecho que renunciaría a la potestad de hacer su política monetaria, que se la ejecutaría un organismo sobre el que no tendría ni voz ni voto, en cierta manera, sería como una especie de pseudo colonia de la UE. Menudo negocio, no les parece, pasar de ser una comunidad autónoma, y miembro de la UE, a ser una colonia de esta misma de la que recogeríamos todos los problemas sin gozar nunca de ninguna ventaja.

Al principio de este escrito hablaba que hay muchos en Cataluña, espero no sean la mayoría, que manifiestan una fe ciega en el camino que Artur Mas y Oriol Junqueras han trazado hacía la independencia, hasta el punto que si intentas dialogar con ellos de manera razonable, resulta del todo imposible al igual que si un racionalista, intenta dialogar con un miembro del Opus Dei, sobre la existencia de Dios, por cuanto el católico, en un punto determinado, saldrá diciendo siempre el manido “es cuestión de fe”, y le mirará con cara de compasión, porque para él es un ser inferior que no cree en el ser supremo. Al igual sucede con los independentistas, cuando los acorralas con argumentos, te sacan la palabra de Artur o de Oriol, o de algún otro de sus gurús, Xavier Sala Martín, o Germá Bel, ultra liberales declarados, si se trata del sector económico, como si fuera revelación divina; y también te miran compasivos, como si fueras un desgraciado incrédulo. Esta es la razón que me ha hecho abandonar ya toda discusión con amigos y conocidos, afectos incondicionales al Junts pel Si, o a la CUP, pues uno se harta de tanta obcecación y se pregunta donde ha quedado el racionalismo científico y el espíritu crítico tan tradicional en el pueblo catalán, que de siempre fue el motor de su progreso. Malos tiempos se acercan amigos míos, los catalanes esta vez van a tardar varias generaciones en reponerse y alcanzar de nuevo las cotas del progreso, si las previsiones se cumplen y siguen como borregos fanatizados el camino hacia el precipicio, donde muchos van a caer al fondo, donde sin embargo no encontraremos a ninguno de los gurús.

domingo, 6 de septiembre de 2015

LA CARTA QUE TRAJO COLA


La edición del diario el País del pasado domingo 30 de agosto, publicaba una carta del ex presidente Felipe González, dirigida a los catalanes, en la que el ex mandatario reflexionaba sobre la actual situación política en Cataluña, y el desafío independentista que Artur Mas y los que le siguen, parecen querer llevar hasta sus últimas consecuencias.  Dado el gran revuelo que la carta ha ocasionado, entre los defensores de la independencia, por un par de expresiones, que convenientemente sacadas de contexto, han exacerbado los ánimos, de todos aquellos ciudadanos de fervor patriótico encendido, dispuestos a colocar la escarapela de buen o mal catalán, e incluso de traidor a la patria; debo decirles, después de haberla leído y releído bastantes veces, que a mi entender Felipe no expresa nada que los no independentistas y demócratas hasta la médula, hayamos pensado alguna vez.

Avisar que Catalunya después del proceso que impulsa Artur Mas, saltándose todas las leyes y disposiciones vigentes, puede quedar aislada, no solo de Europa, si no de la Comunidad Internacional en el siglo XXI, igual que Albania, lo estuvo en buena parte del siglo XX, ¿es ofender a los ciudadanos de Cataluña? Cuando además, en la carta se indica que nadie en el mundo civilizado puede entender que un proceso de la forma en que se plantea, pueda hacerse sin pacto previo con la otra parte y contraviniendo la constitución española, (votada mayoritariamente en Cataluña) y muchas disposiciones legales. ¿No es una posibilidad más que cierta?

Indicar la utilización torticera de la democracia, por cuanto se intenta atribuir a los votos el poder de contravenir las leyes, tal y como nos indican los soberanistas de turno en sus discursos, no es más que poner en evidencia una realidad fuera de toda duda y el peligro que ello comporta; pues aparte que cualquier democracia que se precie debe basarse en el cumplimiento estricto de la ley, esta cuestión podría abrir la puerta a justificar, por ejemplo, la eliminación física de los oponentes, por designio del gobernante, solamente aprobando una ley donde más o menos veladamente, se otorgaran poderes suficientes a quien dirigiera el país; como sucedió en Alemania, cuando Hitler ganó unas elecciones accediendo a la cancillería y propuso al parlamento una ley por la que se otorgaban al canciller poderes absolutos, ley que por cierto fue aprobada con los votos del Partido Nazi y los de la Democracia Cristiana que completaron la mayoría necesaria.

Lo dicho en este último párrafo de ninguna manera puede interpretarse como que he llamado nazis a los soberanistas catalanes, pues me he limitado, tal y como hizo Felipe González en su escrito, a buscar en la historia reciente un caso de utilización malintencionada de la democracia, considerando que una mayoría suficiente de votos, puede permitir una aberración.

La carta de Felipe termina con una apuesta ferviente por  el entendimiento y el pacto, que dos nacionalismos, el catalán de Artur Más y compañía por un lado y el español que representan Mariano Rajoy, el Partido Popular y alguna que otra más o menos camuflada de liberal, parecen hacer imposible.

“Sé que en el enfrentamiento perderemos todos. En el entendimiento podemos seguir avanzando y resolviendo nuestros problemas”    

Una semana más tarde el diario el País, edición del domingo 5 de septiembre, publica una carta que firman Artur Mas y varios componentes de renombre de la lista “Junts pel Si”, bajo el título “A los Españoles” en la que además de seguir con la eterna letanía de los agravios que España ha procurado a Cataluña, en la historia pasada y reciente, deja bien claro que no aceptan dialogo racional ninguno, como queda bien patente en la frase: “No hay vuelta atrás, ni Tribunal Constitucional que coarte la democracia ni Gobiernos que soslayen la voluntad de los catalanes”

Que Dios nos coja confesados