Recuerdo cuando los
agoreros de turno, casi siempre al lado de la derecha, nos decían que la
socialdemocracia, estaba acabada, no solo en España si no en toda Europa. Que
no había sabido comprender la evolución de la sociedad en la globalización y
que por ello estaba sentenciada a desaparecer del espectro político.
En Grecia, el PASOK,
pasó a mejor vida cuando no supo enfrentarse a una realidad, muy dura a la que
les había llevado un derecha corrupta, que incluso falsificó las cuentas para
aparentar lo que no era y obligando a una formación, en principio de la
izquierda radical como Siryza a tomar las riendas de un país intervenido por el
gran capital. Una formación que por cierto una vez ocupado el poder ha olvidado
por completo sus planteamientos revolucionarios, situándose e hecho en un socio
liberalismo, muy de moda en nuestros tiempos.
En Alemania. Tras
cuatro años de pacto con la Democracia Cristiana de Ángela Merkel, el SPD
contempla atónito, como ni el cambio de líder le hace mejorar en las expectativas
de voto, y así, el esperado efecto Shultz, se ha quedado en agua de borrajas.
Después que en las últimas elecciones regionales obtuvieran un rotundo fracaso
en uno de sus feudos tradicionales.
En Francia, después
que Hollande, se pasara con todos sus bártulos al socio liberalismo, nombrando
ministros de esta corriente, Macron i Manuel Valls, en las más destacadas
carteras, le provocó la debacle electoral más grande nuca sufrida por este
partido, que no pudo parar de ninguna de las maneras un socialista íntegro,
como Benoït Hammon
Con este panorama,
nadie apostaba ni un duro por un PSOE, roto y desangelado después de una dura
guerra interna donde dos bandos se abrieron en público sus tripas con una
crueldad y una mala saña, totalmente impropia de los que debieran ser
defensores a ultranza de la tolerancia y la solidaridad; a pesar que Pedro
Sánchez, enfrentándose a todo el aparato del partido y con solo la militancia a
su favor, consiguiera el 21 de mayo una extraordinaria victoria, con más del
50% de los votos emitidos y con una altísima participación de más del 80% del
censo, algunos entendidos temieron que se viera obligado a quitar radicalidad a
su discurso, cuando no consiguiera imponerlo en la sesiones del 39 Congreso del
partido a celebrar los días 16-17-y 18 del mes de junio.
Pero he aquí que en
el Reino Unido, bajo el gobierno conservador de Teherese May, se estaba
debatiendo en gestionar, la difícil tarea de su salida de la UE, con los
mínimos costes posibles, un laborista de tomo y lomo, como Jeremy Corbyn, de la
ala más izquierdista de este partido, contra todo pronóstico se consiguió casi
la victoria en las elecciones generales británicas que los conservadores habían
convocado por adelantado para consolidar su mayoría absoluta, dejando a Teherese
May, en una extrema debilidad, que no le es precisamente muy cómoda en sus
negociaciones con la UE.
Es aquí donde los
socialdemócratas europeos, empezaron a ver la luz al final de túnel, y pocas
semanas después en el 39 Congreso del PSOE, Pedro Sánchez conseguía imponer sus
tesis, significando la más absoluta derrota de todos aquellos que se habían
puesto del lado del aparato, algunos de los cuales, no tuvieron más remedios
que ponerse del lado del nuevo secretario general, con el fin de no perder su cargo;
consolidando así la percepción que la crisis y el declive de la
socialdemocracia, había acabado en Europa y que el renacer de esta formación al
servicio de las clases más desfavorecidas, adquiría de nuevo el papel
preponderante en el panorama político que siempre le había correspondido.
Portugal, España, y
más pronto que tarde, el Reino Unido van a ser las puntas de lanza del nuevo
amanecer socialdemócrata en la UE, con un nuevo sistema económico de reparto
equitativo de la riqueza que dejará atrás para siempre la política suicidad de
la austeridad que desde la derecha retrógrada se había impuesto. Estoy más que
seguro, que la formación griega Syriza no tardará en apuntarse al carro y que
en Alemania el SPD, ya está emprendiendo el viraje que les haga ganarse las
simpatías de un electorado que ha sufrido muchísimo el ultra-liberalismo
imperante de hace casi dos décadas., así como el socialismo francés que va a
recuperarse más pronto que tarde de la debacle sufrida por el equivocado cambio
de rumbo liberal de algunos de sus propias filas.
Pensemos que este
renacer, nos aleja del fantasma de una gran confrontación, que según decían
algunos, los poderosos del planeta andaban buscando para seguir manteniendo sus
privilegios, tengamos confianza que al final nuestros hijos y nietos no van a
vivir peor que nosotros como se dice si no que conseguiremos enderezar el rumbo
de la economía planetaria hacia un reparto más equitativo, sin necesidad de
destruirlo todo para volverlo a construir.
Por favor..que asi sea..europa, con el ascenso de las derechas ,lo esta perdiendo todo..
ResponderEliminarCosme .Lo del resto de Europa importa menos pero aquí en este país es FUNDAMENTAL que el NUEVO POSE haga lo que durante años no ha hecho , de momento el " triunfo " yo no se lo apuntaría a Pedro Sánchez exclusivamente lo realmente importante ha sido la REACCION de la militancia ante un hecho vergonzoso por parte del " antiguo " PSOE ( Felipe , Bono , Corcuera , Susana Díaz etc etc . Ahora lo que es necesario es que esa expresión manifestada por las bases socialistas de este país se coinviertan en REALIDADES y no solo en buenas intenciones ,ojala así sea , pues de otra manera tenemos PP & Ciudadanos para tiempo y esta vez los ciudadanos NO le perdonarían al nuevo PSOE . Saludos cordiales
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