A todos aquellos que se las prometían felices, y consideraban a ERC como un
socio leal y fiable, que había entendido el error cometido, de dejarse llevar
por la vorágine independentista denominada “procès”; después de las
declaraciones de Oriol Junqueras al diario El Pais, se les ha vuelto a meter el
miedo en el cuerpo en cuanto a los líderes de este partido, incluido Oriol
Junqueras después de la investidura de Pedro Sánchez, como presidente del
gobierno, manifiestan, no solo desconfianza hacía el gobierno de coalición PSOE
/ PODEMOS, si no que amenazan con cargarse la aprobación de los presupuestos,
si no se avanza adecuadamente, según su criterio, en la mesa de negociación
entre gobiernos que debe constituirse inmediatamente después de la reunión
Pedro Sánchez- Quim Torra del próximo día 6 de febrero.
Seguramente ERC teme perder buena
parte del soporte electoral que le auguran las encuestas en Cataluña, si admite
el fracaso, por cierto cada vez más evidente, de la estrategia usada hasta hoy
por el ultranacionalismo independentista de la antigua CiU, que de la mano de
Puigdemont y Torra, pretende repetir la experiencia de la DUI (Declaración Unilateral
de Independencia), a la mínima oportunidad, manteniendo para ello una total
desconexión con el estado español, boicoteando la formación de gobiernos e
intentando hacerles caer a la mínima oportunidad, sobre todo si son de
izquierdas, porqué están totalmente convencidos que con un gobierno de derecha,
en cuanto más extrema mejor, van a encontrar soporte internacional en su afán,
al presentarse como víctimas de lo que ellos mismos han buscado.
Si bien en un pasado no muy lejano, ERC se avino a conformar un tripartito,
con PSC e Iniciativa per Catalunya el Verds, cuando en este partido y de la
mano de Carod Rovira, se entendió que antes del tema soberanista, se debía
anteponer la visión izquierdista. Hoy no parece que las cosas vayan por los
mismos derroteros, sobre todo porque después del fracaso del tripartito en cuestión,
en ERC se impuso la corriente independentista, necesitada de mantener la
cuestión en el eje nacionalista catalán contra nacionalista español, en lugar
del lógico y natural de derecha versus izquierda, como fórmula de aumentar su
base electoral. Corriente que sigue dominando en este partido y aunque en estos
momentos algunos de sus dirigentes principales están convencidos que lo mejor
sería dejarlo de lado por el momento, se ven obligados a callar ante los
fanáticos del lacito amarillo. Un buen ejemplo de lo dicho son las
declaraciones de Marta Rovira desde Suiza donde se encuentra huida diciendo que
de ninguna manera su partido votaría a Miquel Iceta como presidente de la
Generalitat de Catalunya.
Pronto habrá elecciones en Cataluña, la situación de Quim Torra, es del
todo insostenible, después de la sentencia de inhabilitación dictada por el
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y que todo hace presumir, va a ser
ratificada por el Tribunal Supremo, adquiriendo la condición de sentencia
firme, por lo que Torra se verá obligado a abandonar el cargo a no ser que
antes de que este hecho se produzca disuelva el Parlamento Catalán y convoque
elecciones autonómicas; aún a riesgo que su partido y el de Puigdemont JxCat,
se pegue el gran batacazo y deje de liderar el independentismo en Cataluña, que
según las encuestas pasaría a manos de ERC. Lo que ya no es tan seguro es que
ganara las elecciones, pues si el PSC acaba por recoger los votos que en las
pasadas elecciones recogió Ciudadanos es casi seguro se convertiría en la
primera fuerza del Parlamento Catalán. Si la victoria es suficientemente
amplia, ¿se podría seguir negando Marta Rovira a votar a Miquel Iceta, como
presidente de la Generalitat?
Esta es la razón por la que en ERC se duda a la hora de reconocer que la
estrategia independentista fue equivocada pues muchos de ellos temen que si se
dice esto abiertamente, el electorado fanático se les vaya hacía JxCat, al
mantener Puigdemont y Torra, la idea de confrontar con el estado como el único
camino que les va a conducir al reconocimiento internacional primero y a la
claudicación del Estado Español que les va a conceder la independencia por la
presión internacional. Esto, que cualquier persona con dos dedos de frente, después
de dos años con Puigdemont, Toni Comin, y Clara Ponsatí, dando la matraca sin
conseguir el mínimo apoyo de ninguna fuerza internacional, a excepción de la
extrema derecha flamenca, lo califican de gran mentira, es lo que en ERC se
teme le reste votos.
A mi modesto entender en política, las mentiras si bien a corto plazo
pueden conseguir un cierto beneficio electoral, es seguro que a medio y largo
plazo, acaban hundiendo a aquellos que las han difundido, en cuanto los
ciudadanos se dan cuenta del engaño, como demuestran recientes experiencias en
nuestro país. Por otra parte el electorado catalán no independentista, que en
las últimas elecciones autonómicas, las del 21 de diciembre de 2017 dio la
victoria electoral a Ciudadanos, ha comprobado la ineficacia de este partido en
conseguir nada y con una oposición totalmente débil y descafeinada lo único que
ha hecho ha sido consolidar al independentismo pues para muchos ha sido el
menos malo de los gobiernos posibles. El gran beneficiado de esta posición de
C’s, es el PSC, que en los últimos comicios, Generales, Europeas y Municipales,
ha conseguido la segunda posición, en base a muchos electores que en las
anteriores dieron la victoria a C’s. Es por ello que consolidándose como
segunda fuerza, puede aspirar seriamente a ser la primera si ERC sigue sin
aclarar su posición de verdad, pues me consta que muchos votantes
independentistas, si han entendido que al país no le conviene para nada seguir
confiando en propuestas engañosas, pues vemos día a día, como estamos perdiendo
a favor de otras comunidades españolas, el prestigio y el ser la locomotora
económica del país.
Estoy más que convencido si ERC, reconoce sus errores y se muestra
dispuesto a configurar, alianzas de gobierno con el PSC y con los Comunes,
quizás dejen de votarles unos cuantos fanáticos, pero van a recuperar la
credibilidad y la confianza de muchos otros que hoy si tienen claro que debemos
recuperar nuestra posición, como región puntera de una España democrática.
Pronto lo veremos, en cuanto se reúna por primera vez la mesa de negociación,
saldremos de dudas de si estamos ante la ERC que ha admitido el error de la
Declaración Unilateral de Independencia, o la que forzó la misma, llamando
traidor a Puigdemont y mentando las 155 monedas de plata.
Cosme en política " casi todo " es posible , podría ganar las elecciones el PSC y el presidente de Cataluña podría igualmente ser de ERC . Saludos
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