Han pasado 21 días desde el 30 de diciembre, en que Quim Torra, el presidente ecónomo de la Generalitat de Cataluña, pronunció su discurso de fin de año; tiempo que se me antoja suficiente para tener la calma necesaria a fin de no incurrir en estridencias, en el análisis del mismo, dicho esto me lanzo al ruedo.
Después de oír a Quim Torra, President de la Generalitat de Cataluña, en su mensaje de año nuevo, me reafirmo en la
tesis que va a ser imposible avanzar en una solución al tema de Cataluña y en
la ingente tarea de recoser la fracturada sociedad catalana, mientras este
señor siga presidiendo la máxima institución catalana, y el presidente del
Parlament, Roger Torrent le jalee las gracias; haciendo ambos caso omiso a las
recomendaciones que desde la cárcel de Lledoners les está haciendo el máximo
mandatario de ERC, Oriol Junqueras, en el sentido que hay que apoyar en todo y
por todo a Pedro Sánchez, aunque ello signifique aplazar sine die, la obtención
de su máxima aspiración como es la independencia de Cataluña.
Sin ningún tipo de duda, desde una parte de ERC, se ha aceptado la realidad
que la independencia catalana solo la apoya, un 47% y que de estos, muchos de
ellos no están por la labor que el conflicto con el estado español, acabe
degenerando en una situación de violencia, la vía eslovena vamos, como piensa
el factótum principal desde Bruselas y su monaguillo presidiendo el Principado,
que en el discurso de marras, no paró de mencionar una y cien veces, la gran
mentira en que se basan últimamente, que un 80% de catalanes apoya un
referéndum de autodeterminación, cuando la realidad es que los sondeos
últimamente efectuados lo cifran en el 45% y que el resto estaría por una
mejora del autogobierno en un sentido federal. En consecuencia la discrepancia
y el abismo entre los dos grandes partidos independentistas, lejos de
disminuir, se va profundizando a pasos agigantados con cada declaración que
desde el PDECAT se hace en el sentido de persistir en el conflicto con el
gobierno central y con el Estado. Así mismo y cada vez que Quim Torra abre el
pico, se agiganta el abismo entre catalanes independentistas y no
independentistas, que está llegando a
límites casi insoportables.
La experiencia del Reino Unido, con su referéndum sobre el Bréxit, del que
hoy se arrepienten buena parte de británicos, nos hace dar cuenta, del terrible
mal que puede causar una consulta de este tipo sin acuerdo previo y sobre un
asunto del que no se concreta él como se va hacer, cuestión que ya hemos
comentado en algún otro artículo de este mismo blog, en vísperas de su salida de Europa, sin
acuerdo validado por el Parlamento. La libra esterlina se devalúa día a día
frente al euro, la economía en general retrocede y la posición de privilegio de
la City londinense en el sistema financiero, se viene abajo por momentos además
del peligro para cientos de miles de extranjeros, entre ellos una buena parte
de españoles que residen y trabajan en la Gran Bretaña, que pueden ver
vulnerados sus derechos laborales al cambiar
su estatus y ser considerados extranjeros, sin libre circulación, como hasta
ahora venía garantizado por el tratado de Shenguen.
El Sr. Torra, me ha decepcionado, cuando ha perdido un gran oportunidad
para dar marcha atrás en sus pretensiones independentistas ultramontanas y
abrir el camino a un dialogo serio y constructivo con el estado español, dentro
de la legalidad vigente; reconociendo sus errores e intentando canalizar una situación de
negociación autonómica que permita una mejora del sistema, en particular de la
financiación y que de paso sirviera para la reconciliación de la sociedad
catalana, superando el conflicto, sin vencedores ni vencidos, como le está
ofreciendo el presidente Pedro Sánchez. Ya la perdió, el pasado 21 de
diciembre, presentándole a Pedro Sánchez 21 condiciones para un dialogo a
sabiendas que resultan inaceptables para el presidente español.
Con todo ha sido ejemplar la respuesta de Pedro Sánchez, reiterando su
voluntad de dialogo dentro de la Constitución y las leyes y profundizar más en
el estado de las Autonomías, incluyendo su financiación
Lamentablemente Quim Torra sigue optando por la confrontación, y ello solo
puede conducir al pueblo catalán al desastre más absoluto, en particular cuando
la extrema derecha está asomando también la cabeza en España; a no ser que en
unas próximas elecciones autonómicas sea desplazado, si el independentismo
pierde su mayoría absoluta. Quizás entonces, mediante un gobierno de coalición
de izquierdas, se consiga el clima de tranquilidad necesario para avanzar hacia
una solución definitiva del tema.
Sr.Torra háganos el favor de presentar su dimisión, previa disolución del
Parlamento de Cataluña y convocatoria de nuevas elecciones. Hágase Vd. a un
lado y permita que aquellos catalanes que aún conservan dos dedos de frente,
puedan reconducir el imprescindible diálogo y entendimiento con el estado
español, en unos momentos que quizás sean irrepetibles, en que desde el gobierno
socialista las puertas se encuentran abiertas de par en par. Reconozca el gravísimo
error que cometieron planteando una confrontación que llamaron DUI y que sabían perdida de antemano. Deje de querer llegar al final por el camino de la confrontación porqué solo va a obtener sangre sudor y lágrimas para un pueblo catalán que durante años ha buscado el progreso, el pacto y la concordia con los españoles. ¿No se da Vd. cuenta, del ridículo que ha hecho en su viaje a Estados Unidos? Váyase ya Sr. Torra y llévese el que le maneja, Carles Puigdemont,
El " señor " Torra viene del " señor " Puigdemont y el señor Puigdemont viene del " señor " Artur Mas que a su vez viene de Pujol y lo que habría que hacer decirle MUY bien y claro a la ciudadanía catalana quienes son en realidad y que hicieron los Pujol y Mas
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